CARTA Nº 11
Octubre de 1911
PREPARATIVOS PARA EL TRASLADO
A MOUNT ECCLESIA
El sábado, 28 de octubre, a las 12,40, PM. en punto, horario del Pacifico, procederemos a romper el
terreno para los cimientos, sobre los que construiremos el primer edificio en Mount Ecclesia, lugar de la
morada de la Fraternidad Rosacruz. La casa será relativamente pequeña, y nos esforzaremos en que resulte
lo más barata posible, ya que de otro modo no podríamos construirla. Incluso yo hago las funciones de
arquitecto y contratista para evitar gastos. Sin embargo, consideramos esta preparación del terreno como una
época de la mayor importancia en la vida juvenil de nuestra sociedad, pues aunque nuestras habitaciones
particulares tengan que ser reducidas, debemos tener una sala espaciosa de trabajo y acomodamientos para
varios ayudantes, hasta tanto no dispongamos de los fondos necesarios para levantar la Iglesia y otras
estructuras más dignas de nuestra misión en el mundo.
Nos hacemos cargo perfectamente de que la magnitud de nuestra labor en el mundo depende en gran
medida del apoyo y cooperación de nuestros asociados, y por esto solicitamos de usted muy de veras su
"activa" ayuda en esta ocasión trascendental, con el fin de que nuestra sociedad pueda llegar a ser una fuerza
mucho más grande en la propagación de un bien mayor que el obtenido anteriormente.
Ya sabe usted que los pensamientos son cosas; que son fuerzas de una magnitud proporcionada a la
intensidad del fin que se halla en ellas oculto. No hay método más, fácil ni más efectivo para poner todo
nuestro ser en armonía con ciertos designios y lanzar un poderoso pensamiento hacia determinada dirección,
que la plegaria fervorosa y cristiana.
Ahora tengo que hacerle dos ruegos distintos para que ayude con sus rezos, que espero y confío les prestará
usted su mayor y grato apoyo.
En primer lugar, y aunque indigno de ello, será deber mío, como guía, el preparar el terreno para la
construcción de nuestra Central futura en el tiempo fijado, y si le es posible retirarse a su gabinete de
oración, sírvase dedicar sus preces para que la casa Central, ya empezada entonces, crezca y prospere en
todo aquello bueno que se proponga, pues las preces unidas de nuestros estudiantes de todo el mundo serán
una inmensa fuerza dirigida con tal finalidad.
Pero usted puede hacer más aún; la acumulación de pensamientos de muchos amigos dirigidos día
tras día hacia un lugar determinado obrará milagros. ¿Quiere usted mandarnos una oración todas las noches
que fortaleza a mi esposa, a los obreros de la Central, y a mi, para que seamos más puros y trabajadores, más
eficientes en el servicio de la humanidad, y así llegar a ser mas fuertes para aliviar las tristezas, sufrimientos
y desgracias de todos los que buscan nuestro amparo?
A mayor abundamiento, ¿quiere usted escribirme de vez en cuando ofreciéndome la seguridad de su
simpatía y cooperación? Tal vez no me sea dado contestarle y dar las gracias individualmente, pero puede
estar seguro de que por eso no he de estimar en menos la expresión de su buena voluntad.
del libro "Cartas a los Estudiantes", de Max Heindel
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