EFECTOS PATÓGENOS DE JÚPITER
El hígado es el gran vértice de la actividad de Júpiter, y en él forma el glicógeno de los productos de desecho del portal de la corriente sanguínea. El gran vértice central del cuerpo de deseos está también en el hígado, y cuando se hace un esfuerzo extra, Marte extrae del depósito de glicógeno de Júpiter su combustible. Saturno es activo también en el hígado, formando la bilis, la urea y el ácido úrico.
Es un tanto difícil para una gran proporción de estudiantes de astrología el segregar y combinar las diversas funciones de este órgano; pero si tenemos en cuenta que Cáncer es el signo de exaltación de Júpiter y el signo opuesto, Capricornio, es el hogar de Saturno y el signo de exaltación de Marte, comprendemos facilísimamente que el gran benéfico Júpiter se esfuerza en almacenar en el hígado el glicógeno que es tan necesario para la actividad corporal. Del mismo modo, Marte, el regente del punto de exaltación opuesto, desparrama y malgasta temerariamente la energía muscular y está ayudado e instigado en sus actividades destructoras por Saturno, que produce la bilis y la urea que se deposita durante el trabajo muscular como ácido úrico en las diversas partes del cuerpo, donde se manifiesta como gota o reumatismo. Saturno también hace torpe al hígado y produce el estreñimiento.
Júpiter gobierna los suprarrenales y la circulación arterial; de aquí que sus aflicciones formen el tejido adiposo, la grasienta degeneración de los músculos, los tumores y las vegetaciones morbosas, la dilatación de los órganos, pérdida del azúcar y de la albúmina como en la diabetes y trastornos semejantes. El envenenamiento de la sangre, la hiperemia y la apoplejía son debidas a las aflicciones de Júpiter.
Los siguientes efectos pueden notarse cuando Júpiter está afligido en los doce signos.
Júpiter afligido en Aries da tendencia a los vahídos y desvanecimientos, a las congestiones cerebrales, a la somnolencia, a los desmayos y delirios, a la ulceración de las encías de la mandíbula superior, y por acción refleja en Libra, a la diabetes y a la depresión debida a la falta de secreción de las suprarrenales.
Júpiter afligido en Tauro da tendencia a la glotonería; de aquí a la plétora y la apoplejía, siguiendo los empeines y los carbunclos, así como la ulceración de las encías, y por acción refleja en Escorpio, a los catarros nasales y al derramamiento de sangre por tales vías.
Júpiter afligido en Géminis da tendencia a la pleuresía, a las afecciones de la sangre, a la congestión pulmonar y a la apoplejía de los pulmones, y por acción refleja en Sagitario, a la rotura de huesos, a la gota y al reumatismo de caderas y muslos.
Júpiter afligido en Cáncer da tendencia a la glotonería que causa la dilatación del estómago, a los dolores del hígado, a la ictericia y a la hidropesía, y por su acción refleja en Capricornio, que rige la piel, a los granos y pústulas, y a otras erupciones semejantes.
Júpiter afligido en Leo da tendencia a la apoplejía y a la degeneración grasienta del corazón, a la debilidad de la acción valvular, y a una circulación perezosa en ocasiones, con palpitaciones y estados febriles en otras, y por acción refleja en Acuario, a las hinchazones de los tobillos.
Júpiter afligido en Virgo da tendencia a la dilatación del hígado y a menudo a su ulceración y a la ictericia.
Júpiter afligido en Libra da tendencia a la melancolía debido a la disminución de la secreción adrenal, a los abscesos renales, a la diabetes, a las erupciones de la piel como consecuencia de la acción perezosa de los riñones, y por su acción refleja en Aries, a la congestión del cerebro, al coma y al vértigo.
Júpiter afligido en Escorpio da tendencia a la dilatación de la glándula de la próstata, a los tumores uterinos, a los abscesos de la uretra, a la hidropesía, a la hidremia, a un exceso de urato y a la estangurria, y por acción refleja en Tauro, a la apoplejía y las hemorragias nasales.
Júpiter afligido en Sagitario da tendencia al reumatismo y a la gota, y por acción refleja en Géminis, a la apoplejía pulmonar y a la corrupción de la sangre.
Júpiter afligido en Capricornio da la tendencia a diversas afecciones de la piel, y por su acción refleja en Cáncer, a las enfermedades digestivas, a la hidropesía, a la ictericia y a la degeneración grasosa del hígado.
Júpiter afligido en Acuario da tendencia a los edemas dolorosos puerperales, y por su acción refleja en Leo, a la apoplejía y a las palpitaciones.
Júpiter afligido en Piscis da tendencia a las hinchazones y al sudor de los pies, y por su acción refleja en Virgo, a la dilatación del hígado, a los tumores abdominales, a la ictericia y a los trastornos intestinales.
del libro "El Mensaje de las Estrellas"
de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel
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