jueves, 4 de agosto de 2016

La Inmaculada Concepción

PREGUNTA Nº 76:  LA INMACULADA CONCEPCIÓN
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En la página 405 del Concepto Rosacruz del Cosmos está el párrafo siguiente:
"El voto de celibato absoluto se aplica únicamente a las grandes Iniciaciones, y aun entonces, un solo acto de fecundación puede algunas veces ser necesario, como un acto de sacrificio, como fue el caso para proveer el cuerpo para Cristo.
La Religión Cristiana enseña que Jesús, el Cristo, nació de una virgen, lo que de otro modo es expresado como una inmaculada concepción. Son tales enseñanzas, y en su estricta adherencia a la definición "divinas"; ¿Es el nacimiento de Jesús así considerado por los Rosacruces?

Respuesta: De acuerdo con las enseñanzas Rosacruces, es necesario distinguir muy claramente entre Cristo y Jesús. Cuando investigamos en la Memoria de la Naturaleza, encontramos que el Espíritu que nació en el cuerpo de Jesús era un Ego muy avanzado que había alcanzado una muy sublime espiritualidad por medio de muchas vidas de santidad y servicio por medio del sacrificio de sí mismo, y es posible investigar los nacimientos anteriores de ese Ego tan fácilmente como podríamos hacerlo con las pasadas experiencias de cualquier otra entidad perteneciente a nuestra raza humana. No obstante, en vano investigaríamos cualquier anterior encarnación del Cristo, pues Él no pertenece enteramente a nuestra evolución. Él era el Iniciado más elevado del Período Solar, y la humanidad ordinaria de ese tan distante pasado ahora ha evolucionado a un grado superior de espiritualidad, y los llamamos Arcángeles.
Hasta hace 2.000 años la tierra era guiada con mano de hierro por Jehová y Sus Ángeles, Quienes eran el producto evolucionario de un período pasado. Bajo Su Régimen, el temor de la Ley era puesto contra los deseos de la carne. Cada transgresión requería ojo por Ojo y diente por diente. Esto, sin embargo, no deja campo para la evolución del amor y el altruismo.
“El amor perfecto, echa fuera el temor”, y Cristo vino al mundo a salvar a la humanidad de la ley y el egoísmo, mediante el cultivo del amor y del altruismo.
Empero, es una ley inexorable en la naturaleza que nadie puede formar un cuerpo del material que, por la evolución, no haya aprendido a manipular, y en el distante pasado, cuando los Arcángeles estaban en el estado humano, el mundo que habitaban estaba hecho de sustancia de deseos. Por consiguiente, así como nuestro cuerpo denso físico está formado de los constituyentes químicos de nuestra tierra actual, así, el cuerpo más denso de un Arcángel está hecho de sustancia de deseos. Por muchos siglos antes de que Él realmente viniera a vivir en medio de nosotros, el Cristo trabajó sobre la Tierra desde afuera, para purificar el cuerpo de deseos de la Tierra con el fin de que pudiésemos obtener materiales con los cuales expresar más puros y mejores deseos y emociones. Es obvio que esto podría hacerse mucho mejor por parte de un Espíritu interno, si pudiera proveerse un medio para asegurarle una entrada en la Tierra. Fue la misión de José, María y Jesús, proveer este vehículo consistente en un cuerpo denso, y en un cuerpo vital, a los cuales el cuerpo de deseos y vehículos superiores del Cristo pudieran ligarse por un corto período de tiempo mientras cumplía Su misión.
Cuando el acto generador se hace de manera baja y brutal, cuando está manchado de lujuria y pasión, ciertamente degrada a un nivel inferior al de las bestias a los que participan en este acto de profanación.
Por el contrario, cuando los presuntos padres se preparan por medio de la oración y de elevadas aspiraciones para realizar el acto como un sacramento, sin consideración alguna a la gratificación sensual, la concepción es inmaculada. Es evidente que no es la virginidad física lo que cuenta como virtud, pues todos están en ese estado en los primeros años de la vida. Es la pureza, la castidad del alma, lo que hace la pureza virginal tanto en el padre como en la madre.
De conformidad con las enseñanzas Rosacruces, respaldadas por la investigación en la Memoria de la Naturaleza, tal fue la condición de José, y María, cuando el cuerpo que se formó alrededor del átomo simiente de Jesús, fue concebido. El Espíritu Solar, Cristo; no podía crear tal vehículo. Además, habría de ser un gasto inútil de valiosa energía para tan grande Espíritu el pasar a través de la matriz y hacer crecer un cuerpo durante todos los años de la niñez hasta haber alcanzado la edad de madurez para poder ser utilizado. Por consiguiente, esta tarea fue delegada a Jesús, quien usó su cuerpo hasta el momento del Bautismo, cuando se nos dice que el Espíritu descendió sobre él en forma de paloma. Allí dejó Jesús el cuerpo que fue entonces habitado desde ese instante hasta el fin, por el Espíritu de Cristo, y así tenemos que tratar, durante los tres años de su ministerio, con una entidad compuesta, Jesús-Cristo.
Debiera entenderse que las grandes Jerarquías que nos han ayudado en nuestra evolución siempre trabajan con las leyes que ellas han dado para nuestra guía, y no contra ellas, y habiendo una vez suministrado el método para construir un cuerpo mediante la unión del hombre y la mujer, no podrían pensar en suspender esa ley así como no pensarían suspender, ni por un solo momento, la ley de gravitación. Podríamos fácilmente imaginar el caos que resultaría si la gente, las casas, los tranvías y todo lo demás no adherido con seguridad a la tierra, hubiera de saltar en el aire, y los desastres para nuestra estructura social que habrían de seguir si se suspendiera la ley de fecundación. En realidad los pasajes interpolados dicen muy a las claras que José intentó repudiar a María. Tal conducta naturalmente seguiría a un milagro no conocido o creído por el esposo ordinario. Como una mayor evidencia de haberse metido los traductores con lo que no debían; se notará también que se da toda la genealogía de Jesús por parte de José, y si él no fuere el padre, esto no tendría razón de ser; entonces tampoco sé hubiera dicho que Jesús brotó de la raíz de David.
Hay medios, sin embargo, de formar un cuerpo útil para el Adepto sin necesidad de pasar por la matriz. Antes de describir este método, deberá entenderse correctamente que el término “Adepto” no debe aplicarse a los egotistas o charlatanes que así se hacen llamar en los anuncios de los periódicos o entre un grupo de incautos. El verdadero Adepto es uno que ha alcanzado un elevado estado de espiritualidad, y lo que es ese estado, lo podremos entender comparando al vidente ordinario con el Iniciado.
El vidente es el que ha desarrollado la visión espiritual. Si no tiene dominio sobre la facultad, ve las cosas en el mundo invisible cuando se le presentan. No tiene elección en lo que ha de ver, ni cuando ni tampoco el poder para hacer desaparecer cualquier escena que le pueda ser desagradable. El investigador voluntario es el que, a voluntad, puede evocar las visiones y escenas de los mundos invisibles y puede dirigir su visión espiritual a cualquier objeto o acontecimiento por tan largo, o corto tiempo, como desee.
Es creencia general entre la mayor parte de la gente que no ha pensado en el asunto, que cuando alguien puede ver cosas en los mundos invisibles, él es, por así decirlo, omnisciente, y conoce todo lo de allí. Pero en realidad, la habilidad de poder ver cosas en los mundos invisibles no lleva consigo la facultad de entender todo lo que con ellas se relaciona, así como tampoco la habilidad de poder ver una máquina aquí, nos da el conocimiento de cómo manejarla.
El iniciado es el que no sólo tiene la habilidad de poder ver las cosas en los mundos invisibles, sino también la facultad de poder abandonar su cuerpo, conscientemente, y manipular o investigar estas cosas. De esa manera, por grados adquiere el conocimiento de su funcionamiento interno, y cómo unir estas fuerzas a las que llamamos leyes de la naturaleza, a la carroza del progreso evolucionario.
El Adepto es el que ve y conoce y, además, se ha vuelto experto en el uso de las leyes de la naturaleza para la producción de lo que, para la persona ordinaria, parece magia, pero que realmente no es sino la aplicación superior de las mismas leyes que gobiernan el curso ordinario de la vida.
Todos estamos familiarizados con el hecho de que el alimento que ingerimos es mayormente desperdiciado por la falta de conocimiento relacionado con los verdaderos requerimientos de este vehículo, aunado con el hecho de que la mayor parte de nosotros come para agradar al paladar y no para nutrir el sistema. Esto interfiere con el metabolismo, y se desperdicia más alimento que el que se asimila.
Aun la parte del alimento que asimilamos no siempre forma tejidos sanos, sino carne fofa, que es una carga inútil para nosotros, y el cuerpo vital está constantemente luchando para desembarazarse del indeseable aumento de desperdicio. Después de una fuerte comida, el investigador puede ver una banda negra de una consistencia como de jalea, elástica, formada de éter, en derredor de la región abdominal del gastrónomo. Esto es el veneno generado por la fermentación del alimento malsano tomado en abundancia, y que está siendo expelido del cuerpo denso por medio de las corrientes que irradia el cuerpo vital en el esfuerzo que este último hace para limpiar el sistema obstruido.
También gastamos tejido corpóreo por medio de la indulgencia en placeres, por medio de los movimientos y emociones innecesarios, haciendo que el cuerpo denso se envejezca y muera mucho antes de lo debido que si se hubiera usado adecuadamente.
El Adepto es diferente. Él sabe cómo controlar sus acciones y emociones, ahorrando así todo esfuerzo innecesario al cuerpo. Él también conoce los exactos elementos que se requieren para mantener su cuerpo, y la proporción debida en que debe tomarlos. De ese modo asegura el máximo de nutrición, y el mínimo de desperdicio.
Por esta razón él puede mantener su organismo en un estado de apariencia de juventud y vigorosa salud por cientos de años. Se dice entre los Hermanos Legos de los Rosacruces que Christian Rosenkreuz está hoy usando un cuerpo que de esa manera ha sido conservado por varias centurias. Esto puede o no ser, el autor no tiene medios para saberlo, pues nuestro augusto guía nunca es visto por ninguno de los Hermanos Legos que concurren al Templo para el Servicio de media noche. Sólo se siente su presencia, y es la señal para comenzar el trabajo. Sin embargo por la conversación con algunos de los Hermanos Legos que han estado conectados con el Templo por veinte, treinta, y aún cuarenta años en esta vida, se ha descubierto que los Hermanos Mayores, de quienes hablamos como nuestros Maestros, conservan la misma apariencia que hace treinta o cuarenta años. Juzgando por la norma común de los hombres ordinarios podríamos decir que los Hermanos Mayores parecen tener ahora unos cuarenta años de edad, y esto corrobora lo que se dice en las enseñanzas citadas anteriormente.
Vemos entonces que los Adeptos son capaces de conservar sus cuerpos por centurias, tal vez por milenios, pero también les es posible crear un nuevo vehículo, si por cualquier razón resulta conveniente, y éste es uno de los medios descriptos por los Hermanos Mayores.
Es una ley en la Naturaleza que la vida de la célula inherente a cualquier partícula de alimento debe ser dominada por el Ego antes de que pueda ser asimilada (véase en este particular, el Capítulo sobre asimilación en el Concepto Rosacruz del Cosmos). En consecuencia, es imposible para el Adepto hacer un extracto de los elementos con los cuales se construye un organismo, y después pasar del viejo al nuevo. Primero tiene que ingerirlos en su propio cuerpo para que queden sintonizados con la vibración del átomo simiente y asimilados apropiadamente. Después de haber sido asimilados por él en la forma decretada por las leyes naturales, puede de nuevo extraerlos y utilizarlos para la formación de un nuevo cuerpo. Por lo tanto, el Adepto comienza este trabajo aumentando su dieta y extrayendo el sobrante de alimento. Teniendo tan completo dominio propio, tiene también el poder de controlar y mantener en sujeción los vivientes elementos de nutrición que entonces utiliza gradualmente para construir un cuerpo. Este vehículo generalmente es colocado en un cuarto en el que nadie más entra. Cuando se ha terminado y el Adepto desea hacer el cambio, simplemente sale del cuerpo viejo, y entra en el nuevo.
El uso de este método es la solución del misterio que rodea la juventud y antecedentes de hombres tales como el Conde de Saint-Germain, Gagliostro, etc. Ellos eran Adeptos que abandonaban un ambiente cuando ya no tenía objeto estar más en él y se mudaban a otro nuevo campo de actividad. Los cuerpos que habían dejado atrás no tenían nombres, y nadie podía suponer que el Espíritu que los había habitado no hubiera seguido el curso usual post-mortem.
Es también una ley en la Naturaleza que nadie puede formar un vehículo a menos que haya aprendido por evolución a hacerlo. Grande y Poderoso como era el Espíritu Solar Cósmico de Cristo, no podía crear un cuerpo denso, ni en la matriz, ni por el método mágico ya antes descripto, pues Él nunca tuvo esa experiencia en la vida celeste, donde son formados los arquetipos de los cuerpos, ni tampoco había pasado a través de la experiencia verdadera tal como ha sido de la humanidad por edades. Por consiguiente era necesario que alguien fuera escogido para formar un cuerpo para Él. Ese honor y privilegio, fue concedido a José, María y Jesús, quienes proveyeron el cuerpo denso y lo cuidaron durante los días de crecimiento hasta que fue alcanzada la madurez, juntos con el cuerpo vital necesario para mantener vivo el instrumento denso y completar el eslabón con el cuerpo de deseos de Cristo. De esta manera, cuando es comprendido debidamente, es cierto que Jesús nació de una virgen, y que la concepción fue inmaculada. El error consiste en confundir a Jesús con el Cristo. Anótese que el Ángel Gabriel ordenó que se le diera el nombre de Jesús. Christos significa "ungido" y esto se refiere a un ministerio, a una función, y no a una persona. En consecuencia, no es sino hasta después del Bautismo, cuando él fue ungido con el Espíritu del que se habla como Jesucristo, o en el idioma inglés, el Ungido Jesús. Es también un error considerar el nacimiento de Jesús como único. Tenemos la palabra del Cristo de que las cosas que Él hizo, también las haremos, y mayores aún. La Inmaculada Concepción, el Bautismo, (la Cristianización, o la unción) el período de servicio y ministerio, la Cruz y la Corona, a su vez se convertirán en experiencias personales para cada uno de nosotros, pues todos somos Cristos en formación, y tenemos alguna vez que crecer hasta alcanzar la total estatura de la Divinidad.

del libro "Filosofía Rosacruz en Preguntas y Respuestas" 
Tomo Segundo, de Max Heindel

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