martes, 11 de octubre de 2016

Efectos patógenos de Saturno


EFECTOS PATÓGENOS DE SATURNO

Saturno es el planeta de la obstrucción, de la cristalización y de la atrofia.
Por su acción, la circulación de los fluidos del organismo, tales como la sangre, la linfa o la orina, está interrumpida, y por este estancamiento estos materiales de desecho quedan retenidos en diversos depósitos en el cuerpo construyendo el esqueleto, que en este caso es de efecto constructivo, o bien endurecido las arterias y articulaciones, y en este caso es destructivo el efecto de este estancamiento.

Saturno gobierna la vejiga y la hiel, en donde forma las piedras de la vejigatan dolorosas, y en virtud de su poder de exaltación en Libra cristaliza los cálculos renales y las arenillas que producen horribles sufrimientos a aquéllos que tienen estas materias. Por la retención de la urea ocasiona el doloroso reumatismo y la gota, que a menudo se manifiestan en deformidades de las articulaciones desfigurando los órganos en los cuales se producen y causando parálisis con el sufrimiento consiguiente. Gobierna también el nervio neumogástrico, y por su acción restrictiva sobre tal órgano puede disminuir la acción del corazón, detener las digestiones, suprimir la orina y las defecciones bajo las emociones del miedo y de la preocupación generadas por este astro. De modo que tiene el triste poder de producir en cada función del organismo alteraciones, estancamientos y sufrimientos.

Saturno rige también los dientes y la piel. Por su acción sobre estos órganos caen los dientes, lo que conduce a la desnutrición, se endurecen las membranas sinoviales haciendo rígida la espina dorsal y las piernas, así como ocasionando que la piel, a medida que pasan los años, se endurezca. Saturno está en su hogar en Capricornio, y por su acción refleja sobre Cáncer interfiere en la acción peristáltica que es necesaria para la digestión del alimento, y entonces produce los efectos antiperistálticos, o sea, los vómitos. Sus actividades en general sobre el organismo son destructivas y tienden a acabar con la vida del cuerpo.

Saturno daña generalmente por caídas, quemaduras y resfriados.
Predispone a las afecciones crónicas y profundas y sus víctimas son muy difíciles de tratar debido a que infunde, además, en ellas, miedo, preocupación y pesimismo, de modo que rehuyen creer en la posibilidad de su curación sin que puedan ser inducidas a que consideren la vida alegremente y de una manera optimista.

La presencia de Saturno en cualquiera parte del horóscopo constituye una aflicción en sí misma; por lo tanto, podemos notar los efectos siguientes en los doce signos, tanto si está aspectado por cuadratura, oposiciones, trígonos o sextiles, o no; pero, naturalmente, sus efectos son algo más marcados cuando forman un aspecto adverso.

Saturno en Aries da tendencia a los dolores de cabeza, resfriados, catarros, sorderas y escalofríos; a la anemia cerebral, a la caída de los dientes y al sarro tártaro, a los desmayos, y por acción refleja en Libra, a los desórdenes renales.

Saturno en Tauro da tendencia a las flemas y a los esputos, a la difteria, a las anginas, a las paperas y parótidas, al garrotillo, a la caída de los dientes inferiores, a las sofocaciones, y por acción reflejan en Escorpio a las estrecheces, al estreñimiento y a desórdenes semejantes.

Saturno en Géminis da tendencia a los dolores reumáticos en hombros y brazos, a la tisis pulmonar, al asma, y por acción refleja en Sagitario, a la ciática y a las enfermedades de las caderas.

Saturno en Cáncer da tendencia a la piorrea, a la dispepsia, a la úlcera y al cáncer gástricos, a las náuseas, a los eructos, al escorbuto, a la ictericia, a las piedras de la vejiga, a la anemia y a la estrechez del esófago.

Saturno en Leo da tendencia a la desviación de la espina dorsal, a la ineficacia muscular del corazón, y a la debilidad de la espalda, a la arteriosclerosis y a las esclerosis de la columna vertebral.

Saturno en Virgo da tendencia a la debilidad peristáltica de los intestinos, a la reducción de la absorción del quilo, a la obstrucción del ileum caecum y colon transversal y a la apendicitis.

Saturno en Libra da la tendencia a la ataxia locomotriz, a los cálculos renales, a las piedras y a las arenillas; a la enfermedad de Bright, a la supresión de la orina, a la desnutrición y por su acción refleja en Aries, a los dolores de cabeza, de dientes y otros desórdenes de la cabeza.

Saturno en Escorpio da la tendencia a la esterilidad, a la supresión de las reglas, a las estrecheces, al estreñimiento, a las hemorroides, y por su acción refleja en Tauro, a los catarros nasales, a la ronquera, a las flemas y esputos y otras enfermedades de la garganta.

Saturno en Sagitario da una tendencia a las contusiones de las caderas y muslos, a la ciática, a la gota y a las enfermedades de la hipocondría, y por su acción refleja en Géminis, a la bronquitis, a la tuberculosis y otras afecciones de Géminis.

Saturno en Capricornio da tendencia al reumatismo articular, a los eczemas, erisipela y otras enfermedades diversas de la piel, y por su acción refleja en Cáncer a la ictericia, a las piedras y cálculos biliares y a la dispepsia.

Saturno en Acuario da tendencia a la debilidad de los tobillos y a su dislocación facilísima, y por acción refleja en Leo, a la desviación de la columna vertebral, a la esclerosis y otras afecciones cardíacas, afecta a las espaldas y las arterias.

Saturno en Piscis da tendencia a la frialdad de los pies, al reumatismo y a los callos y juanetes, así como a la tuberculosis, debido a los pies fríos y húmedos, y por acción refleja en Virgo, a la hidropesía.

del libro "El Mensaje de las Estrellas" 
de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel


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