sábado, 19 de noviembre de 2016

El significado Cósmico de la Pascua - SEGUNDA PARTE


Capítulo IV
EL SIGNIFICADO CÓSMICO DE LA PASCUA
SEGUNDA PARTE

El Signo de la Cruz estará en el cielo cuando el Señor venga para
juzgar. Entonces todos los servidores de la Cruz, que en vida se han conformado con el Crucificado, se acercarán al Cristo con gran resolución.
TOMÁS DE KEMPIS


Una vez más hemos llegado al acto final en el drama Cósmico que implica el descenso del Rayo Crístico Solar para penetrar en la materia de nuestra tierra, la cual es completada en el Místico Nacimiento celebrado en Navidad y la Mística Muerte y Liberación, que son celebrados poco después del Equinoccio vernal cuando el Sol del nuevo año comienza su ascenso a las más altas esferas de los cielos Norteños, habiendo derramado Su Vida para salvar a la humanidad y dar nueva Vida a todo sobre la Tierra.


En esta época del año una nueva Vida, una acrecentada energía, barre con fuerza irresistible a través de las venas y arterias de todo ser viviente, inspirándolos, infundiendo nuevas esperanzas, nueva ambición y nueva Vida, impeliéndoles a nuevas actividades por lo cual aprenden nuevas lecciones en la “escuela de la experiencia”.

Consciente e inconscientemente para los beneficiados, esta surgente energía vigoriza a todo lo que tenga Vida.

Aun la planta responde con un aumento de circulación de savia, que resulta en mayor crecimiento de las hojas, flores y frutas, de modo que esta clase de Vida se expresa en la actualidad y va evolucionando a un estado más elevado de consciencia.

Pero aunque son maravillosas estas exteriorizadas manifestaciones físicas y por gloriosa que se llame la transformación que convierte la tierra de un páramo de nieve y hielo, en un bello, floreciente jardín, cae en lo insignificante ante las actividades espirituales que corren paralelamente a éstos. Los aspectos salientes del drama Cósmico son idénticos en cuestión de tiempo con los efectos materiales del Sol en los cuatro signos zodiacales: Aries, Cáncer, Libra y Capricornio, pues los sucesos más significativos ocurren en los puntos Equinocciales y Solsticiales.

Es una verdad real y actual que “en Dios vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser”. Fuera de Él, no podríamos tener existencia, vivimos por y a través de Su Vida; nos movemos y actuamos por y a través de Su Fuerza; es Su Poder que sustenta nuestra morada, la Tierra, y sin Su incansable y constante esfuerzo, el Universo en sí se desintegraría. Se nos enseña que el hombre fue hecho a “imagen y semejanza de Dios”y se nos da a entender que de acuerdo con la Ley de analogía somos poseedores de ciertos poderes latentes en nuestro ser que son similares a los que vemos tan poderosamente expresados en la labor de la Deidad en el Universo. Esto nos da un interés particular en el drama Cósmico anual que involucra la muerte y resurrección del Sol. La Vida del Hombre-Dios, Cristo-Jesús, fue moldeada de conformidad con la historia Solar y presagia en modo similar todo lo que puede suceder al Hombre-Dios, de quien este Cristo-Jesús profetizó cuando dijo: “Las obras que yo hago, vosotros también haréis, y obras más grandes aún; adonde yo voy no podéis seguirme ahora, pero vosotros me
seguiréis después”.

La naturaleza es la expresión simbólica de Dios. No hace nada en vano ni gratuitamente, pero hay un propósito tras todo y cada acto. Por lo tanto debemos estar alertas y considerar cuidadosamente los signos en los cielos, pues tienen un profundo e importante significado referente a nuestras propias vidas. La comprensión inteligente de su propósito nos permite trabajar mucho más eficientemente con Dios y Sus maravillosos esfuerzos, para la emancipación de nuestra raza de la esclavitud a las Leyes de la naturaleza y mediante esta liberación alcanzar la máxima estatura como hijos de Dios –coronados de gloria, honor e inmortalidad– libres del poder del pecado, enfermedades y sufrimientos que, ahora constriñen nuestras Vidas, en razón de nuestra ignorancia y disconformidad con las Leyes de Dios. El Divino propósito demanda esta emancipación, pero si es de ser logrado por el largo y tedioso proceso de la evolución o por el muchísimo más rápido Sendero de la Iniciación, depende de que si estamos o no dispuestos a prestar nuestra cooperación. La mayoría de la humanidad atraviesa la Vida con “Ojos que no ven” y “Oídos que no oyen”. Están enfrascados en sus asuntos materiales; comprando y vendiendo; trabajando y jugando, sin un adecuado entendimiento o apreciación de los propósitos de la existencia, y aunque les fuere
desplegado ante sus ojos, no es de esperarse que se amoldarían, o cooperen, debido al sacrificio que implica.

No es de sorprenderse que Cristo atraiga particularmente a los pobres y que Él manifieste lo difícil que le resulte a un rico entrar en el Reino de los Cielos, pues aún hasta el día de hoy en que la humanidad ha avanzado en la “escuela de la evolución” durante dos milenios desde ese entonces, encontramos que la gran mayoría todavía valora sus casas y tierras, sus bonitos sombreros y ropas, los placeres de la sociedad, bailes y cenas más que los tesoros del cielo, que son acumulados mediante el servicio y el autosacrificio.

Aunque ellos puedan percibir intelectualmente la belleza de la Vida espiritual, su deseo se esfuma en la nada ante su vista cuando se compara con el sacrificio que implica su obtención. Como el joven rico, ellos seguirán gustosamente a Cristo si no hubiera tal exigencia de sacrificio. Ellos prefieren alejarse cuando se dan cuenta que el sacrificio es la condición precisa para poder entrar al discipulado. De manera que Pascua es sencillamente una época de gozo, porque es el fin de invierno y el comienzo de la estación de verano, con su invitación a los deportes al aire libre y a los placeres.

Pero para aquellos que han definitivamente elegido el Sendero de la abnegación que conduce a la Liberación, la Pascua es el signo anual dado a ellos como evidencia de la base Cósmica de sus esperanzas y aspiraciones.

En el Sol de Pascua, que en el Equinoccio vernal comienza a remontarse en los cielos Norteños después de haber dado Su Vida para la Tierra, tenemos el símbolo Cósmico de la veracidad de la resurrección. Al tomarse como un hecho Cósmico en relación con la Ley de analogía que conecta al Macrocosmos con el Microcosmos, es en verdad que, un día todos obtendremos la conciencia Cósmica y sabremos positivamente por propia experiencia que no hay muerte, pero lo que parece ser es solamente la transición a una más sutil esfera.

Es un símbolo anual para fortalecer nuestras almas en la tarea del obrar bien, que podamos tejer el “Manto dorado Nupcial” requerido para ser los hijos de Dios en el más alto y sagrado sentido. Es literalmente verdad que a menos que “Caminemos en la Luz, como Dios está en la Luz”, no estamos en la hermandad, pero al hacer los sacrificios y ofrendando los servicios requeridos de nosotros para auxiliar en la emancipación de nuestra raza, estamos construyendo el “Cuerpo-Alma” de radiante Luz dorada, que es la sustancia especial emanada de y por el Espíritu del Sol, el Cristo Cósmico. Cuando esta sustancia dorada nos ha cubierto con suficiente densidad, entonces podremos imitar al Sol de la Pascua y remontar a las más altas esferas. Con estos ideales firmemente fijados en nuestras mentes, la época de Pascua se convierte en la estación cuando es propicio rever nuestra Vida del precedente año y hacer nuevas resoluciones para la venidera estación a fin de promover el crecimiento de nuestra alma. Es una estación cuando el símbolo del Sol ascendente nos debería orientar hacia el agudo entendimiento del hecho que somos sólo peregrinos y extraños sobre la Tierra, que como espíritus, nuestro verdadero Hogar está en los cielos y que deberíamos esforzarnos en aprender las lecciones en esta “escuela de la Vida”, tan pronto como sea posible con un adecuado servicio. El día de Pascua marca la resurrección y Liberación del Espíritu Crístico de los reinos inferiores, y esta Liberación nos debería recordar que debemos mirar hacia el
amanecer del día que nos libere permanentemente de las redes de la materia, del cuerpo del pecado y la muerte, juntamente con todos nuestros hermanos en cautiverio. Ningún aspirante verdadero podría concebir una liberación que no incluya en igualdad de condiciones a todos.

Ésta es una tarea gigantesca, la contemplación del mismo bien puede acobardar el corazón más bravo y si estuviéramos solos no podría lograrse, pero las Divinas Jerarquías que han guiado a la humanidad en el Sendero de la evolución, desde el comienzo de nuestra carrera, están todavía activas y trabajando con nosotros desde sus Mundos Siderales, y con su ayuda, eventualmente podremos lograr esta elevación de la humanidad como un todo y obtener una comprensión individual de gloria, honor e inmortalidad.

Teniendo esta gran esperanza en nuestro fuero íntimo, esta gran misión en el mundo, trabajaremos como nunca para hacernos mejores hombres y mujeres de modo que por nuestro ejemplo podremos despertar en otros el deseo de llevar una vida que conduzca a la liberación.

del libro Temas Rosacruces UNO - 
publicado por Estudiantes de la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel


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jueves, 17 de noviembre de 2016

Epigénesis



EPIGENESIS 

Aprendemos en el Cosmos que la Epigénesis es uno de los poderes básicos del Espíritu Virginal siendo responsable del desarrollo en la evolución, de modo que el Ego no desenvuelve simplemente un patrón ya existente dado por las Divinas Jerarquías, sino que tiene la oportunidad de crear algo nuevo, esto es cierto no solo cuando ocupa un vehículo físico, sino también por la expansión adquirida en el Mundo Celeste. El Ego no está limitado en la revisión y evaluación del bien que hizo en la vida pasada, sino que también se le permite dar expresión a su propia Epigénesis.

Lección Mensual del Estudiante, Noviembre de 1967 
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La llave para la epigénesis es la mente, no hay creatividad sin actividad mental. El deseo por cambiar viene primero, pero hasta que este es modelado por la mente, esforzándose por corregir los defectos que impiden la perfección, la personalidad está sujeta a la presión de los Grandes Seres Espirituales que guían nuestra evolución.

Cuando consideramos este problema de la vida (siendo una buena idea buscar el principio de la Epigénesis y contemplar sus operaciones) nosotros incrementamos el conocimiento de sus leyes y comenzamos a operar dentro de la Ley de nuestro Creador. Todo lo conectado con nuestra Tierra y el Sistema Solar está gobernado por la Ley que no puede ser evitada sin llegar al desastre. Siempre nuestros esfuerzos creativos deben estar sujetos a estas leyes y su descubrimiento y correcto uso nos garantízale éxito.-

Revista Artículos de Rayos de la Rosa Cruz, Octubre 1984, Página Nº 6
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La adaptabilidad abre la puerta de la Epigénesis, es decir la originalidad individual que distingue la creación de la imitación. Nuestro destino es llegar a ser Creadores a la manera del Dios Solar y el aprendizaje a ese fin comienza con el desarrollo de la capacidad de idear mejoras en nuestras propias formas. A su tiempo la Epigénesis se extiende a otras formas de vida y luego a la vida misma.

Lección Mensual del Estudiante, Enero de 1978
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La Epigénesis es la palanca y la mente es el punto de apoyo sobre el cual la Involución se convierte en Evolución. La Epigénesis es la palanca por medio de la cual el triple cuerpo se espiritualiza convirtiéndose en la triple alma que se amalgama con el triple Espíritu. Cuando este proceso ha sido completado, el Espíritu evolucionado se ha vuelto “como el Padre que está en el Cielo”.

Traducido de la Revista Rayos de la Rosa Cruz. 
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TODO DESARROLLO DEPENDE DE LA EPIGENESIS.

La Epigénesis es una extensión, un deseo de traer a la existencia algo que no existía antes. No es simplemente una selección entre dos cursos de acción: es la libre voluntad de inaugurar algo nuevo. Es la verdadera esencia del progreso.

Como para cualquiera es imposible producir algo de la nada, preguntamos que de donde viene esta “esencia que tenemos la libre voluntad de desarrollar”. El secreto está en la máxima oculta de que “El Caos es el semillero del Cosmos”. El Caos contiene dentro de si mismo los gérmenes de todo lo que existe durante la manifestación física; “pero no de todo”. La Epigénesis es el esfuerzo conciente, el impulso de sacar de este semillero del Espíritu y de producir alguna clase de fruto. El resultado es la Creación.

La Epigénesis es un impulso espiritual, en realidad es una respuesta a la esencia creadora del Espíritu que vivifica la vida.

Cuando se consideran los problemas de la vida es buena idean buscar el principio de la Epigénesis y estar atentos para vigilar su operación, de esa manera aumentamos nuestra comprensión de sus LEYES y aprendemos a operar dentro de la LEY de nuestro Creador.

Cuando la Epigénesis es inactiva en el individuo, en la familia, en la nación o en la raza, la evolución cesa y comienza la degeneración. Se ESPERA de nosotros que desarrollemos no solo la perfección física, la estabilidad emocional, así como la profundidad y el control mental, sino también que hagamos crecer dos hojas de hierba en lugar de una sola, enfrentándonos a la demanda de nuestro derecho de nacimiento, espiritualizando nuestros vehículos, preparándolos para el uso consciente de parte del Ego.

La Epigénesis es la cualidad que nos hace diferentes de cualquier otro ser humano. Todos somos células del cuerpo de Dios, somos parte de El y lo seremos siempre, pero podemos expresar Su Unidad en diferentes formas.

Lección Mensual del Estudiante, Enero de 1971.
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Agradecemos al Sr. Raúl Sasia, por este aporte.

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Horas planetarias


HORAS PLANETARIAS

Hay veces en que no se puede diferir el tomar medidas para procurar el alivio del dolor o de una enfermedad hasta una hora propicia; pero cuando ello sea posible el estudiante verá, que los tratamientos médicos aplicados bajo rayos planetarios propicios son mucho más eficaces y dan mejor resultado que cuando se los aplica al azar. Por lo tanto, las siguientes advertencias serán muy valiosas.
Los cirujanos qué han observado y tabulado estas cuestiones nos informan que las operaciones efectuadas cuando la Luna está aumentando en luz, es decir, en cuarto creciente, son generalmente muy felices, menos propensas a complicaciones y se curan más rápidamente que las operaciones llevadas a cabo en aquellas épocas en que la Luna está disminuyendo en luz, o sea, en cuarto menguante.
Cuando una operación quirúrgica parece inevitable, consúltense las efemérides y si la Luna está cruzando a través del signo que gobierna tal parte del cuerpo en donde la operación. se ha de realizar, demórese ésta por un día o dos hasta que la Luna pase bien dentro del signo próximo. Esto quizá disminuirá los peligros de las complicaciones y no deja de ser frecuente el que los síntomas cambien y la operación se haga innecesaria.
Siempre obsérvese los aspectos buenos y benéficos en un horóscopo, para las direcciones acerca del cómo y cuándo tratarlas. Supongamos que el Sol, el dador de la vida, está en cuadratura con Saturno, el planeta del estancamiento y de la muerte. La tendencia es la de robar la vitalidad a la persona, y si ésta cae enferma el restablecimiento será muy lento. Así, pues, para aplicar el tratamiento más efectivo y enérgico, adóptese el principio de los regentes del día y de la hora, según se han detallado en nuestra obra Astrología Científica Simplificada, elíjase el día del Sol, el domingo, y las horas regidas por el Sol en cualquier día.
Los tratamientos en un día de Marte (martes) y las horas regidas por Marte en cualquier día, también serán contribuciones favorables, y de igual modo con los demás planetas, cuyas virtudes y potencias son mayores y más marcadas durante los días regidos por ellos.
Pero los planetas llamados maléficos tienen también sus virtudes. Las cataplasmas con las cuales se intenta quitar la supuración de una herida, o el que supure un divieso son más eficaces en un día del ardiente e inflamatorio Marte (martes), o bien en las horas de cualquier día bajo su influencia.
Los tratamientos recibidos en el día y en las horas de los planetas que están bien aspectados en el horóscopo del paciente, son siempre más poderosos y benéficos que lo que lo serían si se hicieran en las horas y en los días regidos por los planetas afligidos cuando nació.

Se encontrarán en nuestra obra elemental sobre la materia, titulada Astrología Científica Simplificada, seis tablas de Horas Planetarias que abarcan los doce meses y que son utilizables tanto para las latitudes del Norte como para las del Sur.

CONCLUSIÓN

Hemos dado, pues, una exposición de los métodos que nosotros empleamos para el diagnóstico de la enfermedad. Esto, confiamos, capacitará al estudiante para resolver sus propios casos en gran escala. Y a medida que lo use desinteresadamente para aliviar a los seres humanos, las cualidades espirituales se desarrollarán en él, de modo que el mensaje de las estrellas revelado por cada horóscopo será para él un libro abierto. Usada de este modo, esta ciencia espiritual y maravillosa le facilitará el modo de atesorar méritos en el cielo, como ninguna otra cosa del mundo puede hacerlo. Por nuestra parte rogamos que este libro pueda servir para impulsar el desarrollo del alma de todos aquéllos que aspiran a seguir el doble mandamiento de Cristo: “Predicad el Evangelio y curad a los enfermos”.

Max Heindel y Augusta Foss de Heindel – El Mensaje de las Estrellas

AVISO IMPORTANTE

A pesar de todo lo que decimos, muchas personas nos escriben incluyendo dinero para que se les hagan sus horóscopos forzándonos a emplear un tiempo precioso en escribir cartas rehusando y procurándonos las molestias de devolverles el dinero. Rogamos encarecidamente que no nos causen estas inconveniencias, pues nada de ello servirá para que variemos de procedimiento.
Nosotros usamos la Astrología solamente con propósitos curativos. Si alguna persona está enferma, estamos a su disposición para ayudarla; pero nosotros no aconsejamos a nadie acerca de negocios económicos o mundanos, ni por dinero ni gratuitamente.

del libro "El Mensaje de la Estrellas",
 de Max Heindel y Augusta Foss de Heindel


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El significado Cósmico de la Pascua - 1º parte


EL SIGNIFICADO CÓSMICO DE LA PASCUA
PRIMERA PARTE

Toda la vida de Cristo fue una cruz y un martirio, ¿y tú buscas para ti el descanso y el gozo? Cuanto más alto el hombre alcanza en el espíritu, más pesadas son las cruces que a menudo encuentra, porque la pena de su destierro aumenta con la fuerza de su amor.
TOMÁS  DE  KEMPIS

En la mañana del Viernes Santo de 1857, Ricardo Wagner, el máximo artista del siglo XIX, estaba sentado en la galería de una villa suiza, junto al Mar de Zürich. El panorama que le rodeaba estaba bañado con un sol glorioso; paz y buena voluntad parecían vibrar a través de la naturaleza. Toda la creación palpitaba con ruidos; el aire estaba cargado con el fragante perfume de los pinares en brote –grato bálsamo para un corazón o una mente inquieta.

Sorpresivamente, como un rayo salido de un cielo diáfano, entró en el alma profundamente mística de Wagner el recuerdo del significado ominoso de aquel día, el más oscuro y más triste del año Cristiano. Casi lo abruma la pena al contemplar el contraste. Había una marcada incongruencia entre la sonriente escena frente a él, la fácilmente observable actividad de la naturaleza, luchando hacia la renovada vida después del largo sueño invernal y la lucha de muerte de un torturado Salvador sobre una Cruz; entre el canto de vida y amor a plena voz, proveniente de miles de pequeños emplumados coristas en el bosque, en el páramo y en la pradera y los ominosos gritos de odio provenientes de una enfurecida turba que se mofaban y escarnecían al más noble ideal que el mundo jamás haya conocido; entre la maravillosa energía creativa ejercida por la naturaleza en primavera y el destructivo elemento en el hombre que dio muerte al Personaje más noble que jamás haya, agraciado nuestra tierra.

Mientras Wagner meditaba sobre las incongruencias de la existencia, la pregunta se presentó por sí sola: ¿Hay alguna conexión entre la muerte del Salvador sobre la Cruzen Pascua y la vital energía que se expresa, tan pródigamente en primavera cuando la naturaleza da comienzo a la vida de un nuevo año?

Aunque Wagner concretamente no percibió ni se dio cuenta del complejo significado de la conexión entre la muerte del Salvador y el rejuvenecimiento de la naturaleza, sin embargo, él había, sin saberlo, tropezado con la clave de uno de los más sublimes misterios que el espíritu humano enfrentara, en su peregrinaje desde el lodo hasta Dios.

En la más oscura noche del año, cuando la Tierra duerme profundamente en el frío abrazo de Bóreas, cuando las actividades materiales están en su más bajo reflujo, una ola de energía espiritual lleva sobre su cresta la divina y creadora “palabra del Cielo” al místico nacimiento en Navidad; y como una nube luminosa, el impulso espiritual se cierne sobre el mundo que “no lo conoció”, pues “brilla en la oscuridad” del invierno cuando la naturaleza está paralizada y muda.

Esta divina “palabra creativa” tiene un mensaje y una misión. Nació para “salvar al mundo” y “para dar su Vida por el mundo”. Por necesidad debe sacrificar su Vida a fin de lograr el rejuvenecimiento de la naturaleza. Gradualmente se entierra en el suelo y comienza a infundir su propia vital energía en los millones de semillas que yacen dormidas en la tierra. Susurra “la palabra de Vida” a los oídos de las bestias y de los pájaros, hasta que el Evangelio o las buenas nuevas han sido predicados a toda criatura.

El sacrificio está totalmente consumado al momento en que el Sol cruza su nodo Este (Pascual) en el Equinoccio primaveral. Entonces la divina “palabra” creativa expira, muere, sobre la cruz de la Pascua, en un sentido místico, mientras exclama un último grito triunfal: “Se ha consumado” (consummatum est). 

A medida que el eco regresa a nosotros repetido muchas veces, la canción celestial de la Vida es oída también muchas veces desde la Tierra. Toda la creación entona esa canción como un himno. Un coro formado por legiones lo repite una y otra vez. Las pequeñas semillas en el seno de la Madre Tierra comienzan a germinar y brotan sus renuevos en todas direcciones. Un mosaico vivo, maravilloso, una alfombra verde adornada con flores multicolores, reemplaza la inmaculada palidez del invierno:

De las tribus de pájaros y animales “la palabra de Vida” surge como una canción de amor que les impulsa a procrear. Generación y multiplicación son las palabras de pase por doquier –el Espíritu ha resucitado a una Vida más abundante.

En esta forma, en sentido místico, vemos el nacimiento, muerte y resurrección del Salvador que nos llega en el impulso espiritual que culmina con su entrada al centro del planeta en la noche de Navidad, en el Solsticio de invierno y se aleja de él en el Domingo de Resurrección, cuando la Palabra “Asciende al Trono del Padre”.

del libro Temas Rosacruces UNO - publicado por 
Estudiantes de la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel


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miércoles, 16 de noviembre de 2016

Callosidades - Vegetaciones venéreas, afecciones de los riñones Nº 36



Nº 36. — CALLOSIDADES — VEGETACIONES VENÉREAS
AFECCIONES DE LOS RIÑONES

Buenos aspectos: Mercurio sextil con Júpiter y la Luna en trígono con Venus.
Malos aspectos: El Sol en conjunción con Urano; Marte en conjunción con Venus y Neptuno en cuadratura con Saturno.
Éste es el horóscopo de un mozalbete nacido en Boynton, Estado de Missouri, Estados Unidos de Norteamérica, el día 11 de octubre de 1889, a las 6 p. m. Se trata de un caso raro que ha desorientado a todos los médicos que han sido consultados. Hace cosa de cinco años todas las coyunturas de los brazos, piernas y cuello comenzaron a endurecerse, de tal modo que gradualmente le fue imposible moverse. Al mismo tiempo apareció, en vez de uñas, un crecimiento extraño calloso en los dedos de las manos y de los pies, creciendo hasta determinada longitud o estado de desarrollo y entonces empezaba a supurar, Esto favorecía la extirpación de tal crecimiento y cuando se había terminado de extirpar, la supuración cesaba, pero inmediatamente empezaba a formarse un nuevo retoño. Posteriormente las mandíbulas comenzaron a endurecerse, de modo que el pobre muchacho no podía comer con facilidad.
La primera mirada al horóscopo nos indica que Urano, el planeta de los espasmos, está en conjunción con el Sol y el signo Libra que rige los riñones.
También notamos que Urano está en paralelo con Marte, el planeta de la energía dinámica, y esto señala, al momento, que el funcionamiento de los riñones es espasmódico e irregular, de modo que en vez de ser los venenos eliminados del cuerpo por estos órganos quedan retenidos y, naturalmente, contaminan todo el sistema.


Pero también vemos que el paciente está envenenado en un grado mayor que de ordinario por una enfermedad venérea contraída hace cosa de siete u ocho años. Esto está indicado como una tendencia en el horóscopo natal por la conjunción de Venus, el planeta del amor, con Marte, el planeta de la energía y dinamismo, en la quinta casa, la cual gobierna los cortejos y las relaciones sexuales antes del matrimonio.
Saturno está también allí con su poder obstructor y en cuadratura con Neptuno, el planeta que gobierna las condiciones extrañas y anormales. Neptuno está en el signo de Géminis que rige las manos y los pies. Hace unos siete años, cuando la Luna estaba en Piscis por progresión, el signo que gobierna los dedos de los pies estaba en oposición con Venus, Marte y Saturno en cuadratura con Neptuno.
Nosotros basamos nuestro juicio de que la enfermedad fue contraída en tal fecha, en el hecho de que los planetas que afligen están en signos comunes o flexibles, pudiendo haber sido evitado sin mucho esfuerzo.

En vista del caso debieran adoptarse las medidas más drásticas para la purificación de la sangre; el paciente debiera pasar a California y someterse a baños de Sol para facilitar un sudor copioso e ingerir únicamente agua y jugos de fruta hasta que el sistema se limpiara.

del libro "El Mensaje de las Estrellas", 
de Max Heindel y Augusto Foss de Heindel


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Un evento de significación Mística - Capítulo II



Capítulo II
UN EVENTO DE SIGNIFICACIÓN MÍSTICA

Donde Yo voy, vosotros no podéis seguirme ahora; pero
vosotros me seguiréis después. El que cree en Mí, las Obras
que Yo hago él también las hará; y cosas más grandes aún él
hará.
(Juan, 13:36, 14:12)

Si asistiéramos a una iglesia ortodoxa en Domingo de Pascua, probablemente oiríamos el relato de Jesús, el Hijo de Dios, concebido inmaculadamente y quién a la edad de 30 años tomó el Ministerio que duró tres años, terminando en la Crucifixión y Muerte, por nosotros; para que por su sangre pudiéramos ser salvos. También nos dirían que un día de Pascua, Él resucitó de los muertos y luego ascendió al Padre, donde se encuentra ahora sentado a la diestra de la Majestad de Dios; de donde ha de volver para juzgar a los vivos y a los muertos en la última resurrección.

Pero mientras que nosotros sabemos, debido a nuestra habilidad de leer en la memoria de la naturaleza, que Jesús vivió y murió, que tuvo una misión mística de la mayor importancia para la evolución humana y que los sucesos principales de esa gran vida tuvieron lugar sustancialmente según lo relatado en los Evangelios, sabemos también que la misión del Cristo místico es algo infinitamente más glorioso de lo que jamás haya entrado en los corazones de aquellos que conocen solamente la interpretación ortodoxa de los Evangelios.

La festividad de la resurrección que llamamos Pascua no es, en primer lugar, simplemente la resurrección de un individuo, sino un evento cósmico. Sería tonto en extremo celebrar la muerte y resurrección de un individuo, un hecho que debe haber sucedido en un cierto día del año, con una fiesta movible, determinada por la posición del Sol y la Luna en el signo zodiacal de Aries, el carnero o cordero.

Cada año una ola de espiritualidad penetra la Tierra en el Solsticio invernal, para impregnar las dormidas semillas en la tierra helada, para darle nueva vida al mundo en que vivimos, y este trabajo se realiza durante los meses de invierno, mientras el Sol pasa a través de los signos zodiacales de Capricornio, Acuario y Piscis. Luego cruza el Ecuador Celestial desde los signos Sureños, donde ha estado durante los meses invernales, y este cruce o crucificación o crucifixión es ahora cósmicamente asociado con la entrada del Sol en el signo de Aries, el carnero o cordero. Luego el Sol asciende a los signos de los cielos Norteños para fomentar con sus tibios rayos el crecimiento de la semilla en la tierra, que ha sido revitalizada por la ola de vida Crística durante los meses de invierno. Sin esa ola mística anual de energía Vital del Cristo Cósmico, la vida física sería una imposibilidad; sin eso no habría pan físico, ni vino, ni la tintura espiritual transubstanciada preparada por la alquimia de la sangre del corazón del discípulo.

El cordero fue muerto desde el principio del mundo Ario, época en la cual vivimos ahora. Su Sangre era el símbolo que salvó de la muerte al pueblo elegido de Dios, cuando abandonaron el mítico Egipto, la cuna de la adoración del toro, Taurus o Apis. Desde ese día se convirtió en idolatría para aquellos que se habían salvado por la sangre del cordero, que adorasen al becerro de oro, por cuanto las viejas religiones del toro “Taurus”, habían sido invalidadas por la religión del cordero, cuando el Sol por precesión abandonó el signo de Taurus y entró al signo celestial de Aries, el carnero o cordero. Con la plenitud del tiempo, cuando el Sol por precesión había alcanzado los siete grados en el signo del cordero, el Cristo vino al cuerpo de Jesús para hacer un Nuevo Testamento bajo el sello y símbolo del místico pan y agua de la Vida. El Cordero de Dios estaba por fenecer; se hizo individualmente cuando el Cristo abandonó el cuerpo de Jesús y cósmicamente cuando el Sol por precesión dejó el signo de Aries, el cordero. Un nuevo símbolo tenía que ser proporcionado a aquellos que serían los mensajeros durante la venidera época de Piscis, por lo tanto Él por Sí Mismo, en la Última Cena representó al cordero del sacrificio. El pan de vida y el agua viviente fueron dados como símbolos de Su Cuerpo y Su Sangre para ser utilizados durante la época venidera en recuerdo de Él. Hay por lo tanto una conexión entre el vino y la sangre; también entre el pan místico y el cuerpo, que nosotros deberíamos comprender si hemos de saber el verdadero significado de la mística muerte y resurrección.

El alimento apropiado se había dado para ayudar a cada uno de los vehículos del hombre en su evolución. Un vehículo tal como nuestro cuerpo físico, formado por compuestos químicos, puede ser nutrido solamente por sustancias químicas, del mismo modo y por analogía, solamente el espíritu puede actuar sobre el espíritu y por lo tanto, el vino fue adicionado a la dieta del hombre para auxiliarlo en romper las pesadas moléculas de carne y estimularle en la batalla por la existencia. Esto se cuenta en la historia de Noé (Génesis, 9:2-20), quien con sus seguidores representa a la humanidad en la época del arco iris donde una denominada “dieta mixta” y vino proveía la sustancia necesaria para la presente fase de la evolución.

Fortificado por la mente alimentada a carne y el espíritu de alcohol, el hombre se distanció más y más del camino de la hermandad, pues mientras se alimenta de lo carnívoro se torna feroz como las bestias de rapiña y hace presa a sus semejantes por instinto; mientras el sistema de crianza y matrimonio entre sí dentro de la tribu lo ligaba físicamente a sus compañeros de clan, por lo menos demostró amor por ellos, pero desde que los matrimonios internacionales han entrado en boga, se está emancipando en cierta medida del espíritu de raza, hace presa de los hombres, aun de su propia familia.

No hay límite a su egoísmo, nada es sagrado ante su codicia y cada ser humano vive en temor económico de los demás. Además, la copa que alegra lo hace solamente a veces, no hay descanso, no hay paz ni felicidad duradera en el camino de la pasión y autogratificación; por lo tanto, llega el momento cuando el hombre desea un duradero fin a la tristeza más que cualquier otra cosa y comienza a buscar el Sendero de la paz que también es el Sendero de la pureza y autoabnegación. Entonces es instruido en el misterio del Gólgota, de la Sangre que purifica y de la Rosa-Cruz, de la siguiente manera.

Purificando la sangre del egoísmo; éste es el misterio del Gólgota: comenzó cuando la sangre de Jesús brotaba y ha continuado a través de las guerras de las naciones cristianas, siempre que los hombres peleasen por un ideal, y durará hasta que los horrores de la guerra, por contraste, hayan impresionado suficientemente a la humanidad con la belleza de la hermandad. Debajo nuestro, en la escala de la evolución, están las plantas y los animales; por encima nuestro, están los dioses; anatómicamente pertenecemos a los animales y en nuestras vidas pasadas hemos vivido por debajo de nuestro estado; como animales hemos gratificado nuestro sexo y nuestro apetito, pero mientras éstos fueron reprimidos por un sabio Espíritu Grupo, no hemos ejercido ningún control sobre nuestros apetitos, por ende las enfermedades, pena y sufrimiento se han hecho nuestra herencia. Ahora aspiramos pisar el Sendero de la paz hasta la serena gloria de los dioses. Para obtener esto debemos ser como las plantas, que son puras y sin pasión. Consideren el antiguo Templo de Misterios del Atlante, también llamado el “Tabernáculo del Desierto”.

Cuando, bajo la pasada dispensación, la carne ofertada por el pecado era quemada sobre el Altar del sacrificio, el hedor se elevaba al cielo atestiguando la nauseabunda naturaleza de la transgresión, de la pasión e impureza. Pero dentro del Tabernáculo en sí, estaban los candelabros de siete brazos donde se quemaba la esencia de los olivos, sin olor desagradable. Toda carne ha sido concebida con pasión y pecado, pero la generación de la planta es pura e inmaculada. Por lo tanto la flor fragante, especialmente la rosa roja, se yergue en directa oposición simbólica a la carne corrompida. La flor es el órgano generativo de la planta y nos dice que la inmaculada concepción en amor y pureza es el camino a la paz y al progreso. Cristo, en Su Última Cena con Sus discípulos, tomó la copa como símbolo de un nuevo pacto. Les dio el pan para comer, el cual simbolizaba Su Cuerpo, la copa simbolizaba Su Sangre. Ésta no era una copa cualquiera en la que pudiera verter cualquier líquido, ni tampoco era el líquido solo que tenía la potencia necesaria para ratificar el "nuevo pacto". El misterio yace en el hecho de que la copa y su contenido eran partes integrales y necesarias de un sublime Todo, y el nombre en latín para esta copa mística era “Calix”, en griego se llamaba “Poterión” y en alemán “Kelch”.

Bajo la antigua dispensación, solamente el agua era utilizada en el servicio del Templo, pero con el tiempo el vino se hizo factor en la evolución humana. Un Dios del Vino, Baco, fue adorado y orgías de la más alocada naturaleza se hacían a fin de ahogar el espíritu aspirante para que pudiera aplicarse a la conquista del mundo físico.


Aun bajo la dispensación Mosaica, a los sacerdotes les fue terminantemente prohibido usar vino mientras oficiaban en el Templo, pero Cristo en su primera aparición pública, transformó el agua en vino, ratificando su uso en el orden de las cosas entonces existentes. Nótese, sin embargo, que esto fue hecho en público y que fue su primer acto como Ministro público, pero en la Última Cena esotérica del Cristo con Sus discípulos, donde el nuevo pacto fue dado, no hubo carne de cordero (Aries) como era requerido bajo la ley Mosaica, tampoco hubo vino, solamente pan, un producto vegetal y la “Copa”, de la que hablaremos luego cuando hayamos tomado nota de Sus Palabras en ese momento: “Ya no beberé del producto de la vid hasta que la vuelva a beber de nuevo en el Reino de los Cielos”. El jugo del prensado de la uva no contiene el elemento de fermentación o deterioro, sino que es un alimento vegetal, puro, nutritivo y por lo tanto los seguidores de la doctrina esotérica han sido instruidos por Cristo a no usar alimentos de carne o alcohólicos. Es suposición general que la copa utilizada por Cristo durante la Última Cena contenía vino, aunque en realidad no hay ningún fundamento bíblico para sustentar tal suposición. Se dan tres relatos de la preparación de esta Pascua. Mientras que San Marcos y San Lucas afirman que a los mensajeros se les dijo de ir a cierta ciudad y buscar un hombre que llevaba una tinaja de agua, ninguno de los Evangelistas dijo que la copa contenía vino. Además, la investigación de la memoria de la naturaleza demuestra que se usó agua, y en lo que concierne al esoterista, al vino ya le había pasado su momento. De ese hecho comienza también el movimiento de la temperancia, pues estos cambios cósmicos involucran largas preparaciones en los mundos internos antes que su manifestación se exteriorice en la sociedad. Miles de años no son absolutamente nada en tales procesos. La utilización del agua en la Última Cena armoniza también con los requerimientos éticos y astrológicos. El Sol abandona Aries, el signo del cordero, para entrar en Piscis, el signo de los peces, un signo acuoso. Una nueva nota de aspiración habría de sonar, una nueva fase de mejoramiento humano estaba dando comienzo durante la época pisciana que se aproximaba. La autoindulgencia sería sobreseída por la autoregeneración. El pan, la base de la vida, que se hace de granos inmaculadamente concebidos, no alimenta pasiones como la carne; tampoco nuestra sangre, cuando se diluye con agua, surca tan apasionadamente como cuando se bebe vino. Por lo tanto, el pan y el agua son alimentos adecuados y símbolos de ideales durante la época Piscis-Virgo. Ellos representan pureza y la Iglesia Católica ha dado a sus feligreses el agua pisciana a la puerta del Templo y el pan virginal al Altar, negándoles la copa de vino en la misa. Pero aún la antedicha consideración no nos lleva al corazón del misterio oculto en la “Copa del Nuevo Pacto”. La vieja copa vinera que nos fuera dada cuando entramos en Aryana, la tierra de la generación; estaba llena de destrucción, muerte y veneno y la palabra que entonces aprendimos a hablar está muerta y sin poder. La nueva copa vinera mencionada como ideal para la futura época, la Nueva Galilea (que no debe ser confundida con la época acuariana) es un órgano etérico construido dentro de la cabeza y de la garganta por las fuerzas sexuales no utilizadas, la cual aparece ante la vista espiritual como el tallo de una flor, ascendiendo desde la parte baja del tronco. Este cáliz o copa simiente es verdaderamente un órgano creativo capaz de hablar la palabra de Vida y Poder.


La actual palabra está generada por un torpe movimiento muscular que acondiciona la laringe, la lengua y los labios de manera que el aire que pasa desde los pulmones hace ciertos sonidos, pero el aire es un elemento pesado, difícil de mover en comparación con las fuerzas más sutiles de la naturaleza como la electricidad que se mueve en el éter y cuando este órgano haya sido evolucionado, tendrá el poder de hablar la palabra de Vida, de infundir vitalidad en las sustancias que hasta ahora fueron inertes.

Este órgano lo estamos construyendo ahora con servicio. Vosotros recordaréis que Cristo no dio la copa a la multitud sino a Sus discípulos que eran Sus mensajeros y servidores de la Cruz. En la actualidad, aquellos que beben de la copa de la autoabnegación para así poder utilizar la fuerza en el servicio de otros, están construyendo ese órgano juntamente con el cuerpo-alma, que es el Manto nupcial. Lo están aprendiendo a usar poco a poco, como auxiliares invisibles, cuando están fuera de sus cuerpos durante la noche, pues entonces están obligados a hablar la palabra de Poder que disipa la enfermedad y construye tejidos saludables. Cuando la Edad Atlante llegaba a su fin y la humanidad dejó su hogar de la niñez donde había estado bajo la directa conducción de los Divinos Maestros, fue hecha la antigua alianza dándoles carne y vino y estos dos juntamente con el desenfreno de la fuerza sexual han hecho de la Era Ariana, una de muerte y destrucción. Ahora estamos llegando al fin de esa edad; estamos buscando el Reino de los Cielos, la Nueva Galilea, y a fin de prepararnos para
ese momento, Cristo ha dado el pan y el agua de la Vida, requiriéndonos al mismo tiempo que no cometamos lujuria. Habiendo dado este nuevo pacto Él fue a la Cruz de la Liberación dejando tras Él el cuerpo de la muerte para remontarse en un vehículo de Vida, el cuerpo vital. Él dio a Sus seguidores la seguridad de que aunque no pudieran seguirle entonces, donde Él fuere, ellos le seguirían más tarde. Cada uno es un Cristo en formación y algún día será Pascua para cada uno de nosotros.

del libro Temas Rosacruces UNO - publicado por 
Estudiantes de la Fraternidad Rosacruz de Max Heindel


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lunes, 14 de noviembre de 2016

Vicios solitarios y tuberculosis - Nº 35



Nº 35. — VICIOS SOLITARIOS Y TUBERCULOSIS

Buenos aspectos: Neptuno trígono con Urano; Urano sextil con la Luna, y Júpiter sextil con Venus.

Malos aspectos: Marte en conjunción con Venus; el Sol en conjunción con Saturno; Urano cuadrado con Mercurio y Neptuno en oposición con la Luna.
Éste es el horóscopo de una mujer nacida el día 21 de mayo de 1883, a las 5 a. m.; a los 88 grados de longitud Oeste y a los 44 grados de latitud Norte. El estudiante verá inmediatamente que cinco de los nueve planetas están colocados en la casa duodécima, que gobierna los sufrimientos, los dolores y la ruina. Esto ha sido una disposición característica de su vida. Esta señora es una trabajadora competente en su profesión de taquigrafía y teneduría; pero, no obstante, se ha visto privada de empleo varias veces y en ciertos momentos ha estado a las puertas del hambre. Esto es debido a la oposición de Saturno y Neptuno desde la casa duodécima con la Luna en la sexta, la casa de las colocaciones. Júpiter, aunque exaltado en la casa segunda y sextil con Venus, no tiene fuerza para dominar esto.
Con respecto a las cualidades mentales vemos que Mercurio está en cuadratura con Urano y la Luna en oposición con Neptuno. Esto la hace escéptica, criticona, muy peculiar y espasmódica en sus procesos mentales, con una imaginación extremadamente mórbida. Urano está colocado en la quinta casa que gobierna los cortejos y las relaciones entre los sexos antes del matrimonio, y, por consiguiente, en cuadratura con Mercurio indica una disposición mental sin convencionalismos, con una tendencia a relaciones de promiscuidad que envuelven la crítica y el escándalo público. Esto en sí mismo es una configuración y estado de la vida extremadamente desgraciado, pero es solamente una de la serie de aflicciones que señalan en la misma dirección, porque en la casa duodécima, la casa de los dolores, desgracias y desfallecimientos, encontramos a Marte, el planeta de la energía dinámica, en conjunción con Venus, el planeta del amor, en el signo de fuego de Aries, otra indicación de inflamación sexual; y, por último, notamos Neptuno en Tauro en oposición con la Luna en Escorpio, que gobierna los órganos generadores. Esto último es lo peor de todo, porque hace a la mente muy anormal sobre este extremo, evocando ante la imaginación cuadros e imágenes mórbidos y cuando la configuración ocurre desde las casas sexta y duodécima es una indicación cierta de vicios solitarios autopersonales inveterados.


Naturalmente tales prácticas con el tiempo minan la salud y la enfermedad se manifiesta en las partes del cuerpo más débiles con arreglo a las indicaciones del horóscopo.
En el caso presente encontramos a Saturno en la cúspide de Géminis en conjunción con el Sol. Géminis es el signo que rige los pulmones y la conjunción que vemos es casi exacta, faltando solamente 26 minutos. De modo que las fuerzas saturninas frías y cristalizantes están endureciendo los pulmones y produciendo la enfermedad que conocemos como tuberculosis, que lentamente está agotando su vitalidad y llevándola a una muerte temprana. Puede notarse de paso que su madre sucumbió de tuberculosis en el preciso momento en que daba
a luz esta señora. Marte por progresión ha llegado ahora casi al lugar que ocupaba Neptuno al nacer. Esto probablemente por desgracia acentuará el mórbido deseo indicado por Neptuno en oposición con la Luna, de modo que su fin no se hará esperar mucho.
La tuberculosis, aunque seria, no es, sin embargo, necesariamente fatal si esta desgracia pudiera ser refrenada o puesta bajo condiciones en que le fuera imposible entregarse a la masturbación que consume su vitalidad. De este modo los indicios de tristeza que son resultante también de la conjunción de Saturno con el Sol en la casa duodécima podrían ser eliminados si se le proporcionara una perspectiva más brillante de su vida. Entonces las medidas corrientes empleadas contra la tuberculosis probablemente la salvarían.
Lo oculto tiene una inmensa atracción sobre ella, indicado por el trígono exacto de Neptuno y Urano, así como por el sextil de Urano con la Luna. Tocando estas notas y dándole un nuevo interés sobre la vida es muy, posible el substraerla de las mórbidas corrientes actuales de su pensamiento. De cualquier modo la salvación de las malas configuraciones debe buscarse siempre por medio de los buenos aspectos, y substituyendo lo superior por lo inferior puede hacerse físicamente hasta que cambie su situación mental. Un curador bien con Libra o Acuario saliendo y cuyo Saturno no esté en Escorpio podría rendir mucho beneficio; pero aquí se necesita mucha firmeza y, por lo tanto, sería preferible probablemente el signo fijo.

del libro "El Mensaje de las Estrellas", 
de Max Heindel y Augusta Foss de Heindel


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