GUARDIÁN DEL UMBRAL
Entre el mundo visible e invisible mora el que es individualizado en la literatura oculta con el nombre de Guardián del Umbral, que cada uno debe vencer en el camino al Templo de la Luz y que representa la naturaleza más bajo o aspecto negativo del mismo aspirante.
Esta entidad no puede ser vista mientras la conciencia se encuentra dentro del cuerpo, pero cuando se desplaza al mundo súper físico que se hace visible por medio de un cuerpo astral.
Este demonio debe ser vencido por el candidato y para lograrlo debe obtener control completo sobre las fuerzas negativas de su constitución, las cuales desde su primera diferenciación con la conciencia animal han estado manteniendo al aspecto más bajo de su naturaleza.
Si él ha logrado dominar estos elementos mental y espiritualmente, se encuentra ya suficientemente fuerte como para pasar inconmovible y valeroso ante este espectro de sus mismas perversiones y hacer su entrada victoriosa en los mundos invisibles.
Cuando el candidato haya sido capaz de hacer esto, ha dado un paso fundamental hacia su propia superación y habrá entonces llegado el momento de otorgarle poderes sobre más grandes cosas.
El Guardián del Umbral es la compuesta entidad elemental, creada en los planes invisibles por todos los malos pensamientos y obras que no se han transmutado durante el pasado período de evolución.
Este "Guardián" está guardando la entrada de los mundos invisibles y desafía nuestro derecho para entrar dentro. Esta entidad debe ser redimida o transmutada en su oportunidad.
Por nuestra parte debemos generar equilibrio y fuerza de voluntad suficiente para resistir su encuentro y poder mandar sobre ella, antes de que, conscientemente, podamos penetrar en los mundos suprafísicos.
En el intervalo entre la muerte y el nuevo nacimiento, el hombre no ve a ese Guardián del Umbral, el que es la encarnación de todo nuestro mal pasado, y ante él tiene que pasar primeramente el que desee entrar en los mundos internos concientemente y alcanzar un conocimiento completo de sus condiciones.
Si tenemos el valor de pasar ante el horrible espectro, a quien percibimos primero por estar formado de materia de deseos más densa, pronto obtendremos la fuerza y el valor de permanecer sin miedo en medio de las tormentas desastrosas por la que tiene que pasar todo el que camina por el sendero del desinterés.
Pero antes de que pasemos ante ese espectro no estamos preparados para conocer nuestras vidas anteriores, y tenemos que contentarnos con la visión ordinaria que, tiene el resto de la humanidad.
Existe también otro Guardián, que es la encarnación de todo lo bueno que hayamos hecho.
A ese Guardián se le puede llamar nuestro Ángel Custodio.
del libro "Diccionario Rosacruz", de la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel
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