ASTROLOGÍA, FILOSOFÍA Y FISIOLOGÍA
Conferencia de Richard Koepsel
vía Skype
Viernes 2 de diciembre de 2016
Leer un periódico es una experiencia muy diferente a leer a Platón. El periódico es
somero y superficial, mientras que Platón es profundo y denso. El Concepto Rosacruz
del Cosmos también es profundo y denso. Al leer el Concepto Rosacruz del Cosmos
desarrollamos una apreciación por las cosas profundas y significativas. Desde esa
apreciación, a veces, miramos para abajo las cosas livianas y superficiales. Es verdad
que muchas cosas livianas y superficiales son huecas, sin embargo, no todo lo que es
liviano y superficial es hueco. Hay algunas cosas que son valiosas en su simplicidad y
claridad. A menudo son innegables y algunas veces esa habilidad de innegabilidad es
necesaria.
El sol está ahora en Sagitario, así es que veremos a Géminis, el signo opuesto. Géminis
es el signo que más rige las cosas livianas y superficiales. A veces, parece que alguien
que tiene mucho Géminis en su horóscopo puede hablar por horas acerca de casi nada.
Si alguien prefiere las cosas profundas, esa habladuría le resultará molesta. Lo que más
molesta a algunos es cuando se está discutiendo un asunto con alguien con mucho
Géminis, ya que ese individuo puede y lo hará, argumentar por ambos lados del tema.
Para alguien que quiere una sola verdad en todo, eso es frustrante. La habilidad de ver
los dos lados de un asunto es regida por Géminis. Queremos explorar esa habilidad
para ver los dos lados de las cosas en esta charla. Queremos entender los principios de
esto y cómo funcionan en la Fisiología espiritual.
En esta charla y en las próximas tres charlas, vamos a hablar sobre principios muy
amplios. Entonces, tendremos una sesión de preguntas y respuestas y si continuamos
más adelante, nos abocaremos a una Fisiología más técnica. Estudiaremos el cuerpo
denso humano, sistema por sistema; probablemente, empezaremos por el sistema
circulatorio, de la manera en que lo hizo Max Heindel.
La palabra “Dios” es una palabra sobre usada. Las palabras que son excesivamente
usadas pierden su potencia. La palabra “Dios” ha sido tan sobre usada que casi se ha
vuelto profana y en algunos casos, sin sentido. Cuando leemos el Concepto Rosacruz
del Cosmos notamos que Max Heindel usa muy poco la palabra “Dios”; en vez de ella,
usa el término Espíritu Universal y ese es un término muy bueno porque apunta a
la naturaleza del Espíritu Universal. Y eso no nos da solo un nombre como lo es “Dios”.
En la Biblia, Cristo dice: “Dios es Espíritu y debe ser adorado en espíritu y en verdad”. El
término “Espíritu Universal” es otra manera de decir el “Espíritu Uno” o el “Espíritu de
Unidad”, el cual es trascendental. Platón y los otros filósofos órficos, como los
platónicos, le llaman “El Uno”.
Los órficos fueron filósofos matemáticos espirituales. Por ejemplo, ellos veían en las
fracciones - que eran divisiones - que el 1 podía ser dividido por cualquier número, sin
perder su unidad. Así, decimos: una mitad, un cuarto, un octavo, etc… El 1 es dividido
pero, el Espíritu Uno es indivisible, porque nunca pierde su unidad en las partes. El Uno
es el Uno y en esa unidad, la universalidad y la unidad nunca se pierden en ninguna
parte de sí. Cualquier número dividido por 1 permanece en sí mismo y mantiene su
identidad, su unidad en sí mismo. Si 3 es dividido por 1, sigue siendo 3. Esto implica que
hay un todo, un 1 que tiene 3 partes. Los órficos como Platón, se dieron cuenta que el 1
era un número especial. Era el número especial entre todos los números, era la fuente
de todos los números; estaba más allá de todos los números. Sin embargo, si tenemos
solo el 1, nada puede ser hecho. El 1 está contenido en sí mismo; sin embargo, el
Espíritu Universal, el Uno, es creador, es generoso, es inquiridor. Así es que, con el
objeto de crear, compartir e inquirir, se divide en sí mismo. Investiga en su potencial
interno, comparte con todos los espíritus internos y crea otras interioridades
potenciales. Esto quiere decir que se divide en sí mismo, consigo mismo y lo hace sin
perder su unidad, sin perder su singularidad. Obviamente, hay una división simple entre
lo conocido y lo desconocido, entre lo actual y lo potencial.
Ahora, regresemos a las cosas simples, la simplicidad regida por Géminis. En
matemáticas, la división más simple es la división por 2; la más simple, en objetos, es
una cosa dividida en dos. En Cosmogénesis, la división más simple es cuando el Uno de
divide en el Dos, dentro de sí. No es la única división de lo conocido y lo desconocido,
es a través de todo el Espíritu Universal. Encontramos esto en todo el Concepto
Rosacruz del Cosmos y en todos los escritos de Max Heindel. Hay una división entre el
espíritu y la materia, entre la vida y la forma, entre lo abstracto y lo concreto y en el
principio, entre la Voluntad y la Imaginación. Estas son divisiones fundamentales, son
divisiones necesarias. La palabra “división” en inglés, literalmente significa “dos
visiones” o “visión dividida”. Estas son divisiones simples, básicas y fundamentales,
necesarias para la creación; sin estas divisiones no habría realización en la creación
(realización significa hacer real). Sin realización, la creación habría sido un “hacer
creer”, sería mera fantasía. Es la división interna y la lucha resultante lo que hace que lo
real sea posible; esto es verdad tanto en el Macrocosmos como en el Microcosmos, que
somos nosotros. Queremos verlo en el Microcosmos del cuerpo humano denso.
En Fisiología, la división es vista en términos de polaridad. En la polaridad, los polos
opuestos son necesarios el uno al otro. Son necesarios entre ellos para lograr realizar
cosas, para hacer las cosas. Un ejemplo de polaridad es la ionización: los iones
positivos y negativos interactúan para hacer cosas. Cuando estudiamos la absorción
del agua en el intestino grueso, nos dimos cuenta de que era hecho, en parte, debido a
la bomba iónica que reubicaba la polarización iónica.
La ionización no es el ejemplo que estamos buscando, porque resuena más con Urano y
Acuario que con Mercurio y Géminis. Sin embargo, hay un aspecto de esto que ilustra
el principio que estamos estudiando: si tomamos un magneto, una simple barra
magnética, tendremos un ejemplo de polarización. Un extremo de la barra se polariza
positivamente y el otro extremo, negativamente. El extremo positivo atraerá los
extremos negativos de otros magnetos y repelerá los extremos positivos de otros
magnetos. Si cortamos la barra magnetizada por la mitad, tendremos dos nuevas
barras magnéticas; el antiguo polo positivo aun será positivo, pero tendrá un nuevo
polo negativo. Supongan que cortamos una rebanada muy delgada, de unos pocos
milímetros - del polo negativo de la barra magnética - la cara de esa rebanada que fue el
polo negativo aun permanecerá negativamente polarizada, pero la cara opuesta, la
cara nueva que fue producida por la rebanada, que solo algunos segundos atrás era
negativa, ahora será una nueva cara positiva. Esa es la naturaleza de la polarización.
Una vez que la polarización queda establecida, los polos se necesitan mutuamente,
tanto como se oponen entre ellos. El hecho de que la nueva cara positiva de la delgada
rebanada fuera cambiada de ser negativa a positiva, aun es necesaria, es análoga a la
manera en que Géminis cambia de lado en una discusión para mantener las cosas
justas; para seguir adelante con el argumento, de manera que pueda ser aprendido
mejor. Muestra los dos lados del asunto vivos y viables. Si estamos atados o aferrados
a un lado del problema, si ambos lados son importantes, encontraremos que esto es
molesto. Max Heindel dice que, como cristianos, no debemos ser patriotas. Podemos
amar a nuestro país y podemos ser buenos ciudadanos, pero si nos volvemos patriotas
tendremos enemigos que tenemos que odiar y eso no es cristiano. Como cristianos,
vemos el magneto completo y si somos convocados por un lado del problema,
cumpliremos vigorosamente con nuestro deber, lo que es vital para lograr cosas, pero
no odiaremos a nuestros oponentes. Como dijo Cristo, en la Biblia: “Ama a tu
enemigo”.
Ahora veamos las necesidades creadas por las limitaciones de las polaridades en otra
línea de la Fisiología.
En el símbolo de Géminis, las rayas verticales están limitadas o
constreñidas por las rayas horizontales. Las verticales representan
dirección para cosas altas o bajas. Si tuviéramos las verticales sin que surjan limitaciones, como lo tenemos en el símbolo
de las paralelas, no habría restricciones, en cuanto a qué
tan alto o cuán bajo pudiéramos ir.
En inglés tenemos un dicho para esa condición, decimos: “el
cielo es el límite”. Porque no hay límite para el cielo; no hay
límites pero, tampoco se realiza nada que sea práctico, porque
no hay límites. Los límites, en el símbolo de Géminis, son
horizontales, retienen la verticalidad del espíritu para que las cosas puedan ser hechas,
son como capas o niveles. En la Ciencia o en la Economía se les llama tapas o techos y
pisos o fundamentos.
El lecho rocoso, del que hablamos en la charla de Tauro, es como la raya horizontal de
abajo, es el fundamento. En simbología, una raya o línea vertical es como una
declaración espiritual o una afirmación o la posesión de un principio, es como el báculo
de Wotán, del cual habló Max Heindel en “El Misterio de las Grandes Óperas”; es el
báculo de la Ley, es como la vara de Aarón, es como el báculo del pastor. Las verticales,
en el símbolo de Géminis, están limitadas por las horizontales. Las limitaciones
horizontales son negaciones para las verticales. Es como si las horizontales les dijeran a
las verticales:”No puedes ir más alto ni puedes ir más bajo”. Observando el símbolo de
Géminis, es importante saber que hay dos verticales que son limitadas. En el zodíaco
pictórico, Géminis es el retrato de dos hermanos gemelos, tomados de los brazos. Son
gemelos fraternos pero no idénticos. Al principio, uno era inmortal y el otro mortal;
ellos estaban polarizados, siendo opuestos entre sí y porque se amaban, compartieron
la inmortalidad y compartieron la mortalidad. De esa manera, cuando uno estaba vivo,
el otro estaba muerto; lo cual es un perfecto relato para ilustrar la polaridad. En todo
caso, estamos tratando de inducir una doble limitación para los actos gemelos (dobles).
Para tratar de entender esto, tenemos que trabajar con algo que es muy difícil. Parte
de la dificultad es lingüística. En español, una negación doble quiere decir que algo es
doblemente negativo, el doble de malo. En inglés, en una doble negación, una cancela
a la otra y el resultado es un positivo. Solo sé inglés, así es que, los intérpretes van a
tener que trabajar muy duro para captar esta idea. Géminis y Mercurio siguen la lógica,
son filósofos, filósofos académicos que profundizan muy hondo en la lógica; esa
profundidad es regida por Saturno. Saturno es un planeta muy cauteloso y cuidadoso,
así que estos “diplomados” son muy cuidadosos con la lógica y tienen algunas cosas
prudentes que decir sobre la verdad. No es suficiente, para ellos, establecer que algo
es verdad. Dicen esto porque, ante posibilidades ilimitadas, algo puede ser verdadero y
también otra cosa al mismo tiempo. Para estar seguros, ellos establecen la verdad de
una manera muy cuidadosa. Dicen algo como esto: “Algo es verdad si es cierto y no es
incierto al mismo tiempo”. Pueden ver la limitación en que no puede ser ninguna otra
cosa. Ahora, en esa definición de la verdad, nunca usamos la palabra “falso”, porque si
usamos la palabra “falso”, estaríamos introduciendo un nuevo concepto, porque
“incierto” no es lo mismo que “falso”.
Los lógicos, como Géminis, quieren las cosas simples y muy, muy claras. Géminis es un
signo de aire y ellos desean una definición que sea hermética (air-tight). ¡Qué otra cosa
esperarían de Géminis! Esta definición de la verdad funciona en Fisiología en maneras
que son maravillosas; se manifiesta en cada paso que damos, no podemos caminar sin
esta lógica. Todos sabemos que Mercurio rige a los nervios, de la misma manera que a
la lógica. En el cuerpo humano denso, los nervios estimulan a los músculos. Los
nervios estimulan o relajan la contracción de los músculos como otro doblete
geminiano.
Los músculos son, primariamente, proteína y son regidos por Marte, porque sabemos
por Max Heindel, que los músculos son consolidaciones del deseo. Debido a esto,
podemos ver que siendo los músculos estimulados por Mercurio, son un microcosmos
de la mente que es regida por Mercurio, estimulando las acciones en el cuerpo de
deseos, cuya motivación a la acción es inducida por Marte. Cuando caminamos, el
impulso nervioso impele a los músculos para mover la pierna hacia adelante. Sin
embargo, eso no es todo lo que está pasando. La pierna, antes de la estimulación, no
está colgando al aire, sino que está firme en su lugar. La razón por la que estaba firme
es porque otro conjunto de músculos la mantiene en su lugar. Antes que el primer
conjunto de músculos pueda moverla hacia adelante, el otro conjunto debe relajarlos;
esto significa que un impulso nervioso está relajando la pierna de su posición firme, al
mismo tiempo y en armonía, con otro impulso que está moviéndola a una nueva
posición. Así es que, un impulso dice “quiero moverme”, el otro está diciendo “nada
de eso será posible a menos que entregue el control”. Así, podemos ver que los
nervios funcionan de acuerdo a las más rigurosas reglas de la lógica. El trabajo en
conjunto, de los impulsos nerviosos, que es como uno de los mellizos muriendo y el
otro naciendo, se llama “coordinación”.
Esto es lo que estábamos aprendiendo cuando dimos nuestros primeros pasos en la
infancia. Si se observa cuidadosamente, uno puede ver que parte de la coordinación
está incompleta cuando un niño se cae. La aplicación directa de este conocimiento no
es tan fácil como las otras cosas que hemos estudiado. Este principio se aplica a
cualquier habilidad motora voluntaria que quisiéramos desarrollar. Si, por ejemplo,
vamos a tocar un instrumento musical, nos tomará tiempo desarrollar la coordinación
de las fases neuromusculares. Si se está desarrollando nuevos músculos, a menudo
toma más tiempo del que esperamos. Algunas veces, las habilidades de la nueva
neuromusculatura parecen imposibles al principio, pero con persistencia, tratando de
hacerlo y practicando, esa aparente imposibilidad se supera y se hace más fácil. Ese es
el valor de la repetición geminiana.
La Astrodiagnosis y la curación no son fáciles. Supongan que alguien tiene a Marte opuesto a Mercurio; eso puede significar problemas neuromusculares, pero también
podría significar otras cosas, tales como erupciones, impétigo y atolondramiento.
Habiendo tantas posibilidades, los astrólogos, a menudo, enfrentan este tipo de
dilema, por lo que la Astrodiagnosis debería estar unida al diagnóstico médico, siempre
que sea posible. Si se ha determinado que hay un problema neuromuscular, eso es
algo serio que puede ser tratado a través de hierbas o masajes o por los auxiliares
invisibles que pueden entrar en el cuerpo y cambiarlo, pero más probablemente, no sea
fácil de superar. Los auxiliares invisibles pueden o no ser capaces de corregirlo, pero
dan la mejor oportunidad para curarse, si saben lo que están operando. Las
aplicaciones indirectas de los principios geminianos, aquellos principios geminianos que
estamos viendo, son másfavorables. En el Himno de Apertura (en inglés) encontramos
las palabras: “con la antorcha de la razón buscamos la verdad”. Más adelante dice:”La
antorcha de la razón es la mejor herramienta”. Esto nos dice que aprender las cosas
por la razón, como lo estamos tratando de hacer ahora, es de mucha importancia.
Dado que todos somos buscadores de la verdad y desde que estos principios
geminianos se aplican a la razón, es verdad que es beneficioso para nosotros el
aplicarla a lo que aprendemos. Algunas veces, como verdaderos buscadores,
encontramos cosas que aparentan ser verdaderas. En estos casos, es sabio asegurarse
que tampoco sean inciertas porque, muy bien puede ser verdadero y algo más, algo
que no es lo que necesitamos o lo que estamos buscando.
Durante los últimos minutos daremos un vistazo muy breve a otro aspecto de la
polaridad geminiana. La polaridad binaria, que significa dos polos, se manifiesta en
ciclos – ciclos de estados opuestos – tales como: día y noche, invierno y verano, etc…
Los estados opuestos son muy diferentes entre sí y cuando los comprendemos los
podemos usar para nuestro beneficio. Por ejemplo: no plantamos nuestras semillas en
otoño, esperando cosecharlas en invierno, sino que las plantamos en primavera,
esperando cosecharlas en verano.
En el cuerpo humano físico denso, algunos de estos estados y ciclos son obvios
simultáneamente. Un buen ejemplo es la respiración: en la inhalación la sangre es
oxigenada, con la exhalación se expele el dióxido de carbono. No siempre somos
conscientes de los cambios en nuestra consciencia debido a la oxigenación o
carbonación, incluso no somos muy conscientes de nuestra respiración. Sin embargo,
hacemos cosas muy diferentes en la inhalación y en la exhalación. Un ejemplo muy
claro es el hecho de que no podemos hablar o cantar durante la inhalación. Por otro
lado, es mucho más difícil flexionar nuestros músculos o respirar durante la exhalación,
porque la exhalación es un estado de relajación. Durante la mayor parte de nuestra
vida, no somos conscientes de nuestra respiración, cuando sería beneficioso ser
conscientes. No estamos hablando de ejercicios respiratorios para sacarnos del cuerpo
ni ninguna cosa como esa; solo estamos hablando de dos estados de consciencia
que parecen sutiles y obvios simultáneamente. Si estamos teniendo una tensión durante una situación crítica, sea
un problema familiar o algo como eso, es importante mantenerse relajado y reducir la
tensión innecesaria, observando nuestra respiración; especialmente la exhalación es
importante en ello.
Si seguimos el Concepto Rosacruz del Cosmos, el primer paso en esos asuntos es la
observación y el siguiente paso es la discriminación. Si solo observamos y vemos con
claridad la diferencia entre estos dos pasos, ese es un paso adelante. Nuestra intuición
puede decirnos qué hacer con ese nuevo conocimiento que hemos adquirido. Las
experiencias, en adelante, nos traerán más discriminación para mejorar la eficiencia de
aquello que hacemos con ese conocimiento.
Traducido por Ximena Herrera Larenas
Centro Fraternal Rosacruz “Max Heindel”
Santiago, Chile
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