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LA LUCHA DE PODER
Aun antes de establecerse la sede central de Rosicrucian Fellowship, Max Heindel había procurado erigir un sanatorio o escuela de curación.
Hacia agosto 6, 1913, su plan se materializo en pequeña escala con tres cabañas construidas con este expreso propósito cada una con dos cuartos. Muy pronto, sin embargo, estos cuartos fueron ocupados por miembros que permanecían en Mount Ecclesia. Situación que continúo hasta abril de 1929 cuando la Junta Directiva, de la cual la Sra. Heindel era presidente, constituyo un comité para investigar la posibilidad de construir un sanatorio.
Piedra Angular del Sanatorio.
Ubicación del Sanatorio
La revista de mayo de 1929 reporto que el arquitecto Lester A. Cramer había trazado los planos del sanatorio. Estos planos especificaban una sección central administrativa para ser usada como oficina, un salón para la recepción, cuatro cuartos de tratamiento, una cocina, un comedor, y los cuartos de las enfermeras arriba. En cada lado de la porción central había cuartos para los pacientes, ocho cuartos privados y cuatro alas cada una con capacidad para cuatro camas. Las alas estaban rodeadas por sus tres lados por una terraza. El plan para la primera etapa proveía albergue para veinticuatro pacientes. La estructura inicial fue diseñada de manera escalable permitiendo agregar nuevas unidades posteriormente. El sanatorio operaria según el sistema de curación natural, prestándole atención a la fisioterapia, que incluía hidroterapia, terapia con la luz, y masajes. Manipulación osteopatía y quiropráctica y baños de sol estaba también incluidos, todo basado en el método Rosacruz de curación. Una construcción de este corte requería menos capital para funcionar que un hospital convencional con elevados precios médicos y de cirugía.
Se estimó que para construir la primera unidad y para funcionar el primer año, se necesitaban al menos $50,000 dólares. El comité decidió que no era prudente iniciar operaciones con menos de esa suma.
El lugar entre Carey Road y Mount Ecclesia Drive, como se muestra en el diagrama, brindaría espacio para la expansión futura.
El 11 de diciembre de 1929 a las 10:46 a.m., fue construida para el sanatorio la piedra angular de 24”x16”x16”. Fue hecha de concreto, fuertemente reforzada con una malla de acero. En la parte superior se ubico un compartimiento de cobre de 7”x8”x12” con el fin de depositar ahí documentos cuando la piedra angular fuese colocada en el sitio del edificio. Noventa y nueve personas presenciaron este evento. Durante la ceremonia, el Sr. Prentiss Tucker dio un discurso.
En enero de 1931 Mount Ecclesia publicó un pequeño documento mensual gratuito para los miembros llamado The Mount Ecclesia Herald, y que costaba 50¢ al año para quienes no eran miembros. Era un periódico familiar que ofrecía novedades que no tenían espacio para publicarlas en la revista mensual Rays from the Rose Cross. A pesar del gran entusiasmo, el Herald tuvo corta vida. El número de diciembre de 1932 informaba que el periódico existía gracias a sus lectores; y que los fondos se habían acabado que el personal había sido reducido a la mitad.
En Rays from the Rose Cross un articulo anuncio que la construcción del sanatorio empezaría en enero 6, pero la falta de fondos impidió su inicio.
El domingo, febrero 7, 1932, al mediodía, se coloco la piedra angular.
Estaban presentes más de 125 personas, entre ellas el Alcalde Martin y otros notables de Oceanside, y unos cuantos francmasones. El presidente de la Fraternidad, el Juez Carl A. Davis, dirigió la reunión y pronuncio un discurso inaugural... Después se dirigieron al publico Mary B. Roberts, líder del Departamento de Curación, el Dr. J. A. Balsey del centro de Los Ángeles, y el Sr. William Albert del centro de San Diego. Luego de los discursos, el arquitecto Lester A. Cramer, con la ayuda de algunos francmasones, colocó la piedra angular. La caja de cobre con los documentos sobre el sanatorio, fue sellada y ubicada en la cavidad de la piedra antes de iniciar la construcción.”
En 1932 los Rayos y el Herald informaban que la construcción iba sobre ruedas. En el número de Rays de Julio de 1932, pagina 389, se incluía una foto del edificio casi terminado, con una descripción.
“Se llevo a cabo una reunión especial de la junta de síndicos en Mount Ecclesia en junio 4, y se estableció la Navidad como fecha tentativa para la inauguración del nuevo sanatorio. Se espera que todos los arreglos necesarios incluidos mobiliario y equipos estén listos para esa fecha, posiblemente antes. La parte física del edificio esta ya terminada excepto la terraza de concreto que no se necesita para empezar. Los retoques finales quedaran listos en unas dos semanas, incluidas las baldosas del piso. El edificio tanto por dentro como por fuera, presenta una muy fina apariencia. El exterior es de estuco y la entrada del frente es de piedra artificial con columnas y tablado. Los utensilios y accesorios hospitalarios serán proveídos luego. Hay un sistema eléctrico de aviso para las enfermeras, un puesto de enfermeras, cocina dietética, etc.
“El departamento de obstetricia, no esta aun terminado y se deja como futuro desarrollo a ser tenido en cuenta por el medico y enfermera jefe. Se han invertido veintemil dólares en completar el solo edificio y unos $5000 quedan para muebles, equipo de fisioterapia y fondo de reserva.
“El doctor y enfermera jefe han sido seleccionados tentativamente y serán anunciados mas tarde. Se espera que algunos centros se unan al equipamiento de ciertos cuartos, que llevaran el nombre de los centros que contribuyan. Se ha pensado que algunos pudieran colaborar con camas de caridad para la institución pues muchos vendrán a nosotros sin medios para pagar sus tratamientos y debemos aprovisionar esta parte. La institución inicia con un pequeño fondo de reserva y no puede suministrar tratamiento gratis al menos al empezar, a menos que haya una dote. Se solicita muy especialmente que de aquí a diciembre nuestros estudiantes y amigos, dentro y fuera de los centros mediten y oren en esta iniciativa para que el arquetipo de la inauguración se forme definitivamente lo cual será de gran ayuda para que la institución tenga éxito después de su inauguración. Favor no olvidar este importante factor.
“Los materiales de publicidad, folletos, horarios y precios de los cuartos, de los tratamientos, se tendrán listos durante el verano y otoño, y serán enviados a los estudiantes y agencias para que se puedan conseguir pacientes e incrementar el fondo de reserva. Todo esto será grandemente apreciado. La institución debe autoabastecerse pues no es posible usar fondos dedicados al trabajo general de la Fraternidad. El actual fondo no será suficiente a menos de que haya nuevas dotes o de que tengamos éxito consiguiendo el suficiente numero de pacientes que permitan pagar los gastos y operar la institución. Por eso, se solicita encarecidamente la cooperación de todos frente a esta importante iniciativa. Todos podemos hacer parte bien sea en oración o con apoyo material...”
La depresión económica mundial y la falta de reservas impidieron que el sanatorio se abriera en la fecha señalada de diciembre. Finalmente fue abierto, siete años mas tarde, en Navidad de 1938, tema al cual nos referiremos mas tarde.
Además de las dificultades materiales, en Mount Ecclesia, los problemas de índole espiritual habían llegado a un clímax en 1931. Con el fin de entender claramente el origen del asunto, debemos recordar el año de 1910 cuando el Maestro le llamo la atención a Max Heindel sobre el hecho de que no importa “Que tan buenas sean las intenciones al comienzo, tan pronto se crean puestos y poder que pueden gratificar la vanidad de los hombres, la tentación resulta demasiado grande para muchos…”
Aun en vida de Max Heindel había algunas personas que tenían planes con los derechos de autor de sus libros, por lo que el tomó la decisión de hacer un testamento. Cuando este fue examinado en 1919, resultaba la Sra. Heindel heredando los terrenos de Mount Ecclesia.
Entonces algunos miembros la presionaron para que transfiriera la tierra a la Fraternidad. Aunque su abogado le aconsejo no hacerlo en vida, ella acordó transferir la propiedad. Tenía plena fe en la Junta de Síndicos de la Fraternidad. En enero 10, 1913, Heindel fundo la corporación siguiendo la ley de California, con la idea en mente de proteger los derechos de autor y las posesiones materiales de la Fraternidad. Además, la corporación evitaba posibles reclamos de la familia de su primera esposa. Los Síndicos de la corporación que ejercían la supervisión eran nominados POR SI MISMOS y no por VOTO popular. No estaban obligados a responderles a los miembros como cuerpo por su administración. Si ocurría la cristalización, o si ocupaban los puestos algunos miembros cuestionables, los probacionistas no los podían expulsar. Pronto la Sra. Heindel lamentó no haber seguido el consejo del abogado.
Después de la muerte de Max Heindel, el Sr. Alfred Adams permaneció a su lado como plenipotenciario. Después de la muerte del Sr. Kennedy y de la Sra. Lyon, se eligieron nuevos Síndicos. Surgió la desarmonía en Mount Ecclesia, y en un intento de promover la paz se añadieron dos nuevos Síndicos a la junta para un total de siete, pero la armonía no se recuperó.
En 1926 fue construida la escuela de niños en contra del parecer de algunos miembros de la junta. Querían que se hiciera primero el sanatorio. La Sra. Heindel misma escribió sobre este tema en una carta abierta el 13 de mayo de 1931:
“En esa época, el espíritu de oposición comenzó a manifestarse de manera descarada. Desde octubre de 1929 un síndico de la junta [Perl Williams] obtuvo una influencia dominante sobre los otros dos síndicos. Aun así, un verdadero síndico, y mi persona tratamos de evitarlo, pero a la final resulto favorecida la decisión de construir el sanatorio. Mi objeción era basada en que los recursos monetarios eran críticos debido a la situación económica mundial. Además, sabía que solo un número limitado de enfermos participaría considerando además que había por todas partes una gran escases de conferencistas y profesores. Para educarlos necesitábamos más salones, oficinas y hospedaje. Así que se produjo una división en la Junta y desde entonces tres síndicos de la junta ejercían todo su poder con el fin de oprimirme.”
En una carta escrita por el Juez Carl A. Davis y el Sr. Starrett, miembros de la junta en 1930 le ofrecieron a la Sra. Heindel una anualidad de $2,500. La Sra. Heindel no acepto la oferta.
En marzo 17, 1931, el Sr. Alfred Adams, plenipotenciario, quien permaneció al lado de la Sra. Heindel después de la muerte de su esposo, murió a los setenta y dos años. A partir de ahí, creció la contienda y un mes mas tarde, en Abril 1931, la Sra. Heindel declaro en una reunión de la junta que no enviaría las cartas y lecciones desde Mount Ecclesia en el futuro, y que no tendría una participación activa en el trabajo. Permanecería como miembro de la junta directiva, y mantendría su residencia, pero que no seria la presidenta de la junta.
Los deberes de presidente fueron asumidos por el entonces vicepresidente, el juez Carl A. Davis.
Probablemente, en mayo, la Sra. Heindel se debatió entre la vida y la muerte debido a una enfermedad, de la cual se recupero en junio de 1931. Decidió no regresar a Mount Ecclesia y alquilar una casa en Oceanside, donde estableció un Centro de Filosofía Rosacruz Max Heindel.
En junio 13, 1931, la Sra. Heindel había citado a la Fraternidad ante la Corte Federal de San Diego debido al uso indebido de derechos de autor. El resultado fue un contrato firmado en octubre para respaldar el uso de los escritos. Había controversia en cuanto a la propiedad legal de los escritos. La Fraternidad reclamaba que la Sra. Heindel había establecido una organización para diseminar las enseñanzas. Se acordó que la Fraternidad tendría “derecho irrevocable, indisputable” para publicar, vender, etc. todos los escritos, pero que la Sra. Heindel era la dueña vitalicia de los escritos y que a su muerte pasarían a manos de la Fraternidad. Ninguna parte podía autorizar sin consentimiento de la otra distribuir los escritos, con la excepción, de que la Sra. Heindel podía otorgarle licencia a una organización patrocinada por ella. La Fraternidad le aportaría una renta vitalicia de $125 mensuales. Si terminaba las actividades competitivas antes de enero 15, 1934, la anualidad se elevaría a $208.33 mes. Todos los miembros fueron notificados que la controversia había sido zanjada.
En octubre 9, 1934, las dos partes firmaron un Nuevo contrato que conservaba algunas provisiones del contrato de 1931. Establecía que la Sra. Heindel había establecido una corporación denominada “Filosofía Rosa Cruz Max Heindel” que distribuía los escritos y tenia 2,050 seguidores y que la Corporación Fraternidad había continuado sus actividades después del “cisma” llegando a tener 4,500 seguidores y que cada uno tenia ciertos activos, y que la Sra. Heindel y su corporación se la había solicitado que se uniera a la Fraternidad. Esto fue aceptado por las partes las cuales acordaron consolidarse. Teniendo en cuenta el
pago de $1:00 de los unos a los otros, se acordó que la corporación de la Sra. Se disolviera y que sus libros y equipos fueran transferidos a la Fraternidad por un precio determinado.
El contrato de 1931 continúo en efecto excepto que la Sra. No tenía derecho a otorgarle a ninguna organización el uso de los escritos. La anualidad fue establecida en $125 mensuales. Tenia derecho a vivir y a sostenimiento en Mount Ecclesia, a ser presidenta del comité de gobierno, a ser la editora de la revista y a firmar las cartas y lecciones a nombre de la Fraternidad.
Se estableció que, “Todas las partes acuerdan que el cisma ha causado un gran malentendido en muchas personas y que ha perjudicado y retrasado el trabajo. Todos confían en que eventos de este tipo no se vuelva a repetir en el futuro, y que en vista de que Heindel, como representante de los Hermanos Mayores de la Orden, le presento estas
enseñanzas al publico, y puesto que la Sra. Heindel paso años enteros de su vida, ayudando a construir la institución, que un apartado del contrato asegurara que ella en el caso de que cese de estar activa en conexión con el trabajo y se retire del mando, siga como presidente emérito de la organización, y su pensión, sus cuartos su sostenimiento continúe de por vida y que ella cooperara con la Fraternidad con la finalidad de que las enseñanzas de la Filosofía Rosacruz se pueda ofrecer al mundo sin posteriores conflictos..”
El 25 de diciembre de 1934 se llevo a cabo una celebración llamada “regreso a casa” en honor al regreso de la Sra. Heindel. La Sra. Heindel se hizo Presidenta de la junta y el Juez Carl A. Davis retuvo su posición de Presidente.
En la Sede central y en otras partes del mundo, otros miembros se esforzaban por obtener poder, sin embargo no exploraremos esta parte.
Cuando Mary Hanscom, la pequeña anfitriona de la Sra. Heindel, caminaba por los terrenos un día de 1935 se encontró con un animal de extraña conducta. Era un perro que se hallaba en la mitad del camino, como si estuviera petrificado. Sus ojos estaban inyectados de sangre y su cuerpo tenso por el miedo. Mary le tuvo que hablar halagándolo repetidamente hasta que el perro respondió. Fue llevado a la parte de atrás del comedor y allí fue alimentado. Se engulló toda la comida que pudo porque el asustado animal estaba a punto de morir de hambre. Luego de un baño y de recibir cuidados, apareció como un perro agraciado que parecía en parte perro policía y en parte un Airedale. Este querido y muy fiel perro fue llamado “Platón” pues era tan sabio que solo necesitaba “pensar” para imprimir una idea en su consciencia. El perro se enfermo y requería ser operado de una hernia, y fue intervenido en 1936 y los gastos fueron pagados por los trabajadores. Murió en los años cuarenta.
Mary Hanscom fue la artista que pinto el Auxiliar Invisible; las pequeñas caras fueron copiadas de imágenes de bebes de trabajadores de Mount Ecclesia. También talló los dos panales de la puerta del templo. Murió entrada en los ochenta años.
La Sra. Gertrude Smith de Canandaigua, New York, murió el cinco de Septiembre de 1936 en un choque de carros y le dejó a Rosicrucian Fellowship una gran herencia para que se empleara en el sanatorio.
Había recibido un enorme beneficio del departamento de curación espiritual y como muestra de gratitud deseaba hacer posible la realidad del sueño de Max Heindel de contar con un gran sanatorio. Paso un año antes de que la herencia se radicara y que los fondos quedaran a disposición de la Fraternidad.
En marzo de 1937, se inicio un curso Bíblico, que cuando quedo listo, contenía veintiocho lecciones para ser estudiado por correspondencia, basado en las enseñanzas de la Sabiduría Occidental.
Cuando la Sra. Heindel regreso de Oceanside a Mount Ecclesia a finales de 1934, se paso a la casa en el valle conocida como la “Cabaña Heindel,” donde había vivido con su esposo. Para el verano de 1937, a pesar de su Buena salud y vitalidad, se le dificultaba por sus setenta y dos años, subir las escalas, e ir caminando varias veces al día entre la oficina y el restaurante. Así que usando sus ahorros, construyo una cabaña de estuco blando al occidente del albergue Rosa Cruz. Tenia cuatro cuartos incluido una amplia sala. En junio de 1937, quedo lista la cabaña. Los trabajadores de Mount Ecclesia le obsequiaron unas persianas venecianas por las que había manifestado preferencia. Su cabaña original, se empleó para darles albergue a los trabajadores.
En marzo de 1938, la Imprenta fue dotada de una nueva máquina, costosa, y la mas nueva de su clase, una Heidelberg con alimentador automático. La Fraternidad Rosacruz publico Principios Ocultos de Salud y Curación, una compilación de materiales tomados de las obras de Max Heindel.
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MAX HEINDEL
y la Fraternidad Rosacruz
Por
Ger Westenberg
Traducción de Jorge Rey
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