miércoles, 28 de septiembre de 2016

Prueba de la existencia del cuerpo vital


PREGUNTA Nº 131:  PRUEBA DE LA EXISTENCIA DEL CUERPO VITAL
Me parece perfectamente lógico que debe haber un cuerpo más sutil tal como el que usted llama el cuerpo vital, ¿pero hay alguna forma de probar esto a un amigo que es muy escéptico y argumentador?

Respuesta: "Un hombre convencido contra su voluntad, es todavía de la misma opinión", dice un antiguo proverbio que es verdadero. En tanto que su amigo esté todavía en el estado argumentativo, y no inclinado a examinar las pruebas con una mente abierta, es pérdida de tiempo tratar de cambiar su opinión. Sugeriríamos que usted cesase de discutir, entonces él puede devenir ansioso y querer averiguar algo más. Cuando él lo haga, hay muchas maneras de probar la existencia y realidad del cuerpo vital. Podemos mencionar unas pocas.
En primer lugar está la cámara fotográfica. Tal vez usted pueda encontrar en su ciudad, entre los espiritistas, alguien capaz de tomar fotografías de espíritus. Aunque existen trucos bien conocidos de los fotógrafos mediante los cuales pueden producirse tales fotografías, es, no obstante, un hecho que bajo condiciones en que no hubo absolutamente ningún fraude, han sido tomadas fotografías de personas que han pasado al más allá. Esas personas han sido capaces de revestirse de éter, material del cual está hecho el cuerpo vital, y que es visible para el lente de la cámara. El mismo que escribe fue una vez captado por la cámara cuando viajó en su cuerpo vital desde Los Ángeles a San Pedro para ver a un amigo que se iba en un vapor.
Sucedió que él quedó entre este amigo y la cámara de otro amigo que estaba, precisamente, tomando una instantánea del buque, y el parecido fue tan notable que fue reconocido por un gran número de personas.
Luego tenemos el fenómeno de los perros que siguen a ciertas personas por el olor obtenido de la ropa que han vestido. Esta ropa está impregnada por el éter del cuerpo vital, que más tarde se proyecta cosa de pulgada y media más allá de la periferia del cuerpo denso. De aquí, también, que a cada paso que damos, la tierra queda impregnada por este fluido invisible y radiante. Pero ha sido hallado que los sabuesos que siguen al criminal fugitivo fueron engañados y perdieron el olor cuando el fugitivo se ponía patines y caminaba sobre la nieve.
Esto le alzaba sobre el suelo, de modo que el cuerpo vital que se proyectaba bajo sus pies no impregnaba el hielo y por lo tanto no había olor mediante el cual los sabuesos pudieran rastrearlo. Resultados similares han sido obtenidos por una persona que huyó del sitio de un crimen andando en zancos.
Luego está el caso del curador magnético que extrae de un paciente las partes enfermas del cuerpo vital, las cuales son entonces reemplazadas por éteres frescos que permiten a las fuerzas vitales circular a través del órgano físico enfermo y así efectuar una cura. Si el curador magnético no tiene cuidado de tirar el fluido etérico negro, gelatinoso y miasmático que ha atraído a su propio cuerpo, él, a su vez, se pondrá enfermo y si no hubiese tal fluido invisible como el de que hablamos, los fenómenos de la recuperación del paciente y la enfermedad del curador magnético no podrían tener lugar.
Finalmente podemos decir que si usted puede encontrar las condiciones y soportar las molestias hay una manera y una condición bajo las cuales un gran número de personas son capaces de ver por sí mismas el cuerpo vital. Esto es más fácilmente logrado en los países del sur, donde los cuerpos muertos son rápidamente enterrados después de la muerte. Seleccione un tiempo lo más cercano posible a la Luna llena. Luego busque las noticias fúnebres en los periódicos y vaya al cementerio al anochecer siguiente al funeral de alguien que haya muerto dentro de las veinticuatro horas pasadas. Usted verá entonces probablemente encima de la tumba recién hecha, centelleando a la luz de la luna, la forma nebulosa del cuerpo vital que se queda allí a desintegrarse sincrónicamente con el cuerpo en la tumba. Esto puede ser visto en todo tiempo por el vidente, pero solamente es suficientemente denso como para ser visto de la gente ordinaria en la primera noche después del funeral. Si a primera vista no lo ve usted, dé vueltas alrededor de la tumba y mírela fijamente desde diferentes ángulos. Entonces usted probablemente obtendrá la más convincente prueba ocular.

del libro "Filosofía Rosacruz en Preguntas y Respuestas"
 Tomo Segundo, de Max Heindel


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