Involución, evolución, y epigénesis
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Además de presentar la teoría de la Involución de la Vida y la sincrónica Evolución de la forma, la enseñanza occidental incluye un tercer factor: la Ley de Epigénesis.
El hombre mismo es un factor en la construcción de los cuerpos. Durante la vida prenatal trabaja inconscientemente, construyendo con la “quinta esencia de los cuerpos anteriores”; más tarde comienza a trabajar conscientemente, y entre más avanzado es, mejor puede construir. En cada existencia hace alguna obra original, de tal modo que "hay un influjo de causas nuevas y originales todo el tiempo", y este proceso de tomar la iniciativa, de crear nuevas posibilidades de desarrollo, es llamado Epigénesis. Esto capacita al hombre para llegar a ser un genio y un colaborador con las Jerarquías creadoras del mundo. Si la evolución consistiese meramente en el desarrollo de posibilidades latentes, el hombre no podría llegar a
ser así un creador. La enseñanza oriental no dice nada de este principio de gran alcance.
Muy poco después de la promulgación de la teoría de evolución de Darwin se presentaron ciertas objeciones que nunca han sido satisfactoriamente contestadas por la ciencia, pero que reciben una explicación razonable en la Enseñanza de la Sabiduría Occidental. Estas objeciones a la teoría darwiniana de evolución son:
1. La ausencia de eslabones descubiertos entre los monos superiores y el hombre.
Hay siempre movimiento en la naturaleza, y cuando el hombre pasó a través de los varios reinos, desarrolló y ocupó formas adaptadas a cada etapa de desarrollo. "Es una ley de la naturaleza que nadie puede habitar un cuerpo más eficiente que el que es capaz de construir ". Cuando la forma alcanza el límite de su capacidad para la utilidad, comienza a degenerar, habiendo servido su propósito como vehículo de desarrollo. A lo largo del camino siempre hubo algunos que rehusaron avanzar y fueron dejados atrás como rezagados. Cuando los avanzados pasaron a cuerpos mejor adaptados para su progreso ulterior, los modelos arquetípicos de los vehículos viejos y en degeneración fueron tomados por los menos evolucionados y por los rezagados, quienes a su vez los usaron como estriberones, hasta que los cuerpos que les correspondían se cristalizaron más allá en la posibilidad de poder animarlos por parte de la vida evolucionante. La ciencia habla de la evolución de las formas,
pero existe también esta sucesión de formas en degeneración usadas por los menos evolucionados y por los rezagados. Los monos pertenecen a esta última clase, y en vez de ser los progenitores del hombre son en realidad rezagados que ocupan ahora las formas degeneradas que una vez usó el hombre. La enseñanza oriental atribuye su existencia al pecado de bestialidad del hombre primitivo.
2. La esterilidad de los híbridos.
Existe otro problema de la evolución, pasado enteramente por alto en el (ocultismo oriental, Y que tampoco es explicado satisfactoriamente por la ciencia, pero recibe una solución racional en la Enseñanza de la Sabiduría Occidental. En forma compendiada es como sigue:
Hasta que los animales lleguen a ser animados por espíritus internos individuales, dotados de razón para dirigir consciente o subconscientemente sus vehículos desde adentro, la Madre Naturaleza designa un espíritu grupal que les guía en armonía con la ley cósmica; y lo que llamamos "instinto" es una manifestación de la sabiduría de este espíritu grupal. Cuando se aparean animales de diferente especie, su progenie no está completamente bajo el control de ninguno de los dos espíritus grupales que guían a sus padres, Si los híbridos fuesen capaces de propalarse, su prole estaría todavía más alejada de la guía y control del espíritu grupal; sería un ser extraviado y abandonado en el mar de la vida, no teniendo ni instinto ni razón. Por lo tanto los espíritus grupales benéficamente rehusan suministrar el átomo siguiente necesario para la fertilización de los híbridos, los cuales son, por lo tanto, estériles.
El hecho científicamente observado de la "hemólisis", o destrucción de sangre cuando es mezclada innaturalmente, tiene también una importante conexión con este tema. Esto está completamente explicado en El Concepto Rosacruz del Cosmos, al cual referiremos los estudiantes que deseen investigar el asunto completamente.
3. La superioridad moral y mental del hombre sobre los animales.
Este hecho, tan patente que no puede escapar a la observación del más Superficial observador, no está claramente explicado por el ocultismo oriental, pero recibe un manejo amplio y lógico en la Enseñanza de la Sabiduría Occidental de los Rosacruces.
Las plantas extraen su sustento del suelo, los animales se alimentan con plantas, y los seres humanos tornan su alimento de los reinos inferiores. Así, en último análisis, todas las formas minerales, vegetales, animales y humanas, están compuestas de los mismos constituyentes químicos de la tierra, Además de este mundo de formas físicas que vemos, existen reinos invisibles al ojo, pero perceptibles mediante un sexto sentido que está latente en la mayoría aunque despierto en algunos. Esta visión espiritual revela la existencia de:
Una región etérica, promotora del crecimiento y de la percepción sensorial.
Un Mundo del Deseo.
Un Mundo del Pensamiento.
Así como se requiere una forma hecha de materia química para la vida en el mundo físico, así también es necesario tener un vehículo hecho de la substancia de los otros reinos de la naturaleza con objeto de expresar sus cualidades. Más aún, la vida evolucionante está siempre buscando expansión de consciencia. Con este fin las formas se hacen más complejas conforme ascendemos en la escala que hay desde el mineral al hombre, y son agregadon. Vehículos invisibles a la forma física, también. Solamente el hombre tiene vehículos que le correlacionan con todos los cuatro mundos, lo que produce cuatro estados de consciencia análogos a los poseídos por los cuatro reinos.
del libro Cristo o Buda
por ANNET C. RICH
Prologo por MAX HEINDEL
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http://cristoobuda.blogspot.com.ar/2011/04/involucion-evolucion-y-epigenesis.html
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