PREGUNTA Nº 182: ¿Por qué los que se interesan en el estudio de la más elevada filosofía no se ocupan de mejorar el estado social y las condiciones industriales, tales como la abolición de la esclavitud del salario, que es tan brutal y degradante como la esclavitud negra?
Respuesta: Todos los ocultistas reconocen las urgentes necesidades del día, y nadie desea más que ellos la hora de la liberación, el tiempo en que la fraternidad sea un hecho, el momento en que todas las naciones conviertan sus lanzas en podaderas y sus espadas en hoces, como lo profetizó Isaías, pero tratan de producir ese mejoramiento siguiendo un camino diferente. Las uniones socialistas, obreras y otras organizaciones semejantes trabajan activamente para producir el mejoramiento de las condiciones, pero el ocultista sostiene que sus métodos son ineficientes y frustran la realización duradera del fin perseguido, porque es indudable que el hombre mismo es quien crea esas condiciones, y no las condiciones las que hacen al hombre.
Si, por lo tanto, tratamos de mejorar a la humanidad elevando su tipo moral, entonces, cuando el hombre se haga mejor, la consecuencia natural será que el mismo creará condiciones mejores.
Bajo el actual estado de cosas cuando una unión obrera, mediante una huelga o amenaza de ella consigue el triunfo y mejora en algo sus condiciones, el patrón comienza en seguida a combinar algún medio para contrarrestar la mejora y frustrar el objeto. Se asocia con otros patrones, para protegerse mutuamente, y estas asociaciones patronales están siempre en continua guerra con las uniones obreras. La mejora obtenida por una de ellas es cambiada continuamente por la otra. Sin embargo, cuando el patrón, así como el obrero, han sido cristianizados y han aprendido a no hacer a los demás lo que no quisieran que los otros les hicieran, no habrá la menor necesidad de uniones obreras, porque los patrones cuidarán por sí mismos del bienestar de sus empleados y se anticiparán a sus necesidades. El ocultista cree que este estado de cosas puede producirse meditando en él, porque todas las cosas y condiciones tienen su origen en el pensamiento. Por consiguiente, debemos desear ardientemente que la mente del hombre se abra al gran hecho de la fraternidad universal, para que puedan llenar sus corazones con el amor de Dios y se unan para buscar el bien, en vez de oprimirse e intimidarse mutuamente.
Max Heindel
FILOSOFÍA ROSACRUZ EN PREGUNTAS Y RESPUESTAS TOMO PRIMERO
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asi es
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