Capítulo VII
LA CONSTITUCIÓN DE LA TIERRA
Y LAS ERUPCIONES VOLCÁNICAS
Aun entre los mismos ocultistas se considera como uno de los problemas más difíciles de investigar la misteriosa constitución de la Tierra. Todo ocultista sabe cuánto más fácil es investigar completa y correctamente el Mundo del Deseo y la Región del Pensamiento Concreto, trayendo los resultados de esas investigaciones al Mundo Físico, que investigar completamente los secretos de nuestro planeta físico, porque para poder hacerlo así completamente uno tiene que haber pasado por los nueve Misterios Menores y la primera de las Grandes Iniciaciones.
La ciencia moderna sabe muy poco acerca de este asunto. En lo que toca a los fenómenos sísmicos, cambian frecuentemente sus teorías, porque continuamente descubren nuevas razones que hacen sus teorías anteriores insostenibles. Han investigado, con su maravillosa precisión y escrupulosidad, la costra exterior, pero sólo hasta profundidades insignificantes. En cuanto a las erupciones volcánicas, tratan de entenderlas, como tratan de comprender todo lo demás, en una forma puramente mecánica, describiendo el centro de la Tierra como un horno ardiente y llegando a la conclusión de que las erupciones son el resultado de filtraciones de agua accidentales o de otras causas similares.
En cierto sentido, sus teorías tienen algún fundamento, pero en este caso, como siempre, se olvidan de las causas espirituales que el Ocultista considera las únicas verdaderas. Para el Ocultista el mundo no está “muerto”. Al contrario, toda grieta y hendidura está compenetrada por el espíritu, que es la levadura que produce los cambios en el planeta.
Las diferentes clases de cuarzos, los metales, la disposición de los diferentes estratos, todo tiene un significado muchísimo mayor que lo que el investigador materialista es capaz de imaginar. Para el Ocultista, la forma en que están dispuestos esos materiales tiene un significado muy profundo.
Ante la visión educada del Iniciado de los varios grados de los Misterios, la Tierra parece formada por estratos, algo así como una cebolla, estando cada capa recubriendo la anterior o más interna. Existen nueve estratos y el corazón central, siendo así diez en total. Estos estratos se le van revelando al Iniciado gradualmente. Cada estrato se le hace accesible con cada iniciación, de manera que al final de las nueve iniciaciones menores, él es el señor y maestro de todos ellos, aunque todavía no tiene acceso a los secretos del corazón central.
De acuerdo con el antiguo lenguaje estas nueve etapas se llamaban los “Misterios Menores”, los cuales llevaban al neófito conscientemente a través de todo lo relativo a su pasada evolución, merced a las actividades de la existencia involuntaria, de manera que entonces puede comprender la manera y el significado de la obra que entonces realizó inconscientemente. Así se le muestra cómo la nónuple constitución actual (el triple cuerpo, la triple alma y el triple espíritu) fue traída a la existencia; cómo las grandes Jerarquías trabajaron el espíritu virginal, despertando en él el Ego y ayudándolo a formar el cuerpo; y también el trabajo que él mismo ha realizado, extrayendo del triple cuerpo tanta triple alma como actualmente posee. Se lo lleva, una grada a la vez, por las nueve de los Misterios Menores, los nueve estratos.
Cuando el hombre en su marcha ha pasado por las nueve iniciaciones menores, obteniendo así acceso a los nueve estratos, aún tiene que ganar el acceso al corazón central. Esta puerta le es abierta por la primera de las Cuatro Grandes Iniciaciones, en la que aprende el misterio de la mente, esa parte de su ser que comenzó en la Tierra.
Cuando está pronto para la primera Gran Iniciación ha desarrollado su mente hasta el grado que todos los seres humanos alcanzarán hacia el final del Período Terrestre. En esa Iniciación se le da la clave de la próxima etapa, y todo el trabajo que haga el iniciado desde entonces será similar al que hará la humanidad en general en el Período de Júpiter, por lo que no nos concierne actualmente a nosotros.
El diagrama de esta página (6) nos dará una idea de la disposición de los estratos terrestres, omitiéndose el corazón central para indicar con más claridad la forma de lemniscata de las corrientes en el noveno estrato. En el diagrama aparecen los estratos como si fueran del mismo grosor, aunque en realidad algunos son mucho más delgados que los otros. Empezando con el más exterior, aparecen en el orden siguiente:
(6)
Este diagrama ha sido reproducido de la obra de Max Heindel Concepto Rosacruz del Cosmos, figurando como “Diagrama 18”.
1. La Tierra Mineral: ésta es la costra pétrea de la Tierra, de la que se ocupa la geología hasta donde logra penetrar.
2. El Estrato Fluídico: la sustancia de este estrato es más fluídica que la costra externa, pero no es como el agua, sino más bien como una pasta espesa. Tiene la cualidad de la expansión, como la de un gas extremadamente explosivo, y se mantiene en su lugar gracias a la enorme presión de la costra externa. Si se sacara la costra externa, todo el Estrato Fluídico desaparecería en el espacio con una formidable explosión. Corresponde a las Regiones Química y Etérica del Mundo Físico.
3. Estrato Vaporoso: en el primer y segundo estrato no existe realmente vida consciente, pero en este estrato hay una vida pulsante y fluyente, como en el Mundo de Deseos que rodea e interpenetra nuestra Tierra.
4. Estrato Acuoso: en este estrato existen las posibilidades germinales de todo cuanto existe en la superficie de la Tierra. Aquí están las fuerzas arquetípicas que están tras los Espíritus-grupo o colectivos, así como las fuerzas arquetípicas de los minerales, porque éste es la expresión física directa de la Región del Pensamiento Concreto.
5. Estrato Germinal: Los científicos materialistas han fracasado en todos sus esfuerzos para descubrir el origen de la vida, esto es, cómo vinieron primeramente a la existencia las cosas vivientes surgiendo de la materia muerta. En realidad, de acuerdo con las explicaciones ocultas de la Evolución, la pregunta debería referirse a cómo se originaron las cosas “muertas”. La Vida estaba allí antes que las formas muertas.
Formó sus cuerpos con la tenue sustancia vaporosa, antes de que ella se condensara en la sólida costra terrestre. Sólo cuando la vida había abandonado las formas, pudieron éstas cristalizarse y convertirse en cosas duras y muertas. El carbón mineral no es otra cosa que el cuerpo cristalizado de los cuerpos vegetales, lo mismo que el coral es la cristalización de las formas animales. La vida deja las formas y las formas mueren. La vida nunca vino a una forma a despertarla y animarla. Fue la vida la que se retiró de las formas y las formas murieron. Así es como aparecieron las cosas “muertas”. En este quinto estrato está la fuente primordial de la vida de donde surgió el ímpetu que construyó todas las formas de la Tierra. Corresponde a la Región del Pensamiento Abstracto.
6. Estrato Ígneo: Por extraño que parezca, este estrato posee sensación. El placer y el dolor, la simpatía y la antipatía tienen su efecto aquí en la Tierra. Se supone generalmente que la Tierra no puede tener sensaciones de ninguna especie, sean cual fuera las circunstancia. El Ocultista, sin embargo, mientras observa la siega del grano maduro o la recolección de las frutas en el Otoño, o el corte de las flores, conoce el placer que experimenta la Tierra con ello. Es un placer similar al que siente la vaca cuando el ternero chupa la leche de sus ubres repletas. La Tierra siente placer al haber proveído la nutrición necesaria para su progenie de formas, y este placer alcanza su culminación durante el tiempo de la cosecha.
Por otro lado, cuando se arranca a las plantas de raíz, es evidente para el ocultista que la Tierra siente un pinchazo de dolor. Por esa razón no quiere comer alimentos vegetales que crezcan bajo la tierra. En primer lugar, están llenos de energía terrestre y son escasos de fuerza solar, estando además emponzoñados por el hecho de haber sido arrancados de raíz. La única excepción a esta regla es la patata, que originalmente creció en la superficie de la tierra y que sólo en tiempos comparativamente recientes empezó a desarrollarse bajo el suelo. Los Ocultistas tratan siempre de nutrir sus cuerpos con frutos que crezcan al sol, porque contienen mayor cantidad de la superior energía solar y no han causado dolor alguno a la Tierra.
Podría suponerse que la miseria es algo muy penoso para la Tierra, pero ocurre justamente lo contrario. Cada desintegración de la costra dura le proporciona una sensación de alivio y cada solidificación y endurecimiento es una fuente de dolor.
Cuando un torrente de la montaña arrastra el suelo consigo y lo lleva hacia las llanuras, la Tierra se siente más libre; pero cuando el limo vuelve a depositarse otra vez, como ocurre en los bancos de la boca de los grandes ríos, se produce una sensación de molestia.
Como la sensación en los animales y el ser humano se debe a sus respectivos cuerpos vitales separados, así también las sensaciones de la Tierra son particularmente activas en este Sexto Estrato, que corresponde al Mundo del Espíritu de Vida. Para comprender el placer que siente la Tierra cuando los trabajos mineros desintegran las duras rocas, y el malestar cuando los depósitos se van juntando, debemos recordar que la Tierra es el cuerpo denso de un Gran Espíritu, el que, para suministrarnos un medio ambiente en el que podamos vivir y obtener experiencia, ha tenido que cristalizar su cuerpo hasta alcanzar su estado sólido actual.
Conforme prosiga la Evolución y el hombre aprenda las lecciones correspondientes a este punto máximo de concreción, entonces la Tierra se irá ablandando y su Espíritu se liberará más y más. Esto es lo que quería decir San Pablo cuando hablaba de que toda la creación está gimiendo penosamente, esperando por el día de la liberación.
7. Estrato Reflector: esta parte de la Tierra corresponde al Mundo del Espíritu Divino. Existen en la Ciencia Oculta lo que se denomina “Los Siete Secretos Indecibles”. Para los que no conozcan estos secretos o no tengan por lo menos una vislumbre de su importancia, las propiedades de este estrato deben parecerles peculiarmente absurdas y grotescas. En este estrato existen todas las fuerzas morales o más bien inmorales que conocemos como las “Leyes de la Naturaleza”. Al principio de la carrera consciente del hombre, estas fuerzas eran muchísimas peores que actualmente, pero parece que conforme la humanidad progresa éticamente, estas fuerzas mejoran correspondientemente, y cualquier relajamiento que se produzca en la moral tiene cierta tendencia a desencadenar estas Fuerzas de la Naturaleza, provocando caos terribles en la Tierra, mientras que el anhelo y la lucha ferviente por altos ideales convierte a esas fuerzas en menos enemigas del ser humano.
Las fuerzas de este estrato son, en todo momento, un reflejo exacto del estado de la moral existente en la humanidad. Desde el punto de vista oculto, la “Mano de Dios” que castiga a Sodoma y Gomorra, no es una superstición estúpida, porque así como existe una responsabilidad individual para la Ley de Consecuencia que atrae a cada persona los justos resultados de sus obras, sean buenas o malas, así también existe una responsabilidad comunal y nacional, que atrae sobre los grupos correspondientes de seres humanos los resultados ineludibles de sus actos colectivos. Las fuerzas de la Naturaleza constituyen los agentes generales de esa justicia retributiva, causando inundaciones, terremotos o bien las provechosas formaciones de yacimientos petrolíferos o carboníferos para varios grupos, de acuerdo con sus merecimientos.
8. Estrato Atómico: éste es el nombre dado por los Rosacruces a la octava capa de la Tierra, que es la expresión del Mundo de los Espíritus Virginales. Parece tener la propiedad de multiplicar muchas veces las cosas que hay allí. Esto se aplica, sin embargo, solamente a las cosas que han sido definitivamente formadas. Un trozo informe de madera, o una piedra bruta, no tiene existencia allí, pero todo lo que ha sido esculpido o modelado o tiene vida y forma, como una flor o un cuadro, este estrato lo multiplica hasta un grado asombroso.
9. Expresión Material del Espíritu Terrestre: existen aquí corrientes lemniscatas (en forma de 8) que están íntimamente relacionadas con el cerebro, el corazón y los órganos sexuales de la raza humana. Corresponde al Mundo de Dios.
10. Centro del Ser del Espíritu Terrestre: nada más puede decirse acerca de éste, sino que es el estrato germinal ultérrimo de todo cuanto hay en la Tierra y corresponde al Absoluto.
del libro Temas Rosacruces UNO
publicado por Estudiantes de la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel
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Gracias
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