Parte IV
(Continuación)
EL ÉTER REFLECTOR (E)
16) El Éter Reflector y las Fuerzas Arquetípicas
Estudio del Diagrama Nº 1 del Concepto Rosacruz del Cosmos
En esta lección final sobre el Eter Reflector volvemos de nuevo a la afirmación de Max Heindel de que “este éter es el medio a través del cual el pensamiento impresiona al cerebro humano. Está muy íntimamente conectado con la cuarta subdivisión del mundo del pensamiento. Ésta es la más elevada de las cuatro subdivisiones contenidas en la Región del Pensamiento Concreto y es el mundo-hogar de la mente humana. Allí se encuentra una versión mucho más clara de la Memoria de la Naturaleza”.
La cuarta subdivisión de la Región del Pensamiento Concreto es denominada la Región de las Fuerzas Arquetípicas. (Ver “Cosmos”) Miremos más allá en lo que se nos enseña acerca de esta región, con el fin de obtener una comprensión más clara del Éter Reflector, porque el registro de esta Región es el que se refleja “abajo” en el Eter Reflector, y la relación cósmica que existe entre el Mundo del Pensamiento y el Éter Reflector tiene su réplica microcósmica dentro del aura del ser humano encarnado.
Los registros de la Memoria de la Naturaleza están contenidos en el polo negativo del Éter Reflector, y lo mismo la memoria individual. Pero el Ego dirige su fuerza mental positiva hacia el cerebro por medio del polo positivo del Eter Reflector.
Esta fuerza mental positiva, que trabaja a través del polo positivo del Éter Reflector en el cerebro y el sistema nervioso (la mente en realidad actúa dondequiera que esté presente la “materia gris” en el cuerpo) es creadora; no es pasivamente receptiva. El polo negativo es el receptor, y por lo tanto contiene la memoria, siendo el almacén de todas las imágenes como se ha descripto hasta aquí.
Max Heindel escribe acerca de la Región de las Fuerzas Arquetípicas: “Es la región central y más importante de los cinco mundos en los cuales se lleva a cabo la evolución entera del hombre. Por un lado en esta Región están las tres regiones superiores del Mundo del Pensamiento, así como el Mundo del Espíritu de Vida y el Mundo del Espíritu Divino. Por el otro lado están las tres regiones del Mundo del Pensamiento y los Mundos de Deseo y Físico. Así es como esta Región se convierte en una especie de ‘cruz’, limitada por una parte por los Reinos del Espíritu, y por la otra parte por los mundos de la forma. Es un punto focal, en el que el Espíritu se refleja a sí mismo en la materia” (Concepto Rosacruz del Cosmos).
En otro lugar Max Heindel señala que desde otro punto de vista el Mundo del Espíritu propiamente dicho empieza únicamente con el Mundo del Espíritu de Vida, al cual llama el primer mundo universal, y que en el sentido amplio, el universo material comienza con la Región del Pensamiento Abstracto, y que todo lo que este por arriba de esta es Espíritu “puro”. La Región del Pensamiento Abstracto es “caos del semillero del Cosmos”, en el que las “ideas germinales” –los gérmenes de toda causación, y por lo tanto de la evolución– son creadas en ese mundo por inteligencias espirituales. En el Concepto Rosacruz del Cosmos, Diagrama Nº 1, se nos muestra un dibujo esquemático para comprender mejor la “relativa permanencia de los mundos visible y invisibles”, por medio de la analogía con la linterna mágica con sus imágenes proyectadas. El Diagrama es dibujado desde el punto de vista del espíritu virginal, cuya voluntad corresponde al operador del estereóptico o linterna mágica, el cual concibe, en el Mundo del Espíritu de Vida, por medio de la divina imaginación creadora, un concepto: este concepto toma la forma de una Idea en la Región del Pensamiento Abstracto, y la Idea es puesta ante la lente de la mente, en la cuarta subdivisión del Mundo del Pensamiento. Únicamente esta cuarta división es propia y científicamente designada “la mente”. La mente es la lente, pero la luz emana del Espíritu de Vida, mientras en el vidrio representa la Idea permanente creada por el Espíritu Virginal en la Región del Pensamiento Abstracto. Es decir, esta Idea Permanente es la “Idea Germinal”, llamada así a causa de que es la “simiente” de la cual brotan los objetos del mundo exterior. La luz del Espíritu de Vida proyecta la Idea viviente y permanente, a través de la Mente, que está específicamente
en la Región de las Fuerzas Arquetípicas, y por lo tanto, son estas Fuerzas Arquetípicas las que, desde este punto en adelante, son representadas por los rayos de luz que emanan del Mundo del Espíritu de Vida. Las Fuerzas Arquetípicas irradian hacia abajo a través de la Región del Pensamiento Concreto y del Mundo del Deseo, despertando el poder dirigente del deseo, y la imagen (rayos de luz) es objetivada en el mundo exterior, correspondiendo a la imagen lanzada a la pantalla por la linterna mágica proyectora.
¿Qué son las Fuerzas Arquetípicas? Son todos los seres vivientes que trabajan sobre los arquetipos en el Segundo Cielo, arquetipos que son formas de pensamiento. Incluyen seres humanos, entre encarnaciones, Fuerzas de la Naturaleza, y las Jerarquías Celestiales, tales como los Señores de la Mente, los Arcángeles, los Angeles, miembros avanzados de nuestra propia oleada de vida (mercurianos, venusianos), etc., y los
Adeptos de nuestra propia humanidad.
Ahora, cuando llegamos al Mundo Físico, en el que es proyectada y objetivada la imagen, se nos muestran siete subdivisiones, de las que las cuatro superiores son los éteres, que son el tema de estas lecciones; y de estos cuatro éteres el Éter Reflector es el superior. Dice Max Heindel, es un hiper-éter. Este Éter es la pantalla sobre la cual la imagen se proyecta desde la mente. Pero las fuerzas del Mundo del Deseo están presentes con la imagen así como el calor, la luz y la electricidad de la máquina estereóptica están implicados en la proyección de la imagen inscripta en la lámina de vidrio hacia la pantalla –o, en otra analogía, el cinematógrafo proyectado a partir de la cinta fílmica.
Pero la imagen proyectada de la linterna mágica o del cinematógrafo, es plana y bidimensional. La imagen proyectada contenida dentro (no sobre) el Éter Reflector, es tridimensional. Es proyectada en profundidad, y con vida y fuerza. La memoria de la naturaleza y la de la mente humana, es comparable, en esta analogía, a las galerías artísticas y a los periódicos que llevan cuadros y símbolos, pero éstos son sólo una parte del mundo físico total mismo, el así llamado continum espacio-tiempo de la moderna
ciencia física.
El continum espacio-tiempo en su totalidad se relaciona con el Éter Reflector, y por lo tanto los científicos modernos hablan de “viajar en el tiempo”, o de “la aniquilación o colapso del espacio”, y del “colapso del tiempo”. Cuando el ocultista dice que “lee en la Memoria de la Naturaleza” –particularmente en el Éter Reflector– el científico dice que “viaja en el tiempo”. Y muchas fantasías científicas presentan este viaje en el tiempo como si fuese posible para una persona que viva en el Siglo XX, volver, efectivamente, a un tiempo y forma de vida antiguos, reteniendo, como lo hace, su personalidad y conocimiento del día presente. El ocultista objeta tal inversión de la corriente del tiempo. En verdad él viaja hacia atrás en su consciencia durante sus Iniciaciones, en las que revisa y recuerda sus existencias anteriores –no solamente sus encarnaciones como ser humano en el Período Terrestre, sino sus anteriores existencias como ser animaloide, vegetaloide y aun mineraloide en los primeros períodos de la evolución.
Pero si bien esos períodos fueron experimentados sin consciencia del yo, el Iniciado ahora los contempla y entra en ellos simpáticamente (o con empatía, empáticamente), en plena consciencia de vigilia y del yo, y al hacerlo así se hace capaz de usar voluntariamente las fuerzas que él entonces usó involuntaria –negativa o pasivamente– bajo la guía de seres espirituales superiores.
Ahora, así como el cuerpo físico del hombre está rodeado por el mundo de su alrededor y deriva de éste, así el Espíritu Divino y el Espíritu de Vida están rodeados por sus correspondientes mundos macrocósmicos de Espíritu, y de ellos derivan; y así también el Espíritu Humano es diferenciado dentro del Mundo del Pensamiento Abstracto y la Mente del Cuerpo de Deseos dentro de sus correspondientes mundos; mientras que el cuerpo vital consiste en éteres que lo rodean por todos lados, y el cuerpo físico es hecho de sustancias físicas.
Pero desde otro punto de vista podemos decir que el universo consiste únicamente de Espíritu: el Espíritu Divino que es “reflejado” o condensado en el cuerpo físico como representante suyo; el Espíritu de Vida, que es “reflejado” o condensado en el cuerpo vital, como su representante; el Espíritu Humano (Yo razonante) que es “reflejado” o condensado en el cuerpo de deseos y la mente concreta como su doble representante. Pero –conforme lo vemos como resultado de un proceso de eliminación– es la mente misma la que es el foco, condensación o reflejo del Espíritu Virginal puro y el Éter Reflector es, por así decirlo, una especie de polaridad inferior u octava de la mente; la mente subconsciente, en el sentido de que ocupa un plano por debajo de la verdadera mente.
Llamar al Éter Reflector la “octava inferior” de la mente es por supuesto, una analogía musical, pero tal analogía lleva consigo un alto grado de exactitud con relación al Mundo del Pensamiento, porque ese mundo es el gran mundo cósmico del tono, o sonido; y cada arquetipo de sonido cósmico es creado en la Sustancia Raíz Cósmica por una Idea Creadora enviada por el Triple Espíritu en la forma mostrada en el Diagrama Nº 1 del Concepto Rosacruz del Cosmos.
Es sabido por los músicos –y por los físicos que han esbozado una ciencia del sonido– que cuando es tocada una cierta nota, digamos en un piano, otras claves vibrarán con ella porque están en armonía con ella por simpatía, creando sobretonos, infratonos, acordes, y octavas, según sea el caso. (Ver El Concepto Rosacruz del Cosmos) Así es como la armonía del Triple Espíritu suena, y al sonar crea arquetipos – tonos en el Mundo del Pensamiento Concreto, que se traducen en forma y sustancia en el Mundo Físico. Por esto es por lo que se dice que el Éter Reflector es la “octava inferior” de la cuarta región o Región Arquetípica del Mundo del Pensamiento, y por lo tanto se refleja, o resuena con, los cuadros de la Memoria de la Naturaleza, y con todas las otras fuerzas que pertenecen a ese reino.
del libro Temas Rosacruces UNO - publicado por Estudiantes de la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel
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