sábado, 28 de febrero de 2015

Los umbrales interiores.


Fraternidad Rosacruz del Paraguay

LOS UMBRALES INTERIORES

                  Vivimos lo que imaginamos.  Imaginamos bondades y maldades, en consecuencia son nuestras realizaciones, a momentos un paraíso y en otros, un infierno.  Sin embargo, hay una directriz Divina en el interior de cada ser humano, que hace que la vida no sea simplemente un oscilar entre aciertos y errores, sino que gradualmente, extrayendo la quintaesencia de cada acción, permite el despertar de la consciencia, lo que es la causa de la Evolución del Hombre.
Esta directriz en el interior es fuente de vida inmortal, sabiduría y poder presente en cada hombre desde el principio mismo de su creación.  Vivir es pasar sucesivamente los umbrales de ese sendero que conduce a la Luz, aprendiendo a elegir correctamente, aprendiendo a imaginar creativamente los arquetipos que serán la realidad de cada uno.  Por Ley de Causa y Efecto, los aciertos traen alegrías y los errores dolores; cada uno es responsable absoluto de su destino, el cual es modificado a voluntad en la medida en que se profundiza en el Sendero Interno que despierta la consciencia.  Este sendero y sus simbólicos umbrales no son desde luego materiales, pero los resultados de transitarlos son REALES.
Un buzo que deja el lastre, asciende, un globo que lanza sus contrapesos, asciende.  Así sea en el agua, en el aire y también en la vida del hombre, abandonar lastres permite ascender.
Para la mayoría de los seres humanos este proceso es lento, casi imperceptible, y lleva innumerables vidas.  Para unos pocos más esforzados, este proceso puede ser acelerado.
Pero así sea más lentamente o más rápidamente, para cada uno llega el día que habiendo madurado suficientemente, su elevación lo sitúa ante el primer umbral de su consciencia superior en el propio templo interior.
Aquí hay quienes se acobardan y buscan refugio nuevamente en lo mundanal, postergándose para una futura oportunidad.  Algunos pocos, deciden pasar y llaman a la puerta porque sienten el impulso indescriptible de seguir adelante, sus ojos espirituales aún están tapados, pero están acompañados de su Ángel Custodio.
Y un poco nerviosos y otro poco emocionados, tocan a la puerta.  Desde el Interior, una voz sin sonido pregunta: ¿Quién llama?
Apoyados en nuestro Ángel respondemos humildemente: “Un Alma que busca la Luz”.  En un segundo sin tiempo la interna voz pregunta: ¿Por qué has de ser admitido?  En silencio, cada uno debe presentar sus buenas razones que lo hacen merecedor de seguir adelante.
Tú que me escuchas, ¿qué me responderías?
Sabemos que el hecho de encontrarse en esa situación no es casualidad sino causalidad, pero por tu propio bien, es necesario que tengas muy clara la respuesta.
En tu interior aguarda el Venerable Maestro, que no es otro que tu propio Yo Superior, quién te dará una enseñanza. 
En este momento el pasado quedó atrás y sólo importa una cosa, “ser honesto consigo mismo”.  Si estás de acuerdo, sigamos adelante.
Las verdades son energía, y tú también eres energía.  De ahora en más, las viejas palabras tendrán para ti nuevos significados, comprenderás lo que eres y lo que puedes lograr en la vida.  Pero ante todo, sabe que el Amor lo es todo y sobre El nada existe.
Que la energía de esta verdad encuentre correspondencia en la energía que eres tú y libere tus facultades latentes.
El apóstol Pablo, en su carta a los Corintios (13) dice: “Si yo hablase en lenguas humanas y angélicas, y no tengo Amor, vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe.  Y si tuviese profecía y entendiese todos los misterios y toda la ciencia, y si tuviese toda la Fe de tal manera que trasladase los montes y no tengo Amor, nada soy.  El Amor nunca deja de ser...
Con la energía de esta verdad y bajo este principio intentemos vivir una nueva dimensión del ABC del ocultismo, que son la Alegría, la Benevolencia y la Cortesía
En estas virtudes comunes, cuando interviene el Amor, se encuentran las semillas de poderes que ayudarán a soportar las pruebas que indudablemente vendrán.
Max Heindel enseña, que hay una importante conexión espiritual entre el correcto proceder y el desarrollo de los Poderes latentes del Ego, y que los puntos de contacto por donde se relacionan la energía Espiritual con lo físico o material, están centrados en el cuerpo vital de las glándulas endógenas.
Su desarrollo responde al desarrollo de facultades.
Lo que antes pudo ser una simple regla de urbanidad, adicionándole el Amor como sustento, se convierten en los primeros ejercicios ocultistas, en este primer umbral del propio interior.  Utilizaré las primeras 07 letras del abecedario para que nombremos a estos ejercicios y sus resultados.
A.   . . . .Alegría. . . . . . . . .  con Amor aleja el temor.
B.   . . . .Benevolencia . . . . . con Amor se vuelve Poder restaurador.
C.   . . . .Cortesía . . . . . . .  . con Amor es bálsamo para los demás.
D.  . . . .Discernimiento . . . . con Amor enseña el perdón.
E.   .  . . Esfuerzo . . . . .  . . . con Amor da la persistencia en el bien.
F.    . . . Filantropía . . .  . .  . con Amor acrecienta el Alma.
G.  . . . .Generosidad . . . . . . con Amor es Poder liberador.

Los beneficios de estos 07 ejercicios, son compatibles con la nota clave de Júpiter, que encuentran correspondencia en las dos glándulas suprarrenales, que al vibrar en armonía hacen que el aprendiz practicante que logra pasar el primer umbral en su interior, se sienta despejado, aliviado y hábil para comprender las leyes cósmicas.  También podrá perfeccionar su cuerpo denso y tener éxito en el plano físico. (Esto es el florecer de las dos primeras rosas).
Suena impresionante ¿verdad? Pero en realidad no lo será sino hasta que con la práctica hayamos asimilado lo que aquí es apenas información.
Para la mayoría de nosotros toma años pasar este primer umbral, pero se logra y hay desde luego los que son más rápidos.
En este momento, sientes en tu interior un anhelo no muy definido, algo así como un hambre Espiritual.  Te pido que prestes mucha atención a esa sensación y lo tomes como un “susurro de Dios”, ya que te ayudará a realizar tus sueños.
Como estamos viendo, el paso por este primer umbral interior, posibilita el adelanto espiritual, pero también requiere acelerar el pago de viejas deudas kármicas, para lo cual nos sobrevienen a veces duras pruebas, que desde luego son soportables,  pues a nadie se le da lo que no pueda aguantar.
En este orden de posibilidades, es bueno que analicemos algunos conceptos.
Es frecuente la mala costumbre de considerar que el dolor, el sufrimiento y hasta la enfermedad, son gratos a los ojos de Dios, y que el éxito o la felicidad o la riqueza, son pecaminosos.  Tal es el paradójico concepto que muchos tienen del “Dios del Amor”.  Si esto fuera verdad, Dios sería el gran tirano del Universo, idea incompatible con su principio mismo, por lo que no es así.  Sin embargo, para muchas personas este concepto es vivido a diario, trayendo a sus vidas influencias nefastas y fracasos o postergamientos en todos los órdenes.
La idea que cada uno tiene de Dios, es reflejo de su propia realidad interior, y esto motiva el mundo y sus acontecimientos en el cual está inmerso y que es lo único que ve.  Este concepto debe ser corregido por cada uno en su interior.  Otro concepto importante debe ser considerado es el hecho de que Dios no está afuera sino dentro de cada ser.  Así, la unificación del nivel de consciencia con lo Superior, deberá buscarse en el interior de cada uno.
Las ceremonias de Iniciación inclusive, no son sino simbologías del proceso de transformación interior, del paso de los umbrales interiores.
Si Dios está en cada uno, hay un creador a disposición en cada persona, que es uno con cada cual.  Así, todos somos Dioses de nuestro mundo personal, lo que significa que nuestras realizaciones o fracasos, se deben a la propia disposición mental y sentimental que adoptamos.  Aunque sea difícil de aceptar al principio, la verdad es que los deseos a realizar dependen de uno mismo.  Esto es ejercer la Voluntad, y la voluntad es poder, es capacidad de elegir entre el sí y el no, es capacidad de crear causas nuevas.
La voluntad ejercida con dignidad y valor desarrollan la Individualidad, poder por cuya consciencia se logra la independencia de la personalidad y de todo lo que muere.
Será muy útil que cada uno posteriormente, meditemos lo antes dicho, porque es corto de decirlo pero largo de realizarlo.
Hay todo un modo de vivir, un modo de ser, un modo de realizar en el cual la disciplina ocultista es indispensable.  Sin embargo la persistencia en este sendero nos pondrá ante un nuevo umbral interior.  El lado etérico de la glándula bazo es sensibilizado, y comienza a abrirse para el hombre una nueva dimensión, donde la práctica traerá la clarividencia (Es el despertar de la tercera rosa).
Con el despertar de la tercera rosa, el Discípulo suele prepararse para la Primera Iniciación, ya que la primera entidad que se presentará se conoce con el nombre de “Guardián del Umbral”, elemental creado por la quinta esencia negativa extraída durante todas las anteriores vidas más la presente, y que buscará ser redimido por su Creador, que desde luego eres tú mismo.
La Filosofía Rosacruz tiene en sus escritos suficiente información sobre este Guardián (Pág. 145 del Velo del Destino; Edit. Kier, año 1.995) y la forma de transmutarlo, a fin de que pueda seguir el sendero en busca de nuevos Umbrales.
La ciencia nos ha mostrado en que forma los átomos de un elemento pueden convertirse en átomos de otro elemento.  Esto nos dice que en el Universo no ha rigidez, sino que todo cambia o es cambiable.  El plomo puede transformarse en oro y la inmortalidad no es un mito sino algo que se puede llegar a comprender.  Pero, quien diga que no puede ser, hará que así sea para él, porque las creencias son decretos en el mundo personal interno de cada uno, que desde luego, se manifiestan en el mundo material exterior.
Cada uno de nosotros tiene el poder de elegir vivir otra historia una vez que haya pasado este umbral.  Aquí el lastre lo constituyen las informaciones y conceptos erróneos grabados en el subconsciente, sobre el cual puede influirse con la nota clave de la repeteción adecuada, hasta que se “escuchen” los verdaderos deseos.
Las ideas que tenemos rigen nuestras realidades y modifican en consecuencia el mundo en que vivimos.
Si para una persona, Dios es cruel o vengativo o castiga duro, su realidad será una vida deprimente y gris.
El libre albedrío del ser humano, le permite la realización de su voluntad como él elija, si bien tiene al gran maestro que es el dolor, para que comprenda las consecuencias de una mala elección cuando han fracasado el razonamiento o el sentido común. 
No olvidaremos sin embargo, que todo está regido por el Amor, todo está derivado del Amor, inclusive la misma Ley de Causas y Efectos.
Mientras generemos malas causas contra el Amor, recibiremos efectos indeseables, lo cual no es venganza Divina, sino la forma que uno mismo eligió para hacerse más sensible, más consciente.
Los efectos del Karma durarán hasta que la deuda sea saldada, dice la Filosofía.  Esto significa simplemente, que durará hasta que amemos más.   Del Karma no se puede escapar porque uno mismo es su propio Señor del Karma, y los castigos que se reciben son tan duros como el propio corazón.  Pero, la felicidad también puede ser tan grande  como es el Amor que reina en cada uno. 
Cuando manejemos cotidianamente y a voluntad estos conceptos, entonces “bajaremos de la cruz”.
Seguramente, todos venimos a cada vida con un cúmulo de predeterminaciones, lo cual es comprobable con la Astrología, pero también es seguro que el “el hombre sabio domina su estrella”.  Cada uno escribe su historia, segundo a segundo, elige el sendero con los atajos a tomar o los caminos largos a aceptar.
Nuestras decisiones cambian nuestras vidas, nuestro camino y nuestro futuro.  No hay un solo plano de existencia sino miles de millones.  La ciencia y la teoría de probabilidades llama a esto “Teoría de los mundos paralelos”.
Según sean nuestras decisiones, la vida nos llevará por un camino diferente.  Si tomamos una mala dirección, el sendero podrá conducirnos a un mundo de pestes y guerras.  Si tomamos la dirección correcta nos encontraremos en un mundo que para nosotros será de abundancia, paz y fraternidad.
Así es realmente el Universo.  El tiempo y el espacio son sólo una forma de percepción de tu propia consciencia, y desde luego hay muchas otras.
El mundo es que uno vive es elección propia.  Cada uno en el suyo.  El tigre en la jungla, el cerdo en el chiquero, el cisne en el lago, el águila en las alturas.  Para unos el mundo es horrible, para otros es hermoso. 
¿Piensas que cierta persona te ama? Tú lo decidiste.  Qué así sea.
¿Piensas que tienes salud, dinero y amor? Qué así sea.
¿Piensas que estas lecciones son falsas y que lo dicho no puede ser? Qué así sea para ti, porque tu eres Dios de tu mundo personal.  Tú decides, en ti están el Ángel y el Tentador demonio.
El Poder o no poder es elección personal. 
Si consciente o inconscientemente rechazas un anhelo por considerarlo imposible, ese no se cumplirá.
¿En otros tiene certeza?, ese sí se cumplirá.  Habrá que ser cuidadosos, porque el que tenga certeza de que la materia obedece su voluntad, vuelve real lo que cree, y más aún, en este umbral en el ya ha aprendido a manejar sus pensamientos como energía.
Si estás de acuerdo, responde en tu interior estas preguntas:

¿Dónde vive tu Dios?
¿Quién causa tu sufrimiento o felicidad?
¿Quién eligió el mundo en que vives?
¿Quién proyecta tu futuro?
¿Quién te limita o te alienta?

Si tus respuestas fueron: En mí; Yo; Yo, Yo y Yo, ya conoces la piedra filosofal y la fuente de la juventud, tan alabadas por los antiguos  Filósofos, y las rosas ya están floreciendo en tu cruz.
Las respuestas a estas sencillas cinco preguntas, implican aún realizaciones mucho más profundas que irás descubriendo cada vez más por la misma dinámica de su percepción y utilización.
Implican un trabajo de transmutación que tiene su contraparte en el servicio altruista hecho para quien lo necesite, y en la colaboración para mejorar la materia de deseos disponible en el planeta Tierra para que se realice.
Esto es lo que significa la frase “Ser un colaborador del Cristo en la obra del mundo”.
Todo esto, hará vibrar en ti el Amor Universal, que es la nota clave de Venus, y la cuarta rosa habrá de florecer.
El conocimiento se oculta a sí mismo, y nada se puede aprender si no es en el propio templo interior.  Los Maestros e Instructores sólo pueden guiar hasta el umbral, pero únicamente tú puedes pasar.  Por eso,experimenta antes de dudar, porque la duda es una clase de energía negativa que puede velar tu nuevo mundo.
Los estudiantes de la RosaCruz, también pueden integrar la Gran Hermandad Blanca, cuyo objetivo es contribuir a la evolución de la consciencia humana, en este y otros planetas.
Si tal es tu condición, has llegado ante el tercer umbral interior, y Dios es testigo que deseas servir a la humanidad y no ser causa de conflictos, dolores ni odio para nadie.
Dios es testigo, significa que juras en tu interior ser un fiel Discípulo del Maestro Cristo Jesús, quien te encarga el trabajo de sanar, enseñar y bendecir para transmutar.
El silencio, silencio, silencio, somete a tu cuerpo vital, a tu cuerpo de deseos y a tu mente, para que seas Señor de tu Microcosmos.
Es importante mantener la motivación y la persistencia, sin dejarse abatir por los errores que durante el camino se cometen.  Son sólo caídas por el peso de la propia Cruz antes de llegar a la redención.  El Venerable Maestro sabe que aún somos seres de dos mundos, y nos perdona, alentándonos a continuar.
En Éxodo Cap. 20, Vers. 3 & 4 dice: “No tendrás Dioses ajenos ante Mí.  No te harás imagen ni ninguna semejanza de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
Nuestro Dios, que es el Amor, exige fidelidad.  Los umbrales van descubriéndonos la verdad hasta ver que el error que se comete representa a los falsos Dioses.  Esta fidelidad marca la dirección del sendero correcto.  En esto está el poder de realizar para conseguir que el Universo funcione según uno piense y sienta.
Para medir lo lejos o lo cerca que está uno de su Dios Interior, externamente se observa por la capacidad de hacer milagros.  Al principio podrán ser pequeños, como la capacidad de convertir lágrimas en sonrisas, la capacidad de convertir al enemigo en amigo, la capacidad de convertir la escasez en abundancia y así gradualmente.  Y es que aprender a hacer milagros tiene un proceso lógico.  Inicialmente se hacen milagros con los pensamientos, luego ya se aprenden a hacer milagros con los sentimientos, después ya como Auxiliares Invisibles se aprende a hacer milagros en los cuerpos vitales y finalmente los Maestros ya afectan también los cuerpos físicos.
Si nada aún puedes lograr, no has pasado tu primer umbral del sendero interior a donde mora tu Yo Superior, el Dios-Amor.

Pero, amigo mío, si estás entre los que pueden generar, regenerar y crear para el bien, un nuevo umbral se abre y se te ofrece.  Brilla la quinta rosa sobre la cruz de tu cuerpo vital, y has de aprender a desarrollar la razón en armonía con la naturaleza, desarrollar el intelecto para el bien de todos y restaurar los males realizados.

Sabemos que no hay un camino único para todos.  Salvar el mundo significa salvar primeramente tu mundo interior, donde eres el Mesías, donde eres Dios.  Tú decides tu propia salvación y ni el Cristo puede obligarte a andar la buena senda si tu te niegas.
Tu mundo es como son tus ideas, bueno o malo, y tus ideas son como tu corazón.  La vida está llena de oportunidades, llena de tesoros, llena de alegrías al alcance de tu corazón.
Recordemos que siempre es posible obtener lo que se ama, porque para lograrlo se cuenta con la fuerza del Amor, y el Amor es Dios Todopoderoso.
Lo que aceptamos como realidad se vuelve realidad para nosotros. 
En la elección de nuestro destino, el estudio y la práctica de los buenos pensamientos y sentimientos, traen poder de realización.  La fe es creativa, lo sabemos, pero cuidado que el temor también es creativo, porque no es sino una forma negativa de la fe, por lo que debe ser controlado.
Pocos aún comprenden, la enorme libertad creativa de la cual gozamos los hombres.
Por eso, es muy importante, saber exactamente que es lo que se quiere.
Después se darán los pasos en esa dirección, con las relaciones adecuadas, hasta que se vuelva realidad.
Este poder de realizar ya sabiendo claramente lo que se quiere, nos pone ante un nuevo umbral interior, en el que la libertad, el progreso, la clarividencia y el altruismo son notas claves.  Estos procesos aquí necesarios, están muy ligados a la Iniciación, y en términos Rosacruces, corresponden al desarrollo de la sexta rosa sobre la cruz del cuerpo vital.
Quisiera considerar ahora con una alegoría, lo que ocurre en la vida hasta llegar a este umbral:  Imaginemos una gran mansión, con un gran subsuelo lleno de túneles obscuros y bóvedas húmedas.  En los pisos superiores, ya llega algo de luz y el aire comienza a ser más puro, hasta ascender lo suficiente a las habitaciones cálidas donde la luz lo llena todo, se llega después a los portales que conducen a un luminoso jardín, lleno de manantiales, flores, árboles con deliciosos frutos, e infinidad de formas de vida luminosa. 
Imaginemos ahora, como será el mundo de una persona que viva en ese subsuelo y que nunca haya ido a los pisos superiores.  Desde luego, será tenebroso, lúgubre, triste y doloroso.
Pero, si pasara el umbral de la escalera, descubriría nuevos pisos, con nuevas habitaciones más confortables, y en la medida que siguiera trasponiendo umbrales, un nuevo mundo más luminoso se iría abriendo ante él.  Y si ahí decidiera vivir su mundo sería ya muy diferente al que era en el subsuelo, su realidad sería diferente.  Conocería sensaciones y bienestares jamás pensados.  Y si siguiera transponiendo umbrales, llegaría a los maravillosos jardines donde un nuevo mundo se ofrecería para él.
Bien, esta gran mansión, somos nosotros mismos.  Si, cada uno de nosotros que pone su consciencia en algún nivel de su mansión, de la cual la mayoría solamente conoce los subsuelos o una mínima parte de ella.
Cada conocimiento nuevo, equivale a descubrir una nueva habitación, cada paso por un umbral superior equivale a descubrir un nuevo piso completo, y llegar a los jardines es ya conocer a las demás criaturas del universo.
Tú que me escuchas, ya sabes construir huesos, músculos, nervios, rechazar las enfermedades, hacer latir tu corazón, porque tu cuerpo es creación tuya.  El conocimiento para hacerlo está en tus genes.  Pero tú y tus genes son uno.  En apariencia no sabes construir esas cosas, y sin embargo las haces.
El trabajo se efectúa en habitaciones desconocidas de tu propia mansión, aunque tu consciencia de vigilia aún esté perdida en los laberintos del obscuro subsuelo.
Cada uno de nosotros es Dios en acción.
Lo comprenderás mejor cuando llegues a los jardines de tu mansión, y conozcas a sus habitantes de quienes recibirás inspiración y conocimientos.
Ahora, un azul transparente brillará en tu glándula pineal, y podrás tener el Don de la Profesía.  En este momento brilla la séptima rosa sobre la cruz del cuerpo vital.
La consciencia ya despierta, podrá elevarse hasta los mundos del Espíritu Divino, donde moran los Señores de la Individualidad de quienes aprenderás sobre la Voluntad como activador del Poder Creador y el Amor como fuerza de realización.
Así como millones de células forman parte de tu ser, sin que sean conscientes de ello ni de tu existencia, cada uno de nosotros es célula de Dios que se desarrolla hasta llegar a la consciencia de ser uno con El.  Siempre fue así, sólo que se deben pasar muchos umbrales interiores antes de percibirlo.
En todos los niveles de tu mansión se viven realidades diferentes, pero recuerda que lo que aceptes se convertirá en tu mundo personal.
Seguramente en la selva las bestias se devoran unas a otras.  Bueno, al menos tú, no aceptaste ya ser una bestia.
Siempre existirán planos de consciencia más bajos y más elevados, uno elige dónde vivir.  No tratemos de cambiar por la fuerza a las bestias, porque no se puede convertir en vegetariano al tigre.  Es mejor cambiar uno mismo.  Hay quienes aún deben estar en la cruz, y hay quienes ya pueden bajar.  Los caminos de Dios son muchos y extraños.  No se debe impedir la libertad de otros porque esto equivale a caminar contra la dirección de la creación, esto es el pecado, un caminar contra el Amor.

La mayoría elige sufrir para aprender, pero hay quienes ya pueden aprender de la felicidad.  Lo que a uno le sucede es lo que uno acepta que le suceda, y es siempre culpa de uno mismo, aunque parezca increíble.

Los acontecimientos exteriores en la vida de las personas, son manifestaciones de su vida interior.   Atrevámonos a elegir una bella historia para cada uno de nosotros.  Atrevámonos a cruzar los umbrales interiores de nuestra bella mansión.

Queridas Hermanas y Queridos Hermanos:  Que las Rosas Florezcan sobre vuestra Cruz


*

viernes, 27 de febrero de 2015

Altruismo


Altruismo
(Lección mensual del estudiante de diciembre de 1.970)
 

            Cuando  Max  Heindel  habló  acerca  de  Cristo,  usó  a  menudo  la  palabra “altruismo”. 
            El ideal de la humanidad en el pasado había sido que la fuerza era un derecho, perpetuando la ley de la supervivencia del más apto. En efecto, hace cincuenta años, la gente  de  los  países  civilizados  aceptaba  todavía  esa  idea,  sin  comprender  que  eso pertenecía únicamente a la forma que el espíritu ocupa. El promover el bienestar de los débiles y enfermos era considerado como una señal de debilidad y, si alguien trataba de usurpar lo que otro llamaba “sus derechos”, éste se consideraba legitimado para en dar los pasos necesarios para eliminar al intruso.

            El  interés  personal,  aunque  desarrollado  inconscientemente,  tuvo  que  ser importante  durante  la  involución  porque,  de  otro  modo,  no  hubiéramos  desarrollado tantas  cosas  como  ahora  tenemos.  En  el  pasado,  todos  los  esfuerzos  habían  estado
concentrados  en  producir  vehículos  que  el  espíritu  pudiese  usar  para  su  desarrollo, desde  una  Chispa  Divina  a  una  Llama  Creadora  Divina.  Y  el  conocimiento  así acumulado será la base de nuestro futuro trabajo creador.

            El  egoísmo,  tal  como  lo  conocemos,  no  apareció  hasta  que  surgimos  de  la atmósfera acuosa de la Atlántida. Comenzamos a vernos nosotros mismos como seres separados  que,  aparentemente  estábamos  comenzando  a  hacer  valer  nuestros  deseos personales, en lugar de vernos como uno solo, como sucedía cuando nuestra conciencia estaba enfocada en los mundos internos. Nos hicimos avaros y quisimos poseer bienes porque,  bajo  Jehová,  esas  posesiones  se  convirtieron  en  señales  exteriores  de  que estábamos viviendo de acuerdo con Sus leyes.

            Respondiendo al rayo marciano, aceptamos un modo de vivir brusco y egoísta, pero, posteriormente,  aprendimos  a responder al  rayo  venusiano y expresamos alguna belleza  y  ternura  en  nuestras  expresiones  y  relaciones;  y,  aunque  todavía  éramos codiciosos, ya no éramos tan brutales. El rayo de Urano nos ayudará a amar en un nivel muy superior, amando inegoístamente, sin exigir reciprocidad, amando porque hacerlo así  es  lo  correcto;  expresando  un  amor  semejante  al  de  Cristo,  abarcándolo  todo  con compasión y anhelo.

            Los grandes cambios ocurren lentamente. El altruismo había estado latente hasta el  momento  en  que  Cristo  obtuvo  completa  posesión  de  la  Tierra,  cuando  Su  sangre fluyó  sobre  el  Gólgota.  Desde  ese  momento,  el  principio  del  altruismo  comenzó  su fermentadora  labor  en  toda  la  humanidad  y,  muy  gradualmente,  aumentamos  nuestra 
área de interés para incluir a alguien más y estar atentos a las necesidades de los demás.

            Cuando comenzamos nuestra jornada evolutiva, como Espíritus Virginales, en el Período de Saturno, la humanidad fue bombardeada por los Señores de la Llama con la idea del germen del cuerpo físico, desde fuera del oscuro globo de Saturno. En cambio, ahora, nosotros, como Egos conscientes de nosotros mismos, estamos siendo saturados desde dentro, con una fuerza divina que estimula nuestro lentamente creciente espíritu altruista, atributo  crístico, como preparación  para nuestro desarrollo  futuro.  A medida que el tiempo pasa, Cristo, por medio de Su benéfico ministerio, atrae más y más éter interplanetario  a  la  Tierra.  Haciendo  así  su  cuerpo  vital  más  luminoso,  acabaremos caminando  en  un  mar  de  luz  y,  cuando  abandonemos  nuestros  caminos  de  egoísmo gracias  al  contacto  con  estas  benéficas  vibraciones  crísticas,  también  nosotros  nos haremos luminosos.
            Puede decirse con relación a la aurora boreal y a sus efectos sobre nosotros, que sus rayos están siendo irradiados por todos los rincones de la Tierra, que es el cuerpo de Cristo,  desde  el  centro  a  la  periferia  y  que,  en  las  partes  habitadas  del  mundo,  son absorbidos por la humanidad,  igual que los rayos  de los espíritus-grupo vegetales son
absorbidos por la flor. Estos rayos constituyen el “impulso interno” que está, lenta pero inevitablemente,  impeliendo  a  la  humanidad  a  adoptar  una  actitud  de  altruismo.  Son rayos  impregnantes que hacen fructificar el alma hasta que, finalmente, tenga lugar la
Inmaculada  concepción y Cristo nazca dentro de cada uno de nosotros. Cuando todos hayamos sido impregnados perfectamente de esta manera, la luz de Cristo comenzará a irradiar de nosotros. Entonces “andaremos en la luz como Él, que está en la luz”.

            El cuerpo vital es el punto de partida de la respuesta de nuestra conciencia a esta influencia comparativamente nueva, ya que es la contraparte del Espíritu de Vida. Por eso,  a  medida  que  aprendemos  a  usar  y  desarrollar  nuestro  cuerpo  vital,  cultivamos cualidades anímicas que son usadas por el Ego.

            La  sangre  es  la  más  elevada  expresión  del  cuerpo  vital.  En  la  humanidad ordinaria,  los  músculos  involuntarios  del  corazón  no  están  bajo  el  control  de  la voluntad.  Lo  mismo  que  digerimos  nuestro  alimento  y  respiramos  sin  esfuerzo consciente. Pero, a medida que la humanidad avance, los músculos cardíacos, de fibras estriadas,  comenzarán  a  adquirir  protagonismo  en  la  proporción  en  que  vayamos
espiritualizándonos  y,  en  consecuencia,  tendremos  más  control  sobre  la  función  del corazón.  En  la  actualidad  no  tenemos  suficiente  conocimiento  que  nos  permita  un
control consciente y, si alguien lo intentase ignorantemente, probablemente moriría. 
            Conforma la sangre pasa por el corazón, ciclo tras ciclo, hora tras hora, a través de toda la vida, graba en el átomo-simiente las escenas que transporta, mientras están todavía frescas, llevando a cabo, de esta manera, un registro fiel de la vida, que queda impresa de modo indeleble sobre el cuerpo de deseos en la existencia post mortem. 
            El corazón está siempre en estrecho contacto con el Espíritu de Vida, el espíritu del amor y la unidad. Por eso es el hogar del amor altruista.

            El Espíritu de Vida es el hogar de Cristo. Cuanto más puro nuestro amor hacia los  demás,  más  elevadas  serán  las  escenas  grabadas  sobre  el  átomo-simiente  y  más doradas las cualidades del alma.

            Una  persona  desarrollada  espiritualmente  puede  controlar  la  circulación  de  su sangre y, si es acometido por pensamientos egoístas, puede retirar su sangre de esa área.
Como resultado, los puntos cerebrales afectados se atrofiarán gradualmente. O sea, que nuestros  esfuerzos  por  desviar  nuestra  mente  de  los  pensamientos  destructivos  e impuros hacia pensamientos puros, iniciará el retiro de sangre del hemisferio izquierdo del   cerebro. Porque,   recuérdese   que, muchas  veces,   pensamientos  errantes  vagan descuidadamente  a  través  de  nuestra  mente  sin  la  más  ligera  resistencia  por  nuestra
parte.  Y  es  interesante  que,  a  su  debido  tiempo,  la  circulación  de  la  sangre  pase al control  absoluto  del  Ego,  bajo  le  égida  del  unificante  Espíritu  de  Vida.  Es  sólo  por
medio de  la  completa  emancipación  de  la  vida  completamente  egoísta,  a través  de  la
actitud motivada por el Amor de Cristo, como el hombre se elevará por encima de la ley y se verá libre de ella, debido a que vivirá perfectamente dentro de ella.

            Con el fin de iniciar este trabajo, comenzamos por desarrollar sólo los hábitos más  útiles,  purificando  el  cuerpo  vital  por  medio  de  intereses que  eleven  el espíritu, inspirando  dentro  de  nosotros  una  actitud  devocional.  Tenemos  que  comprender  que esto  sólo  puede  lograrse  mediante  hábitos  puros,  deseos  purificados  y  pensamientos desarrollados a lo largo de lineamientos, tanto afectivos como meditativos.

            Cuando estemos listos para dar el siguiente paso en nuestra evolución, seremos
asistidos por grandes Potestades que emitirán los estímulos necesarios. En el pasado, las
influencias de Saturno nos obligaron a llegar a nuestro presente punto de civilización. Júpiter contribuye ahora al impulso más reciente despertado por el derramamiento de la sangre de Cristo. Sus rayos estimulan nuestra mente superior, la ente escudriñadora, que llega más allá de lo material y, con el tiempo, nos hará superhombres. 
            Una  de  las  facultades  del  Espíritu  de  Vida  es  la  intuición,  cuyo  cultivo es esencial porque es la comunicación directa del espíritu con el corazón, sin pasar por la mente interrogante ni por el cuerpo de deseos. Esta facultad espiritual está presente por igual en hombres y en mujeres, pero se expresa mejor en Egos encarnados en cuerpo femenino, porque la contraparte del Espíritu de Vida es el cuerpo vital y éste es positivo en  la  mujer.  Mediante  la  manifestación  en  un  cuerpo  femenino,  un  Ego  puede,  en  la actualidad, responder más intensamente a esta cualidad altruista pero, con el tiempo, el mundo  se  amalgamará  en  una  Hermandad  Universal  de  amor,  sin  tener  en  cuenta  ni sexo ni raza ni color.

            El altruismo es un poderoso factor para alcanzar la Iniciación. La vida superior no comienza hasta que no empieza el trabajo sobre el cuerpo vital, y el medio de activar las fuerzas internas es el amor inegoísta.

de Boletín Rosacruz , Nº 34     
Año 2000 Primer trimestre (Enero-Marzo) Fraternidad Rosacruz  Max  Heindel - Madrid

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jueves, 26 de febrero de 2015

Me siento muy aislado entre los no creyentes de mi entorno


PREGUNTAS Y RESPUESTAS
(de Rays from the Rose Cross de julio de 1.981)

Pregunta:  Llevo  como probacionista  varios años y estoy  muy  agradecido  por  las  Enseñanzas,  pero  me  siento  muy  aislado  entre  los  no  creyentes  de  mi  entorno.  
Parece  que  todas  mis  explicaciones  acerca  de  las  Enseñanzas  son  malinterpretadas.  
Me gustaría aislarme entre los que piensan como yo. ¿Qué debo hacer?

Respuesta:  Es cierto que la soledad puede ser uno de los inconvenientes en el camino espiritual. La gente que se esfuerza en ese sentido no tiene mucho en común con la mayoría de sus allegados, incursos en la vida material. Pero, por otra parte, la persona materialista  en  nuestro  hermano,  tanto  como  la  persona  espiritual,  por  lo  que  nuestro objetivo  no  debe  ser  aislarnos  de  los  demás,  precisamente  porque  somos  aspirantes espirituales. Por el contrario, nuestra labor consiste en ir por el mundo esforzándonos por servir dónde y cómo podamos. Max Heindel enfatizaba frecuentemente que nuestras obras  son  más  efectivas  que  nuestras  palabras,  porque  las  palabras  pueden  ser  mal interpretadas, pero el resultado de una buena obra está claro para todos.

    Piense  qué  solo  debió  sentirse  Jesús  cuando  incluso  sus  tres  y  más  fieles seguidores no fueron capaces de seguirle cuando Él se lo pidió, y se quedaron dormidos.
Sin embargo, vivió la vida más ejemplar jamás vivida, y el servicio que prestó a la raza humana y el legado que nos dejó no tienen comparación con nada. La contemplación, la
oración y la mayoría de los ejercicios recomendados, junto con su tarea de Ley y Amor, pueden  hacer  mucho  para  paliar  el  inconveniente  de  la  soledad.  Recuerde  también  la reconfortante  promesa  de  Cristo:  “Yo  estaré  contigo  hasta  la  consumación  de  los siglos”.

de Boletín Rosacruz , Nº 32     
Año 1999 Tercer trimestre (Julio Setiembre) Fraternidad Rosacruz  Max  Heindel - Madrid
 
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El Cristo Cósmico y el plan de Redención


 El Cristo Cósmico y el plan de Redención
(Lección mensual del estudiante de septiembre de 1.970) 


Cuando  decimos  que  el  Mundo  del  Espíritu  de  Vida  es  el  Hogar  del  Cristo Cósmico, no  queremos  decir  que  Su  ministerio  esté  limitado  a  ese  Mundo.  Cristo pertenece a la oleada de vida de los Arcángeles, la humanidad del Período Solar, y había alcanzado  la unión con  el  Segundo  Aspecto  (Sabiduría)  del  Logos  Solar  Original  en dicho Período. En la aurora del Período Terrestre ya estaba preparado, junto con Jehová  el Padre, para asumir el gobierno de la evolución durante el mismo. Como arcángel, todavía poseía el átomo simiente de un cuerpo de deseos, como los otros arcángeles, y podía  manifestarse  en  tal  cuerpo cuando  lo  deseara,  pero  no  podía  crear  un  cuerpo etérico ni un cuerpo físico denso.
Aunque  el  Logos  Solar  había  creado  el  arquetipo  de  la  evolución  de  nuestro sistema solar, con sus siete Período mundiales, hasta el más pequeño átomo, a la vida evolucionante se le concedió cierta dosis de libre albedrío o Epigénesis. A causa de ello surgió una situación en el Período Lunar en la que los Luciferes se rebelaron contra el esquema  evolutivo de  Jehová.  Éste  era  un  asunto  que  tenía  que  ser  resuelto,  y  en  el tiempo  en  que alboreaba  el  Período  Terrestre,  ya  había  sido  formulado  un  plan  de salvación, mediante el  cual,  el  arcángel  Cristo  descendería  sobre  el  gran  iniciado humano  Jesús  de Nazaret,  tomando  prestados,  para  Su  ministerio,  los  dos  vehículos necesarios para una encarnación sobre el planeta Tierra: los cuerpos etérico y físico, que Jesús había llevado a un estado de casi perfección, en la medida en que tal cosa le era posible  a  un  ser  humano  de aquel  tiempo.  Él,  Jesús,  voluntariamente,  cedió  esos cuerpos,  como  a  la  muerte,  en  el Bautismo  que  tuvo  lugar  en  el  Jordán,  para  que  el arcángel  Cristo  pudiese  trabajar  por nuestra  humanidad  desde  dentro  de  ella,  y  por nuestro planeta, desde dentro del globo terráqueo.
Hay dos aspectos  del  Plan  de Redención de Cristo:  uno por medio  del cual el Mesías Jesús  y  el  arcángel  Miguel,  Espíritu  de  Raza  de  los  judíos,  deberían  llevar  al pueblo y a la nación hebrea a un nuevo patrón mundial; el otro por medio del cual el  Cristo Cósmico redimiría a toda la Humanidad y al Planeta mismo, que había llegado a cristalizarse más allá de lo previsto en el arquetipo del esquema evolutivo creado por el Logos de nuestro sistema. 
Antes de que comenzase el Período Terrestre, el Logos Solar Original se retiró y dejó  el trabajo  evolutivo  en  manos  de  los  tres  grandes  iniciados  de  los  Períodos anteriores de nuestro Gran Día de Manifestación: el Padre, Cristo y el Espíritu Santo,
Jehová. Éstos eran los vicerregentes del Logos Solar para llevar a cabo Su voluntad y Su plan. Con un proyecto tan vasto, que lo incluía todo, era natural que los videntes de todas  las naciones  tuviesen  conocimiento  de  él  y  que,  por  tanto,  se  encontrasen profecías acerca del advenimiento de un Salvador del Mundo en la literatura sagrada de todos  los  pueblos.  El Antiguo  Testamento  de  los  hebreos  conservó  algunas  de  estas profecías,, pero también se encuentran en las Sagradas Escrituras de otros pueblos, tales como los egipcios que, más de dos mil años antes de Cristo, habían profetizado ya la venida de un Rey Pastor.
Extraños y hermosos acontecimientos debían anunciar Su venida. La Cábala dice que, cuando llegase el Mesías, el arco  iris  resplandecería  con  diversos esplendores, sobrepasando  cualquier  cosa  que  la  Tierra  hubiese  nunca  visto.  Tal arco iris  es,  dice, más semejante a una aurora, que a un arco de después de la lluvia: pero es el arco iris dado como señal o promesa del Mesías, con sus tres colores primarios, que son capaces de refractarse en  muchos más. Ésta es la  Señal  del  Maestro, de la que se habla en la literatura esotérica. Representa la aureola que rodea a todo adepto humano, así como a
los ángeles y dioses. Todos los seres elevados, en la evolución de nuestro sistema solar, desarrollan  esta  triple  aureola.  Simboliza  la  triple  cubierta  del  Espíritu  Virginal  y  su reflejo en el Dorado Vestido de Bodas en los planos inferiores. Cósmicamente significa
el Triple Sol o Trinidad Solar. 

Los libros del Salvador

Durante el siglo dieciocho aparecieron en Inglaterra ciertos textos antiguos que parecían  ser las  enseñanzas  desconocidas  o  “perdidas”  de  Cristo.  Estaban  escritas  en copto, la más reciente forma de la lengua egipcia, que se escribía en caracteres griegos.
Dichos  textos  habían  sido,  aparentemente,  traducidos  al  copto  de  un  texto  griego original,  ya  que  en  ellos  hay  muchas  frases  y  modismos  que  reflejan  la influencia griega. Estos documentos forman el libro conocido popularmente como Pistis Sophia (la Fe-Sabiduría), más apropiadamente llamado, según los eruditos, El Libro del Salvador.
No hubo realmente ninguna traducción adecuada del Pistis Sophia al inglés ni a ninguna otra lengua europea hasta 1.896 en que G.R.S. Mead publicó su gran obra cuando los eruditos creían  que  los  documentos  permanecían  desconocidos,  excepto  por  algunas pocas citas publicadas por el museo que los había adquirido. Sin embargo, este período de  la  historia se caracteriza  por  un  súbito  despertar  del  interés  por  el  Cristianismo Gnóstico o esotérico, y parecía haber buenas razones para suponer que tanto el Libro de Enoc como el Pistis Sophia podían haber sido traducidos a las lenguas europeas antes de lo que creen los eruditos.
Documentos descubiertos en el siglo veinte en el Mar Muerto en Palestina y en el Nag Hammadi en Egipto, contienen doctrinas similares a las que se hallan en el Pistis Sophia,  y ofrecen  una  evidencia  de  que  verdaderamente  existió  un  cristianismo esotérico  entre  los primeros  cristianos.  El  Libro  de  Enoc  se  conocía  en  los  siglos anteriores pero, repudiado por las iglesias y sinagogas, se depositó u ocultó en criptas y cavernas. Como Pistis Sophia, el Libro de Enoc fue redescubierto en el siglo dieciocho y traducido a las lenguas modernas en el curso del siglo diecinueve o, incluso antes.
Las doctrinas del Pistis Sophia son menos conocidas que las de Enoc, pero son particularmente interesantes para el estudiante rosacruz. Allí leemos que Jesús vivió en
Palestina  y  enseñó  a  sus  discípulos  por  espacio  de  once  años  después  de la Resurrección, pero durante ese tiempo enseñó sólo los “Misterios más bajos”, es decir,
los  Misterios  Menores.  Luego,  en  el  decimoquinto  día  del  mes  de  Tybi,  el  día  de  la
Luna Llena, él y sus discípulos se reunieron al amanecer en el Monte de los Olivos y, cuando el sol salió, “surgió tras él una Potestad de gran luz, brillando intensamente…

Salió  de  la  Luz  de  las  Luces  (el  Sol  Interior)  y  salió  del  Ultimo  Misterio  (el  Padre),
desde  adentro,  sin…  y  esa  Potestad  de  Luz  descendió  sobre  Jesús  y  le rodeó enteramente…  y él brilló muy intensamente”. Cegados, los discípulos le  pidieron que 
atrajese hacia sí la Luz, de modo que pudieran verlo de nuevo. La Luz que ellos vieron cubriéndolo “emitió muchos rayos de Luz… no como otros, sino… de diversas clases, y
era de diversos tipos, desde abajo hacia arriba, un rayo más excelente que el otro… en una grande e inconmensurable aureola de luz; se extendía desde debajo de la tierra hasta el cielo…  Cuando  esa  Potestad  de  Luz  hubo  descendido  exactamente  sobre Jesús, gradualmente lo rodeó… luego ascendió o se remontó a lo alto, resplandeciendo muy 
intensamente en una luz inconmensurable. Después de tres horas, las potestades de los cielos se agitaron y todas fueron puestas en movimiento una contra otra… toda la tierra
se agitó desde la  tercera  hora de  ese  día  hasta  la  novena  hora de  la  mañana… (pero)
todos los ángeles y sus arcángeles (gobernantes) y todas las Potestades de lo alto, todas
cantaron alabanzas al Interior de los Interiores, de modo que el mundo entero oyó sus voces, sin cesar en ellas hasta la novena hora de la mañana”.
Puesto que este acontecimiento tuvo lugar once años después de la Resurrección de Cristo, parece relacionarse con las Iniciaciones del hombre Jesús quien, como dice El Concepto Rosacruz del Cosmos, recibió en devolución, del Espíritu del Sol, los átomos simiente  de  sus  cuerpos  denso  y  vital  y  construyó  un  cuerpo  vital  temporal  para funcionar en él durante algunos años, mientras enseñaba el núcleo de la nueva fe.
Pistis  Sophia  nos  dice  que  cuando,  en  esta  ocasión,  Jesús  ascendió  a  lo  alto, estaba  revestido  únicamente  de  la  aureola  inferior  pero,  cuando  descendió  de  lo  alto, estaba rodeado de una triple aureola, una por encima de la otra y cada una de ellas, más hermosa que la anterior. Esta triple aureola era, por tanto, triple halo, no simplemente tres colores, sino tres arcos iris, con rayos de brillante luz blanca irradiando a través de ellos.  Fue  entonces  cuando  Jesús  enseñó  a  sus  discípulos  los  Grandes  Misterios,  que nunca antes habían sido conocidos sobre la Tierra.
De nuevo Max Heindel  dice que, en los tiempos que siguieron, los Caballeros del Grial y los de la Tabla Redonda, los santos Druidas y los Trottes del norte de Rusia estuvieron entre las órdenes a través de las cuales trabajó el Maestro Jesús diseminando los  nuevos  Misterios  del  Cristo,  que  son  los  Misterios  Mayores  a  que  se  refiere  la Filosofía Rosacruz.
En estas Iniciaciones, Jesús fue elevado a lo alto por el Espíritu del Sol. Porque, de acuerdo con las enseñanzas de la sabiduría Occidental, el Espíritu del Sol no fue el mismo ser que el hombre Jesús. Fue el arcángel Cristo, quien tomó los cuerpos denso y etérico de Jesús en el Bautismo; fue a Él a quien se crucificó; y fue Él quien resucitó de la  tumba,  saturó  la  Tierra  con  su  aura  y  luego  ascendió  al  Sol.  Allí,  atravesó espiritualmente el Mundo del Espíritu de Vida y, en el Mundo del Espíritu Divino, se reunió  con  el  Padre,  después  de  lo  cual,  descendió  una  vez  más  a  la  Tierra,  y  ha continuado haciéndolo así desde la primera Ascensión de Pascua.
Jesús y sus discípulos participaron de los Misterios de Cristo en sus principios: contemplando la Ascensión del arcángel Cristo al Sol y su retorno en el ciclo anual, y recibiendo  de  Sus  manos  las  varias  Iniciaciones;  entrando  por  las  “puertas”  para  las cuales tenían las necesarias “vestiduras”; y llevando a cabo el “Matrimonio” o “Unión” con el correspondiente Principio Cósmico en las Grandes Iniciaciones.
Tocante a estas Iniciaciones de Cristo, leemos en el apócrifo Evangelio de Felipe (de Nag Hammadi): “Y no es posible que nadie vea a los que están establecidos, a menos que se haga como ellos. No como con el hombre cuando está en el mundo; él ve
el Sol, pero no es un sol; y ve los cielos y la tierra y todas las otras cosas, pero él no es estas cosas; así sucede con la verdad. Pero… tú ves el Espíritu (Santo) y te conviertes en el propio Espíritu (Santo). Tú ves a Cristo y te conviertes en Cristo. Tú ves al Padre y te conviertes en el Padre… Porque tú te conviertes en lo que ves”.

de Boletín Rosacruz , Nº 32     
Año 1999 Tercer trimestre (Julio Setiembre) Fraternidad Rosacruz  Max  Heindel - Madrid


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