sábado, 15 de octubre de 2016

Efectos patógenos de Neptuno



EFECTOS PATÓGENOS DE NEPTUNO

Neptuno, la octava de Mercurio, actúa principalmente sobre el sistema nervioso (regido por Mercurio) y algunas veces ocasiona extravíos y frenesí cuando la persona está fuera de sí debido a excitaciones religiosas o de otra naturaleza. En otras ocasiones produce letargia, coma, catalepsia, trance o mediumnidad, en los cuales las energías corporales están en suspenso mientras que las fuerzas psíquicas se hallan en un estado de hiperactividad. Este planeta gobierna el canal espinal, el cual está lleno de éter durante la vida. (Es cierto que los cirujanos pueden horadarlo y extraer de él un fluido, pero también se puede extraer agua de una caldera de vapor y todos sabemos que el vapor se condensa en agua). Este gas luminoso es llamado el fuego espiritual de la espina por los ocultistas, y mediante la vibración de la glándula pineal, regida también por Neptuno, se produce la vista espiritual, pero lo que la persona vea depende del grado y de la nota de estas vibraciones.
Por medio de la oración, de la concentración y de la meditación puede producirse un estado de éxtasis religioso en el cual el sujeto ve las huestes celestiales, o en el caso de que produzca una vibración supranormal de un grado inferior por bebidas o drogas, puede ver formas demoníacas como las relatadas por los que sufren de delirio, las cuales son debidas a Neptuno, especialmente cuando está colocado en el signo acuático Piscis. La influencia patógena de Neptuno es más adversa en la casa sexta duodécima (o el signo duodécimo, Piscis) la cual gobierna los dolores, los inconvenientes y los desfallecimientos. Si estas dos casas están ocupadas por Tauro y Escorpio, signos que rigen la garganta y los genitales, hay un deseo pasional pervertido y anormal que da tendencia a los vicios solitarios y a las perversiones de naturaleza aún peores. La mente, regida por Mercurio la octava inferior de Neptuno, es morbosa en su inclinación sobre estas cuestiones deshonestas y los padres que tengan hijos con Neptuno en las casas sexta o duodécima deben vigilarlos muy cuidadosamente, especialmente si Neptuno está en oposición con Urano, que es el caso de un número considerable de aquéllos que están ahora (año 1918) alcanzando la pubertad, porque Neptuno ha estado atravesando el signo psíquico Cáncer, mientras que Urano estaba en el signo opuesto, Capricornio.
Nosotros hemos comprobado que Neptuno, en cuadratura con Saturno y Júpiter, ocasiona una locura incurable; Neptuno en conjunción con Marte en Aries y en cuadratura con Urano y la Luna en Cáncer, produce una locura temporal de carácter periódico, y Neptuno en conjunción con la Luna y en cuadratura con Urano ocasiona la obsesión o el control por espíritus. Hemos visto también otras muchas indicaciones, pero los efectos completos de Neptuno no han sido aún observados sistemáticamente. Por nuestra parte estamos trabajando con esta finalidad y esperamos que en años venideros podamos suministrar datos veraces, precisos y completos.

del libro "El Mensaje de las Estrellas" 
de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel


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