¿DÓNDE SE DESARROLLA LA HUMANIDAD?
Decimos que el mundo físico existe porque lo vemos, es decir, porque nuestros ojos responden a las vibraciones y ondas de luz emitidas por determinados objetos o cuerpos, lo que nuestra conciencia transforma en forma, color y, a través de la mente, en ideas. Esto quiere decir que cuando nuestros ojos no son capaces de percibir esas ondas de luz es como si esa parte física no existiera. Pero esto también es motivo suficiente como para pensar que puede haber otra “materia” cuya vibración de luz sea más elevada de la que perciben nuestros ojos y, por tanto, sería como otro mundo que está unido (compenetrando) al físico. Si no fuera por los sentidos del cuerpo físico no podríamos decir que existe el frío, el calor ni los sonidos puesto que no son sólidos. Es más, si se despertará un nuevo sentido en el cuerpo o los ojos fueran capaces de captar vibraciones más elevadas, seríamos capaces de ver la electricidad, las ondas de radio y televisión que hay en la atmósfera, etc. En realidad, la naturaleza y la humanidad es lo que sus sentidos le permiten ver y sentir, pero lo mismo que en su momento tuvo que admitir que hay una clase de materia que más bien no es tal sino energía, en un futuro tendrá que admitir que puede haber otros mundos de materia cuyas vibraciones no somos capaces de percibir y que pueden estar interrelacionados y compenetrados con nuestra materia física.
Como sabemos, la luz origina una determinada vibración en el éter de la atmósfera y produce un determinado color según sea su amplitud y frecuencia. Si pasamos la luz blanca por un prisma de cristal se divide en diferentes grados de vibraciones que nuestra retina refleja en la conciencia como siete colores; con estos siete colores y sus combinaciones se pinta el mundo que vemos ¿Podemos afirmar con toda seguridad que no existen más colores? Por supuesto que no. Si lo que vemos en nuestra conciencia tiene su origen en una determinada vibración de luz blanca, decir sí es como decir que todo el universo tiene su origen en esa vibración de luz blanca y, como sabemos aunque algunos no lo admitan, hay vibraciones más elevadas que las que perciben nuestros propios ojos (Por ejemplo: el sonido, el calor, los rayos X, etc.)
Decimos que la luz existe porque nuestros ojos perciben las ondas de luz cuyas vibraciones están en sintonía con nuestro sentido de la vista y por eso tenemos conciencia de ella, sin embargo, no la tenemos de los rayos X ni de las ondas eléctricas entre otros, lo que significa que, antes de que fueran descubiertas, seguro que también se negaba su existencia. Esto nos lleva a afirmar que si fuéramos capaces de ver la luz que emiten los protones y los electrones de los átomos mientras giran en su órbitas, casi no necesitaríamos la luz eléctrica ¿y si viéramos las vibraciones causadas por los éteres? Entonces podríamos hablar de otro mundo de luz no material y de la clarividencia como un sexto sentido, pero como no es así, no somos conscientes y decimos que no pueden existir otros mundos.
Un clarividente puede ver a través de la materia y según su grado será capaz de ver la parte etérica (contraparte) de la materia física e incluso alguno de los mundos que la filosofía oculta menciona. Desde dicha región etérica-física hasta el Mundo del Pensamiento pasando por el Mundo de Deseos, todo es “materia”, pero esta materia es tan sutil y sus vibraciones son tan elevadas que muy pocas personas son capaces de percibirla. El ser humano está evolucionando en un esquema de siete mundos pero solo utiliza las siguientes clases de materia materia:
1º.- Física para poder experimentar y evolucionar con su cuerpo físico en el Mundo Físico.
2ª.- Etérica para crear el molde etérico sobre el que se forma el cuerpo físico y para que el Ego
sea consciente y pueda responder a los impactos, hechos y circunstancias a través del
cerebro y del sistema nervioso.
3ª.- Materia del Mundo de Deseos para crear su cuerpo de deseos como origen de sus
sentimientos y deseos que son el incentivo para la acción.
4ª.- Materia mental con la que forma su cuerpo mental para pensar, discernir y ser el medio por el que el Ego se manifiesta hasta el cerebro físico y el sistema nervioso.
El hombre solo es consciente del mundo físico en su estado de vigilia pero mientras duerme está en el Mundo de Deseos y es consciente de él así como de la región etérica. Es más, cuando abandona definitivamente el cuerpo físico alcanza el Mundo del Pensamiento y es ahí donde el Yo superior, ya sin cuerpos, asimila el fruto de su vida pasada y prepara la siguiente.
Ya hemos puesto algún ejemplo de cómo pueden compenetrarse diferentes grados de materia ocupando un mismo espacio. Podríamos poner muchos más, por ejemplo, poner en una habitación toda clase de luces de diferentes vibraciones u ondas de luz, todas estarían en un mismo sitio y todas tendrían su propia luz. O bien, en un envase ponemos piedras, arena y agua resultando que tendremos materia de diferente densidad, líquido y aire que siempre habría entre los minerales y el líquido. O también, una simple naranja que tiene materia sólida, líquida y gaseosa aún sin descomponer los átomos. Sabiendo esto y tal y como explican las enseñanzas ocultas, estamos compenetrados por otros mundos pero es que, además, también lo estamos por sus habitantes que utilizan materia de dichos mundos para crear sus cuerpos. Estamos tan acostumbrados al mundo físico que no nos paramos a pensar qué son eso que llamamosfuerzas de la naturaleza; qué o quién hace que una semilla forme una bella flor; cómo sube el agua a la atmósfera para formar las nubes; quién forma en el vientre de la madre a los niños; como se crean y se diferencian las especies y porqué; quién forma el polluelo en el huevo de un ave; y así sucesivamente en nuestra naturaleza. La magia tal y como entienden la mayoría de las personas no existe, lo que llamamos “obra de la naturaleza” son fuerzas inteligentes que, al no percibirlas, decimos que son sabias.
Desde hace muchos siglos y miles de años se ha mencionado a los espíritus de la naturaleza, a los Ángeles, a los Arcángeles e incluso a los muertos como seres que habitan entre nosotros, pues bien, esos seres, y nosotros después de dejar el cuerpo físico, son los que hacen esa magia. Si viéramos un poco más allá de lo que vemos seríamos capaces de percibir a los gnomos, las hadas, las ondinas e incluso a los Ángeles como sus directores que son. Ellos son los constructores de todo lo que vemos pero lo construyen en la región etérica de la Tierra, sin las formas (moldes etéricos) que ellos construyen no existirían las formas que percibimos nosotros. Ellos colaboran con las formas mineral, vegetal, animal y humana bajo la dirección de los Ángeles (que también tienen un cuerpo etérico) Como ocurre con nosotros que también colaboramos desde la materia física para ayudar a que esa vida grupal evolucione y algún día se individualice y adquiera su autoconciencia como nosotros la tenemos y en un grado próximo también la tendrán los animales. Como dice Max Heindel, clarividente y fundador de la Fraternidad Rosacruz: “Nuestros muertos están más cerca de nosotros que nuestras propias manos”.
Nuestro planeta está compenetrado por otros mundos más elevados o, dicho de otro modo más correcto, con una materia de una vibración mucho más elevada que lo que conocemos en el mundo físico, por consiguiente, cuando decimos que morimos lo único que hacemos es “vivir” en el cuerpo etérico y en la región etérica del planeta; cuando vamos al purgatorio estamos en las regiones inferiores (del mal) del Mundo del Deseo; cuando pasamos al Cielo continuamos con nuestro cuerpo de deseos, purificado ya en el Purgatorio, donde recibimos el fruto del bien; y cuando abandonamos el cuerpo de deseos nos encontramos en el Mundo del Pensamiento donde descansaremos y prepararemos una futura vida sin ningún recuerdo ya de la pasada. Una persona clarividente puede ver a los seres queridos que han pasado al más allá, bien sea en el Purgatorio o en el Cielo, nosotros mismos estamos en ese mundo por las noches y podemos estar en diferentes sitios habituales de nuestra vida cotidiana y con familiares y amigos. Si no hay suficientes razonamientos con los expuestos hasta ahora diré que la ciencia conoce elementos químicos que son capaces de penetrar a otros y, por tanto ocupar un mismo espacio y, además, podríamos afirmar que mientras dormimos tenemos otra clase de “sentidos” con los que vemos, tocamos, hablamos, etc. Entonces, ¿por qué no podemos tener otros sentidos ocultos que nos permitan ser conscientes de esos mundos?
Queda, por tanto, claro que los mundos están compenetrados ocupando un mismo espacio (algo más que nuestro mundo físico) gracias a que, cuanto más cerca del Mundo de Dios, más sutil es su materia y más elevada su vibración. Pero también podemos expresar esta idea definiéndolos como “estados de conciencia” porque nosotros somos conscientes de los mundos que utilizamos actualmente. Ahora estamos evolucionando en los tres mundos inferiores pero llegará un momento en que lo haremos en todos y en ese momento seremos conscientes de nuestro verdadero Espíritu y, para nosotros, se habrá acabado ese peregrinaje porque habremos desarrollado los poderes de Dios en nosotros según está escrito “Sed perfectos como vuestro Padre que está en los Cielos es perfecto.”
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