martes, 31 de marzo de 2015

Diferencia esencial entre las Enseñanzas de la Filosofía Rosacruz y las de la iglesia ortodoxa


PREGUNTAS Y RESPUESTAS 
(de Rays from the Rose Cross de mayo-junio de 2001) 

Pregunta: ¿Cuál es la diferencia esencial entre las Enseñanzas de la Filosofía  Rosacruz y las de la iglesia ortodoxa?

Respuesta: Hay muchas diferencias pero, quizás, la principal es la enseñanza de la ortodoxia de que, en cada nacimiento, una nueva alma entra en la existencia material, recién  salida  de  las  manos  de  Dios;  que  vive  aquí  en  un  cuerpo  material  durante  un tiempo  más  o  menos  largo  y,  luego,  pasa,  mediante  la  muerte,  al  más  allá  invisible, donde permanece por toda la eternidad en un estado de felicidad o de sufrimiento, según la vida que haya llevado aquí en el cuerpo.
            La Enseñanza Rosacruz dice que cada alma es una parte integrante de Dios, que está  intentando  adquirir  experiencia,  mediante  repetidas  existencias,  en  cada  vez  más avanzados cuerpos materiales; y que pasa muchas veces por la existencia material y por
la inmaterial; que, cada vez,  posee un poco más de experiencia que la vez anterior; y que,  con  el  tiempo,  acabará  pasando  de  la  nesciencia  a  la  omnisciencia  y  de  la impotencia a la omnipotencia, gracias a esa experiencia.
            Nuestro sentido de la justicia se rebela frente a una enseñanza que envía a un alma  al  hogar  de  una  familia  culta  y  noble,  en  el  que  tiene  la  ventaja  de  la  riqueza, donde al niño en crecimiento se le inculcan enseñanzas morales y, en cambio, envía a otra alma a los barrios bajos, con un padre ladrón y una madre, quizás, inmoral, y cuyas enseñanzas  consisten  en  mentir,  robar,  etc.  Si  estuviéramos  aquí  sólo  una  vez,  todos deberíamos  tener  la  misma  oportunidad  de  ser  juzgados  por  la  misma  ley,  cuando sabemos que  no  hay dos  personas  que  tengan en  la  vida  las  mismas  experiencias.  Y, mientras uno se enfrenta a muchas tentaciones, el otro vive comparativamente alejado de las tormentas de la vida.
            Por lo tanto, si a un alma se la sitúa en un ambiente moral y a la otra en otro inmoral, no es justo enviar al primero a los cielos a disfrutar de la eterna felicidad por haber obrado bien, cuando no ha tenido posibilidades de no hacerlo; ni es justo enviar al otro  al  infierno  por  haber  hurtado  o  robado,  si  las  condiciones  de  su  ambiente  le impidieron obrar de otro modo.
            Las Enseñanzas Rosacruces mantienen que, cualquiera que sea el lugar en el que se  nos  sitúe,  es  siempre  el  más  apropiado  para  nosotros,  en  base  a  nuestras  propias experiencias  de  vidas  anteriores;  y  que  recibimos  siempre  exactamente  lo  que  nos merecemos;  y que todas las experiencias que nos salen al paso son, precisamente,  las 
que necesitamos para adquirir el necesario ímpetu para el siguiente estadio de nuestro desarrollo.

  FRATERNIDAD  ROSACRUZ   MAX HEINDEL  (MADRID)
BOLETÍN INTERNO Nº 40 AÑO 2.001 - TERCER TRIMESTRE 
(Julio - Septiembre)

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