MÉDIUM
Hablando en términos generales, puede decirse que la humanidad actual está
dividida en dos clases: los que tienen la conexión entre el cuerpo vital y el denso muy fuerte y los que la tienen muy débil. La primera clase la forman las personas
ordinarias, que están preocupadas en sus empresas materiales y no tienen contacto alguno con los mundos espirituales. La última clase puede dividirse en otras dos.
Una de ellas es cuando la voluntad actúa interiormente, y por lo tanto, son personas positivas. A esta clase pertenecen los Clarividentes entrenados y los Auxiliares Invisibles.
La otra clase es negativa, y es. apta para ser dirigida por la voluntad de los demás. A esta clase pertenecen los médiums.
Si una persona tiene la conexión del cuerpo vital con el denso débil, y es de temperamento negativo puede ser presa de los espíritus que andan errabundos y que desean manifestarse, pueden, de dichas personas, extraer su cuerpo vital del bazo y emplear temporalmente el éter de que está compuesto para materializar formas espíritas, devolviendo el éter al médium cuando la sesión ha terminado. Cuando un médium permite que su cuerpo vital sea empleado por entidades del Mundo del Deseo que quieren materializarse, el cuerpo vital sale del lado izquierdo, a través del bazo, que es su "puerta" particular.
Entonces, las fuerzas vitales no pueden fluir en el organismo como lo hacen generalmente y el médium se queda exhausto y algunos de ellos se ven obligados a hacer uso de estimulantes, por lo que, con el tiempo, se convierten en incurables bebedores.
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