domingo, 16 de octubre de 2016

Astrología, Filosofía y Fisiología_7


ASTROLOGÍA, FILOSOFÍA Y FISIOLOGÍA 

Conferencia de Richard Koepsel vía Skype 
Viernes 23 de septiembre de 2016

 El Sol está ahora en Libra, así es que, como estudiantes esotéricos, vamos a estudiar a Aries, el signo opuesto. Aries es un signo de fuego. En la Filosofía Rosacruz aprendemos acerca de varias clases de fuego. Está el fuego trascendente del Espíritu. Max Heindel nos dice que el fuego espiritual del Paraíso entró en la carne y la inflamó. Es eso y es más. Consume toda la materia, toda clase de estados del ser, hasta que haya absorbido todo el material anímico dentro de la materia y entonces todo es transformado en espíritu, en el fuego del espíritu. También está el fuego del Mundo del Deseo. Reconocemos a éste cuando tenemos deseos ardientes. Deseos ardientes que demandan satisfacción y sentiremos el ardor, hasta que nos hayamos inclinado ante el deseo. Hay una ironía en el hecho de que, cuando nos entregamos a un deseo egoísta, la consecuencia de ese deseo egoísta es el dolor, dolor físico. Hay un dolor abrazador en el fuego, incluso en los deseos positivos. Cuando tenemos un sentimiento o deseo de compasión por el sufrimiento agónico de otros, sentimos su sufrimiento y tenemos un ardiente deseo de ayudarles. Es este dolor, en el deseo de compasión, el agente conductor de la efectiva oración de curación. El Servicio de Curación nos dice que debemos tener un fuerte sentimiento para que la curación se realice. 

También, hay un fuego en la subdivisión etérica del Mundo Físico. Comparado con el del Mundo del Deseo, este es un fuego apacible. Los éteres son la reflexión proyectada del Espíritu de Vida y el Espíritu de Vida es protector, es un fuego de vida y de entrega. En un bosque, el fuego etérico trabaja apacible y sosegadamente, vitalizando, dando crecimiento y dando vida a todas las formas, por tanto tiempo como esas formas estén vivas. Finalmente, está el fuego de la subdivisión química del Mundo Físico, en el cual enfocamos nuestra atención cuando vivimos aquí, en la Tierra. 

En nuestra creación solar evolutiva, la subdivisión química del Mundo Físico es el final de la línea. Desde nuestra perspectiva, el fuego espiritual de la divinidad – la divinidad que llamamos Dios – no penetra más profundamente en la materia física o en lo que potencialmente, es materia. El fuego aquí, está gastando y consumiendo completamente la materia para dominarla. Consume la materia mineral para despertarla de su profunda inconsciencia, como el primer paso hacia la divinización. 

Desde el tiempo de la caída, nuestra consciencia ha sido una consciencia de muerte, no una consciencia de vida. La muerte está reflejada en nuestra ciencia materialista. De acuerdo con la segunda ley de la Termodinámica: “toda energía pasa desde el más elevado estado de organización, al más bajo estado, hasta perderse en la entropía, degradándose en el Caos.” En el materialismo no hay un reconocimiento de algún despertar de consciencia en el estado mineral. Para los materialistas, eso sería considerado un disparate absurdo; sin embargo, el estudio cuidadoso de las transformaciones químicas es importante y valioso para nosotros, por lo que deberíamos estarles agradecidos por su servicio a la humanidad. 

En esta charla solo hablaremos del fuego en las subdivisiones etérica y química del Mundo Físico. Vamos a hablar del fuego que corresponde a los cuerpos vital y denso. Esto va a ser falible y muy breve, porque el tema es muy amplio y muy complicado y requiere de mucha educación. Podríamos pasar años estudiando esto y aun seríamos principiantes. 

Cuando estudiamos a Libra, estudiamos la homeóstasis. La homeóstasis es un estado de equilibrio; en el equilibrio no hay cambio, si no hay cambio no hay nuevas experiencias. Si no hay experiencias nuevas no hay crecimiento anímico. Si no hay cambio, no se necesita hacer nada. Aries es un signo cardinal, es un signo de acción, un signo de cambio, es un signo de novedades. Aries quiere cambiarlo todo y lo quiere hacer tan pronto como sea posible; lo haría ahora, si fuera posible. Aries es regido por Marte, el planeta que da estímulo a los deseos. Marte consigue que las cosas se hagan, por la fuerza si es necesario. Libra también es un signo cardinal y un signo de acción, pero la acción de Libra es para restaurar el equilibrio que fue subvertido por Aries y Marte. Por último, Libra refina, completa y pule las cosas empezadas por Aries. Libra es un signo de consumación y refinamiento. Aries es notoriamente, un iniciador de las cosas, pero no las acaba y el trabajo de Aries, a menudo es tosco; Marte también, suele ser tosco. 

El fuego de Aries, en química, bioquímica y fisiología, se llama oxidación. Toda clase de fuego, en este mundo, requiere de tres cosas: combustión, ignición y oxígeno. Si quemamos madera, ésta es el combustible, el oxígeno está en el aire y la ignición proviene del fósforo que usamos para encender el fuego. Cuando quemamos madera, el carbón de la madera es oxidado y liberado como dióxido de carbono. El hidrógeno, en la madera, también es oxidado y es liberado como agua. El calor es liberado rápidamente y los gases inflamables que son calentados, aparecen como flamas. El fuego, especialmente en la forma de flama, es fascinante. La flama es siempre diferente, siempre nueva y debido a que siempre es nueva, es fascinante para Aries, dado que Aries siempre gusta de las cosas nuevas. El fuego es fascinante en cualquier nivel. Como espíritus aspirantes, estamos fascinados por las infinitas fases del Espíritu Universal, el cual es siempre nuevo y diferente. Algunos de nosotros hemos experimentado la fijación de un deseo, que también es fuego y también es fascinante. La flama, en el Mundo Físico es fascinante. 

Aries es el signo de la identificación; Aries diría “Yo soy”, soy esto o aquello y “Yo soy” es la palabra clave para Aries y ese “Yo soy” es identificación y la identificación por la flama es el arquetipo de la fascinación; por lo que tenemos simbolizado en Aries al piromaníaco o el incendiario. Nuestra fascinación, en esta charla, es la fascinación por el fuego de la vida. El fuego de la vida, en fisiología, es llamado metabolismo. Hay calor pero no hay flama y el calor es invisible. Hay muchas reacciones químicas en el metabolismo que requieren de un conocimiento avanzado de la química orgánica. No nos vamos a complicar tanto. 

Primero, veamos un poquito de química. La química tiene dos subdivisiones principales: está la química orgánica y la química inorgánica. La química inorgánica es la química del reino mineral. Debido a que los minerales son muy simples y obedientes, las reacciones inorgánicas son simples, obvias y normalmente, muy rápidas. Las reacciones inorgánicas ocurren en la fisiología humana, como lo vimos en la bomba iónica de sodiopotasio, cuando dimos la charla sobre Escorpio. 

La mayoría de las reacciones químicas en la fisiología humana son orgánicas. La química orgánica es muy diferente de la química inorgánica. Tanto, los electrones como los iones son usados, pero todo está enfocado en cuatro hidrocarburos químicos: hidrógeno, nitrógeno, oxígeno y carbono. Estos elementos se refieren a los cuatro signos físicos. Los vimos cuando estudiamos la osificación. Aquí, los veremos en su participación en las actividades vitales. Los hidrocarburos se pueden convertir en muchísimas formas complejas. Las reacciones orgánicas son, generalmente, más lentas, pero algunas veces son casi instantáneas; la complejidad de los hidrocarburos y su lentitud es debida a que son un producto del cuerpo vital. El cuerpo vital, que puede cambiar las formas y crecer y sanar, está, por lo menos, un paso más arriba que el reino mineral. Este avance y las ventajas que otorga, tiene grandes requerimientos. Es como las diferencias entre ser soltero y tener una familia. Un soltero puede levantarse e irse en un momento y sin aviso; pero, con una familia, se requiere de mayor logística para empezar a moverse. Sin embargo, hay cosas en la vida familiar que no están disponibles para un soltero. 

Las reacciones orgánicas se presentan en formas que son producidas en el cuerpo vital. El metabolismo es la expresión activa de la vida en la forma física. Debido a eso, el fuego del metabolismo es un poco diferente del fuego inorgánico. Esas diferencias son inmediatamente evidentes en las dos caras del metabolismo. Una cara del metabolismo es llamada catabolismo. El catabolismo descompone las formas en los componentes más simples de esas formas. El catabolismo es tanto intra como extra celular. Sucede dentro y fuera de las células. Cuando descomponemos los alimentos, en la digestión, ese es el catabolismo extracelular. En un momento iremos al catabolismo intracelular. 

La otra cara del metabolismo es llamada anabolismo. El anabolismo es el proceso de la construcción de formas (no de descomponer las formas). Escuchamos acerca de los atletas que usan esteroides anabólicos. Esas son hormonas que incrementan el anabolismo para la construcción de músculos. El anabolismo es contrario a la segunda ley de la termodinámica: produce mayor organización. El anabolismo solo es posible porque tiene lugar en el cuerpo vital. Los científicos pueden graficar la química del anabolismo, pero ignoran las implicaciones metafísicas que van en contra de la segunda ley de la termodinámica. En el anabolismo, las cosas van desde un estado inferior de organización hasta un estado superior; por eso va en contra de las leyes de la Física. 

En esta charla nos enfocaremos en el catabolismo (ahora las cosas se ponen muy técnicas).

Estamos estudiando los cambios arianos y la energía marciana necesaria para realizar los cambios. Por esta razón nos limitaremos al catabolismo intra celular. En el catabolismo intra celular quemamos los alimentos para liberar energía, para que podamos vivir y hacer cosas. Hay seis clases de nutrientes para el cuerpo físico denso humano, estos son: carbohidratos, lípidos o grasas, proteínas, minerales, vitaminas y agua. Debemos tener de los seis. Ya hemos estudiado cómo se introduce el agua en el organismo, lo estudiamos cuando vimos a Escorpio. El agua no requiere de digestión, no es metabolizada, pero interviene en todas las reacciones metabólicas. Los minerales entran en el cuerpo iónicamente o siendo parte de las moléculas de los nutrientes. Los minerales, en sí mismos, no son metabolizados. Las vitaminas entran al cuerpo de dos maneras, tanto si vienen en los nutrientes como si proceden del Sol. Las vitaminas participan tanto en los procesos catabólicos como en los anabólicos, pero no son metabolizadas; las vitaminas son llamadas enzimas, son muy importantes, pero no están directamente relacionadas con nuestro estudio actual. En algún momento daremos una charla, específicamente, sobre las vitaminas. 

 Esto nos deja con solo tres nutrientes y estos tres nutrientes son metabolizados, ellos son: los carbohidratos, los lípidos y las proteínas. Cada uno de estos nutrientes tiene su propio tipo de metabolismo, pero el estado final de los tres tipos de metabolismo es el mismo, es llamado el ciclo de Krebs*. Antes de ser metabolizados, cada uno de estos tres nutrientes es descompuesto por el catabolismo extracelular, en la digestión - en algún momento estudiaremos la digestión - pero por ahora, lo dejaremos de lado, para simplificar. 

Primero, veamos los carbohidratos. Los carbohidratos son descompuestos en simple azúcar y el azúcar más simple se llama glucosa y el metabolismo de la glucosa se llama glucólisis. La glucólisis pasa por cinco reacciones muy complejas y esas cinco reacciones producen algo llamado grupo acetilo y ese es un hidrocarburo muy simple. La bioquímica es demasiado compleja para nosotros. El metabolismo de los carbohidratos es como quemar papel: se quema muy rápido y da energía instantánea, pero es efímero. Los lípidos son descompuestos en gliceroles y ácidos grasos; entonces, ellos son absorbidos directamente en el intestino delgado. Hay quilíferos especiales, como pequeños dedos, en el intestino delgado que solo absorben lípidos. El cuerpo tiene varias opciones para con los gliceroles: puede almacenarlos, transformándolos en forma de grasa (hace esto cuando no necesita energía). Las grasas tienen muchísima energía y su metabolismo libera mucho calor. A menos que hagamos una actividad física pesada o vivamos en un clima muy frío, deberíamos comer muy pocos lípidos, porque no queremos grabar al cuerpo con demasiado peso extra. Las grasas son preparadas, para el metabolismo, en el hígado; hay una cadena de reacciones llamadas beta oxidación y el producto final de esta beta oxidación es el grupo acetilo. Hay otro gran lado de cambios en las reacciones químicas con los lípidos, pero es demasiado para nosotros. 

El cuerpo prefiere metabolizar carbohidratos, porque es simple y rápido. Los lípidos son la segunda opción; el metabolismo de las proteínas es la última opción. Solo cuando las otras fuentes de energía se agotan o cuando estamos haciendo anabolismo es cuando se metabolizan las proteínas. El metabolismo de las proteínas es complejo y sucio, porque hay muchos bio-productos que salen al aire. El metabolismo de las proteínas tiene varios pasos que entran en el ciclo de Krebs, en diferentes lugares, pero la mayoría de ellos acaban en el grupo acetilo. De ahí, podemos ver que todo el catabolismo de los nutrientes termina en el grupo acetilo; no importa cuál sea la fuente, el catabolismo intracelular es completado por el ciclo de Krebs, que tiene lugar en el interior de la célula. El grupo acetilo entra en el ciclo de Krebs con la ayuda de la coenzima A. 

Este ciclo de Krebs es de total importancia, pero también es muy complejo. En el ciclo hay diez reacciones bioquímicas diferentes. Toda esta complejidad es parecida a cualquier fuego: libera dióxido de carbono, libera agua y libera energía, tal como cuando quemamos madera. La liberación de energía es de dos tipos: energía directa y energía indirecta. La energía directa es calor corporal y por este calor corporal es que realizamos acciones arianas. La liberación indirecta de energía está en la producción de trifosfato de adenosina (ATP). Si recuerdan la charla de Escorpio, el trifosfato de adenosina suministraba energía a toda clase de actividades en el cuerpo y el ejemplo que dimos fue la bomba de sodio-potasio. Hace esto porque, el grupo de los fosfatos tiene sobreabundancia de oxígeno. El oxígeno es liberado debido a enlaces químicos débiles. Así, este oxígeno causa el fuego en cualquier parte que el cuerpo lo necesite, por eso decimos que es indirecta. 

Hay dos cosas sobre el catabolismo intracelular, especialmente en el ciclo de Krebs, que son muy importantes. Son importantes para nuestra comprensión espiritual y astrológica. Son importantes para vivir mejor y para la curación. La primera cosa es que, todas las reacciones bioquímicas, en el ciclo de Krebs, son reversibles y son bi-direccionales. Normalmente, cuando una reacción química se realiza, los químicos se juntan y la reacción se completa y son irreversibles. Si queremos hacerlas reversibles, debemos hacer algo que provoque el cambio, pero estas reversiones, en el metabolismo, ocurren espontáneamente. De todo lo que se trata Aries es de reacciones espontáneas. Donde hay una fuerte influencia de Aries o Marte, hay una tendencia a querer ser un héroe y hacerlo todo por sí mismo y solo. Los materialistas piensan que la idea de algo como un cuerpo vital es innecesario, porque ellos entienden toda la química en detalle, calculan las fórmulas de la interacción y las fórmulas funcionan; pero, eso no explica por qué se da la reversión espontánea; si los presionamos, dirían que las reversiones ocurren porque el cuerpo necesita esa reversión, pero si el cuerpo lo necesita, eso implica que hay alguna clase de inteligencia y con eso vamos más allá de la mera química. Esto es verdad, incluso si tratamos de llevarlo a los sentidos corporales. Eventualmente, tendremos que buscar algo que está más allá de la mera química y cuando hagamos eso, obtendremos la idea de un cuerpo vital que interpenetra el cuerpo físico y es eso lo que causa la reversión cuando es necesaria. El cuerpo vital cuida del cuerpo denso. Para un clarividente, esto es, meramente, un asunto de percepción. 

La segunda cosa importante acerca del ciclo de Krebs, es que es un ciclo; es un ciclo bioquímico muy rápido que va en círculos, en ambas direcciones y es completado en unos pocos milisegundos y esa rata es suficientemente rápida como para entrar en el campo de las vibraciones del cuerpo vital, como Max Heindel dijo, en el libro para probacionistas. 

Para entender esto debemos regresar a algo de lo que ya hemos hablado. Hay una gran diferencia entre la subdivisión etérica y la subdivisión química del Mundo Físico; hay una diferencia entre el cuerpo vital y el cuerpo físico denso. En una de las primeras charlas, hablamos del fenómeno del rechazo de los órganos (en los trasplantes). En el cuerpo vital, ese es un fenómeno de vibraciones, pero en el cuerpo físico denso, es una diferencia química. 

Todo gira, en el Mundo Físico, en ambas direcciones. La velocidad del giro y la dirección del giro indican la naturaleza de la consciencia de la cosa que está girando. En la subdivisión química, es como la Tierra que gira sobre su eje. En la subdivisión etérica, se parece más a un vórtice* o remolino. Esto es cierto, tanto para los átomos como para las moléculas. En las moléculas es muy complejo, en los átomos es más simple; así es que, lo veremos en la forma más simple, en los átomos. La Filosofía Rosacruz da varias descripciones de los átomos del cuerpo vital, muestra cómo se insertan en los átomos químicos. Max Heindel los llama prismas, Platón los denomina triángulos. Max Heindel describe el comportamiento de estos vórtices en varios lugares; los describe como un canasto con un cinturón de alambres sobrepuesto. Es como el diagrama de la órbita de un satélite*. 

En realidad, es un vórtice muy complejo. Si los ponemos juntos veremos lo que un contemporáneo de Max Heindel hizo. Él dibujó, muy cuidadosamente, un átomo etérico*. En la lámina pueden ver que es muy complejo; el diagrama está solo en dos dimensiones, pero en realidad, tiene cuatro dimensiones y si observan cuidadosamente el diagrama, pueden ver el caduceo de Mercurio en el centro. 

Todo esto es solo para demostrar, de una manera aproximada, cómo, el espíritu se inserta en el cuerpo físico denso a través del cuerpo vital y es en esa inserción que tenemos el fuego espontáneo que llamamos metabolismo. El cambio espontáneo de dirección es inteligente y pleno de propósito, ¡incluso los materialistas lo ven! pero, creen que se produce por la combinación de una compleja serie de accidentes. Eso es porque no comprenden la creación evolutiva. Lo maravilloso acerca de esto es cómo el Ego espiritual, el Ser, puede activar esto y cambiarlo a voluntad. Es una declaración activa de la voluntad de acelerar o refrenar nuestro metabolismo, es el “Yo soy” de Aries, manifestado en el fuego metabólico. 

 Traducido por Ximena Herrera Larenas 

Centro Fraternal Rosacruz Max Heindel, Santiago, Chile 


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