miércoles, 31 de mayo de 2017

El Mundo Físico





LOS HABITANTES DE LOS PLANOS

CAPÍTULO I

EL MUNDO FÍSICO

De acuerdo con el libro "Concepto Rosacruz del Cosmos" existen siete Planos Macrocósmicos, de los cuales el séptimo es el campo de nuestra evolución humana y de los otros órdenes de vida. Este, es el más inferior de los siete Planos Macrocósmicos y está dividido en siete sub-planos, y de éstos, el séptimo sub-plano, es el Universo material como lo conocemos.

Podemos mencionar que nuestro mundo físico no es el más denso mundo en existencia. Hay estados de materia más densos que el que nos es comúnmente familiar y la astrofísica moderna se ha hecho consciente de esto. La materia excesivamente densa conocida del astrofísico no se encuentra normalmente sobre la tierra; sin embargo, la ciencia oculta ha tomado nota de tal materia y sostiene que existe ciertamente, interpenetrando el mundo común de nuestra experiencia y que los habitantes de éstos mundos más densos están tan inconscientes de nosotros como a nuestra vez lo estamos, respecto a los Ángeles y Arcángeles. El mundo oculto de una evolución más densa que la nuestra puede ser ignorado, especialmente porque nada se ha dicho de él en nuestro libro de texto, aunque Max Heindel lo ha mencionado en otra parte. La Vida de Dios es infinita en todo sentido; por lo tanto, no podemos poner límites a las clases de Vida que puedan existir en el Universo bajo condiciones muy diferentes a las nuestras.

Todo lo que vemos a nuestro alrededor en el mundo físico constituye el "cuerpo" o vehículo de seres vivientes. Sabemos que toda célula separada de cualquier organismo tiene Vida propia y una oscura conciencia instintiva. Grupos de células forman órganos, los cuales desarrollan una conciencia colectiva o grupal que es gobernada por una inteligencia superior. La materia era "densa" y "caliente" aún en el oscuro Período de Saturno, que estaba situado en la región del Pensamiento Concreto. Desde el punto de vista de la ciencia del siglo diecinueve, éste hubiera sido un Universo "imaginario". Matemáticamente pertenece a los números "negativos", que son "mentales" o imaginarios. No puede haber tal cosa físicamente (como un "menos uno"), y sin embargo los matemáticos hacen uso de números negativos en sus cálculos.

Así es como, al hablar de la posibilidad de la existencia de objetos que se mueven más rápido que la luz, el Dr. Asimov ha comentado "..cualquier objeto que se mueva más velozmente que la luz tendría que tener una masa y una longitud expresada en lo que los matemáticos llaman números imaginarios. No tenemos forma de visualizar masas o longitudes que sean expresadas en números imaginarios, así que es más fácil suponer que tales cosas, por ser impensables no existen. En 1967, sin embargo, Gerarld Feinberg, de la Universidad de Columbia, se preguntó si era correcto hacerlo así. Tal vez una masa y una longitud imaginaria es simplemente una forma de describir un objeto con (digamos) gravedad negativa, un objeto que repele materia en nuestro Universo en lugar de ser gravitacionalmente atraído... él llamó a estas partículas más veloces que la luz, taquiones, haciendo derivar esta palabra de otra griega que significa veloz".

Un Universo compuesto de taquiones indica una naturaleza y disposición contraria al nuestro en cierto aspecto básico. Por ejemplo en nuestro mundo la luz tiene la más alta velocidad, mientras que el Universo taquión, la celeridad de la misma es la más lenta. Explica el Dr. Asimov: "en el Universo que se mueve velozmente, un taquión con energía cero se traslada a velocidad infinita; entre más fuerza obtenga más lentamente se mueve, por lo que, con energía infinita, se retarda hasta alcanzar la velocidad de la luz. En nuestro mundo de lentitud un cuerpo no puede marchar más velozmente que la luz bajo ninguna circunstancia; así que la velocidad de la misma es la frontera entre los dos mundos, y no puede ser cruzada".

Asimov continúa: " ...si un taquión se mueve a través de un vacío a velocidades más rápidas que la luz, debe dejar un rastro de luz potencialmente detectable conforme marcha. Por supuesto, la mayor pare de los taquiones marcharían extremadamente veloces, millones de veces más veloces que la luz (así como la mayoría de los objetos ordinarios se mueven enteramente en forma lenta, sólo un millonésimo de la velocidad de la luz). Los taquiones ordinarios y sus destellos pasarían largo tiempo antes de que pudiésemos distinguirlos. Solamente los taquiones muy ocasionales, de alta energía, nos pasarían a velocidades cercanas a la luz y aún entonces estos cubrirían una milla en algo así como 1/200.000 de un segundo, y tratar de verlos sería una muy delicada operación".

Hay algo místico en este concepto, en el cual la luz es impasable barrera entre dos mundos o Universos de Vida Cósmica. La visión de la Luz Divina en el místico, que es instantánea y parece llenarlo todo, bien puede ser fenómeno del "Universo rápido", cuando se pone en contacto con la conciencia humana. Pero cualquiera que fuese la vida evolucionante en esos mundos, a nosotros nos parecería que se mueve en direcciones contrarias a la nuestra, en forma parecida a como la vida se mueve "hacia abajo" durante la involución, desde los planos espirituales más elevados hasta la zona fronteriza o luz física y luego hacia arriba de nuevo a los mundos del Espíritu por medio del Éter Luminoso.

El Antiguo testamento Hebreo, como lo tenemos hoy día, ha sido materializado hasta el punto de perder todo parecido con las antiguas enseñanzas de Misterios transmitidas por Moisés: sin embargo, unos pocos fragmentos han sido salvados y otros pocos recobrados por los arqueólogos de nuestro tiempo; este material fue atesorado por los Esenios en Palestina y por los Terapeutas en Egipto; también en la Biblioteca gnóstica de Nag Hammadi; otros documentos similares, nos indican que tras la Biblia exterior ha existido siempre y todavía subsiste un código o clave interna, espiritual.

"En el principio... dijo Dios: Sea la Luz: y fue la Luz". Los libros de Enoc describen las Jerarquías Angélicas de siete planos o Mundos, correlacionados con los siete planetas del sistema Ptolomeico; los hebreos, por supuesto, correlacionaron todas sus Antiguas Escrituras con la ciencia avanzada de su era, que en la época final de su existencia nacional era principalmente griega. No obstante, es evidente que ellos no consideraban esa ciencia como "griega", como nosotros no consideramos "judía" la "Teoría de la Relatividad" simplemente porque Einstein era judío. Ciencia significa "Conocimiento", así como Gnosis significa "Verdad" y en lo que el hebreo iluminado creía, era en Ciencia y Verdad, porque estas son lo que son, sin tomar en cuenta la nación en la cual puedan originarse los investigadores.

Así en las Antiguas Escuelas de Misterios cada uno de los siete planos del Séptimo Plano Cósmico estaba correlacionado con un planeta y éste era considerado como la encarnación de un Gran Espíritu, o como una Lámpara llevada por los cielos por un Gran Espíritu Invisible. El planeta y el Espíritu que lo habitaba entonaban Cánticos Cósmicos de poder espiritual, cuya vibraciones llenaban los mundos. Aún en las centurias anteriores a Cristo se sabía que la Tierra era redonda, como está descripto en el sueño de Escipión.
Existe por lo tanto, una evidencia que apoya el punto de vista ocultista de que los Jerarcas del Templo conservaban en su poder mucho conocimiento científico que era desconocido por las masas del pueblo.

Las estrellas eran miradas como manifestación visible de grandes Dioses cósmicos, denominados "Ángeles" y "Arcángeles" en las escuelas Judeo-Cristianas. Otras clasificaciones fueron atribuidas al plano particular en que sus labores especiales se manifestaban.

El Universo fue dividido en cuatro elementos: Fuego, Tierra, Aire y Agua. Algunas veces sólo son mencionados tres, porque el Aire y el Fuego -se opinaba- eran sinónimos y también se decía lo mismo respecto a la Tierra y el Agua. Los antiguos creían que estos elementos estaban habitados por los "Dioses" o fuerzas de la naturaleza y según su propia terminología, cada pueblo tenía sus propios Dioses.

En el mundo de las plantas y de los animales era vista la chispa viviente individual del Espíritu de la planta, el Espíritu Grupo de los vegetales, y también miembros de la Jerarquía Angélica que cuidaban del reino vegetal en el Período de la Tierra. Similarmente se veía que los animales era dominados por el Espíritu Grupo. La humanidad fue guiada por las variadas Jerarquías que nos han llevado hacia adelante en nuestra evolución hasta el punto que nos encontramos en el umbral de la divinidad. Nuestros Hermanos Mayores de Mercurio y Venus; los Señores de la Mente; de Sagitario; y todas las otras Huestes de Seres que vienen a la Tierra procedentes de planetas de otros Zodíacos y Universos que están fuera de nuestro conocimiento. La constelación de Virgo, signo de la Virgen Cósmica, ha sido siempre mirada con especial reverencia por tener mucho que ver con nuestra evolución y esto se echa de ver en los antiguos planisferios celestes, en lo que Virgo cubre como cuarenta y tres grados a lo largo de la elíptica.
Todos los planos se unen finalmente en el más inferior o más externo Séptimo Plano Cósmico, particularmente en el sub-plano más inferior de este...
Pero cuando hablamos de los habitantes de este séptimo sub-plano del Séptimo Plano Cósmico, nos referimos únicamente a los que trabajan aquí sobre la Tierra y de los cuales estamos más o menos claramente conscientes en una forma u otra. En las palabras de Enoc: Estos son los Arcángeles que están sobre los Ángeles y miden toda vida en los Cielos y en la Tierra y los Ángeles que presiden sobre las estaciones y los años, los Ángeles que están sobre los frutos de la Tierra y los que están sobre toda hierba, dando alimentos a toda cosa viviente y los Ángeles que escriben las acciones de todas las almas de todos los hombres delante de la faz del Señor; en medio de Ellos están seis Fenices y seis Querubines y seis Seres de seis alas cantando al unísono" (Secretos de Enoc XIX, 3).

del libro "Temas Rosacruces" Tomo Segundo, 
de la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel



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