EL DESARROLLO DEL HOMBRE
Antes de empezar estas lecciones sobre las glándulas de secreción interna, es conveniente describir brevemente el origen y constitución del hombre.
No existe en el Universo ni ha existido otra cosa que espíritu puro, pero con dos formas o polos: uno positivo, activo, director; y el otro negativo, pasivo, receptor. En este espíritu-substancia, positivo-negativo con sus dos polos trabajando conjuntamente, esta todo incluido y es lo que ha formado todo cuanto existe, desde el átomo hasta Dios.
Toda la creación está evolucionando y su meta es la perfección.
El polo positivo del espíritu se manifiesta como energía, y el polo negativo actúa como su canal o receptáculo. Ambos producen la vida y la forma. La forma, que es una baja vibración del espíritu, es traída a la existencia para uso del espíritu, y ambos, FORMA Y ESPÍRITU, se desarrollan paralelamente.
Dios, Creador de nuestro Universo, posee dentro de Sí tres grandes fuerzas dinámicas, las cuales a falta de otras denominaciones apropiadas las llamamos Voluntad, Sabiduría y Actividad. Combinando estas fuerzas bajo ordenada acción, Él ha creado nuestro Universo y todo lo que contiene.
La Divinidad es la meta que ha de obtener cada una de Sus creaciones. Cada individuo viene a la existencia por este gran Ser, y tiene en sí en “estado latente” todos los poderes de su Creador, incluyendo la epigénesis. El trabajo de cada uno consiste en desenvolver estos latentes poderes en fuerzas dinámicas semejantes a las de nuestro gran Progenitor. Nosotros denominamos a estos poderes, en el hombre: Espíritu Divino, Espíritu de Vida y Espíritu Humano. Esto no quiere decir que el individuo tenga tres espíritus. Ello significa que el hombre, que es un Espíritu Puro, tiene dentro de sí mismo tres grandes fuerzas de Espíritu en estado potencial.
Las latentes potencialidades del hombre se desarrollan a través de dos caminos: por propio esfuerzo, y por la ayuda de otros, que son grandes seres más adelantados que el hombre, en el Sendero de la Evolución.
Así como es necesario alimentar el cuerpo físico para su desarrollo, también es necesario alimentar al cuerpo vital y al cuerpo de deseos. El cuerpo vital obtiene su alimento directamente del Sol, pues el bazo etérico de cada individuo atrae la fuerza vital solar que es necesaria. En el mundo de deseos, hay una esencia o elixir de vida correspondiente al fluido que sostiene al cuerpo vital y en esta esencia se empapa el cuerpo de deseos mientras duerme el cuerpo denso.
del libro Temas Rosacruces UNO
publicado por Estudiantes de la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel
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