sábado, 21 de octubre de 2017

Una reflexión


UNA   REFLEXIÓN

Queridos Amigos:

Nos enteramos por los medios informativos de los grandes incendios que ocurren en distintas partes del mundo que consumen miles de hectáreas de bosques nativos, lo que implica también la desaparición de grandes cantidades de oxígeno a tal punto que algunos científicos han manifestado que la vida del hombre en la tierra que necesita este elemento, tiene los días contados.

Esto nos recuerda algo semejante ocurrido en la antigua Atlántida cuando los hombres respiraban por branquias en la enrarecida atmósfera reinante, pero luego de los diluvios fue necesario contar con pulmones para respirar el aire circundante que prevalecía, pero quienes no lo habían desarrollado no pudieron vivir en ese nuevo ambiente y lógicamente perecieron.

Ahora bien, es cierto que aún contamos con suficiente oxígeno que nos permite sostenernos en la tierra, de modo que no debe ser motivo de alarma, por el momento, lo que nos dicen los científicos, pero analizado desde el punto de vista espiritual, sabemos que todo este peregrinaje en este gran Día de Manifestación en que vivimos, es muy efímero, tal como nos lo dice Max Heindel, es una simple inmersión del espíritu en la materia.

Atentos ante este hecho tan altamente significativo, es obvio que debemos trabajar desde ya para desarrollar ese vehículo, el cuerpo-alma, que necesitaremos para poder continuar desarrollándonos espiritualmente y que nos permita reunirnos con el Señor en el aire, en la Sexta Epoca o Nueva Galilea, cuando el Sol entre en Capricornio.

Es cierto que se trata de una tarea lenta la que tiene relación con la formación del Psoma Psuchicon como lo llamaba el Apóstol Pablo o Manto Dorado Nupcial, que se teje mediante auténticas obras de amor altruista, noble y desinteresado, siempre en bien de nuestros hermanos del mundo que más lo necesitan, tal como nos dieron el maravilloso ejemplo seres como el Señor Cristo Jesús, San Francisco de Asís, así como el propio Max Heindel.

Finalmente, como miembros de una Escuela Espiritual Superior, tal como es la Fraternidad Rosacruz, tenemos la maravillosa y bendita oportunidad, así como el deber, de mantener en todo momento una conducta ejemplar y una gran disciplina libre de prejuicios, siendo también muy importante que el mundo que nos rodea advierta en nosotros que somos poseedores de una moral elevada.

Fraternidad Rosacruz Max Heindel
Colombres 2113 – Bº Lomas de San Martín
5008 – Ciudad de Córdoba – Republica Argentina

*

Agradecemos al Sr. Raúl Sasia, por este aporte

No hay comentarios:

Publicar un comentario