LA FILOSOFÍA DE
CURACIÓN
Cuando consideramos completamente los principios básicos involucrados en
el arte curativo, uno debe visualizar el asunto tanto desde el punto de vista
del sanador como del paciente (el instrumento para el poder curador, el cual
proviene de Dios, así como aquél quien recibe las ministraciones
sanativas). Debiera ser entendido
también que cuando la palabra “curación” es usada, más allá que una mera cura o
alivio temporal de una dolencia, significa otra cosa, la verdadera curación
(permanente sanación) requiere un cambio definido en la conciencia del
paciente, plasmado tanto por sus propios esfuerzos o los esfuerzos del curador,
o por medio de una combinación de ambos.
El sanador, también, debe poseer un adecuado grado de espiritualidad a
fin de transmitir el poder curativo de una manera positiva, efectiva, total.
El
ocultista considera al hombre esencialmente como Espíritu, una chispa
diferenciada en la Gran Flama, enviada a un largo peregrinaje a través de la
materia a fin de desenvolver las potencialidades inherentes en cada Espíritu
individual. El plan original para la
oleada de vida humana no involucra dolor, pena, cuita o sufrimiento; pero, en
última parte de la Época Lemuriana, los Espíritus Luciferes, penetraron la
conciencia de la humanidad femenina impregnando el cuerpo de deseos con el
principio de la pasión. Como resultado,
el hombre, ignorantemente mal usando la divina Fuerza Creativa, desarrolló un
desbalance en su naturaleza y se tornó sujeto
innumerables enfermedades, desórdenes y dolencias des- armoniosas. La corrección de este desbalance, la
restauración de la armonía dentro de la naturaleza del hombre, requiere un
cambio en la conciencia, o la transmutación de las propensiones inferiores
egoístas en cualidades del ser espiritual o superior. Cristo Jesús exhortó y amonestó a la mujer
pecadora, diciendo: “Vete, vete y no peque más”, Indicando de esta manera la necesidad de un
cambio en su forma de vida si quería que su alivio y restauración pudieran
continuar. De este modo hallamos la clave para la curación incorporada en la
palabra “regeneración” y esto se aplica tanto al curador como al
paciente.
Generalmente hablando podemos decir, que los primeros pasos en la
regeneración o proceso sanativo tienen que ver con la purificación de los
cuerpos del Hombre. Los métodos más usuales
se aplican principal y primariamente al cuerpo físico. El estudiante Rosacruz, comprendiendo la
importancia de la parte física del ser humano, así como la supra-física,
sostiene y cree que a fin de plasmar una salud permanente, o una regeneración
del individuo, uno debe trabajar en conformidad con las leyes de la Naturaleza
en todos los planos –el plano físico así como también los planos sutiles
superiores-. Él, consecuentemente, le
brinda el debido reconocimiento a las
leyes fundamentales, las cuales determinan las reacciones hacia los resultados
a partir del uso de ciertas propiedades físicas reconociendo al mismo tiempo
que tales reacciones son indudablemente modificadas o afectadas por las
condiciones existentes cuando ellas son aplicadas. Entonces esto es así en cumplimiento con las
leyes básicas afectantes del cuerpo físico, tales como aquéllas que gobiernan
la dieta; debemos permitir la variación en la respuesta de diferentes
individuos, las complexiones y complejidades de cada persona, las cuales
afectan los resultados últimos de remedios físicos –sea éste alimento ó
sustancias medicinales-.
Los
naturistas, o médicos que usan métodos naturales con el fin de traer alivio y
curación al dolor y enfermedad, rinden un servicio invaluable a la humanidad
por medio de enseñarle a la gente a cooperar con las leyes fundamentales de la
Naturaleza a fin de recuperar o mantener
la salud: Tomar, una completa cuota de aire fresco y sol brillante, ejercicio y alimento adecuado; desistir de
emponzoñar los cuerpos con drogas varias las cuales a lo sumo pueden brindar
alivio temporal; vivir alegre, gozosamente y en una actitud in-egoísta y
altruista. Estos pioneros están en
completa armonía con las leyes de la Naturaleza cuando nos encomiendan a
consumir libremente de las dietas frescas y necesarias, mayormente no cocidas,
de modo que el monto más completo y total posible de sus vitaminas, minerales y
otras propiedades energizantes puedan ser tomadas plenamente y utilizadas por
el cuerpo. Entonces, también, cuando
ellos demuestran la eficacia de tales ayudas simples como el valor de ciertas
frutas y vegetales, en romper y liberar al cuerpo de las cristalizaciones que
han sido formadas por la incorrecta dieta, en formas de vida y varios otros medios
naturales simples de promover la salud.
Los
osteópatas y quiropractas por medio de sus manipulaciones de la columna
vertebral y ajustes, cirugías sin derramamiento de sangre, y masajes,
contribuyen mucho con un aporte de real valor al arte de curar. Los médicos más avanzados por doquier están
comenzando a usar luz, color y música como factores poderosos para promover
armonía y bienestar en todos los vehículos del hombre. Paralelo con estos cambios en su cuerpo,
advienen cambios en los otros cuerpos por la íntima interpretación de todos los
vehículos. En la extensión en que un paciente hace uso de su voluntad para
cooperar con los métodos de curación él progresa en la batalla del Ser Superior
para la maestría y dominio sobre su ser inferior.
La
mente, siendo el punto de enfoque entre el Espíritu y el mundo material, ocupa
naturalmente una posición estratégica en el arte de curar, aún aquéllos que no
tienen conscientemente conocimiento oculto deben admitir la necesidad de cultivar
una actitud mental emocional serena si
se desea retener o recuperar la salud.
Los resultados de amplia investigación y experimentación hablan
elocuentemente de los efectos dañinos, ponzoñosos y venenosos del odio, las
rencillas, los celos, la envidia y los resentimientos, etc. Siendo su tendencia a entorpecer y evitar una
manifestación normal y libre del Espíritu –esencial para la salud- debe, por lo
tanto, haber una purificación o limpieza de la mente, y una dedicación y
encauce definido de sus actividades en canales constructivos, si es que debe
ser mantenida una dosis de salud óptima.
En
la palabra, en la obra curativa de la Fraternidad Rosacruz existe un rasgo que
es único, pero el cual será más universalmente usado a medida que nos compenetramos
y avanzamos dentro de las vibraciones de la Era de Acuario. Esta característica es el grupo de Auxiliares
Invisibles, o sea personas que han desarrollado su cuerpo alma lo
suficientemente para funcionar en los planos internos y realizar allí un servicio
humanitario bajo la dirección de aquéllos entrenados en esta fase del arte
sanativo. A cargo de su obra están
aquellos seres humanos altamente desarrollados y evolucionados de los cuales
hablamos como los Hermanos Mayores, ó Hermanos de la Rosa Cruz.
Los
Auxiliares Invisibles son enseñados a dirigir la fuerza curativa donde es necesitada,
así como ajustar partes del cuerpo, aún algunas veces materializando una mano la
suficientemente como para reemplazar partes afectadas más efectivamente. Solamente aquéllos que viven una vida pura y
caritativa pueden participar en éste más amplio y sublime servicio, así que es
esencial que uno arme y sirva en el plano físico a fin de atraer los dos éteres
superiores del cuerpo alma, el manto dorado que viste el Auxiliar Invisible, y
así disfrutar el privilegio de servir en los planos superiores. Estos Auxiliares son aquéllos que
definitivamente se esfuerzan y consagran para vivir la vida REGENERADA.
En
agregado a la ayuda provista por los Auxiliares Invisibles en el sistema de la
Fraternidad Rosacruz de asistencia curativa, es también provista la ayuda en el
plano físico. Cuando el dato de la fecha
de nacimiento llega a la Sede Central del paciente, es levantado su horóscopo,
y a partir del patrón anímico puede ser determinado no sólo importante
información fisiológica, sino también el desbalance espiritual de la naturaleza
que ha ayudado a la causa por la cual puede ser vista la debilidad física. De esta manera el paciente puede ser amonestado
y encomendado a continuar en armonía con las leyes de Dios, si él continúa su
contacto con los Auxiliares Invisibles por medio de la firma semanal escribiendo
una carta con tinta fluida al departamento de curación en la Sede Central. El
valor de la astrología haciendo posible proveer sanas recomendaciones en todos
estos asuntos es poderosamente enfatizada por Max Heindel, quien declara: Considerando
que el organismo terrestre que cada uno de nosotros habita es moldeado a lo
largo de líneas vibratorias producidas por el sonido de las esferas podemos
darnos cuenta que las in-armonías que ellas mismas se expresan como enfermedad
son producidas en primer lugar por in-armonía espiritual interior. Es
ulteriormente evidente que si podemos obtener conocimiento agudo y definido en
lo que concierne a la directa causa de la in-armonía y remediarla, las manifestaciones
físicas de la enfermedad desaparecerán a corto plazo. Es esta información provista por el horóscopo
del nacimiento específico para cada paciente, ya que allí cada planeta en su
casa y signo expresa armonía o discordia, salud o enfermedad. Por lo tanto todos los métodos de curación
son adecuados sólo en proporción a que ellos tengan en consideración las
armonías y discordancias estelares expresadas en la rueda de la vida del
horóscopo”.
Sin
embargo, aún cuando la atención ha sido provista por los Auxiliares Invisibles,
y las sugerencias basadas en el horóscopo han sido comunicadas al paciente,
todavía resta para realizar una más importante tarea -aquella de imbuir al
paciente como para asegurar salud permanente- una comprensión de las leyes de
la Naturaleza es esencial para ello y cuando se tiene esa comprensión acompañada
con una realización o concientización de que toda enfermedad es resultado de la
violación de leyes cósmicas, usualmente se desea re-acomodar la forma de vida
para la plena realización y logro del proceso curativo. Mientras más comprenda el paciente acerca de
los principios fundamentales que gobiernan la vida y el ser, mejor capacitado
para cooperar con estos principios estará, y de esta manera se le hace evidente
que la intentona de mantener y prolongar la salud debe estar acompañada por una
cierta educación del paciente en lo concerniente a los misterios de las leyes
inmutables de la vida. La fuerza de
voluntad y la adaptabilidad del paciente en cooperación con los ayudantes visibles
e invisibles determinará la velocidad con la cual se concrete el proceso regenerativo.
Se
nos enseña en la Filosofía Rosacruz algo acerca de la inherente naturaleza y
formación del cuerpo vital y de sus funciones, y cómo es necesario cambiar el
cuerpo vital antes de un cambio sustancial y permanente en el organismo humano
completo; y, antes que dicho cambio pueda ser realizado. El cuerpo vital es el vehículo del hábito y
la mayoría de las personas son criaturas del hábito y para cambiar los hábitos
que hemos formado en el pasado se requiere mucha repetición, mucha persistente
paciencia en establecer nuevas líneas de pensamiento, sentimientos y
acción. Nuestros deseos y emociones
tienen una fuerza extremadamente poderosa sobre nosotros y a menudo encontramos
difícil estas sutiles persuasiones de la naturaleza de deseos cuando nos
avocamos a destruir y liberarnos de nuestros antiguos hábitos dañinos
deletéreos, sean ellos físicos, emocionales o mentales. Sin embargo, podemos cambiar nuestro hábito
si queremos realizar tal cosa y es allí donde subyace el secreto de la
transmutación el cual establece salud perdurable –el uso de la voluntad-.
Realmente, no existen límites para la realización o conservación de uno
en curación o cualquier otra línea de esfuerzo, si existe un suficiente deseo positivo
de realizarlo y un subsecuente encauzamiento de la voluntad en la dirección
apropiada. Un interesante ejemplo en
relación a esto lo encontramos en torno a una situación que involucra un guardián
de paralíticos en un hospital sudamericano; todos estos pacientes eran tullidos
y ocho de ellos estaban en la sala cuando un día apareció una boa constrictora
gigantesca –a través de una chimenea y una ventana-. Diez segundos después de su aparición, ¡la
serpiente era el único ocupante de la habitación! Un paciente quien había estado en cama por
dos años saltó seis pies a una ventana y varios pies hasta el suelo.
A
partir de muchos ejemplos de esta naturaleza uno no puede ser sino convencido
de los poderes del Espíritu; los cuales pueden ser liberados enormemente por
los medios de la voluntad, el deseo, y el poder del pensamiento. Nunca puede ser mucho el énfasis
puntualizado; sin embargo, este proceso de sublimación debe estar basado sobre
el amor caritativo y el servicio desinteresado hacia los demás, ya que la vida
realmente regenerada es la vida in-egoísta.
Max
Heindel nos dice: “Cristo es una corporización del Principio sabiduría y en
proporción a que el Cristo sea formado en nosotros, nosotros obtendremos la
salud“, y podemos con seguridad tomar esta declaración como una llave en el
sendero de la regeneración y la salud.
El Cristo o Principio Amor-Sabiduría es la expresión del segundo Aspecto
del Dios triuno, un diferenciado átomo del cual es hombre y este Aspecto, es el
Principio discordante de los Espíritus Luciferes.
A
medida que cultivamos el amor de Cristo dentro de nosotros y lo manifestamos al
prójimo, automáticamente eliminamos las tendencias en contra del egoísmo, la
pasión, los celos, el odio, la envidia y otras vibraciones coercitivas que
pertenecen al ser inferior, liberando así los infinitos poderes del
Espíritu. De este modo la salud adviene
con la transmutación de las cualidades inferiores dentro de otras más elevadas
aunque los necesarios cambios dentro de los cuerpos, durante la transmutación y
su proceso pueden traernos incomodidad, un completo ajuste debe ser realizado por
cada individuo que persista en el Sendero y la regeneración debe lograrse por toda
la humanidad y entonces la salud prevalecerá cuando aquella –la regeneración-
sea plasmada.-
Trascrito de Artículos de RAYOS de la Rosa
Cruz
- De Abril de 1983 -
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