lunes, 14 de noviembre de 2016

Vicios solitarios y tuberculosis - Nº 35



Nº 35. — VICIOS SOLITARIOS Y TUBERCULOSIS

Buenos aspectos: Neptuno trígono con Urano; Urano sextil con la Luna, y Júpiter sextil con Venus.

Malos aspectos: Marte en conjunción con Venus; el Sol en conjunción con Saturno; Urano cuadrado con Mercurio y Neptuno en oposición con la Luna.
Éste es el horóscopo de una mujer nacida el día 21 de mayo de 1883, a las 5 a. m.; a los 88 grados de longitud Oeste y a los 44 grados de latitud Norte. El estudiante verá inmediatamente que cinco de los nueve planetas están colocados en la casa duodécima, que gobierna los sufrimientos, los dolores y la ruina. Esto ha sido una disposición característica de su vida. Esta señora es una trabajadora competente en su profesión de taquigrafía y teneduría; pero, no obstante, se ha visto privada de empleo varias veces y en ciertos momentos ha estado a las puertas del hambre. Esto es debido a la oposición de Saturno y Neptuno desde la casa duodécima con la Luna en la sexta, la casa de las colocaciones. Júpiter, aunque exaltado en la casa segunda y sextil con Venus, no tiene fuerza para dominar esto.
Con respecto a las cualidades mentales vemos que Mercurio está en cuadratura con Urano y la Luna en oposición con Neptuno. Esto la hace escéptica, criticona, muy peculiar y espasmódica en sus procesos mentales, con una imaginación extremadamente mórbida. Urano está colocado en la quinta casa que gobierna los cortejos y las relaciones entre los sexos antes del matrimonio, y, por consiguiente, en cuadratura con Mercurio indica una disposición mental sin convencionalismos, con una tendencia a relaciones de promiscuidad que envuelven la crítica y el escándalo público. Esto en sí mismo es una configuración y estado de la vida extremadamente desgraciado, pero es solamente una de la serie de aflicciones que señalan en la misma dirección, porque en la casa duodécima, la casa de los dolores, desgracias y desfallecimientos, encontramos a Marte, el planeta de la energía dinámica, en conjunción con Venus, el planeta del amor, en el signo de fuego de Aries, otra indicación de inflamación sexual; y, por último, notamos Neptuno en Tauro en oposición con la Luna en Escorpio, que gobierna los órganos generadores. Esto último es lo peor de todo, porque hace a la mente muy anormal sobre este extremo, evocando ante la imaginación cuadros e imágenes mórbidos y cuando la configuración ocurre desde las casas sexta y duodécima es una indicación cierta de vicios solitarios autopersonales inveterados.


Naturalmente tales prácticas con el tiempo minan la salud y la enfermedad se manifiesta en las partes del cuerpo más débiles con arreglo a las indicaciones del horóscopo.
En el caso presente encontramos a Saturno en la cúspide de Géminis en conjunción con el Sol. Géminis es el signo que rige los pulmones y la conjunción que vemos es casi exacta, faltando solamente 26 minutos. De modo que las fuerzas saturninas frías y cristalizantes están endureciendo los pulmones y produciendo la enfermedad que conocemos como tuberculosis, que lentamente está agotando su vitalidad y llevándola a una muerte temprana. Puede notarse de paso que su madre sucumbió de tuberculosis en el preciso momento en que daba
a luz esta señora. Marte por progresión ha llegado ahora casi al lugar que ocupaba Neptuno al nacer. Esto probablemente por desgracia acentuará el mórbido deseo indicado por Neptuno en oposición con la Luna, de modo que su fin no se hará esperar mucho.
La tuberculosis, aunque seria, no es, sin embargo, necesariamente fatal si esta desgracia pudiera ser refrenada o puesta bajo condiciones en que le fuera imposible entregarse a la masturbación que consume su vitalidad. De este modo los indicios de tristeza que son resultante también de la conjunción de Saturno con el Sol en la casa duodécima podrían ser eliminados si se le proporcionara una perspectiva más brillante de su vida. Entonces las medidas corrientes empleadas contra la tuberculosis probablemente la salvarían.
Lo oculto tiene una inmensa atracción sobre ella, indicado por el trígono exacto de Neptuno y Urano, así como por el sextil de Urano con la Luna. Tocando estas notas y dándole un nuevo interés sobre la vida es muy, posible el substraerla de las mórbidas corrientes actuales de su pensamiento. De cualquier modo la salvación de las malas configuraciones debe buscarse siempre por medio de los buenos aspectos, y substituyendo lo superior por lo inferior puede hacerse físicamente hasta que cambie su situación mental. Un curador bien con Libra o Acuario saliendo y cuyo Saturno no esté en Escorpio podría rendir mucho beneficio; pero aquí se necesita mucha firmeza y, por lo tanto, sería preferible probablemente el signo fijo.

del libro "El Mensaje de las Estrellas", 
de Max Heindel y Augusta Foss de Heindel


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