jueves, 29 de abril de 2021

EL SENDERO DEL LOGRO, EL CONOCIMIENTO DIRECTO Y LA VISIÓN ESPIRITUAL (final) - en you tube -


LECCIÓN XIV

EL SENDERO DEL LOGRO, EL CONOCIMIENTO DIRECTO Y LA VISIÓN ESPIRITUAL
(Continuación)

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La vanidad que uno siente por su desarrollo espiritual puede ser causa de la entrada de elementales en el aura, lo que muchas veces produce la caída del individuo. Por esta razón la Biblia es científicamente correcta cuando nos previene contra la soberbia. Este peligro se presenta sobre todos de un modo serio cuando hemos empezado el sendero del logro. Los vehículos del aspirante están sensibilizados en este sendero por la vida pura que lleva y por los ejercicios que practica. Tiene que ser mucho más cuidadoso que las demás personas para evitar sensualismo de cualquier forma, porque le arrastrarían y le aplastarían con mayor rapidez que a otros.

Ente los primeros ejercicios que el aspirante al conocimiento directo debe practicar es el de la aguda observación de los detalles. Es una verdad obvia que la gente en general tiene ojos y no ve. El aspirante tiene que ejercitarse en el arte de ver todo lo que hay alrededor de él con gran minucia, porque de otro modo ocurriría un conflicto entre los recuerdos conscientes en la mente y los recuerdos subconscientes en el cuerpo vital, y esto produciría desarmonía. Pasando por la calle podemos mejorar nuestra observación notando distintamente todas las casas y sus detalles, los jardines, el estilo de arquitectura, etc.; más tarde deberíamos tratar de recordar estos detalles. Haciendo esto, aumentaremos nuestro poder de observación de manera notable.

La concentración y los pensamientos positivos, son los poderes mentales que hay que desarrollar después. En esta práctica tenemos que fijar nuestra mente en un solo punto y no permitir que se distraiga. La distracción es uno de los procesos más destructivos que podemos sufrir. La distracción destruye el poder del pensamiento; la concentración lo crea y fortifica. El pensamiento positivo alcanzará siempre su objeto. El pensamiento negativo es débil y nunca logra gran cosa. El pensamiento positivo nos facilitará generalmente una mente capaz de hacer milagros en cualquier campo de acción, y nos preocuparía éxito sobre éxito. El pensamiento negativo abre nuestra aura a las entidades de naturaleza indeseable, y en el caso de persistencia, podemos caer bajo su dominación y volvernos incapaces de protegernos contra ellas. Por esta razón debemos practicar la concentración en todo tiempo.

Ejercicios superiores para el aspirante son los de meditación y discernimiento, de contemplación y adoración. Información sobre todos ellos se halla en el libro “Concepto Rosacruz del Cosmos” y es muy recomendable su estudio. La repetición sistemática de verdades espirituales, las introduce y fija en el cuerpo vital y gradualmente hace que formen parte del carácter si son reforzadas por obras. De este modo podemos hacer de nuestro carácter lo que queramos que sea y carácter es destino.

El aspirante a menudo retrasa su progreso por ansiedad, que es una forma de miedo. Esto crea elementales de miedo en la mente. El aspirante deberá hacer las cosas cuando sabe que son buenas y entonces no tendrá miedo del porvenir.

“El perfecto amor expulsa el miedo”. Por consiguiente si tenemos una tendencia a sentir miedo de cualquier clase, podemos construir nuestros vehículos superiores practicando amor de un modo o de otro, de manera que definitivamente estemos protegidos contra el miedo.

Esto es necesario antes de desarrollar nuestros poderes ocultos en general, porque si no hemos dominado el miedo, no tendremos seguridad para exponernos a cruzar por los planos invisibles, y ni estaremos tampoco en condiciones para viajar en esos planos, lejos de la protección de nuestros cuerpos físicos. Mientras estemos aún sujetos al miedo, lo estaremos también a las actividades malévolas de los seres de los planos invisibles, que nos perjudicarían. El hecho mismo de sentir miedo, prueba que no estamos aún completamente capacitados para defendernos contra estas entidades. Por consiguiente el miedo es el primer gran enemigo que el estudiante de ocultismo tiene que vencer.

Algunos estudiantes místicos caen en el error de desarrollar la videncia espiritual por medio de drogas, espejos mágicos o ejercicios de respiración inadecuados. Con el tiempo se presentarán enfermedades u obsesiones como resultado de estas prácticas, porque son de carácter negativo. Desarrollan la visión espiritual por vibraciones irregulares y los que observan estas prácticas abren su naturaleza al mundo del deseo inferior y a las entidades viciosas que viven allí. Los ejercicios de respiración de los orientales, que no son apropiados a los occidentales, en algunos casos sacan al cuerpo vital fuera del físico, cortando el lazo entre los centros sensoriales etéreos y las células cerebrales, y producen la locura. En otros casos producen una rotura entre el éter de vida y el químico, cuya consecuencia es la tisis. Nuestros estudiantes deben desconfiar seriamente de estas prácticas y ni siquiera hacer el más pequeño ensayo. Una respiración higiénica, profunda, sin embargo, es buena y recomendable.

Finalmente, el equilibrio en todos los planos, es el gran objetivo que el estudiante de ocultismo debe tratar de realizar. Es triple y consiste primeramente en la concentración mental; en segundo lugar, en el balance emocional y, por último, en el poder espiritual.

Pero aun habiendo obtenido todo esto, y habiendo desarrollado la visión superior, y pudiendo abandonar su cuerpo conscientemente, el alumno no posee la omnisciencia. Entonces estamos solamente en el punto de emprender nuestra educación en los mundos espirituales.  Allí tenemos que aprender exactamente lo mismo que aquí, en un largo curso de trabajo paciente y asidua aplicación a los problemas de nuestra nueva atmósfera. Podemos darnos cuenta ahora de lo tonto que es el seguir la enseñanza de unos profesores que han desarrollado quizá, nada más que uno de los tres grados de visión espiritual, y tal vez, de manera imperfecta. También podemos ver que resulta inocente dedicarse a la veneración de ídolos, respecto a cualquiera que haya obtenido un desarrollo de clarividencia, o de aceptar todo lo que él pudiese ofrecernos como indudablemente cierto y digno de acatamiento.

Todo lo que se obtiene de los mundos internos por medio de cualquier grado de visión espiritual, ha de ser sometido a la prueba de la lógica y del sentido común, y si no resiste a esta prueba, estamos justificados de rechazarlo o por lo menos de hacer nuevas investigaciones antes de aceptarlo.

del libro Filosofia Avanzada 
Max Heindel

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jueves, 22 de abril de 2021

EL SENDERO DEL LOGRO, EL CONOCIMIENTO DIRECTO Y LA VISIÓN ESPIRITUAL - LECCIÓN XIII - en you tube -

 

LECCIÓN XIII

EL SENDERO DEL LOGRO, EL CONOCIMIENTO DIRECTO Y LA VISIÓN ESPIRITUAL

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El sendero del logro, es el sendero en el cual desarrollamos nuestra visión espiritual y nuestros poderes espirituales. De la visión espiritual se habla muchas veces como del sexto sentido. La humanidad vulgar no tiene más que cinco sentidos; pero todos tenemos el sexto sentido latente, y algunos que van a la vanguardia lo tienen desarrollado. Hubo un tiempo en que teníamos sólo cuatro sentidos totalmente desarrollados; otro tiempo, aún más lejano, cuando poseíamos sólo tres, etc. En el periodo por ejemplo, en el que teníamos sólo cuatro sentidos activos, había seguramente personas que decían que era imposible el tener un quinto sentido y que los visionarios que hablaban de un quinto sentido, se engañaban a sí mismos. La historia se repite. Hoy la humanidad corriente tiene cinco sentidos, pero algunas personas indican la existencia de un sexto, y los demás las miran como equivocadas. Cuando estos individuos adelantados hablan de visiones y poderes de los cuales no nos damos cuenta con nuestros cinco sentidos, hay siempre algunos que dicen que son el producto de la imaginación. Pero nos consta que no es así. Sabemos que estas regiones y poderes superiores existen.

La primera evidencia del desarrollo del sexto sentido, consiste en la capacidad de sentir las vibraciones de los planos más allá del físico. Cuando hemos llegado a sentir estas vibraciones, aunque nuestro sexto sentido no esté desarrollado activamente, nos damos cuenta del hecho de que estos planos superiores existen y también percibimos la verdad en aquellos sistemas filosóficos que los describen. En este caso están la mayoría de los estudiantes de la filosofía esotérica. El solo hecho de que son estudiantes de esta filosofía y que son capaces de sentir la verdad contenida en ella, prueba que están ya más o menos sensitivos para las vibraciones superfísicas.

El sexto sentido o la visión espiritual por la cual obtenemos un conocimiento directo en los planos superiores, es triple. El grado más bajo es la visión etérea, por la cual percibimos el mundo etéreo con las entidades etéreas en él, tales como los espíritus de la naturaleza. Por medio de la visión etérica podemos mirar a través de cualquiera de sus partes. Esto se aplica a todas las sustancias exceptuando el vidrio. El vidrio no es conductor de la electricidad. Este hecho sugiere una conexión interesante entre los éteres, la visión etérica y la electricidad, la cual vamos a dejar a la meditación de nuestros estudiantes, esperando que saquen provecho de ella.

El segundo grado de visión espiritual es la clarividencia del mundo del deseo. Por medio de esta visión percibimos el mundo del deseo y los cuerpos de deseos de las entidades que viven allí. En la clarividencia, un objeto aparece extendido delante de nuestra mirada, de modo que vemos la totalidad del objeto de un solo golpe de vista. La clariaudiencia, es otro método de entrar en contacto con el mundo del deseo, capacitándonos para escuchar las voces espirituales de aquellos que viven allí y comprender su misterioso lenguaje.

El tercer grado de la visión espiritual es aquel por el cual percibimos las realidades espirituales en el mundo del pensamiento. Aquí entramos en contacto con los arquetipos de todas las cosas existentes. Estos arquetipos, siendo entidades vivas, nos hablan y nos instruyen sobre ellos mismos. Es difícil poner en orden lógico los conocimientos que obtenemos de este modo, porque los percibimos como una totalidad y no como presentados en partes distintas, como en el caso de nuestra visión física.

La visión psíquica (espiritual) puede ser positiva o negativa; siendo la forma positiva aquella que ha de desarrollar el estudiante de una escuela oculta positiva. El desarrollo se opera por el despertar de la glándula pineal y del cuerpo pituitario, y además, por la conservación de la fuerza sexual y por su dirección hacia arriba. Por ciertos ejercicios al mismo tiempo, el cuerpo pituitario se pone en vibración de tal modo que desvía las líneas de las fuerzas sexuales ascendentes, haciéndolas pasar por el cuerpo pituitario y la glándula pineal, formando así un puente entre los dos. De esta manera se obtiene la visión espiritual positiva, que está bajo el control de la voluntad.

Si se trata de un ocultista, la mayor parte de la corriente de fuerza sexual fluye hacia arriba por el canal espinal, de la laringe al cerebro, y desde allí hacia abajo; al corazón. El ocultista desarrolla la parte intelectual de su naturaleza en mayor proporción que la parte devocional. En el caso del místico, la mayor parte de la corriente fluye hacia arriba por la vía del corazón y de la laringe antes de llegar al cerebro. El místico desarrolla el corazón o la parte devocional de la naturaleza en mayor grado que la parte intelectual. Ambas formas pertenecen al desarrollo espiritual positivo y aumentan la visión espiritual.

El sendero negativo del desarrollo es el del médium, que se desarrolla por medio del plexus solar y del sistema nervioso simpático, en vez de hacerlo por el cerebro y sistema cerebro-espinal. La visión espiritual del médium no está bajo su control, ni sujeta a su voluntad, y así resulta una visión muy defectuosa. Además, no se retiene durante vidas futuras, mientras que la visión espiritual positiva, obtenida por el verdadero ocultista o místico se retiene para siempre.

El ocultista y el místico, cada uno a su vez, tienen que obtener el desarrollo del otro, es decir, que la parte corazón y la parte cabeza de la naturaleza, tienen que alcanzar paralelamente un desarrollo igual.

El estado de médium ha de ser muchas veces sufrido por el aspirante en su camino hacia el desarrollo de la visión espiritual positiva. Sin embargo, no deberíamos cultivar nunca el estado del médium y no es de ningún modo necesario pasar por él.

La visión espiritual y los poderes ocultos se pueden desarrollar de un modo seguro solamente en relación con una vida de servicio a favor de la humanidad. Si desarrollamos estos poderes por cualquier otro motivo que no sea el de la colaboración con el gran plan de evolución, estamos en peligro. Si nuestro motivo de desarrollo es el deseo egoísta de obtener poderes para favorecer exclusivamente nuestros propios propósitos y nuestras ventajas individuales, entonces abrimos nuestra “aura” a entidades malas, que nos servirán temporalmente para obtener los poderes que deseamos, pero luego seremos nosotros los que tendremos que servirle a ellas. Y ellas exigirán el pago de la deuda hasta el extremo, y pagando la deuda el aspirante es muchas veces arrastrado hacia abajo, a los abismos de la degradación.

del libro Filosofía Avanzada
de Max Heindel


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jueves, 15 de abril de 2021

EL ALMA, EL CUERPO DEL ALMA Y EL DESARROLLO DEL ALMA (Continuación y final) LECCIÓN XII - en you tube -



LECCIÓN XII

EL ALMA, EL CUERPO DEL ALMA Y EL DESARROLLO DEL ALMA
(Continuación y final)

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Durante la Gran Guerra muchos auxiliares invisibles fueron desarrollados para trabajar en los campos de batalla entre los soldados heridos. Sin embargo, al principio de la guerra había muy pocos disponibles, porque muy pocos seres humanos habían logrado este desarrollo. A medida que progresaba la guerra, más y más auxiliares invisibles fueron preparados para el servicio, y al final había muchos trabajando.

El cuerpo del alma continúa creciendo después de su nacimiento, es decir, después de haber sido separado de los éteres inferiores, con la condición de ser debidamente alimentado. Igual que otros cuerpos de cualquier especie, necesita alimento para crecer y conservarse en buena salud y fuerza. Pero si no facilitamos alimento al hijo de Cristo (el cuerpo del alma) después de su nacimiento, sufriremos hambre de alma, en comparación de la cual el hambre física no es nada. El alimento que es preciso darle consiste en actos y pensamientos de amor y abnegación respecto a los demás y a la humanidad en general, según las ocasiones lo permitan. Actos altruista y de abnegación forman el cuerpo del alma y atraen los áureos éteres del espíritu. Estos actos nos preparan el traje dorado.

En el principio nuestro “Día de Manifestación” todo entramos en funciones como Espíritus Virginales, pero ya entonces algunos eran más adaptables, más dispuestos y más progresivos que otros, y por consiguiente, entraron en la involución con mayor rapidez y mayor entusiasmo también, que otros. Éstos son aquellos que actualmente van a la vanguardia, y que han desarrollado el alma y el cuerpo alma, más rápidamente que los demás. De ellos hablamos como de “almas viejas”, mientras que los zagueros son llamados “almas jóvenes”, no jóvenes de años, sino de desarrollo. Los muy jóvenes son llamados “rezagados”, y son los que se negaron a emprender el trabajo de involución y evolución, y que en muchos casos no quieren avanzar, resultando que se han quedado muy atrás de los que forman la vanguardia y tendrán que esperar otro Día de Manifestación.

El alma, lo mismo que el cuerpo, se atrofia si dejamos de alimentarla. La quietud no existe ni en la naturaleza ni en la evolución; tenemos que ir adelante o atrás. Si adelantamos, aumentamos continuamente el alma que hemos construido en el pasado. Si retrocedemos, agotamos el alma, las cualidades del alma y sus poderes que habíamos adquirido anteriormente, lo mismo que agotamos la sustancia de nuestro cuerpo físico si dejamos de comer. En otras palabras, el alma, siendo realmente alimento para el espíritu, se gasta constantemente por la actividad del espíritu, y tiene que ser continuamente elaborada si el espíritu ha de progresar. Si los bajos instintos se vuelven tan fuertes que arrollan al Ego o espíritu, y si insisten en ir para atrás, entonces perdemos el alma. Durante este proceso, el cuerpo del alma, también desaparece por estar íntimamente ligado al alma; y las actividades que disuelven al uno, disuelven también al otro. El recuerdo de nuestras malas acciones que por medio de la respiración se graba en el cuerpo de deseos después de la muerte, es algunas veces llamado “el alma que peca” y muere por expurgación. Esto ha sido descrito ampliamente en la lección sobre purgatorio.

Otro peligro que se presenta cuando el Ego inferior no quiere obedecer y se niega a seguir las órdenes del espíritu, es que los vehículos que él ha construido por la involución y espiritualizado parcialmente, pueden perderse por desintegración; es decir, los cuerpos físicos, vital, de deseos y mental, a la vez que sus correspondientes átomos-simiente; siéndole difícil recobrar su memoria consciente.

Es éste un asunto muy serio, porque cuando el Ego ha perdido sus vehículos y los átomos-simiente de estos últimos, entonces le faltan los medios para continuar su evolución en este “Día de Manifestación”. Por esta razón tiene que volver al caos y permanecer allí hasta que salga una nueva oleada de vida a la cual pueda unirse y así continuar su evolución. Sin embargo, el espíritu o Ego no muere. El Espíritu no puede morir nunca, porque vino de Dios al principio, como una parte de Él, y siempre quedará como tal. No puede morir, pero puede perder sus cuerpos y así durante cierto período, permanecer prácticamente impotente y desamparado.

Cuando el Ego ha perdido sus átomos-simiente, ya no puede volver a nacer. Esto, sin embargo, no es una pérdida total, porque, cuando otra vez en una nueva oleada de vida, saldrá desde un punto más elevado que aquél desde el cual salió en el ciclo presente. Esto es debido al hecho de que desde el principio del “Período de Saturno” el Espíritu Virginal ha adquirido los tres velos del Espíritu Divino, Vital y Humano, respectivamente; los cuales, unidos al propio Espíritu Virginal, constituyen el Ego. Los Espíritus Divino, Vital y Humano adquiridos así, son retenidos durante la duración del caos, y dan al Espíritu Virginal un empuje inicial en un día posterior de evolución. A pesar de ello la pérdida es grande y sumamente dolorosa.

Por esta razón nos incumbe mejorar nuestras oportunidades en un grado extremo, y vivir una vida recta y de bien obrar, a fin de que podamos llevar a cabo lo que fue previsto para nosotros y obtener así la gran alegría, la paz y el poder, que son su resultado seguro.

del libro Filosofía Avanzada
Max Heindel


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sábado, 10 de abril de 2021

EL ALMA, EL CUERPO DEL ALMA Y EL DESARROLLO DEL ALMA - LECCIÓN XI - en you tube -


LECCIÓN XI
EL ALMA, EL CUERPO DEL ALMA Y EL DESARROLLO DEL ALMA

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Existe en general una gran confusión entre los estudiantes respecto a la distinción entre alma, cuerpo del alma y espíritu. En lenguaje Rosicruciano estos términos se refieren a realidades separadas y distintas, mientras que en el uso corriente se emplea más o menos el uno en lugar del otro. En la literatura Rosacruz se habla del alma como de la quinta esencia de los tres vehículos inferiores y de la experiencia adquirida por estos vehículos que implica rectitud en el pensar y obrar. Esta esencia es extraída por el espíritu o Ego y empleada por él como pábulo. El alma construye el edificio de los poderes del espíritu, aumenta su conciencia y le capacita para extender su campo de operación.

Las experiencias de la vida, grabadas por medio de la respiración en el cuerpo vital, se aquilatan generalmente en el período de retrospección del purgatorio y del primer cielo, donde su esencia es extraída e introducida en el espíritu en forma e poder del alma. Sin embargo, no es necesario que esperemos a la extracción de las cualidades del alma y su unión con el espíritu hasta que lleguemos al purgatorio o al primer cielo. Si nos place, podemos cada noche llevar a cabo este proceso por medio del empleo del ejercicio retrospectivo, que ha sido descrito en las primeras lecciones de este curso. La completa compenetración de alma y espíritu no tiene lugar hasta casi el final de nuestro gran día de manifestación. Añadimos algo a nuestra alma por las experiencias de cada vida, y después de haber vivido muchas vidas, sobre todo si han sido bien vividas, conseguimos completar este atributo. Cuando tengamos la cualidad de exuberancia de alma, los que vivan en derredor nuestro, se darán cuenta de ello.

El alma es triple: el alma consciente es el extracto espiritual del cuerpo físico y las experiencias que este último contiene, y está en relación reciproca con el Espíritu Divino. El alma intelectual es el extracto del cuerpo vital y está en relación recíproca con el Espíritu de Vida. El alma emocional es el extracto del cuerpo de deseos y está en relación recíproca con el Espíritu Humano. Todas las experiencias de nuestras vidas diarias son utilizadas por los procesos de evolución e introducidas en el alma para el uso en vidas futuras, sea en este plano sea en otros superiores.

El cuerpo del alma es una entidad distinta; no es un extracto como lo es el alma. Es uno de los vehículos del espíritu o uno de sus cuerpos. Está compuesto de los dos éteres superiores del cuerpo vital, es decir el éter de luz y del reflector. El cuerpo del alma se construye por medio de una vida de amor y servicio a favor de la humanidad. Semejante vida no solamente atrae y purifica una gran parte de los dos éteres superiores, sino que con el tiempo también tiene como efecto el que se produzca una división entre ellos y los dos éteres inferiores. Después de haberse producido esta división, el cuerpo del alma se ha separado y ha quedado distinto de los éteres inferiores, y está disponible ahora como vehículo o cuerpo separado, para ser empleado en los vuelos del alma. En el texto griego del Nuevo Testamento se habla de él como “soma psuchicon”, y además él constituye el oro y azul de nuestra aura, y puede ser visto con nuestra visión etérea. Por él se distingue el santo del resto de los mortales. Para su construcción recibimos ayuda de Cristo, el Espíritu Planetario que habita en la Tierra, por medio de Sus emanaciones etéreas, que pasan desde el centro de la Tierra hacia fuera de ella, atravesando luego nuestros cuerpos vitales.

El cuerpo del alma es retenido por el Ego durante la existencia en el purgatorio y en el primer cielo; quiere decir, que está unido al cuerpo de deseos y a la mente y los acompaña por estas dos regiones. El trabajo a favor de la humanidad construye el cuerpo del alma, pero una vida ligera y sensual impide su crecimiento, y produce además el efecto de que los dos éteres inferiores se introduzcan en él, en lugar de los dos superiores, que quedan excluidos. Cuando el cuerpo del alma está construido, la persona que lo posee es capaz de levantar su cuerpo físico a su antojo y después de haber recibido la debida instrucción, puede atravesar el espacio de un lugar a otro con la más absoluta libertad. Está capacitado para “viajar a países extranjeros”, es decir, para ir a cualquier parte del mundo, según su deseo, y con la velocidad del pensamiento. El cuerpo del alma no pasa por el espacio andando, ni tampoco volando con alas. Es empujado por la voluntad unida al pensamiento y sigue la dirección indicada por el pensamiento. Viaja casi con la velocidad de la luz y cuando la persona concibe la idea de cierto lugar, el cuerpo del alma llega allí, casi en el mismo instante. Es esto un modo de viajar maravillosamente satisfactorio y conveniente, siendo enteramente independiente de vehículos como trenes y vapores. Además, no hacen falta billetes ni pasaportes. En el cuerpo del alma podemos visitar todos los países de la Tierra, observar sus habitantes, sus condiciones y actividades, y volver luego, cuando nos place, a nuestros cuerpos físicos. Entre las importantes actividades del cuerpo del alma, está la de poder ser un “auxiliar invisible”. Cuando una persona ha desarrollado el cuerpo del alma hasta el punto de poder funcionar en él conscientemente durante el sueño, está capacitada para el servicio de “auxiliar invisible”, y puede entonces tomar parte en la obra de curar a enfermos bajo la dirección de seres superiores y puede prestar servicio a enfermos y afligidos, lo que de otro modo sería imposible. Los auxiliares invisibles pueden dirigir corrientes de fuerza magnética curativa hacia sus pacientes y también pueden materializar manos para manipular la parte enferma del cuerpo etéreo o vital del paciente. También reciben enseñanza para poder pronunciar la palabra creadora, la cual separa los tejidos enfermos y construye nuevas células.

del libro Filosofía Avanzada
de Max Heindel


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jueves, 8 de abril de 2021

REENCARNACIÓN Y CONSECUENCIA - LECCIÓN X - en you tube -


LECCIÓN X

REENCARNACIÓN Y CONSECUENCIA

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El verdadero objeto de la vida no es la felicidad actual, sino la experiencia por medio de la cual podemos desarrollar nuestros poderes espirituales latentes y transformarlos en facultades para servir mejor al plan divino de evolución. Dios está evolucionando por medio de nosotros. Nosotros somos células en el cuerpo cósmico de Dios. Estamos espiritualizando materia para Él, a fin de que sea un vehículo en el cual, Él pueda funcionar. Somos tan necesarios para Dios, como Dios lo es para nosotros. Es tarea nuestra, por consiguiente, el desarrollar nuestras cualidades espirituales y nuestros talentos naturales en el máximo grado, para que podamos colaborar con este gran proyecto.

Los tres grandes objetos de evolución a través de la materia son: primero, la espiritualización del carácter; segundo, el desarrollo de la voluntad por el cual dirigimos las facultades obtenidas por la experiencia; tercero, el desarrollo de la mente creadora, por el cual en su día podremos crear directa y conscientemente. Si cooperamos con el proyecto divino, la felicidad será la consecuencia que alcancemos.

Para obtener todo este desarrollo, es necesario para el Ego renacer en un cuerpo físico muchas veces. Cuando toda la experiencia de cualquier vida ha sido asimilada espiritualmente en los mundos superiores, el espíritu nota el impulso de alcanzar nuevas experiencias, y este deseo le empuja irresistiblemente a la reencarnación. Nuestro saber respecto a la reencarnación, no queda limitado a la especulación. La reencarnación es uno de los primeros hechos concretos demostrados a los alumnos de la escuela de Misterios. Se les enseña a observar a un niño en el acto de morir; luego a seguir a este niño a través del mundo invisible, día tras día, hasta que llega a la reencarnación dentro del período de pocos años. Después de haber hecho esto, el alumno sabe con certeza absoluta que la reencarnación es un hecho y no solamente una teoría metafísica.

El primer paso que da el individuo en el camino de la reencarnación, es el elegir a sus padres o hacer que le elijan. Esto no es un asunto de suerte ciega. Generalmente se nos asignan unos padres a los cuales hemos prestado servicios en vidas anteriores, de modo que están realmente obligados a sernos útiles también.

En esta relación de ideas podremos comprender nuestra obligación de facilitar, siempre que sea posible, los medios para permitir a otros Egos volver a nosotros como niños, a fin de que posteriormente ellos puedan prestarnos un servicio igual. Cuando el Ego tiene en su haber cierta cantidad de buen destino, se le permite ver panorámicamente diferentes vidas con diferentes padres, y se le deja en libertad de elegir. Una vez hecha la elección y determinadas las líneas generales de la vida, el Ego ya no puede volverse atrás respecto a ella. Sin embargo, le queda aún su libertad de acción para los detalles. Éstos pueden ser ejecutados en un espíritu de amor, ayuda y tolerancia, o en un espíritu de rebelión, odiando al ambiente en el cual el Ego ha sido situado. Así él, puede libremente crearse a sí mismo un buen o un mal destino para una vida futura.

En el proceso actual, de vuelta a la reencarnación, los distintos átomos-simiente atraen en primer lugar hacia ellos mismos los materiales para una nueva serie de vehículos, es decir, una mente un cuerpo de deseos, un cuerpo vital y un cuerpo físico. Estos materiales se introducen, cuando llega la hora, en los nuevos vehículos, y entonces el Ego vuelve al renacimiento físico.

Esto ocurre cuando las fuerzas planetarias están en armonía con el destino engendrado por el Ego en vidas precedentes. El Ego no puede renacer en ningún otro momento, porque las fuerzas ocultas en sus átomos-simiente lo impedirán. Después del nacimiento, las fuerzas planetarias que ejercen influencias sobre los vehículos del Ego, lo empujan día tras día en ciertas direcciones, en armonía con su destino previamente creado, y así se convierten en ejecutores automáticos de aquel destino. Sin embargo, las fuerzas planetarias no obligan jamás. Cuando un hombre usa su voluntad para trabajar en unión con la evolución, entonces él domina a las fuerzas planetarias y las dirige.

La Ley de Consecuencia o la Ley de Causa y Efecto están operando continuamente. Desde el momento del nacimiento, las fuerzas que fueron puestas en acción en vidas precedentes y que todavía no están agotadas, empiezan a operar en el niño y sus vehículos. Todos los antiguos amores y odios suben a la superficie. Antiguos enemigos se presentan, para que el Ego pueda elaborar su destino con ellos y transformarlos en amigos. Anteriores amigos ayudan al Ego trabajando con él en proyecto mutuo. Así nos acercamos, lenta, pero irresistiblemente, a la época de la amistad universal. Por medio de la ley de consecuencia, el hombre aprende que cada acto tiene su correspondiente responsabilidad, y que cada fuerza que él pone en movimiento, tiene que tener su correspondiente efecto. Si por negligencia o egoísmo, causa sufrimiento o pérdidas a otros, la Ley de Consecuencia le traerá fatalmente condiciones semejantes en fecha más remota, y así comprenderá la injusticia de obrar de esta manera. Si no hace caso de la lección, la naturaleza le deparará cada vez más duras experiencias, hasta que finalmente haga el esfuerzo necesario y obtenga entonces el poder del control sobre sí mismo.

Si los actos que ejecutamos son constructivos y respetuosos, en la vida futura naceremos bajo condiciones que nos traerán éxito y felicidad. Si al contrario, cedemos el paso a nuestras pasiones, desconsiderando a los demás, o si somos indolentes y descuidados, seguramente renaceremos bajo condiciones y entre gente que harán que nuestras vidas sean un fracaso, y que nos acarrearán muchas calamidades. Por estos fracasos, sin embargo, aprenderemos dónde nos habíamos equivocado en las vidas precedentes, y sabremos lo que es necesario que hagamos para remediar lo pasado. Entonces, aplicando nuestra voluntad a la solución del problema, obtendremos éxito, y la Ley de Consecuencia, desde aquel momento, trabajará a favor de nosotros en vez de hacerlo en contra.

Durante toda la vida la cualidad que los Rosacruces llaman Epigénesis está en actividad; esta cualidad es el poder de poner en acción a un número limitado de causas nuevas, las cuales no están determinadas ni impuestas a nosotros por nuestros actos del pasado. Si estuviéramos totalmente sujetos al pasado e incapaces de generar nuevas causas, estaríamos imposibilitados para desarrollar ningún poder creador original, ni habría libre albedrío. Aquí viene a ayudarnos la facultad espiritual de Epigénesis, capacitándonos, si así es nuestra voluntad, para abrirnos el paso hacia esferas de poder y actividad provechosa, todavía mayores.

del libro Filosofía Avanzada
de Max Heindel


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