viernes, 16 de septiembre de 2016

Efectos de Venus en la casa doce

PREGUNTA Nº 119: EFECTOS DE VENUS EN LA CASA DOCE
Observo que en el magazine de Abril usted dice que acepta preguntas relativas a discrepancias en las delineaciones astrológicas, así es que yo estaría satisfecho si usted señalase el camino para hacer que concuerden las siguientes afirmaciones:
En el horóscopo de Doris A, en el numero de Febrero, dice usted que ella va a tener una vida fácil, porque no hay un solo aspecto malo en dicho horóscopo. Pero Venus esta en la casa doce, y en El Mensaje de las Estrellas, se afirma, hablando de Venus en la casa de la aflicción, a saber, la doce, que: "Allí la sonrisa de Venus es ahogada por las lágrimas".

Respuesta: Cuando juzgamos el efecto de los planetas en un horóscopo cualquiera, debemos recordar en primer lugar que un solo aspecto o posición no es suficiente para causar efectos importantes en la vida, sino que siempre debe ser tenida en consideración la tendencia general del horóscopo. En segundo lugar es importante recordar que los aspectos entre los planetas tienen un efecto más fuerte que la simple casa o signo en que están colocados. Si las indicaciones generales de un horóscopo muestran una vida buena y fácil, Venus colocado en la casa doce por sí solo no podrá cambiar la validez de este juicio. Si este planeta estuviese afligido por una cuadratura u oposición de Saturno, el caso sería diferente, y el juicio general debe ser modificado para conformarse con este hecho. Sin embargo, si Venus fuese a recibir un trino del Sol o Júpiter, el mero hecho de su situación en la casa doce sería casi nulo en comparación con el efecto de tan poderosos aspectos. Así es que si usted conserva estos puntos en la memoria y recuerda que la influencia de un planeta no aspectado es débil, no importa cual sea su posición en el horóscopo, y que ningún aspecto único es decisivo en ningún tiempo, no tendrá dificultad en reconciliar nuestras afirmaciones.

del libro "Filosofía Rosacruz en Preguntas y Respuestas" 
Tomo Segundo, de Max Heindel


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