martes, 3 de mayo de 2016

Si amputamos el brazo de un hombre, o cortarnos la rama de un árbol, ¿se corta al mismo tiempo la parte invisible de esos objetos?


PREGUNTA Nº 188:  Si amputamos el brazo de un hombre, o cortarnos la rama de un árbol, ¿se corta al mismo tiempo la parte invisible de esos objetos?

Respuesta: En el caso de un brazo amputado, la contraparte etérica subsistirá con el cuerpo vital, aunque hay cierto lazo magnético entre aquél y el brazo físico que se entierra. Se recuerda de un caso en que un enfermo a quien se amputó un brazo se quejaba de fuertes dolores en el miembro cortado, como si algo le estuviera atravesando la carne. El dolor continuó varias semanas, hasta que se resolvió desenterrar el brazo, y entonces se vio que al clavar un clavo en la caja le había atravesado la carne. Saco se el clavo y el dolor cesó. Las personas a quienes se les ha amputado algún miembro se quejan algunas veces de dolores en los mismos, a veces durante algunos años después de la operación. Poco a poco, el dolor cesa, porque el miembro etérico se va desintegrando sincrónicamente con el físico que está enterrado.
El cuerpo vital de la planta está sólo compuesto por los dos éteres más densos el éter químico y el éter de vida, que permiten a la planta crecer y propagar su especie, pero le faltan los dos éteres superiores, el luminoso y el reflector, y de ahí que no tenga sensación ni memoria de lo que ocurre en torno suyo. Por consiguiente, la amputación de un miembro no le causa el menor dolor, y si se trata de un objeto inanimado, como el éter químico es el único que está presente, el objeto no tendría la menor sensación. Sin embargo, sería erróneo inferir que no hay la menor sensación relacionada con ello en estos casos, porque aun cuando ni el mineral ni la planta tengan medios para sentir, están envueltos e interpenetrados por los éteres del Mundo del Deseo del Planeta, y el Espíritu Planetario siente todo, así como un dedo, que no tiene cuerpo de deseos individual, no siente, pero nosotros, que somos el espíritu interno que habita el cuerpo, sentimos directamente el daño que se causa al dedo.

Max Heindel
FILOSOFÍA ROSACRUZ EN PREGUNTAS Y RESPUESTAS TOMO PRIMERO


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