martes, 13 de diciembre de 2016

De la vida Monástica



CAPITULO 17: DE LA VIDA MONÁSTICA

1. Conviene que aprendas, a quebrantarte en muchas cosas, si quieres tener paz y concordia con otros.
No es poco morar en los monasterios y congregaciones, y allí conversar sin quejas, y perseverar fielmente hasta la muerte.
Bienaventurado es el que vive allí bien y acaba dichosamente. Si quieres estar bien y aprovechar, mírate como desterrado y peregrino sobre la tierra. Conviene hacerte simple por Cristo, si quieres seguir la vida religiosa.

2. El hábito y la corona poco hacen; mas la mudanza de las costumbres y la entera mortificación de las pasiones hacen al hombre verdadero religioso.
El que busca algo fuera de Dios y la salvación de su alma, no hallará sino tribulación y dolor. No puede estar mucho tiempo en paz el que no procura ser el menor y el más sujeto de todos.

3. Viniste a servir, no a mandar; persuádete que fuiste llamado para trabajar y padecer, no para holgar y parlar. Pues aquí se prueban los hombres, como el oro en el crisol (Sap 3, 6).
Aquí no puede estar alguno, si no quiere de todo corazón humillarse por Dios.

del libro "Imitación de Cristo", de Tomás de Kempis


*

No hay comentarios:

Publicar un comentario