sábado, 23 de septiembre de 2017

Editorial - Raúl Sasia


EDITORIAL

Muy estimados amigos:

Realmente estamos atravesando una época muy difícil en la historia de la humanidad, como creemos no haberla visto en los varios años que venimos transitando por este pequeño planeta nuestro, que es realmente maravilloso o por lo menos lo era, ya que por el hecho de violar los seres humanos tantas Leyes de la Naturaleza, que es como decir, violar las Leyes de Dios, lo que ocasiona en forma inevitable su recompensa, ya que representan los efectos de las causas que se pusieron en acción en algún lejano pasado.

Así es que en estos días, hemos podido apreciar en distintas partes del mundo, terremotos, huracanes pavorosos, inundaciones, incendios y todo tipo de catástrofes que dieron como resultado la muerte de gran número de personas, que por cierto fue motivo de gran consternación para todo el mundo, habiendo expresado un deseo ferviente a nuestro Padre Celestial para que tuviera misericordia y llevara alivio a tantos hermanos que perdieron a sus seres queridos, así como los que pasaron al otro lado del velo en situaciones tan desesperantes.

Pero si esto lo analizamos a la luz de las enseñanzas de la Sabiduría Occidental, advertimos que nada sucede por casualidad, como decimos antes, sino que es el resultado inevitable de lo que se ha generado previamente y que en verdad está muy claramente señalado en el horóscopo de cada ser humano. Es por esto que si pudiéramos ver el mapa natal de cada persona fallecida en esas trágicas circunstancias, podríamos apreciar la magnitud de la deuda de destino contraída en alguna vida anterior, por haber participado tal vez en forma colectiva, de hechos nada edificantes por cierto.

Hay otro hecho igualmente que es muy digno de mención y que se relaciona con la muerte de tantos animales indefensos, que muy pocos medios informativos lo han señalado, pero que obviamente y con toda seguridad no han pasado desapercibidos para tantas personas que manifiestan en sus vidas una profunda sensibilidad. Y que diremos, hermanos nuestros, ya que mencionamos a nuestros hermanos menores que evolucionan con nosotros, como son los animales, que por miles de millones son sacrificados cruelmente en todo el mundo, para alimento del hombre, sin que ellos tengan voz para defenderse.

Por otra parte, dice nuestro siempre recordado amigo y hermano Max Heindel, que mientras el hombre sacrifique a los animales, tanto sea por deporte o derivando a terceras personas para que les proporcionen su alimento, no se van a terminar las guerras, lo que por cierto podemos comprobar muy claramente, ya que en distintas partes del mundo, en forma constante y continuada, siempre hay conflictos armados. Oremos cada día, para que los hombres aprendan a tener compasión por “todos” nuestros queridos hermanos menores como son los animales.

FRATERNIDAD ROSACRUZ MAX HEINDEL DE CORDOBA.

Agradecemos al Sr. Raúl Sasia, por este aporte.

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martes, 19 de septiembre de 2017

Problema con un amigo



PROBLEMA CON UN AMIGO

Pregunta: Un buen amigo mío a quien he estado consagrado por medio de una amistad que ha trascendido el sentir corriente durante varios años, ha sido acusado de cometer una acción muy injusta con otras relaciones. Aunque él rechaza la acusación, yo me siento intrigado, con una certidumbre y sensación de haber sido engañado que me atormentan en forma incesante y me incapacitan para actuar. Reconozco que esto genera dudas y no logro desentrañar el enigma por mi mismo. ¿Qué puedo hacer?

Respuesta: Las dudas y desilusiones de otros individuos constituyen una de las más severas pruebas de nuestra evolución en el plano terrenal. Obviamente, no contamos con elementos de juicio que ayuden a determinar si su desconfianza está o no justificada, pero lo impelimos a considerar los hechos dentro del contexto del perdón y del amor fraterno. Si usted continúa alimentando esas sospechas hacia esta persona y si finalmente se prueba su falsedad y sinrazón de las mismas, se sentirá muy mal por haberlas albergado dentro de si. Por otra parte, si existiera la verdadera razón para sustentarlas, en ese caso hay que decir que todos tenemos que aprender a perdonar, por el bien de los demás, así como por nuestro propio bien.

En todas las circunstancias, debemos aprender a venerar la Esencia Divina que mora en nuestro ser interno con el Amor de Cristo: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Quizás pueda ayudarle, ahora y siempre, dedicar algunos minutos del día con el objeto de cerrar los ojos e irradiar corrientes de amor desde lo más hondo de su ser hacia este individuo, no importando como pueda ser, en este momento, la situación por la que atraviesa. Esta es una de las formas más certeras de intensificar la armonía, tanto externa como interna.

Todo esto, naturalmente, no significa una falta de discriminación. Si las circunstancias son tales que usted no crea sensato seguir sosteniendo con él una relación de amistad sincera, sería prudente de su parte obedecer a los dictados de su intuición como de una guía interna. Amar a alguien como a un hermano, en el sentido cristiano y perdonarlo, no implica ir tras él ciegamente. Nuestra responsabilidad hacia nuestros semejantes es, en verdad, amarlos y servirlos en la medida de nuestras posibilidades, pero nuestra responsabilidad hacia nosotros mismos estriba en acatar nuestra propia conciencia, nuestro íntimo gobierno, no aceptando ser sojuzgados ni conducidos a realizar algo indigno o incorrecto, simplemente porque alguien trata de persuadirnos para que lo hagamos. 

Puede servirle de auxilio espiritual, escribir una carta sobre esta cuestión a nuestro Padre Celestial, refiriéndole las cosas que usted nos ha relatado y también todo aquello realmente importante que usted haya callado. Ponga la carta entre las páginas de la Biblia o debajo de su almohada a la noche, pidiendo la inspiración necesaria para resolver la situación. Ciertamente, debe ceñir su ruego al contexto de “hágase Tu Voluntad”. Luego mantenga su mente y su corazón abiertos para que la guía de la intuición pueda penetrar en ellos.-

FRATERNIDAD ROSACRUZ MAX HEINDEL DE CORDOBA


Agradecemos al Sr. Raúl Sasia, por este aporte

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