miércoles, 17 de febrero de 2016

El Segundo Cielo



FILOSOFÍA ROSACRUZ EN 
PREGUNTAS Y RESPUESTAS

EL SEGUNDO CIELO

¿Cómo se le enseña al matemático en el Segundo Cielo?

El matemático debe manejarse con el espacio y esa facultad de percepción del espacio está conectada con el delicado ajuste de los tres canales semicirculares que están situados dentro del oído, cada uno orientado en una de las tres dimensiones del espacio. El pensamiento lógico y la habilidad matemática están en proporción directa al grado de ajuste dentro de esos tres canales.

¿Esta clase de ajuste es también aplicable al músico?

Si, la habilidad musical depende del mismo factor, pero el músico además requiere una extrema delicadeza de las “fibras de Corti”, de las que hay cerca de diez mil en el oído humano. Cada una de esas fibras es capaz de interpretar veinticinco graduaciones de tonalidad.

¿Responden muchas personas a esas graduaciones?

No, la mayoría de la gente responde a tan solo entre tres y diez graduaciones.

¿Cómo responden los músicos comunes a esas graduaciones?

El mayor grado de eficiencia es de aproximadamente de quince sonidos por “fibra de Corti”.

¿Cómo se aplican estos a un maestro de música?

El maestro de música es capaz de extraer e interpretar la música del mundo celestial y puede distinguir la mínima discordancia en los sonidos o grupos de sonidos.

¿Necesita esa persona órganos más delicados?

Si, necesita órganos auditivos de gran delicadeza para la expresión de sus facultades y esos órganos deben ser cuidados y atendidos al máximo.

¿Cómo juzgan los ocultistas al músico?

Nadie es tan considerado ni mejor juzgado que el músico, lo que es razonable si  consideramos que mientras el pintor obtiene su inspiración del mundo del color (el Mundo del Deseo) , el músico nos trae la atmósfera del mundo celestial y los traduce en sonidos terrenales, ya que el hombre está aprendiendo a crear el arquetipo de su futuro cuerpo físico en el Segundo Cielo.

¿Por qué no todos los hombres tienen un cuerpo bien construido?


Es una ley natural de que nadie puede tener un cuerpo mejor que el que es capaz de construirse.

¿Es pues el hombre su propio constructor?


Si, el hombre aprende a construir sus vehículos en el mundo celestial y a utilizarlos en el mundo físico.


Fraternidad Rosacruz Max Heindel
Colombres 2113 – Bº Lomas de San Martín
5.008 – Córdoba – Republica Argentina

Agradecemos al Sr. Raúl Sasia, por este aporte.


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