La Enseñanza de la Sabiduría Occidental también da una solución para el problema del sexo y su propósito. "El ego mismo, contrariamente a la idea generalmente aceptada, es bisexual". Esta dualidad no se manifiesta como sexo en los mundos internos, sino como voluntad e imaginación, afines a las fuerzas solares y lunares, respectivamente. Durante la época en que la tierra estuvo unida al sol, "las fuerzas solares suministraron al hombre el necesario sustento, y él, inconscientemente irradiaba el excedente para el propósito de la propagación". Pero cuando el Ego comenzó a morar dentro del cuerpo y a controlarlo, fue necesario usar parte de esta fuerza creadora para construir un cerebro y una laringe para que el hombre pudiese tener instrumentos para expresarse a sí mismo. Cuando el cuerpo físico adaptó la posición erecta, la fuerza creadora fue dividida, y una parte fue dirigida hacia arriba para construir el cerebro Y la laringe, y la otra hacia abajo para construir los órganos procreadores. Como resultado de este cambio, sólo una parte de la fuerza esencial para la creación de otro cuerpo fue aprovechable en cada individuo, y se hizo necesaria la cooperación de otro individuo para la propagación. Así es que el hombre obtuvo su consciencia cerebral al costo de la mitad de su fuerza creadora, pero adquirió un instrumento con el cual crear en el Mundo del Pensamiento, en los reinos de la música, de la poesía y del arte, y tomar parte en la herencia de belleza del mundo; y si bien por medio de este acto sus ojos se abrieron al conocimiento de la muerte, del dolor y del pesar, también se abrieron al conocimiento de su propia divinidad, y al conocimiento de la ley de sacrificio, de amor y de servicio. El Ocultismo oriental enseña el hecho de la separación de los sexos, pero la Enseñanza de la Sabiduría Occidental muestra el propósito de la separación.
del libro Cristo o Buda
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