lunes, 16 de marzo de 2015

EDITORIAL Nº 39 AÑO 2.001


EDITORIAL     
Boletín Rosacruz , Nº 39 AÑO 2.001 - SEGUNDO TRIMESTRE
(Abril - Junio)

          No es que los medios de comunicación magnifican los desastres naturales, que siempre han existido. No es que tengamos puesta la atención, de un modo especial, en los terremotos, inundaciones, incendios, huracanes, tempestades, erupciones volcánicas, epizootias, elevación de la temperatura ambiente, agujero de ozono, etc. No. Es que se están  produciendo  por  doquier  y  en  mayor  número  de  lo  que  venía  siendo  habitual durante los últimos siglos.

            Y,  ¿a  qué  puede  deberse?  Hay  varios  motivos  que,  en  última  instancia,  son  éstos:
 
            1º.- Estamos saliendo de la Era de Piscis, cuyas vibraciones van debilitándose, no sin antes manifestarse  - su nota clave es “armonía  a través del conflicto” - en una multiplicidad de guerras y luchas étnicas o religiosas, independentismos, nacionalismos y exacerbación de la separatividad.
 
            2º.- Estamos entrando - y bien se nota en la aceleración de los descubrimientos científicos (el último el del genoma humano) y técnicos - en la zona de penumbra de la Era  de  Acuario,  lo  cual  supone  que  la  Tierra  está  recibiendo  vibraciones  nuevas  que influyen  sobre todo lo existente, desde el átomo o, mejor aún, desde el electrón de la sustancia raíz cósmica, hasta el globo terráqueo en su conjunto.
            Pero,  las  energías  cósmicas,  que  son  al  mismo  tiempo  energías  espirituales, producen  siempre  un  doble  efecto  en  los  seres  que  las  reciben,  en  base  a  las  propias vibraciones de  éstos,  de modo  que,  por un  lado,  incrementan  lo  positivo  en  los  seres positivos  pero,  por  otro,  robustecen  lo  negativo  en  los  seres  negativos.  Son  como  el abono, que hace  crecer al mismo  tiempo las flores y la mala hierba, porque cada uno depende, en el fondo, de la semilla de donde proviene.
            Esas  vibraciones  están  produciendo,  además,  una  tendencia  irresistible  a  la unificación,  en  todos  los  aspectos:  religioso,  social,  empresarial,  político.,  etc.  Y proliferan  las  conversaciones  entre  líderes  religiosos  y  las  ONGs,  y  las  fusiones  de empresas y la formación de  entes como la Comunidad Europea y otros menores, etc.
 
            3º.- Sabemos que “la energía sigue al pensamiento” (es una ley natural), lo cual equivale a decir que, cualquier pensamiento y cualquier deseo o emoción - que siempre 
presuponen  el  pensamiento  -  no  es  más  que  una  orden  que  damos,  consciente  o inconscientemente, a la naturaleza. Orden que produce dos efectos: el de permanecer en nuestra propia aura o en el aura familiar o social o nacional o mundial, condicionando con  su  vibración  la  de  nuestras  vidas;  y  el  de  que  los  elementales  constructores  - espíritus de la Naturaleza y elementales, comandados por ángeles de distintas categorías -  se  apresuran  y  esfuerzan  por  plasmar,  por  manifestar  materialmente,  esos pensamientos  forma  y  esas  formas  de  deseo  que  hemos  creado.  Y  que, desgraciadamente, no son siempre de la mejor calidad moral.
 
            4º.-  Los  medios  de  comunicación,  que  no  son  sino  un  reflejo  del  sentir  y  del penar  general  pero  que,  además,  sirven  de  sembradores,  de  ejemplificadores  y  de 
amplificadores,  retroalimentan  nuestros  pensamientos  y  deseos  materialistas  y egocéntricos a la vez.
 
            5º.- El ambiente mental y emocional - los cuerpos mental concreto y de deseos de  la  Tierra  -  debido  a  que,  desgraciadamente,  abunda  más  el  mal  que  el  bien,  están siendo terriblemente polucionados. Piénsese sólo, por ejemplo, en la cantidad de miles
de  emisoras  de  radio  que  están,  las  veinticuatro  horas  del  día,  en  todo  el  planeta, enviando  a  las  ondas  música  rock  y  similares  que  -  como  ya  hacían  en  la  Época Lemúrica  en  la  que  se  usaban  para  ayudarnos  a  pasar  del  estadio  vegetal  al  animal  - despiertan  los  instintos  animales.  Y  piénsese  en  la  oleada  de  sexismo  que  invade  los media, el cine, la literatura y la televisión mundiales.
            Esa inmensa masa de formas mentales y emocionales de bajísima tasa vibratoria está asfixiando al Logos Planetario y al Rayo del Cristo Cósmico, Regente de la Tierra y,  lógicamente,  ha  de  producir  la  consiguiente  reacción  en  su  organismo  -  el  estrato reflector, séptimo de los nueve terrestres - del mismo modo que una mala oxigenación y una  deficiente  alimentación  del  cuerpo  físico,  acaban  produciendo  en  él  sarpullidos, forúnculos, hemorragias, cefaleas, lipotimias, etc. cuya gravedad y consecuencias serán proporcionales  a las agresiones recibidas.
 
            6º.- La voluntad divina, sin embargo, el plan concebido por Dios para su obra no puede detenerse. Camina inexorablemente hacia su realización. Y, por ello, los Señores del  Karma,  cuando  una  idea,  un  sentimiento,  una  estructura,  un  organismo  o  una civilización cristalizan y frenan la evolución porque han dado de sí todo lo que podían, se  encargan  de  destruir  esas  formas,  ya  inútiles,  y  de  dar  vida  a  otras  nuevas  que llevarán el plan divino adelante.
 
            7º.- Pero, sobre todo ello, como anticipo del fin de este tiempo de dolor, en el plano  mental  abstracto  y  en  la  más  elevada  región  del  Mundo  del  Deseo,  gracias  al derramamiento del Amor Crístico desde el Mundo del Espíritu de Vida, la positividad crece rápidamente. De ahí las grandes concepciones relativas a la fraternidad universal y a  la  hermandad  de  todos  los  hombres,  que  empiezan  a  penetrar  en  la  conciencia colectiva  como  un  valor  consustancial  con  la  vida,  y  que  están  dando  lugar  a pensamientos  y  sentimientos  y  deseos  que  acabarán  por  disolver  las  nubes  de negatividad que polucionan los planos mental y emocional, y darán paso a una nueva Era de características difícilmente imaginables desde nuestra actual oscuridad.
                  Todo esto, a la vez, es lo que está ocurriendo en nuestro mundo y ante nuestros ojos.
           Nuestro  papel  y  nuestra  postura,  pues,  están  claros:  Mantenernos  útiles, serviciales, con la mente abierta, llenos de amor, evitando la cristalización en cualquier 
aspecto - mental, emocional o físico - para librarnos de la eliminación y ser, en cambio, utilizados como instrumentos de Dios en la realización de Su plan.

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Boletín Rosacruz , Nº 39 AÑO 2.001 - SEGUNDO TRIMESTRE 
(Abril - Junio) Fraternidad Rosacruz Max Heindel de Madrid

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