miércoles, 5 de octubre de 2016

La Ley de Correspondencias




CAPÍTULO XXIX

LA LEY DE CORRESPONDENCIAS

Se dice en la Biblia que Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza, y desde tan lejana antigüedad los videntes y sabios han notado una correspondencia entre el macrocosmos, el gran mundo, y el microcosmos, el mundo diminuto, u hombre. Esto está también expresado en el axioma hermético que es la llave maestra de todos los misterios: “Como es arriba, así es abajo”.
Por lo tanto, podemos ver que las diversas partes del cuerpo humano están correlacionadas con las diferente divisiones de la bóveda arqueada del cielo y las estrellas que se mueven por él. Así como las fuerzas creadoras dentro del vientre materno actúan sobre el óvulo y gradualmente construyen el feto, así también los rayos planetarios del cuerpo macrocósmico de la madre natura están activos sobre el hombre. Es su actividad lo que notamos en el proceso de la evolución, por lo cual, lo que ahora es hombre, se ha evolucionado y elevado desde los reinos inferiores a su estado actual de construcción maravillosa, y es por los mismos rayos que  radualmente evolucionará a la divina estatura, en cuya época, sin duda alguna, será como el Padre en los cielos; por consiguiente, debemos indicar las correspondencias entre los signos y los planetas y las diferentes divisiones del cuerpo humano en la forma que sigue.

del libro "El Mensaje de las Estrellas" 
de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel


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