PREGUNTA Nº 162: ¿Cómo podemos dirigirnos a Saturno cuando éste es el astro regente y nos causa perturbaciones o tristezas?
Respuesta: Para comprender lo que es la oración, comparemos la con una usina eléctrica con cables que van a las diferentes casas de la ciudad. En cada casa existe un conmutador, y cuando lo abrimos la corriente que antes permanecía afuera, en los alambres, y en la usina, entra en nuestro domicilio, iluminándolo o poniendo en movimiento a los motores, deacuerdo con las leyes que rigen su manifestación. Podemos decir que Dios, en primer término, y los Siete Espíritus Planetarios, en segundo lugar, corresponden a la usina eléctrica que está conectada con cada uno de nosotros, y la oración es, por así decir, el conmutador mediante el cual nos podemos poner en contacto con la luz y la vida divinas, permitiéndoles fluir en nosotros e iluminarnos para nuestra elevación espiritual.
Es una ley que la electricidad fluya a lo largo de conductores de cobre o de otro metal; pero el cristal, por ejemplo, le es aislante, y antes de que podamos obtener electricidad en nuestras casas, es necesario que tengamos un conmutador hecho de acuerdo con esa ley, o sea un conmutador de cobre. Si empleáramos un conmutador de cristal no pasaría la electricidad; éste sería quizás el medio más efectivo para impedir que la electricidad entrara en nuestro domicilio. De parecida manera, si nuestras oraciones (que corresponden al conmutador), están de conformidad con las leyes de Dios, el propósito divino puede manifestarse a través de ellas y ser respondido; pero si la oración es contraria a la voluntad divina, naturalmente tal oración seria semejante a un conmutador de cristal respecto al circuito eléctrico. Así como cada gran nación envía embajadores y plenipotenciarios a las demás naciones, así también existen embajadores de cada uno de los Grandes Ángeles Planetarios presentes en nuestra Tierra. Sus nombres son los siguientes:
Ithuriel es el embajador de Urano.
Cassiel es el embajador de Saturno.
Zachariel es el embajador de Júpiter.
Samael es el embajador de Marte
Anael es el embajador de Venus.
Raphael es el embajador de Mercurio
Miguel es el embajador del Sol.
Gabriel es el embajador de la Luna.
La Luna es nuestro satélite y no está en la misma situación que los de los demás planetas.
Los embajadores de esos planetas son Arcángeles, en tanto que Gabriel es un Ángel.
Ordinariamente, la humanidad ruega a Dios. Estas oraciones son actualmente casi completamente egoístas o interesadas e ignorantes. Las oraciones de esa clase no pueden merecer la atención de los embajadores que tienen a su cargo los diferentes departamentos de la vida, pero las atienden generalmente, en lo posible, los auxiliares invisibles que trabajan para el mejoramiento de Sus hermanos. El astrólogo ocultista, sin embargo, como sabe lo que quiere y puede trabajar en armonía con las fuerzas astrales, se dirige directamente a los embajadores de los Ángeles Planetarios y obtiene la realización de sus deseos con mayor facilidad. Estudia las horas planetarias en que esos astros predominarán y en ese momento hará su petición, que, generalmente, será para otro o para su propia iluminación espiritual sobre puntos que usará para el bien común.
Max Heindel
FILOSOFÍA ROSACRUZ EN PREGUNTAS Y RESPUESTAS TOMO PRIMERO
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