HERMANOS MAYORES
de la ORDEN ROSACRUZ.
Investiguen el origen de estos elevados seres es tan difícil como hallar la prueba del principio de la primera manifestación de Dios, Considerando que su labor tiene por objeto estimular la
evolución de la humanidad, ellos han trabajado desde muy atrás en la antigüedad de un modo u otro.
Tenemos prueba histórica, sin embargo, de la aparición en el siglo XIII, de avanzadas enseñanzas, por ellos promulgadas. Estos Maestros o Adeptos, son aquellos seres compasivos que a través de muchas vidas han desarrollado sus facultades internas a un alto grado pasando por las Escuelas de Misterios Menores y Mayores, habiendo alcanzado así un estado evolutivo que les libera de todas las ataduras de la Tierra.
Ellos han preferido sin embargo Permanecer en la misma como auxiliares, dándosele a cada uno trabajo específico en armonía con su interés e inclinaciones particulares. Estos Hierofantes de las Enseñanzas de la Sabiduría Occidental han desarrollado un segunda médula espinal atrayendo hacia arriba el rayo inferior de amor de Venus y transmutándolo en altruismo, conquistando así el dominio sobre el segmento simpático de la Primera médula espinal y el hemisferio cerebral izquierdo, gobernado actual. mente por la apasionada Jerarquía de Marte, los Espíritus de Lucifer.
De este modo, cada Hermano es una unidad creadora completa tanto en el plano físico como en los planos espirituales, capaz de usar la fuerza bipolar (masculina y femenina) a lo largo de la doble médula espinal, iluminada y elevada en su energía potencial por medio de los fuegos espirituales espinales de Neptuno (Voluntad) y de Urano (Amor e Imaginación). Esta energía creadora concibe en los hemisferio gemelos del cerebro, regidos por Marte y por Mercurio, un vehículo adecuado para la expresión del Espíritu, vehículo que es entonces objetivado y materializado en el mundo por medio de la Palabra Creadora hablada.
Por medio de este poder son capaces de perpetuar su existencia física y crear un nuevo cuerpo antes de abandonar el antiguo. Por otra parte al poder controlar sus acciones y emociones, los Hermanos evitan todo esfuerzo innecesario sobre sus vehículos, y al conocer los elementos exactos requeridos para conservarlos, aseguran de este modo la máxima nutrición y un mínimo de desgaste.
Por esta razón pueden mantener sus cuerpos en un estado de conservación juvenil y vigorosa salud por cientos de años. Los Hermanos Legos que han estado en conexión con el Templo de veinte a cuarenta años de esta vida, han indicado que los Hermanos Mayores parecen ser los mismos hoy que treinta o cuarenta años atrás. Juzgando por los patrones de los hombres ordinarios ellos parecen tener ahora alrededor de cuarenta años de edad.
Todos los Hermanos tienen un cuerpo material, y residen en Europa Central, en una casa que parece ser el hogar de gente acomodada pero no ostentosa. Ellos tienen oficios de distinción en la comunidad en que viven, pero estas posiciones son sólo con el propósito de dar una razón de su presencia. En esta forma evitan preguntas y suposiciones con relación a quiénes son y qué están haciendo. Fuera y a través de su casa está lo que puede ser llamado el Templo. Es etérico y diferente de nuestros edificios ordinarios, pero su atmósfera aúrica puede ser comparada a la que existe en estructuras tales como iglesias y otros edificios de carácter espiritual.
El Templo Rosacruz es superlativo en todo sentido, y sus vibraciones compenetran de tal modo la casa en que viven los Hermanos Mayores, que no todas las personas se sentirían muy confortables allí. Siete de los doce hermanos actúan en el mundo cuando la ocasión lo demande, apareciendo como hombre entre los hombres, o trabajando en sus vehículos invisibles con o sobre otros según se necesite; sin embargo debe tenerse presente, que ellos nunca influyen a las personas contra su voluntad o sus deseos, y que sólo fortalecen el bien donde quiera que lo hallen. Los otros cinco hermanos nunca abandonan el Templo etérico, y aunque poseen cuerpos físicos, todo su trabajo es hecho desde los mundos internos.
El decimotercero de la Orden es el jefe, Christian Rosenkreuz, el eslabón que conecta la misma con un Consejo Central superior compuesto de Hierofantes de los Misterios Mayores, quienes no tratan con la humanidad ordinaria en absoluto, sino únicamente con los graduados en los Misterios Menores. C. R.. Esta oculto del mundo exterior por los doce hermanos, así como la bola central es oculta por las doce bolas de tamaño igual. Ha sido dicho por algunos de los hermanos Legos que él está usando actualmente un cuerpo que ha sido conservado durante varios siglos.
Esto puede o no ser así, pero nuestro augusto líder nunca ha sido visto por los hermanos legos que concurren, al Templo etérico durante el servicio de media noche. Su presencia es únicamente, sentida, es la señal para que dé comienzo el trabajo. Durante las pasadas centurias los Hermanos han Trabajado por la humanidad en secreto, cada noche los Hermanos asistidos por los Hermanos Legos que pueden dejar sus cuerpos físicos y actuar en sus cuerpos del alma atraen de todos los sitios del mundo Occidental los pensamientos de sensualidad, codicia, egoísmo y materialismo, y luego los transmuta en amor puro, benevolencia, altruismo y aspiraciones espirituales, enviándolos de regreso al mundo para elevar y fomentar el Bien. Durante este servicio la presencia del jefe de la Orden es enteramente espiritual. Sin embargo, él siempre esta, activo en los asuntos del mundo, trabajando con los gobiernos de las naciones de Occidente para, guiarlos a lo largo del adecuado sendero de su evolución. Con este fin aparece en un cuerpo físico, por lo menos parte del tiempo.
Los Hermanos mayores posen todos la conciencia pictórica externa del Período de Júpiter. la cual usan para iniciar a sus discípulos en la Orden Rosacruz. El Iniciador fija su atención en ciertos hechos cósmicos, y el candidato que se ha preparado desarrollando dentro de sí mismo ciertos poderes, es como un diapasón de idéntico tono que vibra con las ideas enviadas por el Iniciador en forma de cuadros. Por lo tanto y no solamente ve los cuadros, sino que es capaz de responder a la vibración, y el poder latente que existe dentro de sí es convertido en energía dinámica y su conciencia elevada al próximo paso en la escala de la iniciación.
El método de desarrollo espiritual impartido por los Hermanos Mayores está dirigido a beneficiar a cualquiera que lo practique y no puede, bajo ninguna circunstancia, causar daño a nadie.
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