sábado, 19 de marzo de 2016

La lección de Pascua


LA LECCIÓN DE PASCUA

Pues si tú estás Muerto con Él, tú también Vivirás con Él Y si tú participas de Sus Sufrimientos, tú también serás de Su Gloria. 
TOMAS  DE  KEMPIS 

De nuevo la Tierra ha llegado al Equinoccio vernal en su cíclico ritmo anual en rededor del Sol y tenemos la Pascua. 

El Rayo espiritual enviado por el Cristo Cósmico cada otoño para reponer la decaída vitalidad de la Tierra, está por ascender al Trono del Padre. Las actividades espirituales de la fecundación y germinación que han sido llevadas a cabo durante el invierno y la primavera, será sucedidas por el crecimiento material y un proceso de maduración durante el venidero verano y otoño bajo la influencia del Espíritu de la Tierra que mora en ella . El ciclo termina en el “Hogar de la Cosecha ”. Así el Gran Drama Mundial se desarrolla y vuelve a desarrollar de año en año, un concurso eterno entre la Vida y la muerte; cada cual en turno siendo el victorioso y luego el vencido a medida que los ciclos se suceden. 

Este gran influjo y reflujo cíclico nos es restringido en sus efectos a la tierra y su flora y su fauna. Ejercen una influencia compulsiva sobre la humanidad, aunque la gran mayoría no está enterada de lo que les impele a la acción en una dirección u otra . El hecho permanece sin embargo, independientemente de su conocimiento , que es la misma vibración terrenal que adorna tan llamativamente a los pájaros y a las bestias en la primavera es también el responsable del deseo humano de vestir colores alegres y ropas llamativas durante esa estación. Esto es también “el llamado de la selva ” que en el verano lleva a la humanidad a la relajación entre escenas rurales donde los espíritus de la naturaleza han labrado su mágico arte en la pradera y en el bosque, a fin de recuperar la tensión de las condiciones artificiales en las congestionadas ciudades. 

Por otro lado, es la caída – fall – otoño del Rayo espiritual desde el Sol en el otoño, que causa la reasunción de las actividades mentales y espirituales en invierno. La misma fuerza germinativa que leuda la semilla en la tierra y la prepara para reproducir y multiplicar su especie, también agita la mente humana y fomenta las actividades altruistas que hacen mejor al mundo. ¿No fue acaso esta gran ola de desinteresado Amor Cósmico que culminó en Navidad ?, si no hubiera vibrado la paz y la buena voluntad, no habría ese sentimiento de festividad en nuestros pechos para engendrar un deseo de hacer a los demás igualmente felices; la universal costumbre de dar regalos de Navidad sería un imposible y todos sufriríamos esa pérdida.

Cuando el Cristo caminó día tras día, de aquí para allá por los cerros y los valles de Judea y Galilea enseñando a las multitudes, todos se beneficiaron. Pero El comulgo mas con Sus discípulos y ellos por supuesto crecieron grandemente cada día. El lazo de Amor se hizo mas estrecho a medida que el tiempo pasaba, hasta que un día manos despiadadas se llevaron al querido Maestro y lo sometieron a una muerte vergonzosa. Pero aunque El había muerto en la carne El continúo comulgando con ellos en Espíritu, por un tiempo. Por fin, sin embargo, El ascendió a esferas más altas y el contacto directo con El se perdió, tristemente estos hombres se miraron y preguntaron: ¿ Es éste el fin ? Tuvieron tantas esperanzas; habían abrigado tan altas aspiraciones, y aunque el hermoso verdor se mantenía tan fresco en el panorama bañado de Sol, como antes que El se fuera, la tierra parecía fría y funesta pues la negra desolación carcomía sus corazones. 

Así es también con nosotros que pretendemos seguir tras el espíritu y luchar contra la carne, aunque la analogía tal vez no haya sido previamente aparente. Cuando comienza la “caída ” del Rayo Crístico en otoño y anuncia la estación de la supremacía espiritual, nosotros lo presentimos de inmediato y comenzamos a lavar nuestras almas en la bendita oleada, con avidez. Experimentamos un sentimiento análogo al de los Apóstoles cuando andaban con Cristo y a medida que la estación va pasando se hacen mas y mas fácil comulgar con El cara a cara. Pero en el curso anual de los sucesos la Pascua y la Ascensión del resucitado Rayo Crístico, el Padre, nos deja en idéntica posición al de los Apóstoles cuando su amado Maestro se fue. Estamos desolados y tristes; vemos al mundo como un  desolado páramo y no podemos entender la razón de nuestra pérdida, la que es tan natural como los cambios del flujo y reflujo y entre el día y la noche fases de la presente edad de ciclos alternantes. Hay un peligro en esta actitud mental. Si se permite que se haga carne en nosotros, estamos propensos a cesar nuestro trabajo en el mundo y tornarnos soñadores, perder nuestro equilibrio e incitar la justa crítica de nuestros semejantes. Tal línea de conducta es errónea, pues como la tierra se esfuerza en un logro material para brindar abundantemente en verano después de recibir el ímpetu espiritual en invierno, así deberíamos nosotros también esforzarnos a mayores propósitos en el trabajo del mundo cuando ha sido nuestro privilegio comulgar con el espíritu. Si hacemos así seremos mas aptos para incitar a la emulación antes que al reproche. Estamos inclinados a pensar del miserable como uno que acumula oro, y tales personas son generalmente objeto de repudio. 

Pero hay gente que se esfuerza tan asiduamente en adquirir conocimiento como el miserable lucha para acumular oro; que se rebajan a cualquier subterfugio para conseguir su deseo y celosamente guardan sus conocimientos como los miseros guardan su tesoro. Ellos no comprenden que por ese camino están cerrando la puerta a mayor sabiduría. La antigua Teología Noruega contenía una parábola que dilucía simbólicamente el asunto. Mantenía que todos aquellos que morían luchando en el campo de batalla – las almas fuertes que batallaban en la noble lucha hasta el final – eran llevados al valle para estar con los Dioses; mientras, los que morían en cama o de una enfermedad – las almas que van a la deriva, débilmente a través de la vida -, iban al lújubre Niflheim. Los valerosos guerreros en Valhalla festejaban diariamente con la carne de un jabalí llamado Scrimner, que era hecho de tal manera, que cuando se le cortaba un trozo, la carne crecía de nuevo, de manera que nunca era consumido no importa cuanto fuera trinchado, de tal modo simboliza adecuadamente a los “conocimientos ”, pues no importa cuanto de ellos damos a otros, siempre retenemos el original. 

Así hay una cierta obligación de informar lo que tenemos como conocimientos y “A quién mucho se le da, mucho se le exigirá ”. Si acumulamos las bendiciones espirituales que hemos recibido, el mal está a nuestra puerta; de manera que imitemos a la tierra en ésta época de Pascua. Brindemos en el mundo físico de la acción, los frutos del espíritu sembrados en nuestras almas durante la pasada estación invernal. Así también seremos abundantemente bendecidos año tras año.

viernes, 18 de marzo de 2016

El significado Cósmico de la Pascua - Segunda parte


EL SIGNIFICADO CÓSMICO DE LA PASCUA
SEGUNDA PARTE

El signo de la Cruz estará en el cielo cuando el Señor venga Para juzgar. Entonces todos los servidores de la Cruz, que En vida se han conformado con el Crucificado, se acercarán Al Cristo con gran resolución. 
TOMAS DE KEMPIS 

Una vez mas hemos llegado al acto final en el drama Cósmico que implica el descenso del Rayo Crístico Solar para penetrar en la materia de nuestra tierra, la cual es completada en el Místico Nacimiento celebrado en Navidad y la Mística Muerte y Liberación. Que son celebrados poco después del Equinoccio vernal cuando el Sol del nuevo año comienza su ascenso a las mas altas esferas de los cielos Norteños, habiendo derramado Su Vida para salvar a la humanidad y dar nueva Vida a todo sobre la Tierra. 

En esta época del año una nueva Vida, una acrecentada energía, barre con fuerza irresistible a través de la venas y arterias de todo ser viviente, inspirándolos, infundiendo nuevas esperanzas, nueva ambición y nueva Vida, impeliéndoles a nuevas actividades por lo cual aprenden nuevas lecciones en la “escuela de la experiencia ”.Consciente e inconscientemente para los beneficiados, ésta surgente energía vigoriza a todo lo que tenga Vida. 

Aún la planta responde con un aumento de circulación de savia, que resulta en mayor crecimiento de las hojas, flores y frutas, de modo que esta clase de Vida se expresa en la actualidad y va evolucionando a un estado mas elevado de consciencia.Pero aunque son maravillosas éstas exteriorizadas manifestaciones físicas y por gloriosa que se llame la transformación que convierte la tierra en un páramo de nieve y hielo, en un bello, floreciente jardín, cae en lo insignificante ante las actividades espirituales que corren paralelamente a estos. Los aspectos salientes del drama Cósmico son idénticos en cuestión de tiempo con los efectos materiales del Sol en los cuatro signos zodiacales, Aries, Cáncer, Libra y Capricornio, pues los sucesos mas significativos ocurren en los puntos Equinocciales y Solsticiales.

Es una verdad real y actual que “en Dios vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser ”. Fuera de El, no podríamos tener existencia, vivimos por y a través de Su Vida; nos movemos y actuamos por y a través de Su Fuerza; es Su Poder que sustenta nuestra morada , la Tierra, y sin Su incansable y constante esfuerzo, el Universo en si se desintegraría. Se nos enseña que el hombre fue hecho a “ imagen y semejanza de Dios ” y se nos da a entender que de acuerdo con la Ley de analogía somos poseedores de ciertos poderes latentes en nuestro ser que son similares a los que vemos tan poderosamente expresados en la labor de la Deidad en el Universo. Esto nos da un interés particular en el drama Cósmico anual que involucra la muerte y resurrección del Sol. La Vida del Hombre – Dios, Cristo – Jesús, fue moldeada de conformidad con la historia Solar y presagia en modo similar todo lo que puede suceder al Hombre - Dios, de quien este Cristo – Jesús profetizó cuando dijo : “Las obras que yo hago, vosotros también haréis, y obras más grande aún; a donde yo voy no podéis seguirme ahora, pero vosotros me seguiréis después ”. 

La naturaleza es la expresión simbólica de Dios. No hace nada en vano ni gratuitamente, pero hay un propósito tras todo y cada acto. Por lo tanto debemos estar alerta y considerar cuidadosamente los signos en los cielos, pues tienen un profundo e importante significado referente a nuestras propias vidas. La comprensión inteligente de su propósito nos permite trabajar mucho mas eficientemente con Dios y Sus maravillosos esfuerzos, para la emancipación de nuestra raza de la esclavitud a las Leyes de la naturaleza y mediante esta liberación alcanzar la máxima estatura como hijos de Dios – coronados de gloria, honor e inmortalidad – libres del poder del pecado, enfermedades y sufrimientos que ahora constriñen nuestras Vidas, en razón de nuestra ignorancia y desconformidad con las Leyes de Dios. El Divino propósito demanda esta emancipación, pero si es de ser logrado por el largo y tedioso proceso de la evolución o por el muchísimo mas rápido Sendero de la Iniciación, depende de LA INTERPRETACIÓN MÍSTICA DE PASCUA que si estamos o no dispuestos a prestar nuestra cooperación. La mayoría de la humanidad atraviesa la Vida con “Ojos que no ven ” y “Oídos que no oyen ”. Están enfrascados en sus asuntos materiales; comprando y vendiendo; trabajando y jugando, sin un adecuado entendimiento o apreciación de los propósitos de la existencia, y aunque les fuere desplegado ante sus ojos, no es de esperarse que se amoldarían, o cooperen, debido al sacrificio que implica. 

No es de sorprenderse que Cristo atraiga particularmente a los pobres y que El manifieste lo difícil que le resulte a un rico entrar en el Reino de los Cielos, pues aún hasta el día de hoy en que la humanidad ha avanzado en la “escuela de la evolución” durante dos milenios desde ese entonces, encontramos que la gran mayoría todavía valora sus casas y tierras, sus bonitos sombreros y ropas, los placeres de la sociedad, bailes y cenas mas que los tesoros del cielo, que son acumulados mediante el servicio y el autosacrificio. 

Aunque ellos puedan percibir intelectualmente la belleza de la Vida espiritual, su deseabilidad se esfuma en la nada ante su vista cuando se compara con el sacrificio que implica su obtención. Como el joven rico, ellos seguirán gustosamente a Cristo sino hubiera tal exigencia de sacrificio. Ellos prefieren alejarse cuando se dan cuenta que el sacrificio es la condición precisa para poder entrar al discipulado. De manera que Pascua es sencillamente una época de gozo, porque es el fin de invierno y el comienzo de la estación de verano, con su invitación a los deportes al aire libre y a los placeres. 

Pero para aquellos que han definitivamente elegido el sendero de la abnegación que conduce a la Liberación, la Pascua es el signo anual dado a ellos como evidencia de la base Cósmica de sus esperanzas y aspiraciones.

En el Sol de Pascua, que en el Equinoccio vernal comienza a remontarse en los cielos Norteños después de haber dado Su Vida para la Tierra, tenemos el símbolo Cósmico de la veracidad de la resurrección. Al tomarse como un hecho Cósmico en relación con la Ley de analogía que conecta al Macrocosmos con el Microcosmos, es en verdad que un día todos obtendremos la conciencia Cósmica y saber positivamente por su propia experiencia que no hay muerte, pero lo que parece serlo es solamente la transición a una más sutil esfera.Es un símbolo anual para fortalecer nuestras almas en la tarea del bien obrar, que podamos tejer el “Manto dorado Nupcial” requerido para ser los hijos de Dios en el más alto y sagrado sentido. Es literalmente verdad que a menos que “Caminemos en la Luz, como Dios está en la Luz”, no estamos en la hermandad, pero al hacer los sacrificios y ofrendando los servicios requeridos de nosotros para auxiliar en la emancipación de nuestra raza, estamos construyendo el “Cuerpo – Alma ” de radiante Luz dorada, que es la sustancia especial emanada de y por el Espíritu del Sol, el Cristo Cósmico. Cuando esta sustancia nos ha cubierto con suficiente densidad, entonces podremos imitar al Sol de la Pascua y remontar a las mas altas esferas. Estos ideales firmemente fijados en nuestras mentes, la época de Pascua se convierte en la estación cuando es propicio rever nuestra Vida el precedente año y hacer nuevas resoluciones para la venidera estación a fin de promover el crecimiento de nuestra alma. Es una estación cuando el símbolo del Sol ascendente nos debería orientar hacia el agudo entendimiento del hecho que, somos solo peregrinos y extraños sobre la Tierra, que como espíritus, nuestro verdadero Hogar está en los cielos y que deberíamos esforzarnos en aprender las lecciones en esta “escuela de la Vida ”, tan pronto como sea posible con un adecuado servicio. El día de Pascua marca la resurrección y Liberación del Espíritu Crístico de los reinos inferiores, y esta Liberación nos debería recordar que debemos mirar hacia el amanecer del día que nos libere permanentemente de las redes de la materia, del cuerpo del pecado y la muerte, juntamente con todos nuestros hermanos en cautiverio. Ningún aspirante verdadero podría concebir una liberación que no incluya a todos que estén en igualdad de condición.


Esta es una tarea gigantesca, la contemplación del mismo bien puede acobardar el corazón mas bravo y si estuviéramos solos no podría lograrse, pero las Divinas Jerarquías que han guiado a la humanidad en el Sendero de la evolución, desde el comienzo de nuestra carrera, están todavía activas y trabajando con nosotros desde sus Mundo Siderales, y con su ayuda, eventualmente podremos lograr esta elevación de la humanidad como un todo y obtener una comprensión individual de gloria, Honor e inmortalidad. 

Teniendo esta gran esperanza en nuestro fuero íntimo, esta gran misión en el mundo, trabajaremos como nunca para hacernos mejores hombres y mujeres de modo que por nuestro ejemplo podremos despertar en otros el deseo de llevar una vida que conduzca a la liberación.




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jueves, 17 de marzo de 2016

El significado Cósmico de la Pascua.


EL SIGNIFICADO CÓSMICO DE LA PASCUA

PRIMERA PARTE

Toda la vida de Cristo fue una cruz y un martirio, ¿y tu Buscas para ti el descanso y el gozo? Cuanto más alto el Hombre alcanza en el espíritu, más pesadas son las cruces que A menudo encuentra, porque la pena de su destierro aumenta Con la fuerza de su amor.

En la mañana del Viernes Santo de 1857, Ricardo Wagner, el máximo artista del siglo XIX, estaba sentado en la galería de una villa Suiza, junto al Mar de Zurich. El panorama que le rodeaba estaba bañado con un sol glorioso; paz y buena voluntad parecían vibrar a través de la naturaleza. Toda la creación palpitaba con ruidos; el aire estaba cargado con el fragante perfume de los pinares en brote – grato bálsamo para un corazón o una mente inquieta. 

Sorpresivamente, como un rayo salido de un cielo diáfano, entró en el alma profundamente mística de Wagner el recuerdo del significado ominoso de aquel día, el mas oscuro y mas triste del año Cristiano. Casi lo abruma la pena al contemplar el contraste. Había una marcada incongruencia entre la sonriente escena frente a él, la fácilmente observable actividad de la naturaleza, luchando hacia la renovada vida después del largo sueño invernal y la lucha de muerte de un torturado Salvador sobre una Cruz; entre el canto de vida y amor a plena voz, proveniente de miles de pequeños emplumados coristas en el bosque, en el páramo y en la pradera y los ominosos gritos de odio provenientes de una enfurecida turba que se mofaban y escarnecían al mas noble ideal que el mundo jamás haya conocido; entre la maravillosa energía creativa ejercida por la naturaleza en primavera y el destructivo elemento en el hombre que dio muerte al Personaje mas noble que jamas haya agraciado nuestra tierra. 

Mientras Wagner meditaba sobre las incongruencias de la existencia, la pregunta se presentó por si sola: ¿Hay alguna conexión entre la muerte del Salvador sobre la Cruz en Pascua y la vital energía que se expresa, tan pródigamente en primavera cuando la naturaleza da comienzo a la vida de un nuevo año?. 

Aunque Wagner concretamente no percibió ni se dio cuenta del complejo significado de la conexión entre la muerte del Salvador y el rejuvenecimiento de la naturaleza, sin embargo, él había, sin saberlo, tropezado con la clave de uno de los más sublimes misterios que el espíritu humano enfrentara, en su peregrinaje desde el lodo hasta Dios.


En la más oscura noche del año, cuando la Tierra duerme profundamente en el frío abrazo de Boreas, cuando las actividades materiales están en su más bajo reflujo, una ola de energía espiritual lleva sobre su cresta la divina y creadora “ palabra del Cielo” al místico nacimiento en Navidad; y como una nube luminosa, el impulso espiritual se cierne sobre el mundo que “ no lo conoció”, pues “brilla en la oscuridad” del invierno cuando la naturaleza está paralizada y muda Esta divina “palabra creativa” tiene un mensaje y una misión. Nació para “salvar al mundo” y “ para dar su Vida por el mundo”. Por necesidad debe sacrificar su Vida a fin de lograr el rejuvenecimiento de la naturaleza. Gradualmente se entierra en el suelo y comienza a infundir su propia vital energía en los millones de semillas que yacen dormidas en la Tierra.

Susurra “la palabra de Vida” a los oídos de las bestias y de los pájaros, hasta que el Evangelio o las buenas nuevas han sido predicados a toda criatura . El sacrificio está totalmente consumado al momento en que el Sol cruza su nodo Este ( Pascual) en el Equinoccio primaveral. Entonces la divina “palabra” creativa expira, muere sobre la cruz de la Pascua, en un sentido místico, mientras exclama un último grito triunfal : “Se ha consumado” ( consummatum est). 

LA INTERPRETACIÓN MÍSTICA DE PASCUA 

A medida que el eco regresa a nosotros repetido muchas veces, la canción celestial de la Vida es oída también muchas veces desde la Tierra. Toda la creación entona esa canción como un himno. Un coro formado por legiones lo repite una y otra vez. Las pequeñas semillas en el seno de la Madre Tierra comienzan a germinar y brotan sus renuevos en todas direcciones. Un mosaico vivo, maravilloso, una alfombra verde adornada con flores multicolores, reemplaza la inmaculada palidez del invierno. De las tribus de pájaros y animales “la palabra de Vida” surge como una canción de amor que les impulsa a procrear. Generación y multiplicación son las palabras de pase por doquier – el Espíritu ha resucitado a una Vida más abundante. 

En esta forma, en sentido místico, vemos el nacimiento, muerte y resurrección del Salvador que nos llega en el impulso espiritual que culmina con su entrada al centro del planeta en la noche de Navidad, en el Solsticio de invierno y se aleja de él en el Domingo de Resurrección, cuando la Palabra “Asciende al Trono del Padre”.



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miércoles, 16 de marzo de 2016

Un evento de significación Mística


UN  EVENTO  DE  SIGNIFICACIÓN  MÍSTICA

Donde Yo voy, vosotros no podéis seguirme ahora; pero Vosotros me seguiréis después. El que cree en Mi, las Obras Que Yo hago él también las hará; y cosas más grandes aún él hará. (Juan, 13:36, 14: 12) 

Si asistiéramos a una iglesia ortodoxa en Domingo de Pascua, probablemente oiríamos el relato de Jesús, el Hijo de Dios, concebido inmaculadamente y quien a la edad de 30 años tomó el Ministerio que duró tres años, terminando en la Crucifixión y Muerte, para nosotros; que por su sangre pudiéramos ser salvos. También nos dirían que un día de Pascua, El resucitó de los muertos y luego ascendió al Padre, donde se encuentra ahora sentado a la diestra de la Majestad de Dios; de donde ha de volver par juzgar a los vivos y a los muertos en la última resurrección.

Pero mientras que nosotros sabemos, debido a nuestra habilidad de leer en la memoria de la naturaleza, que Jesús vivió y murió, que tuvo una misión mística de la mayor importancia para la evolución humana y que los sucesos principales de esa gran vida tuvieron lugar sustancialmente según lo relatado en los Evangelios, sabemos también que la misión del Cristo místico es algo infinitamente mas glorioso de lo que jamás haya entrado en los corazones de aquellos que conocen solamente la interpretación ortodoxa de los Evangelios. 

La festividad de la resurrección que llamamos Pascua no es, en primer lugar, simplemente la resurrección de un individuo, sino un evento cósmico. Sería tonto en extremo celebrar la muerte y resurrección de un individuo, un hecho que debe haber sucedido en un cierto día del año, con una fiesta movible, determinada por la posición del Sol y la Luna en el signo zodiacal de Aires, el carnero o cordero. 

Cada una ola de espiritualidad penetra la Tierra en el Solsticio invernal, para impregnar las dormidas semillas en la tierra helada, para darle nueva vida al mundo en que vivimos, y este trabajo se realiza durante los meses del invierno, mientras el Sol pasa a través de los signos zodiacales de Capricornio, Acuario y Piscis. Luego cruza el Ecuador Celestial desde los signos Sureños, donde ha estado durante los meses invernales, y este cruce o crucificación o crucifixión es ahora cósmicamente asociado con la entrada del Sol en el signo de Aries, el carnero o cordero. Luego el Sol asciende a los signos de los cielos, Norteños para fomentar con sus tibios rayos el crecimiento de la semilla en la tierra, que ha sido revitalizada por la ola de vida Crística durante los meses de invierno. Sin esa ola mística anual de energía Vital del Cristo Cósmico, la vida física sería una imposibilidad; sin eso no habría pan físico, ni vino, ni la tintura espiritual transustanciada preparada por la alquimia de la sangre del corazón del discípulo.

El cordero fue muerto desde el principio del mundo Ario, época en la cual vivimos ahora, Su Sangre era el símbolo que salvó de la muerte al pueblo elegido de Dios, cuando abandonaron el mítico Egipto, la cuna de la adoración del toro, Taurus o Apis. Desde ese día se convirtió en idolatría para aquellos que sabían salvado por la sangre del cordero, que adorasen al becerro de oro, por cuanto las viejas religiones del toro “Taurus ”, habían sido invalidadas por la religión del cordero, cuando el Sol por precesión abandonó el signo de Taurus y entró al signo

celestial de Aries, el carnero o cordero. Con la plenitud del tiempo, cuando el Sol por precesión había alcanzado los siete grados en el signo del cordero, el Cristo vino al cuerpo de Jesús para hacer un Nuevo Testamento bajo el sello y símbolo del místico pan y agua de la Vida. El Cordero de Dios estaba por fenecer; se hizo individualmente cuando el Cristo abandonó el cuerpo de Jesús y cósmicamente cuando el Sol por precesión dejo el signo de Aries, el cordero. Un nuevo símbolo tenía que ser proporcionado a aquellos que serían los mensajeros durante la venidera época de Piscis, por lo tanto El por Si Mismo, en la Ultima Cena representó al cordero del sacrificio. El pan de vida y el agua viviente fueron dados como símbolos de Su Cuerpo y Su Sangre para ser utilizados durante la época venidera en recuerdo de El. Hay por lo tanto una conexión entre el vino y la sangre, también entre el pan místico y el cuerpo, que nosotros deberíamos comprender si hemos de saber el verdadero significado de la mística muerte y resurrección. 

El alimento apropiado se había dado para ayudar a cada uno de los vehículos del hombre en su evolución. Un vehículo tal como nuestro cuerpo físico, formado por compuestos químicos, puede LA INTERPRETACIÓN MÍSTICA ser nutrido solamente por sustancias químicas, del mismo modo y por analogía, solamente el espíritu puede actuar sobre el espíritu y por lo tanto, el vino fue adicionado a la dieta del hombre para auxiliarlo en romper las pesadas moléculas de carne y estimularle en la batalla por la existencia. Esto se cuenta en la historia de Noé ( Génesis, 9: 2-20 ), quien con sus seguidores representa a la humanidad en la época del arco iris donde una denominada “dieta mixta” y vino proveía la sustancia necesaria para la presente fase de la evolución. 

Fortificado por la mente alimentada a carne y el espíritu de alcohol, el hombre se distanció mas y mas del camino de la hermandad, pues mientras se alimenta de lo carnívoro se torna feroz como las bestias de rapiña y hace presa a sus semejantes por instinto; mientras el sistema de crianza y matrimonio entre sí dentro de la tribu lo ligaba físicamente a sus compañeros de clan, por lo menos demostró amor por ellos, pero desde que los matrimonios internacionales han entrado en boga, se está emancipando en cierta medida del espíritu de raza, hace presa de los hombres, aún de su propia familia. No hay limite a su egoísmo, nada es sagrado ante su codicia y cada ser humano vive en temor económico de los demás. Además, la copa que alegra lo hace solamente a veces, no hay descanso, no hay paz ni felicidad duradera en el camino de la pasión y autogratificación; por lo tanto, llega el momento cuando el hombre desea un verdadero fin a la tristeza mas que cualquier otra cosa y comienza a buscar el Sendero de la paz que también es el Sendero de la pureza y autoabnegación. Entonces es instruido en el misterio del Golgota, de la Sangre que purifica y de la Rosa – Cruz, de la siguiente manera.

Purificando la sangre del egoísmo; este es el misterio del Golgota, comenzó cuando la sangre de Jesús brotaba y a continuado a través de las guerras de las naciones cristianas, siempre que los hombres peleasen por un ideal, y durará hasta que los horrores de la guerra, por contraste, hayan impresionado suficientemente a la humanidad con la belleza de la hermandad. Debajo nuestro, en la escala de la evolución, están las plantas y los animales; por encima nuestro, están los dioses; anatómicamente pertenecemos a los animales y en nuestras vidas pasadas hemos vivido por debajo de nuestro estado; como animales hemos gratificado nuestro sexo y nuestro apetito, pero mientras estos fueron repremidos por un sabio Espíritu Grupo, no hemos ejercido ningún control sobre nuestros apetitos, por ende las enfermedades, pena y sufrimiento se han hecho nuestra herencia. Ahora aspiramos pisar el Sendero de la paz hasta la serena gloria de los dioses. Para obtener estos debemos ser como las plantas, que son puras y sin pasión. Consideren el antiguo Templo de Misterios del Atlante, también llamado el “ Tabernáculo del Desierto ”.

Cuando, bajo la pasada dispensación, la carne ofertada por el pecado era quemada sobre el Altar del sacrificio, el hedor se elevaba al cielo atestiguando la nauseabunda naturaleza de la transgresión, de la pasión e impureza. Pero dentro del Tabernáculo en sí, estaban los candelabros de siete brazos donde se quemaba la esencia de los olivos, sin olor desagradable. Toda carne ha sido concebida con pasión y pecado, pero la generación de la planta es pura e inmaculada. Por lo tanto la flor fragante, especialmente la rosa roja, se yergue en directa oposición simbólica a la carne corrompida. La flor es el órgano generativo de la planta y nos dice que la inmaculada concepción en amor y pureza es el camino a la paz y al progreso. Cristo, en Su Última Cena con Sus discípulos, tomó la copa como símbolo de un nuevo pacto. Les dio el pan para comer, el cual simbolizaba Su Cuerpo, la copa simbolizaba Su Sangre. Ésta no era una copa cualquiera en la que pudiera verter cualquier líquido, ni tampoco era el líquido solo que tenía la potencia necesaria para ratificar el “nuevo pacto ”. El misterio yace en el hecho de que la copa y su contenido eran partes integrales y necesarias de un sublime Todo, y el nombre en latín para esta copa mística era “Calix ” en griego se llamaba “Poterión ”y en alemán “Kellch”. 

Bajo la antigua dispensación, solamente el agua era utilizada en el servicio del Templo, pero con el tiempo el vino se hizo factor en la evolución humana. Un Dios del Vino, Baco, fue adorado y orgías de la mas alocada naturaleza se hacían a fin de ahogar el espíritu aspirante para que pudiera aplicarse a la conquista del mundo físico.

Aún bajo la dispensación Mosaica, a los sacerdotes les fue terminantemente prohibido usar vino mientras oficiaban en el Templo, pero Cristo en su primera aparición pública, transformó el agua en vino, ratificando su uso en el orden de las cosas entonces existentes. Nótese, sin embargo, que esto fue hecho en público y que fue su primer acto como Ministro público, pero en la Ultima Cena esotérica del Cristo con Sus Discípulos, donde el nuevo pacto fue dado, no hubo carne de cordero ( Aries ) como era requerido bajo la ley Mosaica, tampoco hubo vino, pero solamente pan, un producto vegetal y la “Copa ”, de la que hablaremos luego cuando hayamos tomado nota de Sus Palabras en ese momento: “Ya no beberé del producto de la vid hasta que la vuelva a beber de nuevo en el Reino de EL SIGNIFICADO COSMICO DE LA PASCUA los Cielos ”. El jugo del prensado de la uva no contiene el elemento de fermentación o deterioro, sino que es un alimento vegetal, puro, nutritivo y por lo tanto los seguidores de la doctrina esotérica han sido instruidos por Cristo a no usar alimentos de carne o alcohólicos. Es suposición general que la copa utilizada por Cristo durante la Ultima Cena contenía vino, aunque en realidad no hay ni un fundamento bíblico para sustentar tal suposición . Se dan tres relatos de la preparación de esta Pascua. Mientras que San Marcos y San Lucas afirman que a los mensajeros se les dijo de ir a cierta ciudad y buscar un hombre que llevaba una tinaja de agua, ninguno de los Evangelistas dijo que la copa contenía vino. Además, la investigación de la memoria de la naturaleza demuestra que se usó agua y en lo que concierne al esoterista al vino ya le había pasado su momento. De ese hecho comienza también el movimiento de la temperancia, pues estos cambios cósmicos involucran largas preparaciones en los mundos internos antes que su manifestación se exteriorice en la sociedad. Miles de años no son absolutamente nada en tales procesos. La utilización del agua en la Ultima Cena armoniza también con los requerimientos éticos y astrológicos. El Sol abandona Aries, el signo del cordero, para entrar en Piscis, el signo de los peces, un signo acuoso. Una nueva nota de aspiración habría de sonar, una nueva fase de mejoramiento humano estaba dando comienzo durante la época Pisciana que se aproximaba. La autoindulgencia sería sobreseída por la autorregeneración . El pan, la base de la vida, que se hace de granos inmaculadamente concebidos, no alimenta pasiones como la carne; tampoco nuestra sangre cuando se diluye con agua, surca tan apasionadamente como cuando se bebe vino. Por lo tanto, el pan y el agua son alimentos adecuados y símbolos de ideales durante la época Piscis - Virgo. Ellos representan pureza y la Iglesia Católica ha dado a sus feligreses el agua Pisciana a la puerta del Templo y el pan virginal al Altar, negándoles la copa de vino en la misa. Pero aún la antedicha consideración no nos lleva al corazón del misterio oculto en la “Copa del Nuevo Pacto ”. La vieja copa vinera que nos fuera dada cuando entramos en Aryana, la tierra de generación, estaba llena de destrucción muerte y veneno y la palabra que entonces aprendimos a hablar está muerta y sin poder. La nueva copa vinera mencionada como ideal para la futura época, la Nueva Galilea (que no deber ser confundida con la época Acuariana ) es un órgano etérico construido dentro de la cabeza y de la garganta por las fuerzas sexuales no utilizadas, la cual aparece ante la vista espiritual como el tallo de una flor, ascendiendo desde la parte baja del tronco. Este cáliz o copa simiente es verdaderamente un órgano creativo capaz de hablar la palabra de Vida y Poder.

La actual palabra está generada por un torpe movimiento muscular que acondiciona la laringe, la lengua y los labios de manera que el aire que pasa desde los pulmones hacen ciertos sonidos, pero el aire es un elemento pesado, difícil de mover en comparación con las fuerzas mas sutiles de la naturaleza como la electricidad que se mueve en el éter y cuando este órgano haya sido evolucionado, tendrá el poder de hablar la palabra de Vida, de infundir vitalidad en las sustancias que hasta ahora fueron inertes. Este órgano lo estamos construyendo ahora con servicio. Vosotros recordaréis que Cristo no dio la copa a la multitud sino a Sus discípulos que eran Sus mensajeros y servidores de la Cruz. En la actualidad, aquellos que beben de la copa de la autoabnegación para así poder utilizar la fuerza en el servicio de otros, están construyendo ese órgano juntamente con el cuerpo, alma, que es el Manto nupcial. Lo están aprendiendo a usar de apoco, como auxiliaresinvisibles, cuando están fuera de sus cuerpos durante la noche, pues entonces están obligados a hablar la palabra de Poder que disipa la enfermedad y construye tejidos saludables. Cuando la Edad Atlante – llegaba a su fin y la humanidad dejo su hogar de la niñez donde había estado bajo la directa conducción de los Divinos Maestros, fue hecha la antigua alianza dándoles carne y vino y estos dos juntamente con el desenfreno de la fuerza sexual han hecho de la Era Ariana, una de muerte y destrucción. Ahora estamos llegando al fin de esa edad; estamos buscando el Reino de los Cielos, la Nueva Galilea, y a fin de prepararnos para ese momento, Cristo ha dado el pan y el agua de la Vida, requiriéndonos al mismo tiempo que no cometamos lujuria. Habiendo dado este nuevo pacto El fue a la Cruz de la Liberación dejando tras El cuerpo de la muerte para remontarse en un vehículo de Vida, el cuerpo vital. El dio a Sus seguidores la seguridad de que aunque no pudieran seguirle entonces, donde El fuere ellos le seguirían mas tarde. Cada uno es un Cristo en formación y algún día será Pascua para cada uno de nosotros.

martes, 15 de marzo de 2016

El Cristo Cósmico


EL CRISTO CÓSMICO 


Aunque Cristo nazca mil veces en Belén 
Y no dentro de ti, tu alma estará acongojada 
A la Cruz del Gólgota tú mirarás en vano 
A menos que dentro de ti, se levante de nuevo.
 Angelus Silesius 


La canción popular del día que todos entonan con entusiasmo pero que es olvidada mañana, la obra que traspone el escenario tal vez durante cien noches sucesivas, para ser relegada al polvoriento estante para siempre, y todas las otras cosas que son envanecentes, demuestran la realidad incontrovertible de que no tienen ningún valor intrínseco. El resplandor de la estrella fugaz puede iluminar los cielos por un momento, pero aunque los demás sean mas pálidas y atraen menos atención, su luz alegra al viajero noche tras noche a través de las edades. 

Solamente las canciones que valen la pena escuchar una y otra vez; la música que nunca nos cansa, tiene un valor real en la vida. Así es también con los recurrentes siglos cósmicos, marcados por las festividades del año. Vuelven vez tras vez y nos enseñan las mismas viejas lecciones desde nuevos puntos de vista. 

Estamos de nuevo en la época de Pascua. El impulso de Vida del Cristo Cósmico que penetró en la Tierra, en el pasado otoño, retorno para el místico nacimiento de la Navidad, realizó su maravillosa magia de la fecundación durante los meses entre el otoño y el actual momento de Pascua y está ahora liberándose de la Cruz de la materia para ascender de nuevo al Trono del Padre, dejando a la Tierra recubierta del glorioso verdor de la primavera, lista para las actividades físicas de la estación de verano. 

Tal como arriba, es abajo. Los procesos que tienen lugar en mayor escala en la Tierra son reproducidos también en el hombre. Durante los últimos seis meses, hemos estado absolutamente impregnados de las vibraciones que predominan en invierno mucho mas de lo que podemos estar bajo las condiciones de mayor materialidad que prevalecen en verano. Llegó en el otoño un nuevo impulso hacía una Vida superior, culminó en Nochebuena y realizó su magia en nuestras naturalezas de acuerdo con la forma en que hemos aprovechado nuestras oportunidades. De acuerdo con nuestro esmero o desidia en la estación pasada, la progresión será acelerada o retrasada en la próxima, pues no hay palabra mas cierta que aquella que nos enseña que somos tal como nos hemos hecho. El servicio que hemos brindado o dejado de brindar, determina si es que una nueva oportunidad para un servicio mayor nos dará mayor impulso hacía el cielo; no se puede dejar de repetir suficientemente, que es inútil esperar la liberación de la Cruz de la materia hasta que hayamos utilizado nuestras oportunidades aquí y por lo tanto haber ganado una esfera mas amplia de utilidad. Los “clavos ” que sujetaban a Cristo a la Cruz del Calvario nos ataran hasta que el impulso dinámico del Amor fluya de nosotros en olas y rítmicas marejadas como la marea de Amor que penetra anualmente en la Tierra y la infunde de renovada vida. 

Vosotros conocéis la analogía entre el hombre – que entra a sus vehículos durante el día, vive en ellos y trabaja por medio de ellos, a la noche es un espíritu libre, libre de todos los  grilletes del cuerpo denso – y el Espíritu Cristico que mora en nuestra Tierra parte del año. Todos sabemos que grilletes y que prisión resulta el cuerpo; como estamos impedidos por la enfermedad y el sufrimiento, pues no hay ni uno de nosotros en que esté siempre en perfecta salud de modo tal que nunca sienta la aflicción de un dolor, por lo menos ninguno en el Sendero Superior puede dejar de comprender e ignorar esto. 

De parecida manera ocurre con el Cristo Cósmico que vuelve su atención hacía nuestra insignificante Tierra, concentrando Su Consciencia en este planeta para que podamos tener Vida. Ha de incorporarse a esta masa muerta (que nosotros hemos cristalizado del sol ) anualmente; y es un grillete, una traba y una prisión para El. Por consiguiente, es justo y acertado que nos regocijemos al venir El por Navidad, un año y otro año a nacer de nuevo en este mundo para ayudarnos a sobrellevar y librarnos de la pesada carga con que nos hemos abrumado nosotros mismos. Nuestros corazones, en aquellos días, deberían volverse con gratitud hacía El por Su Sacrificio durante los meses invernales en que, para nuestra causa, imprime a este planeta Su Vida , despertándolo de su letargo invernal en que debería permanecer si El no naciera aquí para darle Vida. Durante los meses de invierno soporta agonías de tortura “sufriendo, afanándose y esperando el día de Su Liberación ” que llega en los días LA INTERPRETACIÓN MISTICA DE PASCUA que la Iglesia Ortodoxa conoce como la Semana Santa. Pero nos damos cuenta según las Enseñanzas Místicas que esa semana no es mas que la culminación o la cumbre de Su Sufrimiento y que sale entonces de su prisión; de modo que cuando el Sol cruza el Ecuador, El cuelga de la Cruz y exclama: “¡Consummatum est ! ¡Todo se ha Consumado !” Es decir, Su Trabajo de aquel año se ha cumplido .
No es un grito de agonía, sino uno de triunfo, una exclamación de gozo por la Hora de la Liberación que ya ha llegado y que de nuevo Le permite elevarse a otro período, libre del vestido aherrojador de nuestro planeta. 

El punto al cual quisiera llamar vuestra atención, es que deberíamos regocijarnos con El en esa grande, gloriosa y triunfal Hora, la Hora de la Liberación cuando El exclamó: “Consumado está ”. Entonemos nuestros corazones con este gran Evento Cósmico; regocijémonos con el Cristo, Nuestro Salvador, el término de Su Sacrificio ha sido completado nuevamente; y sintámonos agradecidos desde el fondo de nuestros corazones pues El ahora está por Liberarse de las ligaduras de la Tierra; la Vida con que El ha imbuido nuestro planeta es suficiente para sobrellevarnos a través del tiempo hasta la próxima Navidad. 

La naturaleza es la expresión simbólica de Dios. Por lo tanto, si queremos conocer a Dios debemos estudiar a la naturaleza, siempre recordando que hay un propósito detrás de cada manifestación. La Vida es una escuela, y a través del aprendizaje de sus muchas lecciones, la humanidad está evolucionando lentamente desde una Chispa Divina hasta la Divinidad. Si hubiéramos aprendido las lecciones como nos fueron dadas, no hubiera habido necesidad del gran sacrificio que fue hecho y es hecho anualmente por el Espíritu de Cristo, la Encarnación del Amor. A través del egoísmo, la desobediencia a la ley de las prácticas malas, nosotros habíamos cristalizado no solamente nuestros cuerpos, sino también la Tierra en que vivimos, a tal grado que como medios de la evolución habían llegado a se completamente inútiles. Cuando nada podía salvarnos de los resultados de nuestros propios errores, el Compasivo Cristo se ofreció a Si Mismo, y Su gran poder de Amor para romper las cristalizadas condiciones de los cuerpos humanos y de la Tierra, y El no abandonará la Tierra en la Pascua, hasta que haya dado de Si Mismo hasta lo sumo. Durante tres años El enseñó a la humanidad por la palabra, por el precepto y por el ejemplo. 

Cuando fue crucificado en el Golgota , Su gran Sacrificio por la humanidad recién había comenzado. Cada año, desde entonces, para el 21 de setiembre cuando el Sol pasa por el signo zodiacal de Virgo al signo de Libra, el Espíritu de Cristo, al retornar a la Tierra, toca nuestra atmósfera, El inicia esta jornada descendente alrededor del 21 de junio, en el Solsticio de verano, cuando el Sol entra en Cáncer, llega al centro de nuestra Tierra en la medianoche del 24 de diciembre. Allí permanece por tres días y luego comienza a salir. 

Esta salida se completa en la época de Pascua. Desde la Pascua hasta el Solsticio de verano, El pasa a través de los mundos superiores, y llega al Mundo del Espíritu Divino, el Trono del Padre, el 21 de junio. Durante julio y agosto, mientras el Sol está en Cáncer y Leo, El está reconstruyendo Su Espíritu de Vida, vehículo que traerá de nuevo al mundo y con el cual rejuvenecerá la Tierra y los Reinos vivientes que están evolucionado dentro y sobre ella. De la Navidad hasta la Pascua, El da de Si Mismo sin límite o medida imbuyendo la Vida no solo en las durmientes semillas sino en todo lo que está alrededor, sobre y dentro de la Tierra. 

Sin esta anual infusión de Vida y Energía Divinas, todas las cosas vivientes sobre nuestra Tierra pronto perecerían, y todo progreso ordenado se frustraría por lo que respecta nuestros presentes lineamientos de desarrollo, Esta actividad germinal de la Vida del Padre, traída a nosotros por el Cristo y liberada completamente en la época de la Pascua, es la que inicia un crecimiento renovado y una actividad aumentada en la planta, el animal y el hombre en esta particular estación del año.

El Cristo no abandona la Tierra para la Pascua hasta que se haya dado de Si al máximo. Es entonces que la infusión de su Vida juntamente con los casi verticales rayos del Sol, hace que crezcan las semillas, que florezcan los árboles y los pájaros dirigidos por sus Espíritus Grupos, que apareen y construyan sus nidos. La humanidad es fortalecida e imbuida con la necesaria energía y coraje para enfrentar, sacar provecho y crecer por los embates con los diversos y perplejos problemas de la vida. 

Para aquellos que han elegido trabajar a sabiendas e inteligentemente con la Ley Cósmica, la Pascua tiene un gran significado. Para ellos significa la liberación anual del Espíritu Crístico de los confines estrechos de la Tierra y su gozosa ascensión hasta Su verdadero Mundo – Hogar, para permanecer ahí toda la estación descansando en el Seno del Padre; y si ellos tienen sus ojos abiertos realmente, percibirán las Huestes Angélicas esperando, listos para acompañarlo en Su viaje al Cielo; si es que sus oídos están sintonizados a los sonidos celestiales, ellos oirán coros celestiales cantando loas a El con alegres “Hosannas” al Señor resucitado. 

EL CRISTO CÓSMICO 


A los iluminados la Pascua trae una profunda comprensión del hecho que todos los seres de la humanidad son peregrinos sobre la Tierra, que el verdadero Hogar del espíritu está en el Reino de los Cielos y que para alcanzar ese Reino todos deberíamos esforzamos en aprender las lecciones en la “escuela de la vida”, tan pronto como sea posible para que puedan buscar el amanecer de un día que los libere para siempre de las ligaduras de la Tierra. Entonces, al igual que el Cristo Liberado, ellos llegarán a la comprensión de esa gloriosa inmortalidad que es la recompensa del Espíritu perfecto. 

Para los iluminados, la Pascua simboliza el amanecer de un grato día, cuando toda la humanidad y también el Cristo sean liberados permanentemente del agobiador confinamiento de la materialidad y ascenderán a los Reinos Celestiales para ser Pilares de Fuerza en la Casa del Padre, de la cual nunca saldrán jamás. 



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¿Qué es un Espíritu-grupo, dónde está y a qué se parece?


PREGUNTA Nº 166:  ¿Qué es un Espíritu-grupo, dónde está y a qué se parece?

Respuesta: Así como el hombre tiene un cuerpo compuesto por muchas células, teniendo cada una su conciencia individual, así también el espíritu colectivo es una entidad que funciona en los Mundos Espirituales y posee un cuerpo espiritual compuesto por muchos
espíritus animales separados. El espíritu grupo no puede funcionar en el Mundo Físico, pero evoluciona enviando los diversos espíritus animales a formas corporales que aquél crea, con las que compone una especie o tribu de animales, y el espíritu-grupo guía todos esos cuerpos animales mediante las sugestiones que llamamos instinto. Cuando el cuerpo de un animal muere, el espíritu animal ha derivado inconscientemente cierta experiencia por haber funcionado en ese vehículo, y después de un tiempo es reabsorbido por el cuerpo espiritual del espíritu, donde permanece cierto tiempo mientras el espíritu-grupo asimila las experiencias obtenidas por ese espíritu animal separado. Y de esta manera va creciendo y evolucionando el citado espíritu colectivo, así como los espíritus animales, que son sus protegidos. Estos animales se harán humanos en una futura encarnación de la Tierra, y entonces el espíritu colectivo cuidará de ellos como espíritu racial o de raza, hasta que se hagan completamente capaces de cuidarse individualmente. Los espíritus-grupo de los animales están en el Mundo del Deseo y giran alrededor de la superficie de la Tierra. Los espíritus colectivos de las plantas están en la parte de la Región del Pensamiento Concreto que ocupa el centro del planeta, y los espíritus colectivos de los animales no han entrado aún, realmente, dentro de la atmósfera de nuestra tierra. Se encuentran en la Región del Pensamiento Abstracto.
Los espíritus-grupo de los animales se ven en el Mundo del Deseo en forma humana y cabeza animal. Los cuadros de los templos egipcios representan en una forma algo cruda el aspecto de dichos espíritus colectivos. El investigador bien educado no encuentra dificultades en conversar con ellos, y frecuentemente se le presentan ocasiones de maravillarse de su erudición.

Max Heindel
FILOSOFÍA ROSACRUZ EN PREGUNTAS Y RESPUESTAS TOMO PRIMERO


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lunes, 14 de marzo de 2016

Pascua


PASCUA

Muy estimados amigos:

La Fraternidad Rosacruz les hace extensivo el saludo de Pascua, un tiempo del año que nos da la oportunidad de compartir la alegría que nos trae la liberación del Cristo. La Ley del Renacimiento nos enseña que la vejez, la enfermedad, la guerra o los accidentes, pueden destruir nuestro cuerpo físico, más no nuestra “morada celestial” que es eterna.

Sabemos que el Viernes Santo es seguido por el glorioso Domingo de Resurrección, lo que representa la continuidad de la vida una vez que nosotros o uno de nuestros seres queridos deja este mundo. En esta nueva vida en los Reinos Celestiales no existen la enfermedad, el dolor ni la muerte.

Esta celebración de la Pascua no representa solo la liberación del Espíritu interno de nuestro Planeta Tierra, el Arcángel Cristo, sino también una promesa de que cada uno de nosotros es un Cristo en formación que eventualmente alcanzará la liberación.

Esta meta la alcanzaremos por medio de incontables existencias, aprendiendo a vivir en armonía con las Leyes de Dios y liberándonos en forma gradual de aquellas cosas que obstaculizan nuestro progreso. De esta manera iremos paulatinamente desarrollando nuestra conciencia espiritual y comulgando con la Gloria Divina.

Tal como Emerson lo expresó tan hermosamente: “Desde nuestro ser interno, una luz brilla hacia todas las cosas y nos hacemos conscientes de nuestras debilidades y que la Luz Espiritual lo es todo. Cuando la misma brilla a través de nuestro intelecto, tenemos el genio; cuando brilla por medio de nuestra voluntad, tenemos la virtud; cuando brilla a través del afecto, tenemos el amor”.

En agradecimiento y reconocimiento hacia nuestro Señor Jesucristo, esforcémonos por trabajar con mayor diligencia para así poder manifestar plenamente los frutos de nuestro espíritu, de tal manera que también lo ayudemos a El en su liberación final de los confines de nuestro Planeta.

Que el Señor nos ilumine y pueda ayudarnos para que cada día de nuestras vidas nos esforcemos en buscar Su Reino y Su Justicia.

De esa manera, mediante la ejecución de nuestros pensamientos, palabras y acciones, nos sea posible acercarnos cada vez más a nuestro bendito ideal, el Cristo Cósmico, el Príncipe de la Paz.

De todo corazón y fervientemente deseamos que todos ustedes, nuestros queridos amigos, hermanas y hermanos, disfruten de una bendita Semana Santa.

“QUE LAS ROSAS FLOREZCAN SOBRE VUESTRA CRUZ”.

FRATERNIDAD ROSACRUZ MAX HEINDEL
Colombres 2113 – Barrio Lomas de San Martín
5.008 – Córdoba – República Argentina

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