PARTE II
(Continuación)
EL ÉTER DE VIDA (C)
6) Magnetismo orgánico versus magnetismo inorgánico.
Aunque podemos hablar de la lluvia magnética como “éter solar”, no es una propiedad de la luz solar. Es vista cayendo a través del espacio tanto en la oscuridad densa como en la luz. Por esto es por lo que la ciencia oculta la clasifica con el Éter de Vida, o, como lo dice Max Heindel, el Éter de Vida es la particular avenida para su especialización. Su magnetismo fluídico es la fuente de lo que es comúnmente conocido como “atracción sexual”, la que la ciencia oculta considera como una actividad de los polos positivo y negativo del Éter de Vida. La polaridad como tal, no se limita, sin embargo, al Éter de Vida o a la sexualidad de las criaturas que se propagan orgánicamente; se encuentra en planos espirituales superiores también, y en ellos se manifiesta en forma diferente.
Conforme avanza la evolución la entidad encarnante (el Ego) puede especializar más y más de este fluido magnético cósmico y por lo tanto el ser humano especializa esta energía en cantidades mucho mayores que las plantas y los animales. Más aún, las investigaciones de Max Heindel sugieren que las fuerzas que entran a través del bazo muestran colores diferentes según los varios usos que de ellas hacen las diferentes oleadas de vida.
Este Éter incoloro es, en efecto, la forma original del “magnetismo animal”, tradicionalmente asignado a todas las criaturas vivientes, pero no al reino mineral. El sexo y la herencia son parte de la función, pero no toda la función, que es, en general, la promoción de la vida en el organismo entero.
Nótese que existe magnetismo tanto “mineral” como “animal”. Podemos comparar la diferencia entre estas dos clases de magnetismo, a la que existe entre el hierro inorgánico y el orgánico. La planta toma el elemento mineral hierro y lo trasmuta en hierro orgánico, que es abundante, por ejemplo, en las hojas verdes de la planta; sin embargo este hierro orgánico no existe externamente ni en el más pequeño pedazo de hierro, ni en la piedra ferruginosa, de la cual derivó originalmente.
El campo magnético del Éter de Vida, como hemos visto, forma el embrión en la matriz comenzando con el huevo fertilizado, y a causa de que el cuerpo del niño requiere grandes cantidades de este éter, el aura etérica del niño es más grande, en proporción a su cuerpo, que la del adulto. Este suministro de reserva de éter en el aura del niño consiste tanto en átomo de Éter Químico como en suministro de reserva de la fuerza vital cósmica. (El “átomo etéreo prismático” consiste, en efecto, tanto de Éter de Vida como de Éter Químico).
La ciencia física no ha descubierto todavía ni el fluido solar incoloro ni el hecho de que esté sujeto a la voluntad humana; sin embargo, si no estuviese sujeto a la voluntad humana, no podría ser cierto que las formas de vida superiores especializan cantidades mayores de él. La lluvia magnética cósmica responde en verdad a la voluntad humana, que está enfocada en el seno frontal. Una sensación de calor acompaña a menudo al descenso de la lluvia cósmica. Max Heindel señala que en las épocas primitivas de nuestra evolución esta fuerza cósmica entraba al cuerpo vital a voluntad del ser humano, así como en forma diferente de cómo entra en la actualidad (a través del bazo). Ahora podemos comenzar a recobrar el uso consciente de las fuerzas vitales cósmicas.
La centralización de la fuerza “inorgánica” a través del aura magnética humana, la convierte en magnetismo “orgánico”, que el cuerpo humano necesita para el crecimiento. De aquí la antigua práctica de la “imposición de manos”. El curador magnético construye, en efecto, una matriz artificial de fuerza en la cual el cuerpo de su paciente pueda reconstruirse a sí mismo. Se reporta un caso de un niño que nació con “yemas” en lugar de dedos en una mano, y después de meses de trabajo por parte de un grupo de devotos curadores eclesiásticos (miembros de una comunidad ortodoxa), estas “yemas” (que se encuentran en el embrión) se desarrollaron y crecieron como dedos normales, como si el niño hubiese sido colocado de nuevo en la matriz de la madre y continuado el crecimiento en el momento que se interrumpió.
También Max Heindel ha comentado que cuando (el fluido solar) es enviado desde el cerebro en cantidades particularmente grandes, mueve los músculos en los nervios las condujeron. “Pero para el trabajo de la construcción del cuerpo –que es lo que la curación es realmente– se requieren todavía mayores cantidades de fluido solar, y a menos que estas sean hechas bajo el espacio a través del seno frontal (voluntad humana), y desde aquí dirigidas por el cerebro, milagros tales como los que hemos mencionado no podrían llevarse a cabo; y con frecuencia debe trabajar más de un curador en el caso. El grupo de curadores, mencionado arriba no sabía nada del modus operandus de las fuerzas cósmicas, pero, sin embargo, las invocaron con éxito mediante la oración a una Divinidad que ellos se representaban como residente en el Cielo. Es digno de mención, que la mayoría de los curadores eran mujeres con sus cuerpos vitales positivos.
La ciencia llamada “mesmerismo” incluye el uso de estas fuerzas cósmicas, pero mesmerismo no es lo mismo que hipnotismo moderno, el cual depende de la sugestión.
“La sugestión” no pudo haber hecho que las yemas embrionarias se desarrollaran transformándose en dedos para el niño; tampoco podría la “sugestión” demorar la corrupción de un pedazo de carne, o de un vegetal, como sí se sabe que lo ha hecho la
aplicación de magnetismo viviente.
Hemos dicho que la fuerza magnética está casi siempre aliada a alguna forma de humedad, tal como la savia del árbol en las plantas y la sangre de los animales y de los humanos u otros fluidos. Los árboles cortados para Navidad manan savia como si sangraran; y a medida que prosigue este sangrado, el magnetismo vital del árbol se disipa: una verdadera hemorragia de fuerza, poco tiempo después de cortado; luego más lentamente, hasta que el árbol se muere y sus hojas se vuelven pardas.
Es penoso para una persona sensitiva sentarse en la sala con un árbol que tan palpablemente sangra hasta la muerte; y la mayoría de los estudiantes ocultos prefieren un árbol viviente, o por lo menos un árbol seleccionado por el servicio forestal para dejar espacio para un crecimiento más saludable en las faldas de las montañas; o un árbol artificial, de los cuales existen muy bellos ejemplares.
La fuerza solar fluye hacia el interior del cuerpo a través del bazo y es una fuerza cósmica, pero todavía “inorgánica” desde el punto de vista humano; mediante la alquimia del Espíritu encarnante se convierte en una fuerza “orgánica” de magnetismo vital. El hierro es importante para la creación de magnetismo humano, y hay cuatro átomos de hierro en toda célula normal de hemoglobina y la presencia de hierro en el planeta está relacionada indudablemente con el magnetismo planetario. Pero existen también grandes campos magnéticos en el espacio interestelar: las matrices de los mundos futuros.
Hemos estado hablando de fuerzas “vitales”, pero la ciencia oculta también habla de fuerzas “mortales”, y así como la fuerza vital está asociada con el Sol, así las fuerzas mortales están asociadas con la Luna. Max Heindel habla de “las fuerzas lunares que tienen que ver con la muerte”, y también de “las fuerzas lunares cristalizantes”. El proceso vital es un equilibrio entre las fuerzas solares constructoras y las fuerzas lunares destructoras. En algunas escuelas antiguas de ciencia oculta estas corrientes son conocidas como los alientos que “fluyen hacia arriba” y los alientos que “fluyen hacia abajo”.
Los ciclos de crecimiento del cuerpo vital están dispuestos en períodos septenarios derivados de las fuerzas lunares cristalizantes. Siete años es el tiempo de maduración de la cubierta etérica, naciendo el cuerpo vital de su cubierta a la edad de siete años; luego los varios éteres maduran ulteriormente por separado en ciclos de siete años; el Éter de Vida a los catorce con el cuerpo de deseos; el Éter Luminoso a los veintiuno con la mente; el Éter Reflector a los veintiocho con la plena maduración de la mente. Max Heindel también menciona una antigua tradición de “seres lunares”, cuya duración de vida desde la infancia hasta la ancianidad, no es sino de siete años, tales casos son conocidos de la ciencia médica.
Hasta aquí hemos hablado sólo de visión etérica y de audición etérica; debemos también tomar nota de un sentido etérico del olfato. El Éter de Vida es sentido, por ejemplo, como una especie de fluido magnético pesado. Podría llamárselo siruposo {consistencia de jarabe}, si entendemos que con esto queremos decir que su magnetismo le da esta consistencia. Cuando el Auxiliar Invisible sumerge sus manos en el cuerpo etérico del paciente y luego las saca, el cuerpo vital del paciente no siente su propio magnetismo, pero el aura magnética del Auxiliar en este caso está ejerciendo una atracción extrínseca. Éste es el “cemento” de asimilación acerca del cual habla Max Heindel. Nótese que el cemento de asimilación que pertenece al Éter de Vida se encuentra por debajo del umbral molecular del cuerpo, mientras que el “cemento” del Éter Químico es definidamente molecular, como se muestra en el hecho de que las líneas de fuerza del cuerpo vital expulsan estas moléculas, lo que muchos videntes han descripto. Hemos dicho que la molécula es la porción más pequeña de una sustancia que
puede todavía ser llamada “materia”. Cuando rompemos la molécula hemos entrado en él mundo de los átomos, y cuando rompemos los átomos entramos en el mundo de las fuerzas subatómicas. Y aquí en la frontera de la materia entramos en los estados conocidos de la ciencia oculta como el Éter de Vida.
El Auxiliar Invisible trabaja directamente dentro y sobre la estructura molecular del cuerpo en el Éter Químico, aunque puede materializar una mano lo suficientemente física como para hacer un masaje, hacer ajustes quiroprácticos, o aun hacer una operación. Los bioquímicos suponen que todos los fenómenos electromagnéticos del cuerpo provienen de las reacciones químicas de éste. El ocultista sostiene que el cuerpo Vital tiene una existencia independiente; que nace antes que el Cuerpo Denso; y además dice que es una matriz permanente de este último. No dudarán algún día los bioquímicos en tomar sus instrumentos con la intención de hacer ciertas mediciones sobre un cadáver, y como es de esperar, no hallarán rastros de un campo electromagnético, tras lo cual declararán que éste proviene del cuerpo Denso, y que si
en tales circunstancias no hallaron nada, fue porque el cuerpo experimental estaba muerto. El ocultista experimentado sabe que el bioquímico hallaría un campo eléctrico si perfeccionara sus instrumentos como para percibir a pocos pies de altura sobre el cuerpo, y encontraría allí mismo y durante unos pocos días un campo magnético flotando sobre el cadáver y si pusiera atención y dispusiera de los medios necesarios como para delimitar los contornos o el área que abarca dicho campo descubriría que tiene forma humana y que corresponde al cuerpo muerto pero separado de él. Pero por si la teoría del cuerpo magnético flotante pareciera extraña, debemos tener presente que los astrónomos de hoy sostienen la existencia de campos magnéticos interestelares, que aceleran los rayos cósmicos en su trayecto por el universo (es posible que sus efectos sean diversos aunque no se conozcan).
del libro Temas Rosacruces UNO-
publicado por Estudiantes de la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel
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