Mucha gente cree que estamos entrando, o estamos próximos a entrar, en una nueva edad. Algunos entienden que es la Edad de Acuario, que eso es, y en cierta extensión, lo que está pasando. Sin embargo, yo todavía no he oído una explicación inteligente acera de cuándo precisamente nuestra Tierra o nuestro sistema solar entrará en esta Edad, y de si la Edad de Acuario coincide con el paso del Sol por la constelación de Acuario o por la división zodiacal de ese nombre.
Respuesta: En este párrafo nuestro corresponsal trata un numero de puntos, y bajo el principio de que “los últimos serán los primeros”, consideraremos primero la última parte de su interrogación, en la cual hace una distinción entre la constelación de Acuario y la división zodiacal de ese nombre. Esto, en sí mismo, constituye una gran dificultad para mucha gente, que no sabe cómo diferenciar entre las constelaciones zodiacales y el así llamado zodíaco intelectual. La explicación es como sigue:
Un cierto número de estrellas del cielo se llama Aries; otro grupo, situado cerca de ellas, se llama Tauro; un tercer grupo de estrellas fijas se llama Géminis, y así sucesivamente. Estas doce constelaciones, o grupos de estrellas, tal como se ven en el cielo, siempre permanecen en la misma posición relativa, y por lo tanto no cambian.
A través de todos los siglos de los cuales tenemos memoria, estas estrellas han permanecido en el mismo grupo y alrededor de la misma posición relativa, una con otra. A través de estas constelaciones el Sol da vueltas de año en año con precisión invariable, pero debido al hecho de que el eje de la tierra se inclina hacia el Sol y tiene un movimiento giratorio como el de un trompo que da vueltas y casi ha gastado su impulso, el movimiento del Sol aparece como no uniforme. Cada año, cuando entra en la constelación de Aries cruzando el ecuador de la tierra, lo hace un poquito más temprano que el año anterior. Se dice que precede. Así es que el punto en que el Sol cruza el ecuador en el equinoccio vernal tiene un movimiento hacia atrás de año en año a razón de un grado en setenta y dos años, una constelación en dos mil cien años, y los doce signos todos en veinticinco mil ochocientos cincuenta y seis años. Este último período recibe el nombre de Gran Año Sideral.
Ha sido observado que no importa en qué sitio del zodiaco cruce el Sol el ecuador, tiene lugar un cierto efecto físico. Las flores comienzan a brotar de la tierra, los pájaros comienzan a aparearse y la muda tierra despierta a nueva vida, nueva esperanza y nueva canción. También se ha observado que los efectos espirituales que siguen a la entrada del Sol en el Hemisferio Norte en el equinoccio vernal, permanecen invariables. Por consiguiente los primeros treinta grados a partir del punto donde el Sol cruza el ecuador se llaman Aries; los siguientes treinta grados se llaman Tauro; el tercer grupo de treinta grados se llama Géminis, y así sucesivamente a través de los doce signos.
Esta división intelectual del círculo zodiacal coincide con las constelaciones celestiales sólo una vez en veinticinco mil ochocientos cincuenta y seis años. Durante todo el resto del tiempo el zodiaco intelectual se mueve hacia atrás, según se explicó, a causa de la presesión de los equinoccios. La última vez que el punto de partida del zodíaco intelectual coincidió con el punto correspondiente de la constelación zodiacal fue alrededor del año 500 d.C. Un año después de que estos puntos estuviesen en exacta coincidencia, el Sol cruzó el ecuador alrededor de los cincuenta segundos de espacio de la constelación de Piscis. El año siguiente fue en un minuto y cuarenta segundos de Piscis, y desde entonces siempre ha estado moviéndose hacia atrás hasta que al presente el Sol cruza el ecuador en un punto alrededor de los diez grados de la constelación de Piscis. Así es que tienen que pasar alrededor de 700 años de que efectivamente cruce el ecuador celestial en la constelación de Acuario.
Puede decirse que la Edad de Acuario comenzará en el tiempo en que el Sol entre, por presesión en el grado 30 de la constelación de Acuario, y durará 2100 años mientras que el Sol se mueva hacia atrás a través de los treinta grados hasta que llega al primer grado de Acuario.
No existe, sin embargo, un final definido y terminante como el que hacemos cuando decimos que entramos al año 1915, el cual comienza a las doce de la noche del 31 de diciembre de 1914, y dura hasta el 31 de diciembre de 1915, a las 12 de la noche. Esa es una división matemática del tiempo. Las varias épocas de la existencia humana dependen de influencias vitales en la vida, y son condiciones mentales más que divisiones del tiempo, aunque las dos cosas están ligadas.
Por lo tanto, los astrólogos reconocen lo que se llama una "órbita de influencia". Para comprender esto, debemos recordar que cada ser humano es algo más que lo que de él vemos; que tiene una aura que la rodea, una atmósfera invisible, un algo que irradia de sí y que participa de su distinta y personal naturaleza. Nosotros muy a menudo sentimos el efecto de esta aura, aunque no comprendemos la razón de por qué la sentimos. Supongamos que alguien tiene toda su mente concentrada en su trabajo de modo tal que ni ve ni oye lo que sucede alrededor de sí. Gradualmente se da cuenta de que alguien más ha entrado en la habitación -quien está, en realidad, parado detrás de él- y se da vuelta para encontrarse allí con un amigo. Él no había oído entrar al amigo, a causa de la absorción en su trabajo, pero él le sintió, porque el aura del amigo se entremezcló con su propia atmósfera áurica. Así es que, aunque no hubo contacto físico, él supo que alguien estaba cerca de él. Las constelaciones son grupos de grandes Espíritus y ellos mismos se han emparedado en estos cuerpos estelares con el fin de que las inteligencias menos avanzadas obtengan las experiencias de la evolución. Cada una de las estrellas fijas de una constelación tiene también sus cuerpos invisibles que se expanden, entremezclan y extienden unos con otros. Por lo tanto, cuando el Sol llegó al décimo grado de Piscis, tocó el margen de la influencia de la constelación de Acuario, aunque estemos todavía en la Edad Pisciana.
Una rápida mirada retrospectiva pronto demostrará que esta influencia está haciéndose sentir.
Fácilmente reconocemos la influencia Pisciana durante los últimos dos mil años. Las edades negras, la superstición y la esclavitud intelectual entonces prevalecientes no han sido eliminadas enteramente, pero desde mediados de la última centuria, cuando la influencia acuariana comenzó a hacerse sentir por primera vez, ha sido instilado un irresistible impulso intelectual en nuestra vida diaria. La ciencia ha hecho conquistas tales como nunca antes. La invención ha electrificado al mundo y está ahora conquistando el aire, etc. Esta influencia intelectual científica se hará sentir más y más durante los siglos que faltan para entrar definidamente en la constelación de Acuario por presesión del equinoccio. Conforme disminuya la estrecha y conservadora influencia de Piscis, aumentará la influencia investigadora y liberalizante de Acuario.
Con relación a lo que la Edad de Acuario significa desde el punto de vista espiritual, podemos comprender que Acuario es la única figura del zodíaco que representa la estatura completa de un hombre. Todos los principales caracteres del Antiguo Testamento fueron pastores, teniendo relación con “Aries”, la oveja, cordero o carnero. En el Nuevo Testamento son pescadores, refiriéndose a Piscis, el signo de los peces, pero el Hijo del Hombre es cosa de profecía, de algo que está todavía por venir. Él es el ujier de una edad gloriosa, y por consiguiente podemos asegurar que desarrollos de una naturaleza sorprendente tendrán lugar en las más inmediatas centurias qué están ante nosotros.
Más aún, cada una de las edades precedentes han tenido sus instructores. Osiris y Mitra fueron adorados en Egipto y en Persia mientras que el Sol estaba pasando por el signo del Toro, Tauro. El cordero fue sacrificado desde antes de la fundación del mundo cristiano por Moisés, mientras el Sol estaba pasando por el signo de Aries. Hubo una gran controversia concerniente al símbolo de Cristo, como resultado de la cual la mitra del obispo se hace todavía con la forma de un pez, para simbolizar el hecho de que la fase de la Religión Cristiana entonces inaugurada debía dominar durante la Edad Pisciana, o del Pez, en la cual estamos ahora. Más adelante, el ideal del Hijo del Hombre, o Superhombre, dará inspiración a la Edad de Acuario, la cual está siendo ahora introducida.
La Edad Acuaria no debe ser confundida con el reino de Cristo, Quien debe venir otra vez.
Tampoco debe ser confundida la Edad Acuaria con la Sexta Época (Galilea), porque, según rezan las palabras de Cristo, "Del día y de la hora (en que El vuelva) nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino sólo "Mi Padre". Es absolutamente absurdo y una señal de ignorancia para cualquiera el predecir que la venida de Cristo tendrá lugar en cierto tiempo especificado. Tal vez es hasta presuntuoso el conjeturar acerca del tiempo aproximado en que tendrá lugar la Segunda Venida, pero el que escribe tiene la idea de que, como los ciclos presesionales, en cuanto están conectados con la evolución del hombre, parecen comenzar con la entrada del Sol en Capricornio, puede haber un desarrollo en ese tiempo. Si esto es correcto, la Venida no puede tener lugar antes de, por lo menos, tres mil años.
del libro "Filosofía Rosacruz en Preguntas y Respuestas"
Tomo Segundo, de Max Heindel
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