COMPAÑERISMO DEL ESPÍRITU
Una grandiosa orden de monjes había ido disminuyendo su número durante años, hasta que solamente habían quedado cinco hermanos conviviendo en el lugar que en una ocasión había sido un grandioso monasterio. Las gentes de todas partes de la comunidad en su momento habían ido al monasterio en busca de una renovación espiritual. En la actualidad, nadie visitaba el lugar y parecía como si el espíritu del lugar y de los habitantes estuviera languideciendo muy lentamente.
Un día, sin embargo, a un rabino se le ocurrió por casualidad visitar el lugar. Cuando se marchaba, el hermano Timoteo le preguntó si podía darle algún tipo de consejo acerca de que manera se podría revitalizar su desfalleciente orden y convertirlo en un centro más importante que proporcionara ayuda espiritual a quienes la buscaran.
El rabino le dijo que lo sentía mucho, pero que no tenía consejo que darles. “Lo único que puedo decirles a ustedes, dijo, es que el Mesías se encuentra entre vosotros”.
Los hermanos se sintieron contrariados: ¿El Mesías entre nosotros? ¡Imposible¡
Durante semanas estuvieron meditando sobre esta revelación. Si el Mesías se encontraba entre ellos: ¿Cuál de ellos podría ser? A lo mejor era el hermano Timoteo. Había sido el líder durante años y probablemente habría sido elegido para ser el Mesías.
¿No podría ser el hermano Marcos?. Le gustaba tanto discutir y argumentar, pero siempre tenía la razón. ¿Podría ser el Mesías? No, probablemente lo es el hermano Pío, es tan tranquilo mientras realiza su labor de atender al jardín y a los animales. A lo mejor él tendría la capacidad de nutrir a un mundo revuelto, así como realiza sus labores, si es que él es el Mesías.
Pero entonces, ciertamente ¿Podría ser el hermano Domínico?. Es tan estudioso, tan instruido. Conoce todos los grandiosos escritos espirituales de la historia, entonces podría ser él. ¿No podría ser Pedro?. ¿O si podría ser él? El Mesías ciertamente no podría ser alguien tan ordinario, uno que limpia los sanitarios, así como la limpieza general del lugar diariamente. ¿O si podría ser?
Ya que los monjes no pudieron descubrir quien realmente entre ellos podría ser el Mesías, comenzaron a tratarse unos a otros como si uno de ellos lo fuera. Y en caso de que uno de ellos lo pudiera ser en verdad, cada uno comenzó a tratarse a si mismo con mayor respeto y dignidad.
En tan solo unas pocas semanas, los visitantes ocasionales que aparecían por el lugar, se hicieron conscientes del amor y la bondad, así como de la nueva conciencia existente en el monasterio. Esto los impulsó a seguir visitando el lugar y a llevar consigo a nuevos amigos. Muy pronto un grupo de hombres jóvenes preguntaron si se podrían integrar a una orden tan destacada. El monasterio volvió a su florecimiento.-
FRATERNIDAD ROSACRUZ MAX HEINDEL
Colombres 2113 – Bº Lomas de San Martín
5.008 – Córdoba – República Argentina
E-mail: cristianosmisticos@gmail.com
Agradecemos al Sr. Raúl Sasia, por este aporte
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