Usted algunas veces habla de almas jóvenes y de almas viejas. ¿No comenzamos esta vida terrestre todos al mismo tiempo? o vinieron algunos de una previa oleada de vida? ¿No son todos los blancos de la misma edad anímica?
Respuesta: Sí, comenzamos al mismo tiempo como Espíritus virginales nuestro peregrinaje evolucionario, pero desde el mismo principio hubo algunos que eran más adaptables que otros al ambiente. Por consiguiente desde el mismo comienzo ha habido algunos que se han rezagado en la escuela de la vida, exactamente como sucede con los niños de nuestras escuelas hoy día.
Algunos son más precoces que otros, y estos precoces de la escuela de la vida son naturalmente capaces de pasar las diferentes fases de la evolución llevando consigo un más alto grado de conciencia que los otros.
Así es que la oleada de vida que es ahora humana ha sido automáticamente dividida en un número de clases que ahora vemos bajo la forma de hombres blancos, negros, rojos y amarillos, y los más atrasados de la escuela son ahora los monos antropoides. Por otra parte hay también algunos que han sido particularmente precoces y que han tomado grados más elevados en la evolución que la mayoría de la humanidad. Son, comparativamente hablando, muy pocos sin embargo, y los encontramos como Iniciados, Adeptos y Hermanos Mayores de la Humanidad, quienes están en lo más alto de la escala de la oleada de vida humana. Por lo tanto, es cierto que todos nosotros hemos estado el mismo tiempo en el camino de la evolución, pero algunos han sido más adaptables, más diligentes. En consecuencia han cosechado para sí mismos una mayor cantidad de experiencia. Esto es lo que realmente constituye la edad del alma, de modo que aquellos que han alcanzado la más elevada cantidad de conocimiento pueden probablemente ser llamados "almas viejas, mientras que los que están atrás de ellos son, comparativamente hablando, "almas jóvenes". Aquellos “espíritus” que animan a los antropoides puede decirse "que no tienen alma".
del libro "Filosofía Rosacruz en Preguntas y Respuestas"
Tomo Segundo, Max Heindel
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