Ella Wheeler Wilcox, 1855-1919
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En marzo de 1917 la poetisa, Sra. Ella Wheeler visito a Mount Ecclesia.
En el número de mayo de la revista Rayos, Heindel escribió:
ENCONTRADO! – AUTOR
“Recientemente estando de visita Ella Wheeler Wilcox en Mt. Ecclesia, conversando con ella supe que era la autora de un exquisito poema:”
"Un barco zarpa para el Este y otro para el Oeste
Soplando el mismo viento para los dos;
Es la colocación de la vela y no la tormenta
Lo que determina el camino que ellos llevan.
"Como los vientos del mar son los caminos del hado
Que nos impelen a nosotros durante toda la vida;
Es el acto del alma lo que determina la meta
Y no la calma o la tempestad."
“Conocía el poema hacia varios años pero no sabia quien era el autor y lo había usado varias veces expresando con frecuencia que lamentaba no saber quien lo había escrito. Por lo tanto fue una gran satisfacción cuando supe que era de la Sra. Wilcox y cuando me explico la historia de cómo fue que lo escribió. Estoy persuadido de que la historia será de gran interés para los lectores al igual que lo fue para mi, de modo que aquí la repito. Cuenta ella que habiendo zarpado de New York para Boston y estando sentados en la cubierta, de pronto dijo el: ‘No es curioso, Ella, que desde aquí vemos los barcos navegando en direcciones opuestas con el soplo del mismo viento?’ A lo que la Sra. Wilcox contesto: ‘Oh Robert, ese tema esta especial para un poema!
Dame pronto un pedazo de papel para que pueda escribirlo!’ Y así en unos diez minutos ya tenia el poema listo. Esto había pasado, comento, hacia unos veinte años y el poema fue publicado por vez primera en la revista Munsey. Interesante también saber que el Sr. Wilcox quien daba origen a muchas de las ideas espirituales que la Sra. Wilcox luego convertía en hermosos versos. Según ella la vida de ambos era una vida de amor ideal, de dos compañeros de alma muy cercanos que solo puede apreciar quien lo haya experimentado o lo este viviendo. Es una pena que tales uniones espirituales sean la excepción y no la regla.
“Probablemente sea de interés para los lectores saber que la Sra. Wilcox ha sido estudiante de las Enseñanzas Rosacruces por un numero de años y que con mucho entusiasmo ensalza el Concepto Rosacruz del Cosmos. Me informo que había acordado con su esposo un poco antes de su muerte, leer juntos un capitulo antes de acostarse pero que debido a su inhabilidad de escaparse a las compañías nunca pudo llevar a cabo el plan cosa que lamentó mucho pues ella consideraba que el Sr. Wilcox se habría beneficiado mucho en su estado post-mortem gracias a la información contenida.”
Un poco antes de su muerte en 1919 fue publicada su autobiografía, titulada Los Mundos y yo. En ella nos informa de su nacimiento en 1855 en una finca de Wisconsin, siendo la mas joven de 4 hermanos. En su infancia y juventud falto tanto confort físico como satisfacciones mentales, emocionales y espirituales. Comenzó a escribir poesía desde temprana edad y se dio a conocer en su propio estado y con el tiempo se graduó de bachiller. A los 28 años, se casó con Robert Wilcox.
Tuvieron un hijo quien murió al poco tiempo de haber nacido. Poco después de casarse se interesaron ambos en la Teosofía y aceptaron sus enseñanzas. A lo largo de toda su vida, se interesaron todo el tiempo en asuntos síquicos y espirituales.
Al principio de su matrimonio se prometieron que quien se fuera de primero al otro lado del velo regresaría y se comunicaría con el otro si fuera posible. Ellos poco dudaban que esto fuera posible.
Robert Wilcox murió en 1916 luego de más de treinta años de estrecha y amorosa compañía con su Ella. A ella le sobrevino la aflicción la cual se intensificaba pues semana tras semana no recibía ningún mensaje de el. Visito varios médiums famosos en todo el país, también algunos “Sabios” de diferentes religiones y filosofías, y no podía encontrar lo que buscaba. Una estadía en un retiro Teosófico le ayudo a calmarse y buenos amigos le advirtieron en contra de su ciega dependencia en el espiritismo.
Habiendo escuchado que en California las vibraciones espirituales eran mas Fuertes, fue a ver a Max Heindel, aun buscando ayuda para su dolor, e incapaz de entender porque no tenia ni una palabra de su Robert. Así es como relata este encuentro, “En la conversación con Max Heindel, el líder de la Filosofía Rosacruz en California, me aclaro el efecto del intenso dolor. El Sr. Heindel me aseguro que podría entrar en contacto con mi esposo cuando aprendiera a controlar mi tristeza.
Le conteste que me parecía extraño que el Dios omnipotente no me enviara un reflejo de su luz con el fin de brindarle a esta alma que sufre la confirmación que andaba buscando. El Sr. Heindel me pregunto si había estado alguna vez frente aun lago de aguas cristalinas y había observado el reflejo de los arboles y del firmamento. Además, si había observado que al lanzar una piedra al lago, se tornaba confuso y que no producía ninguna reflexión.
Así que los cielos y los arboles esperaban a que las aguas se calmaran para volver a reflejarse. Del mismo modo Dios y su esposo esperan mostrarse cuando cesen las turbulencias de la tristeza.”
Luego de la visita, regreso a su casa y paso muchas horas orando y meditando y al cabo de unos meses las palabras de Heindel se hicieron realidad.
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MAX HEINDEL
y la Fraternidad Rosacruz
Por
Ger Westenberg
Traducción de Jorge Rey
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... oh tú, mujer-hombre-dios,
ResponderEliminarcapitán y adalid de todas tus fuerzas y navíos,
emperador o emperatriz de mares con sus vientos, velas y galernas,
luz purísima,
infinita,
flor inmortal de Lis,
y libre,
y cuántica;
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