…Y LAS ENSEÑANZAS CUBRIRÁN EL MUNDO
Max Heindel tuvo una visión que le permitió contemplar multitudes acudiendo a Mount Ecclesia, en busca de la luz de las Enseñanzas. Pero, ¿cuándo ha de ocurrir eso? En la Era de Acuario, que se aproxima rápidamente, o antes, como preparación para esa época que se nos promete llena de consecuciones espirituales?
La ciencia ya ha empezado a responder a la influencia de su zona de penumbra, su orbe, desde mediados del siglo XX. En efecto: en sólo cincuenta años, nos hemos tenido que familiarizar con la televisión, los satélites, los viajes espaciales, el agujero de ozono, el rayo láser, la informática, los trasplantes de órganos, la clonación de seres vivos, la telefonía móvil, internet, la energía atómica, los vuelos supersónicos, la manipulación genética e infinitos etcéteras en todos los terrenos imaginables.
Pero, ¿y el espíritu? ¿Es cierto que, en el aspecto espiritual nos hemos quedado atrás, que el hombre ha sido desbordado por sus propias creaciones? No. Rotundamente, no. Desde el punto de vista espiritual hemos progresado, como especie, mucho más que desde el de la técnica y el de la ciencia. Porque: hemos generalizado la aceptación e inclusión en la conciencia colectiva, de: los Derechos Humanos, los del Niño, los de la Mujer, los del Inmigrante, la abolición de la pena de muerte, la asistencia social generalizada, la escolarización obligatoria, el asentamiento de la democracia como sistema de gobierno, la familiarización con los conocimientos astrológicos y ocultos, la necesidad y utilidad de las ONG,s, de la ecología, de la finalidad pacificadora de los ejércitos, etc.
Por otra parte, quienes nos dedicamos especialmente a la vida del espíritu, a facilitar el despertar de las almas, estamos comprobando a qué velocidad y con qué avidez la gente busca y responde a las Enseñanzas de nuestra filosofía. Cómo su
impacto produce comprensión de la existencia, tranquilidad, devoción, fe, elevación de miras, cambio de vida, deseo de compartir, tolerancia, altruismo, ampliaciones de conciencia, felicidad interna… Porque son bien recibidas por el espíritu, tienen sabor a algo intuido o deseado o soñado o incluso conocido, algo que nos resulta familiar y esclarecedor y entrañable y nuestro. Son unas Enseñanzas que marcan para siempre a quien las recibe, que ya no será el mismo, porque siente que ha iniciado un viaje sin retorno, cuya meta es el cielo.
Y esto está cundiendo a nivel mundial. En progresión geométrica. Y cada escrito y cada conferencia y cada libro y cada cassette y cada palabra y cada oración, van incrementando e intensificando los efectos de las Enseñanzas y atrayendo a más gente,
ávida de luz, en todos los países.
Es maravilloso contemplar este despertar del espíritu, esta imparable oleada e hambre del alma, que nos está exigiendo a todos el máximo esfuerzo.
Pocas veces en la historia ha habido mejor ocasión de servir a la Humanidad, en el más amplio sentido de la palabra. Y cada día está más próxima la asunción por el hombre de su propia evolución y la consiguiente liberación de Cristo.
Unamos nuestros esfuerzos a los Suyos que, en el Equinoccio de Otoño ha iniciado, una vez más, su penetración en la Tierra y que, en el Solsticio de Invierno
elevará otro poco la vibración del Planeta, al entregarnos, por casi dosmilésima vez, toda Su vida.
Y esforcémonos. Es nuestro turno. Y es nuestra ocasión. Y nuestra prueba.
Boletín Nº 37 AÑO 2.000 - CUARTO TRIMESTRE
(Octubre-Diciembre) FRATERNIDAD ROSACRUZ MAX HEINDEL (MADRID)
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