EL MUNDO DEL DESEO
CAPÍTULO IV
INTERPRETACIÓN DE LOS COLORES DEL MUNDO DEL DESEO
PARDO: COLOR DE LAS EMOCIONES TERRENAS
Los coloristas dicen que el color pardo es realmente un matiz del naranja y es generalmente definido como perteneciente a la porción rojo-amarilla del espectro. Ocultamente, el pardo es llamado el color de la avaricia y de la codicia, pero la referencia en este caso es, a una particular sombra de pardo, que es repudiada por casi todo el mundo; se asocia íntimamente con un amarillo sucio.
Hay un pardo "benigno" gustado por casi todas las personas, el cual tiene un color equivalente en el aura. Este, es asociado con las auras de las personas inteligentemente adquisitivas, que gustan de poseer buenos muebles, casas y autos de gran valor, bellos jardines, hermosos vestidos y joyas, disfrutar de buena comida y de los placeres mundanos. Todos estos gustos se correlacionan con el rojo-naranja-amarillo del espectro, porque en horticultura se encuentra que el rojo y la parte más lejana de él, en el espectro, tienen que ver con las formaciones y el crecimiento de los vegetales. Estos amores terrenos son básicos para la evolución humana en este Periodo Terrestre y no llegaríamos muy lejos sin ellos.
Es cierto que las personas que aman sus comodidades pueden fácilmente convertirse en acaparadoras y avarientas, lo que está indicado por el oscurecimiento de los colores del aura; el avaro a la postre construye una prisión para sí mismo, como el hombre desesperado y triste, pero en este caso las barras que hay alrededor del aura son pardas.
Existe un pardo-ámbar translúcido y puro, como lleno de luz solar, que se encuentra en las auras de las personas que, si bien no son egoístas, gustan de poseer y disfrutar las buenas cosas del mundo. El aura, aunque es en parte ámbar, o ámbar y pardo, indica colores superiores, tales como el naranja, amarillo, verde, rosa, clavel y violeta. Por lo tanto, el naranja, como color del orgullo, y el escarlata, surgen naturalmente con el sentido de posesión de los bienes mundanos.
Como hemos comentado anteriormente, el aura raras veces manifiesta un solo color, aunque puede por un momento estar invadida por uno solo, el cual rápidamente se desvanece cuando la emoción que lo evoca disminuye; entonces el aura retorna a sus colores básicos.
del libro "Temas Rosacruces" Segundo Tomo,
de la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel
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