sábado, 23 de julio de 2016

El Sol en las doce casas




EL SOL EN LAS DOCE CASAS
El Sol en la casa primera
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El Sol es el origen de la vitalidad. La casa primera significa nuestra condición constitucional y el hogar en nuestra infancia, de aquí que el Sol bien aspectado en la casa primera aumente la vitalidad del signo saliente y, por lo tanto, las fuerzas recuperativas. También aclara la vida durante los días de la infancia y estabiliza la naturaleza, haciendo a la persona más alegre y sociable, más ambiciosa del éxito de la vida y con más arrojo para vencer los obstáculos. La consideración de la vida es para ellos alegre y entusiasta, de aquí que su oportunidad sea mayor. Las personas con el Sol en este aspecto anhelan ser caudillos y ejercer autoridad sobre los demás; son muy celosos de la estimación de sus conciudadanos, correctos y honrados en sus negocios.
Cuando el Sol está afligido en la casa primera debilita la vitalidad, haciendo a la persona tímida y vacilante y falta de coraje y ambición; de aquí que las oportunidades de una vida con éxito son muy pocas a no ser que haya muchos aspectos buenos que por tal razón modifiquen este estado.

El Sol en la casa segunda

Esto indica que la persona encontrará favor en las personas de elevada posición para mejorar su situación material y le ayudarán a conseguir una vida confortable, pero también da una tendencia a derrochar el dinero por el principio de “lo que viene fácilmente se marcha fácilmente también”. A menos que estas características sean controladas pueden traer el fracaso financiero, porque no es precisamente lo que nosotros ganamos lo que importa, sino lo que gastamos.
Nosotros podemos ser pobres con una renta de un millón si derrochamos dos millones.

El Sol en la casa tercera

Esta posición favorece los viajes y hace a la persona jovial y observadora, anhelosa de investigar las causas y las condiciones porque da una inclinación científica. Es muy buena posición para los escritores, puesto que ayuda para traerse el favor y la fama del público.

El Sol en la casa cuarta

En cierto sentido ésta es una posición muy desgraciada, porque priva a la persona de la influencia solar durante la mayor parte de la vida, la cual es por tal razón una lucha cuesta arriba constante; pero como la casa cuarta rige la parte última de la vida, es siempre un consuelo el saber que los años de declinación serán placenteros por el éxito que el Sol prestará. De este modo hará que las molestias de la vida sean más llevaderas.

El Sol en la casa quinta

La casa quinta rige los amoríos y galanteos, los hijos, placeres, la educación y las publicaciones, y cuando el Sol está allí favorece todas estas cosas excepto, los hijos. Hace de la persona un favorito del sexo opuesto, le proporciona mucha satisfacción en la vida, así como fortuna como maestros, publicistas o editores; pero por extraño que parezca, aunque el Sol rige el corazón que es el resorte de donde nos vienen nuestros hijos, su posición en la casa quinta es decididamente desgraciada durante la gestación de ellos. Esto es especialmente cierto si el signo de fuego, Leo, está en su cúspide. Entonces el calor ferviente de la pasión parece que agosta a la planta humana si acaso tiene tiempo de crecer.
Esta tendencia está modificada en alguna extensión cuando hay un signo ácueo en esta cúspide, pero cuando uno de los padres tiene el Sol en la casa quinta su descendencia no es nunca numerosa.

El Sol en la casa sexta

Como el Sol es el dador de vida es evidente que cuando se halla confinado en la casa sexta está debilitado y el fluido vital obstruido, por cuya razón las personas que tienen el Sol en tal posición son particularmente propensas a la enfermedad y se restablecen lentamente. En tal sentido las enfermedades son muy frecuentes y de larga duración, por lo cual a menudo se convierten en crónicas.
Si la persona es un empleado de algún otro será eficaz en su trabajo, no tendrá dificultades en conseguir un cargo bien pagado, pero será muy suspicaz hacia sus patronos y hará frecuentes cambios con el pretexto de que sus habilidades no son apreciadas suficientemente. Si es un patrono, esta posición del Sol es buena para el éxito de los negocios, pero indica disgustos con los servidores, porque será de una naturaleza dominadora. Si las configuraciones en el horóscopo ayudan a la persona para librarla de las garras de la enfermedad, el Sol en la casa sexta da gran habilidad en la química para la preparación de los alimentos y hace a la persona un enfermera o curandera capaz.

El Sol en la casa séptima

Los consocios son a menudo desgraciados debido al egoísmo de los partícipes, pero aquél que tenga el Sol en la casa séptima no tendrá razón para tener disgustos en este sentido. porque siempre atraerá alguien de un elevado sentido del honor que necesite como compañero en su negocio y como quiera que el matrimonio es la más íntima de las asociaciones, el Sol en la casa séptima es una posición especialmente afortunada por esta razón, porque traerá a la persona un compañero de matrimonio que será absolutamente fiel y sincero, uno en quien podrá confiarse como en un escudo en todas las exigencias y vicisitudes de la vida hasta la muerte. Como en la Tierra no hay mayor tesoro que un amor duradero, ésta es quizá la mejor de todas las posiciones solares. Si la persona fuera desgraciada hasta el extremo de verse envuelta en litigios, el Sol en la casa séptima predispone al favor de los jueces y a un resultado feliz.

El Sol en la casa octava

La casa octava es el ángulo de incidencia a través del cual actúan las fuerzas en concordancia con la muerte, y como el Sol es el dador de vida es evidente que esta posición es extremadamente perjudicial en lo que respecta a la vitalidad y a menudo acarrea prematuramente el fin de una vida prometedora.
También ocurre a menudo que cuando el genio ha pasado mendigando toda la vida y pasa los umbrales de la muerte en obscuridad, consigue un reconocimiento postulo, así como fama e inmortalidad debido a esta posición del Sol.
Como la casa 2ª significa las condiciones financieras de la persona y señala lo que hará con el dinero que gana, así también la casa octava indica lo que llega hacia él aparte de sus esfuerzos propios, es decir, herencias, la dote o riqueza del compañero de matrimonio, etc. Por lo tanto, el Sol en la octava casa indica un aumento de riquezas mediante el compañero de matrimonio, pero también señala una tendencia de tal compañero a ser excesivamente generoso y despilfarrar sus propiedades.

El Sol en la casa novena

Esta posición ilumina la mente e imbuye a la persona con ideales elevados de ambición extrema. La hace muy generosa y tolerante hacia la opinión de las demás personas, con un noble y bondadoso corazón. Tiene siempre una urgencia interna para solventar los problemas de la vida y aprender el “por qué” y “cuándo”, de ahí que la mente se vuelva naturalmente a la filosofía, religión o leyes y como nosotros siempre sobresalimos en las cosas que amamos, las personas con el Sol en la novena casa son estadistas excelentes, abogados y ministros de Dios, brillando en todas las investigaciones intelectuales y científicas, y sus misiones a menudo los llevan a tierras extrañas.

El Sol en la casa décima

Ésta es una de las posiciones más seguras para tener éxito generalmente en la vida. La persona sube por el favor de aquéllos que están más elevados que ella en la escala social y obtienen posiciones de gran confianza y responsabilidad.
Tales personas son muy respetadas en la comunidad en que viven y a menudo son honradas con verse elegidas para desempeñar puestos del Municipio y siempre tales elecciones justificarán la confianza que se puso en ellas.

El Sol en la casa undécima

Ésta es una buena señal de que las esperanzas, deseos y aspiraciones de la persona serán realizados y atraerá a las gentes de elevadas posiciones a ser amigas de ella e inclinadas para obrar de este modo.

El Sol en la casa duodécima

Ésta es una señal del alma solitaria que como si fuera un recluso repele de sí a todos sus semejantes. Brinda, también esta posición el peligro de tener un conflicto con las autoridades o bien una incapacidad para adaptarse a las condiciones de la familia y por razón de tales disgustos los nativos se imponen el destierro voluntario o forzado y arrastrando, por lo tanto, una vida de extraños entre extraños. Aún cuando tales extremas condiciones no prevalezcan, la primera tercera parte de la vida es usualmente desperdiciada en esfuerzos vanos para
encontrar un equilibrio y asentarse en algún trabajo seguro para vivir.
Al igual que las posiciones del Sol en la casa séptima, ésta también favorece el trabajo de enfermero en hospitales, en química y en investigaciones de laboratorio y también para tratar con los prisioneros. También da un amor hacía lo oculto y conduce a la persona hacia líneas curiosas de investigación.

del libro "El Mensaje de las Estrellas" 
de Augusta Foss de Heindel y Max Heindel

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