CAOS
(Lección Mensual del Estudiante de marzo de 1971)
“En el principio creo Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo y el espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas” (Génesis 1:1-2).
El autor del Génesis empleó la palabra “aguas” intentando expresar el concepto de algo que podía ser “movido” por el espíritu. Ese algo era la Sustancia-Raíz cósmica.
“Cuando Dios desea crear, busca un lugar apropiado, que llena con su aura, saturando cada átomo de la Sustancia-Raíz cósmica de esa particular porción del
Espacio, con Su Vida, despertando así la actividad latente dentro de cada átomo indiviso.
Esta Sustancia-Raíz cósmica es una expresión del polo negativo del Espíritu Universal, mientras que el Gran Ser Creador que llamamos Dios, del cual somos una parte, es una expresión de la energía positiva del mismo Espíritu Universal Absoluto”
(Concepto Rosacruz del Cosmos)
Por lo general, la gente, cuya conciencia está centrada en el mundo material, identifica el Caos con el desorden y la confusión. Pero el Caos, en sentido espiritual, es el plan de Dios en estado seminal, en relación con todos los reinos que Él creó, incluyendo el vegetal, el animal y el humano.
Un ocultista considera todo lo que ve en forma enteramente diferente que cualquier otra persona. Él tiene una clase especial de conocimiento que descubre ideas y aún mundos, especialmente cuando lo usa positivamente.. Sus valores cambian. En lugar de ser confundido por la palabra Caos, su reverencia aumente y aprende a considerarla como un nombre santo. Él ve el mundo visible como una revelación de un potencial espiritual en la lucha hacia la perfección, hacia la verdadera imagen de Dios.
Todo es espíritu. Desde las manifestaciones materiales más bajas, hacia arriba, a través de todos los mundos, hasta el de los Espíritus Virginales, todos son parte de Él. Nuestros astronautas volaron a través del Espíritu. Nadie puede escapar de él, porque él
llena el universo. Las galaxias son espíritus de otros creadores y todas las galaxias son partes de un Creador, todavía más grande, pero también Espíritu.
Todas las formas de vida tuvieron su origen en el Caos; fueron una vez la simiente espiritual, puro espíritu, que fue infundido con las ideas del Creador. Todo
elemento y todo principio que haya de ser usado alguna vez en las eternidades del nacimiento, crecimiento y decadencia cósmicos, están dentro de la sustancia del Caos.
Toda forma es espacio cristalizado, el aspecto negativo del Espíritu. La Vida que compenetró el Espacio seleccionado es el polo positivo del mismo Espíritu, animando la
forma, negativa, para llevarla a la manifestación y a la acción. Fue el poder divino el que sacó el Cosmos del Caos.
El Caos es un estado espiritual en el cual “la distinción entre forma y vida cesa. Esto se aplica, no sólo al hombre y a los reinos inferiores, sino también a los Mundos y Globos, que son la base de la forma para la vida evolucionante. Únicamente los átomos simiente y los núcleos o centros de los Globos Mundiales permanecen; todo lo demás es un estado homogéneo” (Concepto Rosacruz del Cosmos).
El Espíritu está activo todo el tiempo, ya sea durante la manifestación, ya sea en el Caos. Las formas antiguas, que han dejado de ser útiles están siendo continuamente devueltas al Caos, mientras que las nuevas emergen, para permitir la continuación de la obra de la evolución. Max Heindel subraya el hecho de que no podría haber progreso sin esa alternancia, que se refleja en nuestro mundo material en el día y la noche.
Para nosotros, que estamos luchando por dominar nuestras reacciones a las experiencias diarias y tratando de modelar nuestra vida según la imagen del nuevo
conocimiento de nuestras actividades en los mundos celestes, es importante comprender el hecho de que el “tiempo” pasado en el Caos, entre Períodos y Revoluciones, es MUCHO MÁS IMPORTANTE para el crecimiento del alma, si usamos nuestras oportunidades físicas hasta lo máximo de nuestra capacidad, o nuestra facultad de absorber el ímpetu espiritual en el Caos quedará limitada. Max Heindel afirmó que “la capacidad de progresar es, enteramente, el resultado de la permanencia en el Caos”.
Los egos menos desarrollados espiritualmente son estimulados por el contacto con los de mayor elevación; no hay allí mente ni emoción que imposibilite la absorción de las cualidades espirituales generadas por egos más avanzados. Cuando la leche se derrama sobre el agua, ésta cambia de color y de calidad. Similarmente, en el Caos, los “espíritus más jóvenes” pueden apropiarse los frutos de los más espirituales, porque en él todas las clases están tan estrechamente unidas que son, en realidad, una sola. Aún los Grandes Seres que nos dieron los “gérmenes” de nuestros vehículos espirituales y materiales, continúan su trabajo sobre nosotros durante nuestra permanencia en el Caos. Por ejemplo: “…los Señores de la Llama estimularon el germen del espíritu Divino, articularmente durante la Noche Cósmica entre los Períodos de Saturno y Solar, continuando sus actividades hasta la mitad de la Primera Revolución del Período Solar”. ¿Podríamos, en nuestros sueños de servicio más idealistas, imaginar que podríamos aspirar a esto alguna vez?
El Caos no es un semillero virgen. Por ejemplo, cuando un ser humano llega al Caos, es completamente Espíritu, de nuevo uno con Dios. Pero cada Ego llega enriquecido con su propia experiencia. Cada uno es como una gota de agua devuelta al océano, con toda la identidad separada, perdida.
La salida original del Caos se llevó a cabo mediante el uso del calor y el movimiento, en el Período de Saturno, continuando el esfuerzo creador de Dios. Las
chispas divinas o Espíritus Virginales tenían dentro de sí la semilla de la gloria divina. Nosotros, como Espíritus Virginales, tenemos el privilegio de desarrollar dichas semillas y, finalmente, llegar a ser como Dios es: a su imagen.
El Caos es realmente una puerta para el dominio de los vehículos que los Espíritus Virginales tienen y de los que adquirirán todavía, y es una oportunidad para desarrollar las facultades espirituales que, al fin, permitirán la reunión espiritual consciente con el Creador. Es también un lugar en el que los Espíritus que no “aprobaron” deben entrar y esperar hasta que se presente una nueva oportunidad.
Para las personas desarrolladas hasta el estado presente, la idea de retroceder a ese punto de deterioro, a través de la Luna y de Saturno, hasta el Caos, resulta increíble. Es cierto que estos infortunados seres no perderán el resultado de su anterior experiencia, por lo menos hasta el punto en que fueron capaces de absorberla. Pero su respuesta a esas experiencias en al forma fue inadecuada, y no pudieron mantenerse al unísono con el reto de la Humanidad. Fueron privados de los átomos simiente de sus varios cuerpos y, en consecuencia, se ven forzados a esperar en ese “semillero” hasta que se presenten las condiciones correctas para su renacimiento. A primera vista, puede parecer injusto que a un espíritu se le haga sufrir, ya que no cometió maldad pero, después de meditarlo, se comprenderá que, si la Personalidad es la criatura del Yo Superior, esa responsabilidad no puede ser evadida.
En nuestro presente estado evolutivo debemos construir un alma, lo cual es un requisito necesario para nuestro futuro; y esa alma que debe ser amalgamada con el Triple Espíritu. El haber evadido este trabajo o el haber abusado del poder anímico a través del uso de las artes negras, hace imposible seguir el plan de Dios, de modo que tales egos son, finalmente, segregados, a través de la Luna y de Saturno, hacia el Caos, para esperar allí una nueva oportunidad de “crecer en espíritu.”
Como siempre hubo egos que avanzaron más allá que las “masas”, se tomaron medidas para su entrada en una mayor sabiduría y consciencia espiritual a través de las Escuelas de Misterios. Puesto que no hay sino UNA SOLA VERDAD, prescindiendo de los “sistemas” usados para entrenar al aspirante, la información relativa a estas verdades debe ser la misma, a despecho de los esfuerzos por ocultar la verdad a los ojos profanos. Por ejemplo, de acuerdo con los misterios de la Cábala (la herencia del Israel
antiguo), el espacio se representaba como agua (ver Génesis 1:2), en la cual un cierto grado de Luz creó todos los mundos. Se le llamó Ain Soph, el Ilimitado y sin término, y se le alude, a veces, como “El más anciano de los ancianos”.
Las explicaciones simbólicas del uso que el Creador hace de este espacio son diferentes en cada una de las Escuelas de Misterios. En los Misterio Órficos, el símbolo
antiguo era el huevo de serpiente entrelazada, que significaba el Cosmos rodeado por el ígneo Espíritu Creador.
Las fábulas y los mitos del pasado necesitan una clave para comprender la verdad básica subyacente, lo que requiere que el estudiante escarbe profundamente en esta ciencia antes de que sus ojos internos vean lo que está escondido.
Nosotros, como estudiantes de la Filosofía Rosacruz, tenemos una explicación correcta de muchas verdades espirituales. Pero Max Heindel nos dijo que la información contenida en el Concepto Rosacruz del Cosmos es a nivel elemental y que, a menos que podamos comprenderla en algún grado, no podremos comprender conceptos más sutiles y superiores.
Cada uno de nosotros tiene diferente grado de comprensión mental pero, meditando sobre el asunto y esforzándonos por moldear nuestras vidas de acuerdo con
el modelo que nos presentó Cristo, todo conocimiento resulta finalmente obtenible.
Boletín Nº 37 AÑO 2.000 - CUARTO TRIMESTRE
(Octubre-Diciembre) FRATERNIDAD ROSACRUZ MAX HEINDEL (MADRID)
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