miércoles, 6 de febrero de 2019

LUZ MÍSTICA - La Importancia de Todo Esto - en you tube -



LUZ MÍSTICA
La Importancia de Todo Esto

en you tube, desde aquí
https://www.youtube.com/watch?v=ENhHcaYZuCE&feature=youtu.be

    Muy seguido oímos a personas, cansadas de los problemas de la vida, o simplemente disgustadas consigo mismas, preguntan  lo siguiente: “¿Cuál es el punto de todo”.  Por qué –se preguntan- están aquí en primer lugar, forzados a luchas con crisis personales y familiares, y con la “muerte y los impuestos” inevitablemente en sus vidas.
   Para el estudiante ocultista, desde luego, la contestación es obvia.  Como criaturas de Dios, también somos dioses en potencia, y la escuela de la tierra, tiene varios aprendices y campos de probación en esa dirección.  No bien conozcamos éstos, puede ser beneficio romper nuestra meta evolucionaria, -el llegar a ser “como dioses”- hacia sus partes componentes y examinar con más detalle los resultados principales del desarrollo humano, al cual estamos abocados.  
   Estas potencialidades mayores, son cinco en número: desarrollo de auto conciencia dentro de la conciencia del TODO;  desarrollo del poder del alma; evolución de una mente creativa; evolución de una voluntad independiente con poder para instituir causas nuevas y originales, -esto es EPIGENESIS-; la transformación de todo lo latente de los Espíritus Virginales, omnipotencia hacia competencia dinámica, accesible para uso inmediato y bajo control directo de la voluntad independiente.
   La primera meta, el desarrollo de la auto conciencia dentro de la conciencia con el TODO, se ha obtenido ya parcialmente pero por el momento en una dirección indeseable.  Hay quienes están tan conscientes de sí mismos, que muchas veces están poco conscientes de todo lo demás.  El egoísmo es un componente automático de los primeros estados de auto conocimiento físico, y nuestra gran batalla ahora es retener y refinar este conocimiento, trasmutando su aspecto auto indulgente, en acción positiva por toda clase de VIDA.  Esta transformación ocurrirá solamente cuando la auto conciencia física individual –que es por hoy la característica más predominante en el hombre terrenal, sea suplantada con su concepción de sí mismo, como esencialmente un ser ESPIRITUAL.  Debemos entender completamente la naturaleza espiritual en DIOS, antes de que podamos empezar espontáneamente a permanecer como parte permanentes de un eterno TODO, al cual pertenece toda la humanidad así como otras oleadas de vida en nuestra atmósfera.
   El concepto de fraternidad universal, el fundamento principal de la religión Cristiana es bastante difícil de visualizar para la humanidad y también actuar sobre ese concepto.  Aún más, podemos estar seguros de que este entendimiento y su realización en el esfuerzo humano, son elementales en comparación con las verdades acerca de inter-relaciones humanas y nuestra relación con DIOS, que será aclarada después de eones, mientras nos hacemos conscientes con la Religión del Padre.
EL CRECIMIENTO DEL ALMA ES UN PROCESO INTERIOR LENTO.  CONTINUAMENTE DEPENDIENTE SOBRE CADA ACTITUD INDIVIDUAL, SINCERIDAD PODER DE VOLUNTAD, PERSISTENCIA, CORAJE, SENTIDO DE DEBER, Y MÁS QUE TODO, COMPASIÓN.
   La auto conciencia acerca de la cual creemos que sabemos mucho, es un fenómeno siempre expansible.  El ulcerante, obstructivo físico, es meramente una concha –muchas veces engaño- del glorioso SER espiritual que un día asumirá su lugar destinado entre las fuerzas mayores creativas del universo.  Este despertamiento, todavía muy lejos de nuestro logro mental y emocional, es el que gradualmente deberá abrir  nuestros ojos y nuestros corazones.
   El desarrollo del poder del alma, es probablemente nuestro más inmediato propósito evolucionario.  La triple alma, lograda a través de beneficiosas experiencias y servicio terrestre en los tres vehículos inferiores, es poder.  Esta es la fuerza que nos capacita para trabajar servicial y creativamente en la viña de CRISTO.  Max Heindel llama al alma “la más sutil prenda del Ego”, llevada a través de nuestros sentimientos y emociones, desde la sustancia del Mundo del Deseo.  Eventualmente el alma será amalgamada en el Espíritu triple.  Entonces el Espíritu permanente fortificado con el extracto de su experiencia evolucionaria, habrá sido alimentado de la impotencia a la omnipotencia y se convertirá, de hecho más potencial, como su Padre en el Cielo.
   El poder del alma que podamos acumular en nuestro presente estado de desarrollo,  es mínimo comparado con el que alcanzaremos después.  Sin embargo, nuestro potencial presente está muy lejos de ser lo grandioso que era al principio de la Época Ariana, o aún inmediatamente después de la llegada de Cristo.   Es imposible sobreestimar la importancia del poder del alma.  Sin algún grado de ella, no podemos esperar adquirir ni aún el progreso que esperamos hacer durante la edad Acuariana.  Sin un grado mucho más grande de poder del alma, no seremos capaces de levitar la tierra y liberar al Cristo de Su aprisionamiento físico.  Y sin el completo cumplimiento del poder del alma amalgamado completamente en el Espíritu, no realizaremos nuestro potencial de dioses.
   Así, nuestra necesidad de convertir cada experiencia terrena en ventaja espiritual es obvia.  Al grado que podamos llevar inegoísmo y servicio para soportar las situaciones ordinarias de la vida diaria, y la sinceridad con la que realicemos el ejercicio de retrospección, determinaremos ampliamente el grado de poder del alma con el que tenemos que trabajar al tiempo presente.
    El crecimiento del Alma – o el desarrollo de poder del alma- no puede ser apresurado, ni es un asunto logrado de golpe, de una vez y para todo el tiempo,  dejando al Ego libre de hacer lo que le gusta después de esto.  El crecimiento del Alma es un proceso interior, lento, continuamente dependiente de la actitud individual de cada uno, de sinceridad, poder de voluntad, persistencia, coraje, sentido del deber, y, más que todo: compasión.  Nuestra escala individual de crecimiento del alma, correrá paralela a nuestro auto-despertamiento espiritual.  Estas dos cualidades están procediendo mano a mano, y así, cuanto más fuerte sea nuestra conciencia de ser como una unidad individual en un eterno Todo, más grande será el grado de nuestro servicio inegoísta, y desde luego nuestro crecimiento del alma.
   El desarrollo de una mente creativa, es otra de las mayores metas, pero nuestra evolución mental es un estado particularmente delicado por el momento.  La Epigénesis humana ciertamente no será disponible en ausencia de la mente creativa.  Aún así el predominio de la mentalidad orientada materialmente, es por ahora tan típica de la condición humana, que es responsable de muchos de los problemas mundiales.  Ciertamente, como sabemos, los Hermanos Mayores han advertido que “el orgullo del intelecto” sería uno de los tres pecados asentados de nuestros días, los otros dos, muy lógicamente sus compañeros, serían la intolerancia y la impaciencia a las restricciones.
   La supuesta superioridad intelectual y la perpetuación del pensamiento material, desde luego, no son el verdadero trabajo del vehículo de la mente.  Se nos ha dicho en el Concepto Rosacruz del Cosmos (página 425) que “la mente es el instrumento más importante poseído por el Espíritu, y su instrumento especial en el trabajo de la creación.   La espiritualizada y perfeccionada laringe hablará la PALABRA creativa, pero la mente perfeccionada decidirá cómo será la particular forma y el volumen de vibración, y así será el factor determinante”.
   La mente inicialmente nos fue dada para que pudiéramos desarrollar propósito de acción, aprender la discriminación, y ser capaces de aplicar un corte al impulso.  Nuestro primer dividendo desde la adquisición de este vehículo, fue la astucia, la que desarrolló debido a que el Ego en ese tiempo era débil y la naturaleza de deseos era fuerte; la naciente mente se incrustó con el cuerpo de deseos.  La astucia causó en gran parte la debilidad de la Época Atlante.   Mucho más tarde, fueron dadas las religiones de raza para emancipar el intelecto del deseo, haciendo hincapié en el “temor de DIOS” contra los deseos de la carne.  Así, bajo las leyes de la vieja dispensación, la guía de la mente egoísta se logró bajo un módico control.  Esto todavía no fue suficiente para emancipar la mente de la naturaleza de deseos, y otro punto de ventaja para el Espíritu debía ser encontrado.  Este fue el corazón, el cual, bajo la dispensación del Cristo de amor universal, lentamente se está desarrollando hacia un músculo voluntario.  A su tiempo, el Espíritu será capaz de controlar la circulación sanguínea, y guiará la misma desde esos centros dedicados al egoísmo.  Entonces la mente habrá sido emancipada enteramente de los deseos inferiores.  Seremos libres de coordinar “recto pensamiento y recta acción” y tomar el siguiente paso en incrementar las capacidades creativas de la mente.
   Aunque la mente es el más nuevo, y menos organizado, y el más débil vehículo del Espíritu, su poder es evidenciado por el hecho de que “somos lo que pensamos”, y  que el sensualista, el pensador el asceta y el santo, podrán ser reconocidos por lo que son por los contornos de su cara, la cual es el espejo de su mente.  Nuestro último poder mental, aquél que, al final del Período de Vulcano, sea capaz de pensar en la existencia de criaturas vivientes que crecen, sienten, y piensan, es deslumbrante y asombroso de contemplarse.
   El cuarto factor evolucionario –el desarrollo de una voluntad independiente, con poder de instruir nuevas y originales causas- empezó más pronto para ser más sabio.  La voluntad misma es el polo positivo de la Fuerza creativa universal, siendo la imaginación el polo negativo.  La voluntad es el iniciador de la acción, y sin ella, nada original en el reino humano, o en el Cosmos, puede ser logrado. 
   La voluntad inferior –realmente, una expresión del cuerpo de deseos- fue obtenida por algunos miembros de la humanidad durante la Época Lemuria, y por su remanente, en la Época Atlante.  En ese tiempo, teníamos conocimientos para utilizar esta fuerza independiente apropiadamente, y ciertamente parece obvio que el conocimiento aún hoy, no sea una característica humana dominante.  El mismo poder de voluntad, con el cual podemos regular nuestras estrellas también, si lo permitimos, nos animará a quebrantar la Leyes de la Naturaleza y engendrar todas las formas de problemas para otros, así como un destino doloroso para nosotros mismos.
   Hay una grande diferencia entre la voluntad inferior, que habla a favor de intereses personales, y la voluntad superior, la contraparte espiritual de la verdadera fuerza creativa.  Solamente la voluntad superior una vez establecida y siendo autoritaria en individuos y en la vida colectiva humana, puede ser realzada para iniciar lo nuevo, original y positivo de las causas que son Epigénesis Cósmica.
   La quinta meta evolucionaria es una caracterización de cabeza de Dios: la transformación de todos los Espíritus Virginales de omnipotencia latente hacia la competencia dinámica, disponible para su uso instantáneo y bajo control directo de la voluntad independiente.  En otras palabras, es la predisposición y la habilidad de operar creativamente constructivamente, e independientemente, en todos los siete mundos y los siete Planos Cósmicos.  Es la habilidad de emular a nuestro Dios Solar en todas Sus actividades y prosecuciones al principio de este Día de Manifestación, incluyendo la voluntad,  entendimiento, y poder crear, mantener y perpetuar al sistema solar y sus habitantes.
   No cabe duda de que mucha gente que sinceramente pregunta “Cual es la importancia de todo esto” es presentada ante el verdadero cuadro deslumbrante de su destino; gritará “blasfemia”, se volteará con disgusto o riéndose.  Sin embargo, allí está precisamente la importancia de todo esto, y todas nuestras presentes “penas” serán nada cuando alcancemos el exaltado estado de cabeza de Dios.
   Incluida en la “última omnipotencia” que tan lentamente estamos desenvolviendo, está el poder de enviar hacia afuera el universal, impersonal, siempre subsistente AMOR que ahora, como dice Max Heindel “proviene eternamente del PADRE” hacia su Creación.  Esta fuerza es un agente unificante de Vida, y sin éste, ningún otro cohesivo trabaja, aunque los argumentos para beneficio colectivo o social estén basados en teorías científicas; y aún las mismas religiones podrían gozar mucho más que un suceso transitorio.  La verdad de que esta exposición ha sido mostrada repetidamente en la historia  reciente, cuando muchos esquemas de unidad que parecían altruistas, creación de ciertas comunas que establecieron grupo para un propósito u otro, fundadas en las rocas del auto interés individual, revelaron a sí mismas el fracaso una vez pasado el primer estado idealista de organización.
   El AMOR divino que alimenta la vida naturalmente, es una exaltada versión, muchas veces hecha, de aún la más alta manifestación de amor que la humanidad por ahora puede expresar.  El amor fraternal idealizado en las Enseñanzas Cristianas es un largo camino hacia la concepción del amor que será revelado bajo la Religión del Padre, y aún más allá de la apoteosis de Amor como podríamos comprender al final del Período de Vulcano.  Tan imperfecto como el amor humano es por ahora, sin embargo, debemos aprender (y buscar) a utilizarlo completamente, de lo cual somos capaces.  Solamente por nuestra constante utilización de la voluntad –dirigiéndola hacia nuestros semejantes y hacia todo lo que encontramos – desarrollaremos esta divina cualidad en sus potenciales de vida que descansa profundamente dentro de cada uno de nosotros.
   El impulso de la evolución es hacia la perfección.  El ser humano perfecto es una entidad tal lejos de nuestros poderes que no podemos imaginarlo en su totalidad correctamente.  La Evolución es el camino del progreso.  El ser humano en el camino del progreso, puede esperar experimentar muchas futuras ocasiones, cuando si su entendimiento espiritual no está suficientemente despierto, encuentra la causa para preguntar: ¿Cuál es la importancia de todo esto?  Muchas veces se verá a sí mismo que no va a ningún lado; y habrá veces, también, aunque lo que actualmente sea progreso, le parecerá que va en regresión.  Optimismo y confianza en el futuro y en su propio destino, serán entonces su lema…
   Nuestra evolución desde ahora procederá a través de nuestro esfuerzo personal solamente.  Ninguno podrá otorgar progreso a otro.  Este deberá hacerse por la persona misma a través del proceso de desarrollo interior.  El conocimiento, una piedra angular para toda nuestra futura evolución, es desarrollada, no conferida.  Los maestros que pueden apuntar el camino, no pueden hacer el trabajo.  El conocimiento es logrado  a través de experiencia encontrada durante días, vidas, y eones de esfuerzo continuo.
   Tenemos el libre albedrío de determinar la velocidad con la cual proceder con nuestra evolución.  Durante el pasado nos faltaba tanto conocimiento práctico así como libre albedrío.  Nuestras actividades eran determinadas y guiadas por seres superiores, pues no teníamos otra elección.  A su tiempo, sin embargo, y a costa de mucho sufrimiento, adquirimos conocimiento y la independencia de darle uso a nuestro antojo.
   Para poder acelerar nuestro progreso futuro, es necesario por ahora nuestra concentración en fundir las cualidades de la cabeza y el corazón,  para que la trasmutación de conocimiento en sabiduría pueda ser automática.  Una vez que esto ocurra, todas nuestras experiencias en cualquier forma serán fácilmente  trasladables hacia fuentes de fuerza y herramientas de progreso.  El uso correcto del poder de voluntad, influye fuertemente sobre el cultivo de sabiduría.  Por voluntad propia para proceder en concordancia con las leyes universales que han sido prescriptas, a su tiempo ganaremos poder espiritual sobre la vida misma. 
   La competencia y conocimiento de los Adeptos será nuestro primer premio, y desde ese punto no “habrá lugar donde ir, sino hacia arriba”.

Transcrito de “Artículos de RAYOS de la Rosa Cruz – Diciembre 1982 -
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