Preguntas
Pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre la
imaginación, así llamada, y la imaginación creativa?
Respuesta: Según los investigadores de las
ciencias ocultas, el pensamiento es tan real y substancial, a su manera, como
nuestro cuerpo físico denso. No está, en
modo alguno, tan perfectamente organizado como el organismo corporal, dado que
comenzó su evolución durante el actual período terrestre. En las masas de la humanidad sólo es capaz de
ocuparse de la parte formal de la existencia.
Nosotros decimos que el pensamiento se halla en su etapa “mineral” de
evolución, significando esto que, en su propia esfera, es tan inerte y
desprovisto de vida como los minerales comprendidos en nuestro ambiente
físico. No puede crear nada, pero se
satisface a sí mismo manipulando recuerdos de imágenes de formas y substancias
ya existentes en el mundo externo, las cuales han sido creadas por elevados
seres superiores al hombre (quienes emplean también al hombre como
instrumento). Mientras el pensamiento
persiste en su condición de inercia, permanece casi totalmente insensible a los
impactos espirituales. Todo lo que no
sea terrenal continúa siendo incomprendido.
Este manejo de imágenes en el pensamiento es el que corresponde a la
imaginación común.
Pero
el trabajo de una escuela de misterios consiste en acelerar la evolución
individual de manera que, en virtud del trabajo y del pensamiento, podamos
obtener en un período corto, comparativamente hablando, lo que la mayoría
logrará en una etapa algo distante. La
actividad de nuestro actual período terrestre consiste en la vivificación del pensamiento
previo a la entrada en el período de Júpiter.
El consumar esto para la humanidad requerirá el completo período
terrestre.
Como
el presente estado de nuestro pensamiento corresponde al reino mineral, el
vivificado pensamiento corresponde del período de Júpiter corresponderá al reino
vegetal; las plantas, que componen este reino, viven, crecen, y perpetúan su
género porque éste posee un principio vital (el cuerpo vital). La percepción de los sentidos es una
actividad del cuerpo vital (polo negativo del éter luminoso), y cuando el pensamiento
adquiere el principio vital, éste último proyecta imágenes que no son un mero
reflejo de las condiciones exteriores, sino que poseen vida propia, y pueden
existir independientemente del pensamiento que las genera. Este pensamiento vitalizado tiene el poder de
la imaginación creadora.
Desde que la percepción de los sentidos es inherente al principio vital,
es evidente que cuando este principio vital ha sido incorporado al pensamiento,
éste último adquiere el poder de ver, sentir, oír, oler, gustar,
independientemente del cuerpo. El
Resultado es que todos los sentidos operan como una unidad, y por eso el más
elevado sentido espiritual contiene los cinco sentidos más bajos; y como ellos
funcionan simultáneamente nos parecería ver con todo nuestro ser, sentir con
todo nuestro ser, oír con todo nuestro ser, gustar con todo nuestro ser. Además, las sensaciones no estarían separadas
unas de las otras, de manera que podríamos ver con el sentido auditivo, oír con
el sentido visual, gustar con el sentido del olfato y oler con el sentido del
gusto y sentir con todo ellos.
Transcrito de “Artículos de RAYOS de la Rosa
Cruz”, Diciembre de 1982.
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