Nuestras deudas de destino
PREGUNTAS Y RESPUESTAS
(De Rays from the Rose Cross de enero/febrero de 1.989)
Pregunta: Si una persona lleva una existencia llena de penalidades y se esfuerza por cumplir sus obligaciones, ¿será su próxima vida más fácil y soportable o, si es un alma avanzada, habrá de soportar más dificultades, para aprender a ayudar a la Humanidad?
Respuesta: Durante la primera parte de su evolución, la Humanidad cometió los más atroces crímenes, porque actuaba enteramente por egoísmo y con desprecio absoluto de los sentimientos de los demás. En aquellos lejanos tiempos, éramos astutos y crueles y rara vez hacíamos el bien. De hecho, se recuerda que, entonces, el hombre pasaba la mayor parte del intervalo entre cada dos vidas en las regiones purgatoriales, expiando los crímenes cometidos durante la vida física, y no existía vida celestial de qué hablar. Esa situación, a la que se refiere la Biblia al decir que estábamos “inmersos en violaciones y pecado”, es la que hizo necesaria la entrada de Cristo en la tierra con el fin de elevar sus vibraciones, de modo que el altruismo conquistase gradualmente al egoísmo y nos proporcionara una vida celestial, una estancia en los cielos, como base para nuestro progreso y evolución.
Por tanto, es evidente que, durante aquel período de degradación y pecado,
contrajimos muchas deudas y obligaciones con nuestro prójimo, que ahora hemos de
pagar con amor, bondad y servicio. Todos nosotros traemos ese peso del pasado, que es
lo que constituye el denominado Guardián del Umbral.
Se dice, y con razón , que “los molinos de Dios muelen muy despacio, pero muy fino” y que cada transgresión de la ley exige una justa compensación. Por tanto, la deuda del pasado ha de pagarse y, en el intervalo entre vidas se nos muestran las imágenes de la parte que debe ser pagada, siguiendo el proceso evolutivo. Y se nos permite escoger nuestro futuro entre las varias posibilidades que se nos muestran.
Entonces, si se trata de un Ego, como usted dice, avanzado, elegirá la vida más dura posible para disolver cuanto antes ese fardo de deuda que ha acumulado en su pasado ya que, cuanto antes lo liquide, antes podrá dedicarse a labores más elevadas. Por otra parte, se dice que “el Señor atempera el viento para la oveja esquilada”. A las almas débiles, que son incapaces de bregar con las dificultades, se les da lo que nosotros
vemos como vidas más fáciles, en las que pueden pagar sus deudas en “moneda fraccionaria”, poco a poco, lo cual les exigirá, lógicamente, más tiempo hasta que queden totalmente liberadas.
Hay, por tanto, una razón para llamar a Job el amigo y favorito de Dios y para decir que “Dios castiga a quienes ama”. Dándonos todo lo que podemos soportar, de acuerdo con nuestra demanda y con nuestro consentimiento, las Jerarquías que están a cargo de la evolución, nos muestran realmente su favor. Por eso Cristo llamó bienaventurados a quienes fueran perseguidos por su causa, como Él enfatizó, injustamente.
La luz que el ocultismo arroja sobre el problema del dolor es uno de los más potentes rayos de esperanza para quien es bendecido con su conocimiento. Nos da valor
para vencer toda aflicción. Todo lo que nos venga, lo hemos sembrado y, si somos
cuidadosos en aprender la lección y en prestar el servicio y la ayuda requeridos en cada caso, podemos estar seguros de que, no sólo estamos liquidando las deudas del pasado, sino almacenando tesoros en el cielo, que revertirán sobre nosotros en forma de poder anímico, para conservarnos en el Sendero de la rectitud en futuras vidas.
Boletín Nº 34 AÑO 2.000 - PRIMER TRIMESTRE
(Enero - Marzo) FRATERNIDAD ROSACRUZ MAX HEINDEL
(MADRID)
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