sábado, 4 de febrero de 2017

Las Suprarrenales y la Región Química del Mundo Físico


Las Suprarrenales y la Región Química del Mundo Físico

Las glándulas suprarrenales están regidas por Júpiter. La energía expresada por éste se manifiesta principalmente como benevolencia, visión, expansión, optimismo, honor, filantropía, cortesía, generosidad, alegría, habilidad para comprender el trabajo de la Ley cósmica, capacidad de crear y expresar ideas y entendimiento religioso.

Cuando alguien se pone en contacto con la nota-clave de Júpiter, se siente despejado, amplio, cabal y expansivo. Parece como si todo su poder envolviera al individuo despertando en él una sensación de seguridad, habilidad y deseo de ir por el mundo y transformar los muy frecuentes nocivos hábitos de la semidormida humanidad en expresiones de belleza y de valor. Con la visión clarificada, mira con regocijo las alturas a ser escaladas; el gran poder espiritual que puede ser desarrollado y su expandida consciencia, reconoce a cada grupo de sus semejantes como otra parte del mismo grupo, esforzándose por obtener un verdadero entendimiento de la vida. Se inflama en un urgente deseo de volcar en “servicio” sus generosos sentimientos, hacia esos desventurados que son también hijos del Gran Padre, tratando de hacerles ver que el amor desinteresado lleva a transmutar lo bajo en el más elevado ideal, mostrándoles que la real finalidad de la vida de cada individuo es desarrollar sus potencialidades latentes en poderes dinámicos divinos. Uno de los peores crímenes que se puede cometer es manosear o mal emplear los poderes espirituales obtenidos. El mal uso de éstos se convierte en magia negra y es posible caer tan bajo que el puente que conecta al Espíritu con su personalidad, la mente, se rompa, tras lo cual y luego de un tiempo el Espíritu
comenzará automáticamente a gravitar hacia el planeta Saturno donde se le permitirá ver sus vidas pasadas y es entonces cuando por disolución de sus vehículos será impelido hacia el caos a través de las Lunas de Saturno, donde permanecerá hasta el alborear de un nuevo día de creación. El mal uso de estas Fuerzas se expresan general y principalmente como excesiva seguridad en sí mismo, extravagancia, autoindulgencia, despilfarro, exhibicionismo, fastuosidad, desorden, libertinaje y mala impresión. Todo esto sumerge al Ego en un profundo pesar, pero a su tiempo generalmente aprende la lección de que por el sólo recto uso de los poderes espirituales, puede quedar libre de los pesares por él mismo producidos. Cuando esta lección ha sido aprendida a través del dolor, el Ego queda realmente en condiciones de dar otro paso en el Sendero de la evolución. En correspondencia con las dos suprarrenales, las “dos primeras rosas” sobre la cruz de su vehículo vital “habrán sido impulsadas a florecer”. La energía que las suprarrenales suministraban para expresar sentimientos de ira y agresión, será ahora dirigida por el poder nacido en un alma pura y contrita, la cual expresa benevolencia, expansión y filantropía.

Se ha desarrollado en el Ego la consciencia de que el bien de todos es el bien de cada uno. Esta individualizada chispa de Dios, reconoce ahora la unidad que existe entre todas las criaturas creadas y la unión con el Gran Creador de nuestro Sistema Solar; de acuerdo con esto la hermandad de los hombres puede hacerse realidad.

El trabajo de Júpiter en relación con nuestra humanidad en el presente, está conectada con el plano físico. Utilizando como medio el poder espiritual generado por las suprarrenales, el Ego posee la Fuerza necesaria para perfeccionar su cuerpo denso y conquistar el Mundo Físico, lo cual completa su evolución sobre esta mundana esfera.

El centro espiritual en estas glándulas vibrará en color azul.

del libro Temas Rosacruces UNO 
 publicado por Estudiantes de la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel


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