jueves, 2 de junio de 2016

Enseñanzas de Max Heindel sobre la pureza y el amor (2)



MAX HEINDEL

Para volvernos puros y permanecer así, debemos evitar el más insignificante pensamiento sexual en lo privado, y debemos  esquivar el asunto en público, excepto cuando sea necesario  impresionar a todos con la santidad de la función creativa.
Alabemos el amor divino, el amor de una a otra alma; asegurémonos de que esté bien claro que el amor que elegimos es el amor descrito  por San Pablo en ese glorioso capítulo trece de la Primera a los Corintios. 

Primera Epístola del Apóstol San Pablo a los Corintios 
Capítulo 13 - La preeminencia del amor

1 - Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser  como metal que resuena, o címbalo que retiñe.
2 - Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.
3 - Y si repartiere todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
4 - El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no envanece;
5 - no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 
6 - no se goza de la injusticia, mas se goza de la verad.
7 - Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
8 - El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas,  y la ciencia acabará.
9 - Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos;
10 - mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.
11 - Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era niño.
12 - Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido.
13 - Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.


Reciban mi afectuoso y fraternal saludo,
César Lillo Arellano


Agradecemos al Sr. César Lillo Arellano, por este aporte

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